Capítulo 20: Una Familia disfuncional

"Hace calor" pensé mientras empuñaba mis manos sujetando con fuerza una espada de madera, el sol me deslumbraba, la boca me sabia a tierra, era una situación diferente a las que había experimentado antes, sentía mis piernas cansadas, pero seguía corriendo, sentía mis brazos cansados, pero seguía moviéndolos, a mi alrededor habían muchos niños con edades similares a la mía, pero de diferentes razas, cada uno portábamos una espada de madera, otros portaban arcos y flechas sin punta, además de una armadura ligera de cuero con la cual entrenábamos.

Al llegar a la aldea había conocido a mi prima, Cloe, con quien me había llevado bien desde el inicio, ella me invito a entrenar con el instructor esta mañana, desde temprano habíamos comenzado con diferentes ejercicios, los cuales aprendía rápido, sin embargo mi resistencia era mucho menor a la de los demás, cansándome más rápido costándome seguir el ritmo, ahora era casi medio día y ya estaba completamente cansada, mi hermano tenía razón que el entrenamiento para ser un caballero sería muy difícil.

-¡Deténganse y formen un circulo!

Hablo el instructor Cerem, un humano de apariencia joven de cabello corto de color castaño, sus ojos eran del mismo color, destacaba sobre otros al tener una mandíbula anch, el portaba una armadura de metal junto a ropas verdes adornadas considerablemente, junto a una espada de dos manos.

Obedecí al instante sus palabras tomando como si fuera una orden de mi hermano, todos se notaban cansados por el arduo entrenamiento, pero yo apenas podía mantenerme de pie.

-Bien, es momento de hacer unos duelos de práctica.

Inmediatamente Cerem comenzó a moverse por alrededor del circulo viendo a los demás reclutas, pero se detuvo frente a mí.

-Tú eres la invitada del señor Roy, espero mucho de una Castelar, así que te pondré ante la mejor de los reclutas... Cloe serás la mejor para comparar su habilidad.

Dijo el instructor con malicia mientras se alejaba, haciendo que yo diera un paso hacia adelante, mi respiración estaba descontrolada mi cuerpo se sentía muy pesado, en ese momento vi a mi oponente colocándose de pie frente a mí, una niña al igual que yo la cual no podía ser más de un año mayor, ella me miraba con una sonrisa amable, pelirroja con el cabello corto peinado hacia los lados, sus ojos eran azules claros, lo que más destacaba eran sus orejas de elfo las cuales me hacían recordar a las hadas de los cuentos, ella era Cloe.

-Lucy tranquila, intenta regular tu respiración.

Me comento Cloe con algo de preocupación, mirándome con de lado observándome por un momento, asentí haciéndole caso intentando regular mi respiración, pero el cansancio no se iría rápidamente.

-En posición.

Exclamo el instructor haciendo que Cloe colocara un pie delante del otro mientras empuñaba su espada con ambas manos, por mi parte flexione mis piernas colocando mi espada atrás y mi brazo izquierdo al frente en donde portaba mi escudo de madera, pensando protegerme de algún ataque como Carole me había dicho, tambien me esforzaba por tener una pose natural.

-Comiencen.

Inmediatamente Cloe me ataco con rapidez abalanzándose en cuestión de segundos balanceando su espada con todo su cuerpo. Rápidamente levante mi brazo izquierdo interceptando el ataque como Carole me había enseñado, apenas pude soportar el golpe, logrado mantenerme firme, rápidamente me apresure a dar una estocada, pero Cloe la esquivo saltando hacia atrás, para luego realizar un segundo ataque antes de que pudiera regresar mi espada golpeándola con fuerza intentando desarmarme, en ese momento retrocedí dando un salto hacia atrás.

-¡¡Kya!!

Exclamo Cloe mientras se apresuraba a seguirme atacando, era claro que no me daría ningún respiro, no podía detenerme a parar sus golpes únicamente debía seguir esquivando, no podía quitar mis ojos de mi oponente, pero sentía que mis pies se enredarían en cualquier momento, aunque había aprendido a esquivar con el entrenamiento de mi hermanito, no me había enseñado como moverme mis pies al momento de esquivar o atacar.

