Capítulo 16: El secreto de una estirpe.
-¡Jefe, reacciona! ¡No te vayas con san plátano!
Escuchaba mientras sentía el suelo temblar.
-¡Rohei despierta debemos irnos rápido de aquí o si no caos nos encontrara!
Exclamaba alguien más, ¿Quién era? No podía reconocerlo, no era la voz de Josef, Mateo, o Sebastián, mucho menos del duque Fernández.
Sentía mi cuerpo flotar, no podía moverlo, me sentía sin fuerzas, adolorido y sin energías, intentaba recordar donde estaba pero no había respuesta.
Sin embargo eso cambio de golpe, abrí mis ojos al instante sintiendo dos fuertes bofetadas, mire a los lados mientras mi vista se ajustaba observando a Max, Enrían y Grinmore rodearme mientras yo me sentaba.
-Creo que acabe con toda mi magia, ¿ustedes están bien?
Pregunte con un gran dolor de cabeza, aunque me dolía todo un poco, especialmente mis brazos y piernas.
-Bueno casi te rompes el cuello al desmayarte, pero ya estamos bien, diría que tú eres el que está mal, tienes algunas costillas rotas y algunos huesos de tu mano izquierda dañados, estaba dislocado tu brazo izquierdo, pero Max lo arreglo... claro espero que no haya roto nada.
Me explico Grinmore mientras miraba mi mano izquierda, claramente esta me dolía más que la derecha, pero lo que me impresionaba era mi estado el cual era sorprendentemente bueno.
-No me culpes libro de pacotilla, yo hice mi trabajo.
Le reclamo Max a Grinmore gritándole con cierta ira.
-La buena suerte es que subiste al nivel 13, aumentaste mucho tus estadísticas, felicidades.
Comento Grinmore mientras me ayudaba a levantarme, al hacerlo sentí mis piernas algo débiles, tal vez por la falta de magia.
-En esta condición, creo que no se verá tan reflejado.
Respondí cerrando mis ojos, para luego suspirar intentando sentir mi propia magia, esta había aumentado su capacidad, y tampoco estaba tan vacío como esperaba.
-Tu magia es sorprendente, te curaste de varias heridas mientras estabas inconsciente.
Concentre mi magia activando cura nuevamente, sintiendo el dolor disminuir dejando atónito a Grinmore, incluso a mí mismo pues nunca había pedido usar cura de forma no verbal.
-Esto solo significa una cosa, debemos continuar...
Camine hacia mi escudo volviéndome a ponerlo, no tenía armas y una cantidad de magia limitada, gire hacia ellos quienes levantaron sus cosas listos para continuar el avance, sin embargo me llamo la atención que Enrían llevaba en su espalda el cuerno que le había cortado a tártaro, sin dudas sería un material muy útil para ellos, así que no me molestaba que se lo quedaran.
-Mientras caminamos, creo que merecemos una explicación... porque hay más Castelar.
Miramos hacia Grinmore, pues era el quien parecía tener más respuestas que nosotros, el suspiro avanzando para no detenerse pues debíamos movernos para salir de este lugar.
-Primero, empezare disculpándome, no me escape cuando vi la oportunidad en la biblioteca, tampoco fue casualidad que Lucy me encontrara, tan pronto ustedes entraron, sentí la magia Blood Warrior correr por sus venas, así que pensé que había encontrado a mi familia... sinceramente pensé que me reconocerían.
Hablo con sinceridad trayéndome más preguntas que respuestas mientras Max se mantenía en silencio.
-¿Por qué razón conocías Blood Warrior?
Pregunte una vez más, queriendo solo escuchar la verdad salir de Grinmore.
-Porque serví a los Castelar por 287 años, estuve a su lado desde antes de que pudiera hablar, era una pertenencia de la familia Nortwolf.
Me respondió sin una pizca de duda, dejándome atónito, no podía creerle, sin embargo eso también explicaba sus conocimientos.
-¿Cómo podemos creerte?
Pregunto Max, queriendo saber si decía la verdad al igual que yo.