En ese momento sentí un golpe en mi pecho casi haciéndome perder el equilibrio y toser en repetidas ocasiones, Cloe había logrado predecir mis movimientos y darme un golpe con su espada.

"Estoy muerta" pensé recordando el entrenamiento con Carole, mientras el golpe me hacía caer mire al instructor, el cual frunció el ceño haciendo que apretara mi mano aun con la espada de madera evitando soltarla, la batalla no había terminado.

-Tú puedes.

Susurro Cloe mientras yo caía sentada en el suelo de arena, inmediatamente ella se abalanzo para darme el golpe de gracia pero, logre interceptarlo con mi brazo izquierdo para luego desviarlo y dar una estocada, la cual dio en el blanco haciendo que Cloe retrocediera del dolor dándome tiempo de levantarme y colocarme una vez más en posición defensiva.

-Impresionante...

Cloe chasqueo su lengua para luego sonreír y colocarse una vez más en posición de ataque, ambas nos mirábamos fijamente, en ese momento ella volvió a atacar tomando la iniciativa una vez más, esta vez decidí interceptar su ataque con mi espada.

"Tengo que ser más fuerte" pensé mientras nuestras espadas chocaban, pero Cloe me supero empujándome con el impacto para luego desencadenar una nueva oleada de abrumadores ataques, parecía que había comenzado a pelear en serio. Apenas podía seguirle el paso, sus ataques los esquivaba y bloqueaba lo mejor que podía, pero no evitaba que alguno me diera, en ese momento ocurrió algo que temía, mis pies se enredaron causando que cayera una segunda vez, Cloe aprovecho a golpear mi espada con fuerza haciendo que yo la soltara justo antes de que golpeara el suelo.

-El combate ha terminado, Cloe gano, aunque realmente no es una sorpresa.

Hablo Cerem, mientras Cloe suspiraba aliviada, yo simplemente apreté los dientes pues aún era muy débil y como no serlo, era mi primer combate contra alguien más y mi tercera sesión de entrenamiento, no podría mejorar en solo un día.

-Vaya, no pensé que una niña durara tanto, pero ni siquiera hizo sudar a Cloe.

Entrando al campo de entrenamiento, llego una joven la cual vestía con el mismo tipo de armadura que Cerem vestía, era de gran hermosura con el cabello rojizo suelto y un mechón sobre su frente, sus ojos eran de color turquesa claro, sus orejas largas la delataba como una elfo, ella me miraba con una sonrisa burlona mirándome desde arriba como si quisiera aplastarme, causando un enojo de parte de Cloe.

-¡Te equivocas, Lucy es muy hábil!

Exclamo Cloe con enojo, mirando a la elfa acercarse, pero fue completamente ignorada.

-Abigail ya has regresado.

Hablo el instructor suspirando para luego mostrar una leve sonrisa, era como si hablara con una vieja amiga.

-Esta niña, no tiene una buena condición, pero si algunos conocimientos y puede explotarlos para el combate, creo que si hubiera empezado a entrenar con estos reclutas... no sé si Cloe sería la mejor de la clase.

Mis ojos se abrieron de par en par mientras Cerem decía esas palabras esbozando una sonrisa sincera, esto mientras Cloe me ayudaba a ponerme de pie, para luego mostrarme una sonrisa y darme unas palmadas de alivio ayudándome a sacudir el polvo de mi ropa, pero Abigail suspiro mirándonos.

-Tonterias, sé que mi hermanita es muy fuerte y tiene buenas estadísticas... pero esta otra niña puedo ver que le falta práctica, conocimiento, su cuerpo es bastante debil, y aun si tuviera en plena condición estaría muy lejos de si quiera pensar en vencerla.

Hablo Abigail en tono burlón, en ese momento pude recordarla, ella era la hija de en medio de Urano Castelar, Abigail Castelar, quien tenía alrededor de 17 años, según Cloe me había contado. Sus palabras causaron mucho enojo, me sentía subestimada y atacada.

-Aunque no me gustaría ser derrotada por Lucy, ella es muy hábil y seguramente será muy fuerte, no la subestimes.

Dijo Cloe enojo empuñando sus manos con gran enojo, colocándose delante de mí, quería defenderme pero había algo intimidante en Abigail que me lo impedía, su aura era demasiado arradora como para dejarme hacer algo.

-No seas así Cloe estas siendo muy blanda, como la Castelar con la mayor estadística de destreza sería una vergüenza para mí si tú no resultas estar a la altura, no como esta niña seguramente su maestro es igual de perdedor que Atlas y Eryn.

Me dijo Abigail mientras me miraba con una sonrisa de desprecio, claramente no era bienvenida por ella, eso hizo que empuñara mis manos y arqueara mis cejas enfocando mi mirada sobre ella.

-¡Mi hermanito es mucho más talentoso que tú!

Grite con enojo no pudiendo soportar más las palabras de Abigail, cuya risa burlona se esfumo al escucharme, siendo remplazada por un rostro lleno de ira, solo al ver sus ojos sedientos de sangre sentí como mi corazón dejó de latir por un segundo sintiéndome paralizada.

-¡Retráctate!

Exclamo tomando el mango de su espada, desenfundándola al instante, en ese momento escuche algunos pasos rápidos mientras Abigail se preparaba para dar un tajo contra mí, Cloe rápidamente interpuso abrazándome para intentar protegerme, sin embargo, la espalda de Abigail impacto contra una lanza, el asta se rompió lanzando a su portadora hacia atrás, pero logrando protegernos.

-Eryn, Maldita inútil ¿te atreves otra vez a retarme?

Cloe y yo nos desvanecimos cayendo al suelo casi muriéndonos del miedo, mirando a nuestro costado derecho a nuestra salvadora, una semi elfa de pelo rosado, ojos rojos, la cual portaba una túnica blanca.

-¡Aléjate de mi hermana!

Escuche el grito de mi hermanito, el cual rápidamente llego dando un salto y desenfundando su espada, rápidamente Abigail esquivo el corte dando un salto hacia atrás.

-Abigail ¿Qué significa esto? ¡Estuviste a punto de herir a tu hermana menor!

Exclamo Atlas desenfundando su espalda de igual forma mientras ayudaba a Eryn a levantarse.

-No pensaba cortarlas, no soy una sádica, solo quería golpearlas por el lado romo.

Comento Abigail señalando el lado sin filo de su espalda, sin embargo rápidamente señalo con la punta hacia Eryn.

-Sin embargo, Atlas conoces las reglas, no puedes interponerte en un duelo, Eryn levántate te daré lo que deseas, una muerte dolorosa.

Sus palabras hicieron que Eryn comenzara a temblar, causando que Atlas la abrazara con su brazo izquierdo, mientras con el derecho lo usaba para pretender protegerse de su propia hermana, mi hermanito no dudo en colocarse entre ellas, retando a Abigail con su espada.

-Ya déjate de tonterías Abigail, si solo vienes a buscar pelea mejor retírate ahora mismo.

Comento el instructor Cerem, dándole un golpe en la cabeza con su puño a Abigail, causando que esta se quejara, pero provocando que se detuviera un segundo analizando su situación.

-...Esta bien, ya me voy, pero te diré algo Fénix, esas dos son unas inútiles, si buscas una buena compañera yo soy la Castelar con más destreza que ha nacido en este mundo.

Proclamo mientras enfundaba su espada y se retiraba hacia unos árboles.

-¿Eryn estas bien?

Exclamo Cloe corriendo hacia la joven semi elfa pelirrosa, quien mostraba una mueca de dolor pero parecía estar soportando.

-Dejen me revisarla, Lucy regresa a tu entrenamiento, tambien tu Cloe, yo me encargare de curarla.

Me dijo mi hermanito haciéndome sentir como si me regañara, preocupándome inmediatamente por mi salvadora, pero en ese momento vi una mano extenderse hacia mí.

-Vamos Lucy, regresemos al entrenamiento.