-Eres un Montanshep, teniendo una mayor conexión con el elemento tierra, aunque en general eres malo con la magia, pero noto que tienes algo de Nortwolf, tal vez de tu bisabuela... lo tengo eres el nieto de Arturo Castelar, el hijo de Uther Castelar y Evelin Castelar.
Respondió Grinmore al instante sin ni siquiera detenerse a pensar, causado que Max se quedara atónito, algo que yo nunca había creído, pues no solamente había adivinado su estirpe también su abuelo y su bisabuelo.
-¿Cómo sabe eso?
Pregunto Max con los ojos cuadrados.
-Porque estuve ahí, hace 60 años ocurrió uno de los periodos más sangrientos de la guerra contra el imperio y la rebelión, la familia Castelar, la más grande familia guerrera del imperio lideraba los ataques contra la rebelión sin ninguna compasión, tan grande era su número que eran considerados como una facción más del ejército que solo una familia.
Grinmore comenzó a contar mientras caminábamos saliendo de aquellas ruinas regresando al gran valle cubierto de niebla.
-Pero, durante la guerra su número cayo empicada, los ataques del guardián de la gema del fuego causo la caída de grandes Castelar como Héctor Castelar, incluso el gran Bahamut, pero, en esa época algo más comenzaba a gestarse, una tercera fuerza aprovecho la guerra para envenenar la mente del emperador, haciéndoles creer que los Castelar querían usurpar el trono.
Escuche atentamente sus palabras mientras intentaba contener su impotencia antes de soltar un sonoro suspiro.
-Quienes movieron los hilos fue Golden Garden, una secta misteriosa de un dios desconocido, culparon a los Dragondeer de traición y cuando el Bahamut murió cortaron a toda esa familia de raíz, los Castelar perecieron, luego dejaron a los Montanshep cayeran mientras los Nortwolf morían en el campo de batalla, en 10 años, los Castelar fueron reducidos de varios miles a menos de 100, Ronald Castelar fue su ultimo líder.
Ese nombre lo conocía, Ronald Castelar era mi tío abuelo, quien siempre había rechazado a mi padre como un Castelar hasta su muerte hace 11 años. Por otra parte, escuchar a Golden Garden me sorprendió recordando las advertencias de Eco, así como las palabras del duque Fernández, ellos eran la sombra que cubría Ershia quienes buscaban sembrar la oscuridad en este mundo, tenía sentido que quisieran quitar a los Castelar de en medio.
-Yo servía a los hijos de Héctor, los gemelos Victoria y Aless Castelar, me llevaba especialmente bien con este último, quien le interesaba más aprender sobre la magia, era algo débil y de alma frágil pero era muy inteligente, invento una técnica de lucha única y gracias a eso, su hermana más fuerte y hábil se volvió en la más grande maestra de la espada de los Castelar, gracias a sus habilidades ambos habían logrado sobrevivir, estoy seguro que si ellos hubieran descubierto a Golden Garden antes, habrían evitado lo que vino después.
Grinmore se detuvo por unos segundos bajando al suelo, al acercarme lo escuche haciendo un ruido extraño respirando rápidamente, colocaba sus garras metálicas de dragón sobre su pasta intentando apretar su cubierta.
-Grinmore... ¿Estas bien?
Pregunte deteniéndome y arrodillándome a su lado.
-Si... no te detengas por mí, solo... esto es muy difícil, ténganme paciencia.
Suspiro levantándose nuevamente comenzando a avanzar tomando fuerzas para seguir explicando.
-Golden Garden, no sé cómo convenció al emperador de ordenar a los Castelar restantes, unos 83, tomar un ejército y atravesar el bosque de las almas para atacar Paradise, al mando de ese gran ejercito estaría Ronald Castelar, sin embargo, enfermo, legando la responsabilidad de dirigir el ejército a su segundo al mando, un aspirante a generar llamado Olguín Heral, quien sería apoyado por su hijo Roy Castelar, así un ejército de 5000 partió del centro del imperio con los 81 últimos Castelar.