Comento Cloe extendiendo su mano hacia mí y mostrándome una sonrisa, la cual le regrese un tanto forzada tomando su mano y regresando al grupo.

-Bueno ya que termino el alboroto continuemos, Nefia te toca contra Hilma.

Ordeno el instructor mientras nos integrábamos con el resto del grupo, esta vez quería ver cómo los demás se enfrentaban, aunque me molestaba aun no poder usar el estilo de mi hermanito, pues con una lección no sería suficiente para aprender, me sentía hambrienta por una segunda clase con él.

-Disculpa por la actitud de mi hermana, sé que Avi es algo engreída, pero es realmente muy hábil, rápida y fuerte, nadie de su edad o de niveles cercanos a ella puede hacerle frente, incluso ya es nivel 3.

Comento Cloe comenzando con un tono algo calmado, pero fue emocionándose poco a poco.

-Aunque... creo que Eryn tambien es bastante fuerte, resistió un golpe bastante duro, además de tener una gran velocidad.

Comente recordando levemente el instante en el que nos había salvado, incluso no parecía tener ninguna herida externa.

-Eryn... ella tambien tiene 17 al igual que Avi, pero sigue siendo de nivel 1, fue considerada como débil e inadecuada para el entrenamiento de los guarda bosques o los cazadores, tristemente siempre ha sido el monigote de entrenamiento de mi hermana...

Me respondió Cloe soltando un suspiro y apretando sus manos, inmediatamente mire hacia mi hermanito y las dos elfas, pudiendo verlos junto a la casa curando con magia a Eryn.

-Eryn siempre se ha esforzado mucho... pero todos la subestiman, ¡que rabia me da!

Exclamo Cloe hacia el cielo levantando su puño, esto mientras giraba para prestar atención al combate, la personalidad de Abigail me había traído muchos recuerdos desagradables, pues me recordaba a las niñas ricas de mi clase. Aunque ellas nunca se metían conmigo... pero ahora me daba cuenta que me faltaba el valor para enfrentarlas, pues nunca lo había hecho para defender a alguien que ellas molestaban, Eryn me parecía alguien muy valiente por eso.

***

-[Te rezo a ti dios de lo alto, dame la fuerza y concédeme el primer milagro] Cura.

Pronuncie con voz suave aplicando el hechizo sobre el costado de Eryn, provocando un quejido de dolor en ella, pero aguantándolo al instante, en definitiva no era tan bueno usando magia curativa como Luna.

Nos habíamos alejado del campo de entrenamiento sentándose Atlas y Eryn sobre una banca, apoyándose la menor en el hombro de la mayor quien le acariciaba el pelo con cariño, intentando darle fuerza, mientras yo me encontraba hincado frente a ambas aplicando la magia con mi mano derecha sobre su cintura.

-Gra-cias...

Pronunció Eryn con una voz débil, notándose algo de alivio en su voz mientras el hechizo finalizaba.

-No hay de que Eryn es el deber de un caballero, aunque preferiría que Luna te revisara más a fondo, me preocupa que tengas alguna herida interna.

Eryn se levantó del pecho de Atlas negando con su cabeza, mostrando una sonrisa forzada, bastante falsa.

-No se preocupe, Rohei... creo que estaré bien, este golpe no fue tan fuerte, ella se contuvo bastante.

Mi expresión cambio a una más seria al escuchar sus palabras, a lo cual solté un suspiro decidiendo pellizcar ambas mejillas de Eryn estirándolas hacia abajo.

-Está claro que se contuvo, pero eso no quita que pudo ser peligroso atacar de esa forma, ella estaba perfectamente abierta para ser atacada de una forma más efectiva o hacerla retroceder con la lanza.

Comente con algo de enojo mientras seguía estirando sus mejillas, a pesar de que no consideraba que su forma de actuar estuviera mal, si veía varias carencias en su defensa y su postura, era como si nadie le hubiera enseñado lo básico.

-No seas tan cruel con ella, hizo lo mejor con sus habilidades, además Eryn aunque tiene la bendición de las gemas no es una combatiente, y deberías agradecerle por haber salvado a tu hermanita, nosotros no pudimos reaccionar a tiempo.

Me reclamo Atlas acariciando el cabello rozado de Eryn con suavidad, como si sintiera lastima por ella sin embargo las palabras de Atlas me hicieron dudar, pues con la destreza de Eryn parecía ser más de una combatiente. La velocidad de reacción que había demostrado junto a la valentía de enfrentarse a alguien mucho más fuerte... no tenía sentido.

-Disculpa Eryn, pero necesito ver algo.

Dije tomando su brazo derecho alzando su muñeca y colocando mi mano derecha sobre esta.

-¡Espera Rohei no!

Exclamo sonrojada mientras yo activaba el hechizo "revelar" sobre su muñeca haciendo que un brillo rojizo se liberara, en ese momento pude ver sus estadísticas, lo primero que me recibió fue su profesión, la cual era herrera, su una profesión que no esperaba encontrar en una chica de apariencia tan delicada como ella, además esta misma profesión no era de combate, aunque había sido desarrollada específicamente por los enanos. Al revisar sus estadísticas pensé que me encontraría con números muy bajos exceptuando su destreza y velocidad, sin embargo tenía una fuerza de 50, una magia de 40, una enorme resistencia de 50 y una velocidad menor de lo que pensaba de 65, pero más me sorprendió su destreza de 78, lo cual era algo anormal.

Generalmente la destreza es sube muy difícilmente, Blood Warrior aunque no esté activado sigue subiendo esta estadística con cierta lentitud, por lo cual ya era un hito que yo hubiera alcanzado los 85 en destreza, esto por haberme bloqueado en el nivel 1 por mucho tiempo, eso significaba que Eryn estaba pasando por lo mismo que yo en ese tiempo.

-¿Doy lastima verdad?

Me pregunto Eryn bajando la mirada, mientras Atlas intentaba consolarla.

-Atlas... ¿dime cual era la destreza de Abigail antes de subir al nivel 2?

Le pregunte mientras seguía revisando sus estadísticas, no había conseguido ninguna habilidad de combate pero si algunas como herrería II y paso ligero las cuales casi no ayudaban en el combate, y sus hechizos eran mediocres por su baja afinidad elemental, siendo peor manejando la magia que Josef, pero con una reserva de esta misma respetable, no tenía sentido.

"Tal vez... sus padres eran de magias incompatibles y terminaron restándose".

Pensé mientras Atlas recordaba con algo de duda, pronto asintió dispuesta a darme una respuesta.

-Si no mal recuerdo, Avi tenía 75, y si te sirve para comparar, Max tenía 73 y yo tenía 68, según recuerdo Eryn debería tener cercano a 68, hace mucho que no revisamos su estado.

Aquellas palabras me hicieron reír, pues la estadísticas de Eryn eran mucho mejores a las de la gran mayoría, estando al nivel de Erika o Ivonne, sin dudas podría derrotar a Luna de nivel 1, es decir, sus estadísticas eran prácticamente de elite, era como si hubiera encontrado un diamante en bruto.

-Rohei... ¿estás bien? No seas muy cruel con Eryn ella no es una combatiente.

En ese momento solté el brazo de Eryn dándole una caricia a su cabello el cual era considerablemente suave, mientras Atlas me miraba con seriedad pensando que me burlaba de ella.

-Te equivocas, Eryn no es ninguna burla, todo lo contrario, ella tiene estadísticas de primera, no puedo creer que no las hayan visto, pero es una lástima que no tenga ninguna habilidad de combate, aunque eso lo arreglaremos.

Al pronunciar esas palabras ambas me miraron con dudas, pues ninguna podía creer en mis palabras, sin embargo yo recordaba perfectamente mi época de los 16 años, y estaba seguro que las estadísticas de Eryn eran de primera.

-Atlas, ¿podrías prestarnos unas espadas de madera? Empezare el entrenamiento de Eryn en este momento.

Proclame sorprendiendo a ambas nuevamente, Atlas intento hablarme pero al verme a los ojos decidió guardar silencio.

-Enseguida, permítame unos segundos.