Esa parte nunca lo había escuchado no había registros de ese movimiento, sin embargo recordaba que mi abuelo a veces deliraba llamando a Roy, diciéndole una y otra vez que no fuera a un bosque.
-Espera, si solo Ronald se quedó en el imperio, porque dices que fueron 81, no deberían ser 82.
Pregunto Max levantando la voz, era comprensible pero había una razón.
-Ronald tenía otro hijo, un bebe llamado David, sin embargo murió antes de cumplir los 2 años.
Respondí pensativo, pensando que esa había sido la razón, pues David estaba registrado como el último Castelar en nacer, si siguiera vivo seria dos años mayor a mi padre.
-Así que el pequeño David murió... pensé que ese sería tu padre Rohei, pero es correcto, el emperador había ordenado que todos fueran sin excepción, claro Ronald nunca lo aceptaría..
Comento Grinmore pensativo mientras soltaba un suspiro triste siendo claramente una mala noticia para él.
-Sí, dos Castelar se quedaron en Crescend, como de costumbre yo acompañe a los gemelos al interior de este mismo bosque, y como nos está pasando ahora mismo quedamos atrapados, varios exploradores se perdieron intentando encontrar la salida, pero nada... recuerdo esa noche como si hubiera sido ayer... si pudiera dormir tendría pesadillas una y otra vez.
Su voz resonó con tristeza mientras se detenía para mirar hacia el cielo, comenzando a caer una lluvia de ceniza.
Ah, esa noche tambien llovía, 7 Castelar habían desaparecido intentando encontrar una salida, todos nos encontrábamos atrapados, en ese momento nos encontrábamos acampando junto al rio Taurus debatiendo entre cruzar o no, aunque nosotros debatíamos otras cosas.
-¿Qué opinas de nuestra situación Grinmore?
Me pregunto Aless mientras estudiaba el cielo intentando encontrar alguna estrella para guiarse, pero no había nada, solo una luna llena de un hermoso brillo plateado.
-Que deberías descansar, no vale la pena seguir estudiando el cielo, ya van 3 noches seguidas sin ningún resultado.
Hable arrebatándole su catalejo de las manos mientras suspiraba, en ese momento nos encontrábamos fuera de la tienda que habían preparado para nosotros, en ese tiempo Aless tenía unos 22 años, no estaba casado ni tenia pareja, pues había cortado su matrimonio con una chica de las estepas centrales tras enterarse de esa misión suicida, se veía como un hombre tranquilo, a pesar de lo mucho que le dolía haberse separado del amor de su vida.
-Porque es lo único que puedo hacer ahora mismo, deberías hacer lo mismo y ayudarme debe haber alguna forma de escapar de este lugar, si no lo hacemos Golden Garden tendrá al imperio bajo sus pies.
Me respondió intentando arrebatarme el catalejo pero yo me negué volando mas alto de lo que él podía alcanzar, dando algunos saltos para intentar atraparme.
-¿Acaso están jugando en una situación como esta?
En ese momento la hermana de Aless llego, junto con su esposo, un chico de pelo castaño de nombre Mervel.
-Solo intentaba ayudar como siempre.
Aless soltó un suspiro mientras caminaba hacia ambos.
-No te desanimes hermano, si alguien puede sacarnos de aquí eres tú.
Comento Mervel dándole una fuerte palmada a Aless, ambos se llevaban muy bien siendo buenos amigos.
-¿Has obtenido algunos avances?
A Victoria no le importaba mucho sus palabras solo los resultados, sin embargo ella solo quería escapar, junto con su esposo estaban cansados de la guerra, pero su fuerza y experiencia a tan corta edad los hacia indispensables para la guerra.
-Ninguno... pero, creo que he identificado un patrón.
Comento, sin embargo antes de dar su respuesta algo extraño paso, la luna se olvidó negra, mientras una niebla morada comenzaba a cubrir el campamento, los árboles se secaron volviéndose solo carbón y sus hojas se volvieron cenizas, no solo ellos, los soldados del ejército cayeron al suelo como moscas sin vida, incluido el joven Mervel, causando el grito de la señorita victoria.