Comento retirándose mientras me dejaba solo con una temblorosa Eryn.

-Espera, ¿usted está seguro? desde los 15 me han proclamado como una no apta, estoy muy por debajo de la media.

Eryn hablo con gran inseguridad, sin dudas sus estadísticas habían aumentado desde los 15, pero su propia inseguridad y la presencia abrumadora de Avi le impedían ver su verdadero talento.

-Pero ya no tienes 15, además, no dejare que una talentosa espadachín se marchite antes de siquiera empezar.

Hable cruzando mis brazos cambiando por un instante a una mirada seria y convencida.

-No es raro que un familiar entrene a otro... o ¿acaso no te gustaría seguir el camino de la espada como tu familia?

Le pregunte con una sonrisa amable, haciendo que ella bajara su cabeza, apretando su túnica blanca con las manos, apretó sus dientes y cerro sus ojos, por unos instantes medito entre su frustración, entonces escuchamos un golpe, viendo el como la batalla entre dos niños había terminado.

-Yo...

Gimió en voz baja girando para verme con gran temor.

-Siempre quise ser una espadachín... ¡lo intente desde pequeña pero...!

Exclamo pero su voz se cortó bajando su mirada por unos instantes, pareciendo sentirse insuficiente.

-Levanta la cabeza Eryn Castelar, te convertiré en una auténtica espadachín, recuerda llevas la sangre de los Castelar, una sangre noble y los nobles solo bajan la cabeza ante aquellos que respetan nunca por vergüenza.

Proclame con fuerza y vigor, asustando a Eryn quien rápidamente enderezo su postura y levanto su mirada.

-... ¡Por favor enséñame a ser una Castelar digna de esta noble casa!

-Esa es la actitud... ¡recuerda, si vas a sentir vergüenza siéntetela por no haberlo intentado no por fallar!

Grite con orgullo mostrando una sonrisa, ante lo cual Eryn respondió con un fuerte aunque avergonzado, "Lo recordare".

***

Había pasado cerca de una hora, viendo cada uno de los enfrentamientos, analizando la forma en la que luchaban, dejándome en claro que yo era la más débil aquí, pero tampoco me acomplejaba, estaba emocionada por aprender de otros.

-Tengo que hacerme mucho más fuerte.

Dije en voz baja sonriendo, para luego soltar un suspiro y estirarme, viendo en ese momento como un hombre se acercaba a Cerem diciéndole algunas palabras provocando que este se molestara antes de soltar un suspiro.

-Bien, suficiente, Ubert, Mike, deténganse, Mike ha ganado este combate.

Hablo Cerem con seriedad, haciendo que el combate terminara al instante, haciendo que ambos jóvenes se detuvieran.

-¿Alguien me puede decir para que estamos entrenando aquí?

Pregunto Cerem dando la señal para que todos se pusieran de pie y formaran un circulo a su alrededor, inmediatamente Cloe levanto su mano con una sonrisa.

-Estamos aquí para fortalecernos y ser lo suficientemente hábiles para unirnos a los guardabosques o a los cazadores.

Respondió Cloe al instante causando una respuesta afirmativa de parte de Cerem.

-Bien dicho joven Cloe, cuando alcancen los 15 años tendrán que escoger entre ser parte de los cazadores, es decir saldrán al bosque y buscaran acabar con los monstruos que rodean la aldea para controlar su población, además de conseguir alimento, los que sean parte de los guardabosques tendrán la misión de proteger esta aldea de los monstruos, brindar apoyo contra enemigos peligrosos, ambos trabajos protegen la aldea de formas diferentes, sus habilidades serán valiosas en ambos, por ahora vuélvanse más fuertes y sigan entrenando.

Nos habló Cerem con seriedad explicándole a los niños su labor, los cuales asintieron, aquello me recordaba un poco a los caballeros como mi hermanito, pues habían algunos que cuidaban las ciudades dentro de los muros y otros que lo hacían fuera de ellos.

-Bien eso es todo por hoy, recuerden asistir al torneo de hoy en la tarde, les aseguro que ganare esta vez.