-¡Mervel despierta, por favor amor, no... levántate no es momento de tus juegos!
Gritaba intentando hacer que este despertara, pero no hubo reacción.
-¡Victoria levántate, no puedes estar así!
Grito Aless intentando levantar a su hermana, sabiendo que el chico había muerto, pero su mente más racional le decía que algo raro había pasado.
-¡Aless, Victoria, algo está pasando en la carpa principal!
En ese momento un Castelar los llamo alertandolos, rápidamente corrimos hacia el centro del campamento, entonces ocurrió, la carpa principal ardió en un fuego negro, mientras Roy Castelar salía huyendo poseyendo quemaduras en su rostro y cuerpo.
-¡Corran, Olguín nos ha traicionado!
Grito Roy, mientras los demás Castelar llegaban al lugar, sus palabras los conmociono a todos, pero antes de preguntar una figura humana salió de entre la carpa en llamas, Olguín era un hombre grande y masculino con un bigote bien cuidado, pero lo que salió del lugar era diferente, su rostro era andrógeno, su piel y pelo eran pálidos como la ceniza, al surgir entre el fuego todos los Castelar se sintieron paralizados, perdiendo en un instante la capacidad de usar Blood Warrior junto a su estado regresando al nivel 1.
-Castelar, es un gusto conocerlos, mi nombre es Caos... su verdugo.
Se presentó antes de moverse a gran velocidad, solo un golpe basto para que uno de los Castelar muriera al instante sin poder esquivar su ataque, sin embargo, fieles a su espíritu guerrero ellos atacaron todos a la vez, pero sus ataques no le hacían nada, ni siquiera la magia era capaz de empujarlo, uno a uno los Castelar fueron muriendo debido a sus garras.
Al ver el primer ataque, Aless tomo a su hermana del brazo corriendo sin parar junto a Roy y otros Castelar que le siguieron.
El campamento se había vuelto un valle lleno de ceniza y muerte con el bosque rodeándonos, mientras detrás de nosotros escuchábamos la masacre que estaba ocurriendo hacia nuestros familiares sin que pudiéramos hacer nada, tuvimos que cerrar nuestros corazones y luchar por nuestra supervivencia, pero pronto el último grito fue silenciado.
-Vine por nosotros.
Dije con miedo, mientras todos nos deteníamos encontrándonos frente al límite con el bosque sano.
-Huyan ustedes, yo me encargare de distraerlo el tiempo suficiente.
Aless dio unos pasos hacia el campamento.
-¿Eres idiota? ¡No te hagas el héroe!
Exclamo Victoria intentando hacer entrar en razón a su hermano.
-No fue una pregunta, [Ventarrón].
Extendió su mano derecha liberando una corriente de viento hacia los Castelar sobrevivientes lanzándolos hacia el bosque desapareciendo al instante.
-Oh, así que mis presas escaparon.
Justo en ese momento el monstruo hablo, habiendo llegado con nosotros, yo había sido el único que se había quedado junto a Aless, pues como siempre me había sujetado de su cintura al escapar.
-No les pondrás un dedo encima.
Respondió Aless desenfundando su espada.
-Eres un niño, ¿crees que podrás siquiera entretenerme?
Grito lanzándose contra Aless con sus garras cubiertas de sangre, Caos solo alcanzo a golpear el tronco carbonizado de un árbol, esto mientras Aless escapaba junto a mi huyendo hacia el rio.
Sin embargo no fue tan rápido, el demonio lo alcanzo, el brazo de caos atravesó el costado derecho de Aless cuando llegamos a la costa, su sangre me empapo.
-¡Crees que eres un héroe! ¡Tu familia ha muerto! ¡Matare al resto tarde o temprano!
Grito ante un moribundo Aless, Caos era demasiado poderoso, Aless solo miraba hacia el agua observando su sangre salir de su boca, esbozando una sonrisa como si viera a alguien en el agua.
-Te equivocas, los Castelar seguirán viviendo, y tú no podrás perseguirlos.
Le respondió con sus últimas fuerzas, causando que Caos le mirara con enojo.
-No te das cuenta, Golden Garden les tendió una trampa, el imperio los traiciono, su querido Olguín era seguidor del iluminado, quería el poder de Ronald para si mismo por eso sacrifico su vida para traerme aquí, para matarlos y destruir su asquerosa magia para siempre.
Caos tomo el cabello de Aless comenzando a golpearlo contra el suelo del rio una y otra vez, yo me aferraba lleno de miedo, pero la ira de golpear a mi mejor amigo se hizo presente. Sin pensarlo active un muro de luz lanzando a Caos hacia atrás, envolví a Aless con mis cadenas antes de lanzarnos al agua siendo arrastrados por el rio.
El demonio nos vio alejarnos corriendo para intentar arrebatarle la vida a Aless el mismo, pero, no pudo tocar el agua, o salir del valle de la muerte que él había creado, maldijo hacia nosotros sin poder atacarnos era como si el bosque nos hubiera protegido.
Narra Rohei.
-Aless murió en ese frio rio antes de que yo me diera cuenta, flote aferrado a él por muchas horas intentando mantenerlo a flote, hasta que salimos del bosque, siendo en Nancy que me atraparon y enterraron a Aless, desde ese día me sellaron y me enviaron a la biblioteca de Miss donde estaría encerrado hasta que Rohei llego.
Solté un suspiro al escuchar las palabras de Grinmore mirando mi mano empuñándola con enojo.
-¿Qué clase de monstruo era Caos? ¿Cuál era su poder?
Pregunte apretando mis manos con fuerza sabiendo que ese monstruo había creado este lugar.
-Es un demonio, un demonio invocado, no se que proceso uso para invocarlo Olguín lo que si estoy seguro es que uso su cuerpo como recipiente.
Comento Grinmore soltando un suspiro, esto mientras Max y Enrían guardaban silencio, el ultimo más por respeto pues era algo de familia.
-¿Entonces es correcto que el imperio nos traiciono?
Pregunto Max cruzando sus brazos, ante lo cual Grinmore negó con su cabeza.
-Golden Garden debió obligar al emperador, Ronald era su mano derecha, su ejecutor, y además si eso hubiera sido cierto, el habría muerto al poco tiempo, pero vivió hasta hace 11 años como dijo Rohei.
Respondió Grinmore hablo con cierto enojo empuñando sus manos queriendo vender al emperador Laplace.
-Laplace el infame, durante su mandato el imperio cayó en una espiral de derrotas, se dice que tomo malas decisiones y que al final, el emperador Aldred lo mato para dirigir el imperio, sin embargo, mi abuelo no le guardaba tanto rencor al emperador como habría de esperarse de alguien que fue traicionado, decía que los Castelar debían proteger al emperador, luchar sus batallas y defenderlo como un escudo, fue el quien hizo que mi padre entrenara al príncipe Bernan.
En ese momento algo llego a mí, una duda, recordando el reencuentro de Bernan, así mismo me hizo pensar en porque el emperador aceptaría enviar a sus hijos lejos de la capital, algo que era inaudito pues todos los príncipes se habían entrenado en el corazón del imperio.
-El imperio... cayó en las garras de Golden Garden, pero aún hay personas como mi padre luchando por un mundo mejor.
Hable con seriedad empuñando mis manos, provocando que Grinmore asintiera mientras Enrían sonreía de forma burlona hacia mí.
-Pues despídete de tu familia solo los guardianes pueden entrar y salir de este bosque.
Comento Enrían sin embargo más que hacerme enojar sus palabras me dieron esperanzas.
-Enrían no seas grosero, hay algunos que lograron escapar.
Regaño Max dándole un golpe en la cabeza a Enrían con su puño.
-Solo son cuentos, especialmente sobre los exiliados...
Recrimino Enrían tallando su cabeza con enojo.
-Bueno, ahora me gustaría saber quiénes sobrevivieron, esa noche no me percate bien de los sobrevivientes.
Pregunto Grinmore soltando un suspiro avanzando hacia mí.