Hablo Cerem con seriedad y algo de emoción, aunque algunos niños comenzaron a reírse.

-¿Cómo dijiste la otra vez?

-Esta vez seguro que Atlas te derrota.

-No, Max es el más fuerte de todos.

Comentaron algunos niños, mientras Cloe me tomaba de la mano.

-Vamos con tu hermano, creo que está haciendo algo muy interesante.

Asentí ante las palabras de Cloe sonriendo y corriendo junto a ella yendo hacia debajo de un sauce, al instante vi a mi hermanito frente a Eryn y Atlas, entrenándolas a ambas con espadas de madera, enseñándole los complicados movimientos que antes habíamos practicado.

Rápidamente Cloe corrió hacia ellos con una enorme sonrisa en su rostro.

-¡Esperen yo tambien quiero aprender!

Exclamo llegando para interrumpirlos provocando que Atlas sonriera.

-¿Cloe, ya terminaron?

Pregunto Atlas deteniéndose mientras limpiaba el sudor de su frente.

-Sí, ya terminamos, pero aún tengo mucha energía, podría correr por toda la aldea.

Respondió Cloe haciendo algunos estiramientos, mientras yo suspiraba con cansancio.

-Yo... solo quiero descansar todo el día, me duele todo el cuerpo.

Añadí caminando hacia mi hermanito con pereza, dejando caer mi cabeza contra su espalda mientras el dejaba de practicar con Eryn.

-Aun te falta mejorar mucho esa resistencia, pero será mejor que por ahora descanses un poco, tu tambien Eryn, mas tarde seguiré dándote algunas prácticas.

Comento mi hermanito mientras Eryn dejaba de practicar sus movimientos.

-Gracias... aunque no sé si tenga tiempo para ello más tarde, pero hare lo posible.

Agradeció Eryn haciendo una reverencia algo nerviosa mientras mi hermanito asentía, parecía tener algunos planes.

-¿A dónde iremos ahora hermanito?

Pregunté viéndolo a los ojos, con curiosidad, aunque siendo sincera me daba pereza caminar, no mentía cuando dije que prefería dormir toda la tarde.

-Alcanzaremos a Josef y a Mateo, ¿Eryn puedes llevarnos?

-Sí, conozco la ruta, pero podría ser algo peligrosa.

Respondió Eryn casi de inmediato, mientras Atlas mostraba una cara llena de preocupación.

-Eryn, no tienes autorizado salir de la aldea, eres parte de los herreros no de los cazadores.

Comento Atlas con preocupación, pero antes de que mi hermanito pudiera decir algo escuchamos una risa estridente.

-Entonces deben ser escoltados por un cazador.

Grito un hombre caminando hacia nosotros, este era alguien de gran tamaño, su piel se encontraba algo bronceada, llevando sobre si un gambesón de algodón endurecido junto a unos pantalones de lino y unas botas metálicas, y sobre este una chaqueta de piel de algún animal, su cabeza estaba rapada de ambos lados teniendo una cesta con su cabello negro, en su espalda portaba un arco y flecha, mientras que en su mano llevaba un hacha de doble filo la cual se encontraba descansando sobre su hombro, mientras sobre su cuello se encontraba una serie de colmillos de distintos monstruos formando un collar.

-Fénix, me presentare ante ti, yo soy, Nataniel Woods, mejor conocido como Fang, líder de los cazadores de Hidoot, ¡yo mismo te llevare a la biblioteca!

El señor Fang se presentó antes de reírse estrepitosamente, causando que mi hermanito lo viera con dudas.


Nuevo capitulo, llegó algo tarde porque venía en cameño, jaja bueno igual estuve ocupado y ayer se me fue el internet, pero continuamos con la emisión de estos capítulos.


Cloe Castelar: hija menor de Urano, y una niña muy activa con un corazón puro.

Abigail Castelar: la hija de en medio de Urano, una de las Castelar más fuertes que hayan nacido, sin embargo también una de las más orgullosas.

Sin más que decir me despido, feliz año nuevo y que las gemas los guíen y los protejan.

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