-Los que sobrevivieron fueron una mujer llamada Victoria, un hombre llamado Roy y mi abuelo Arturo, los tres Castelar, Victoria y Roy eran primos, pues eran Nortwolf pero mi abuelo era más lejano de ellos al ser un Montanslep, hubieron otros pero murieron por diversas razones.
-Caos...
Contesto Grinmore y Max asintió, parecían no haber durado mucho pues Max no recordaba sus nombres.
-De los que sobrevivieron, Victoria, tuvo dos hijos, uno que murió y Urano el líder de nuestra aldea, él tiene 3 hijas pero debido a la muerte de su esposa no pudo tener un hijo varón, Roy, tuvo un hijo de nombre Raúl, pero este murió junto con su esposa, tuvieron una única hija... mi abuelo solo tuvo a mi padre y mi padre a mí y a mis hermanas, yo soy el menor y mis hermanas ya están casadas, mi madre ya no puede tener hijos y yo aún no estoy listo para tener familia según Urano, actualmente... mi padre está muerto al igual que mi abuelo, Roy podría morir en cualquier momento por eso ya no lo conté... Victoria murió a una edad joven.
Aquel relato me dejo sin palabras, aunque los Castelar sobrevivieron a aquella masacre y se escondieron del imperio, pero no solo eso, se casaron y tuvieron familia, pero en ese momento algunas dudas llegaron a mi mente.
-Urano ya no debería tener la magia Castelar, esta solo se pasa de padre a hijo y las madres no pueden hacerlo.
Dije recordando factores de mi magia tan particular, cosas que mi abuelo y mi padre me habían enseñado.
-Todo es culpa de Caos, cuando la maldicion cayó sobre el bosque de las almas, esta afecto a la magia de los Castelar, todos perdieron su estado volviendo al nivel uno, además su magia fue bloqueada permanentemente junto con sus efectos, eliminando la restricción de que solo pueda heredarlo el padre, la siguiente generación los hijos de Victoria heredaron Blood Warrior, el padre de Urano acepto que este llevara el apellido de su madre, pero tambien ocurrió algo extraño, los Castelar que nacieron después ya no perdían su magia de forma permanente ni su estado, pero al entrar al valle de la muerte, su magia se inhabilitaba perdido la mitad de sus poderes regresando solo cuando salían de regreso al bosque de las almas, ahora los de mi generación ya no pierden fuerza pero seguimos sin poder usar Blood Warrior hasta salir... por ello es este lugar que se considerara prohibido para los Castelar, mi padre y Raúl murieron por culpa de Caos.
En ese momento hablo Max con cierta tristeza antes de tomar un suspiro y sonreír.
-Urano acepto el apellido de su madre sobre el de su padre haciéndose llamar Castelar orgullosamente, pero el destino decidió que Blood Warrior acabara ahí pues solo le dio hijas, lo mismo con la estirpe de Roy, al menos contigo los Nortwolf seguirán existiendo.
Max se acercó a mí dándome unas palmadas y sonriendo, aunque sus palabras me hicieron dudar, pues, al igual que él, yo había perdido solo la capacidad de usar Blood Warrior y no mi nivel, aunque eso pudo también haber sido causa de la protección de la gema del fuego.
-Es algo triste, saber que Victoria murió joven, pero me alegra que ella pudiera rehacer su vida, conseguir un esposo que la ame y le diera dos hijos.
Comento Grinmore soltando un suspiro sabiendo que no volvería a ver a esa amiga.
-Si gustan pueden ir a visitar su tumba, al menos así podrás despedirte.
Respondió Max dándole una palmada a Grinmore quien agradeció en voz baja. Aquella plática me hizo preguntarme ¿Quiénes habían sido mis abuelos? ¿Cómo habían sido? ¿Grinmore los conocía? Sin dudas, cuando regresara a Crescend le pediría a mi padre una explicación clara al respecto.
A medida que nos adentrábamos más en el valle de la muerte, sentía como un viento empezaba a soplar sobre nosotros, levantandose una tormenta de ceniza.
Un capítulo más, sinceramente estuve a punto de no publicarlo, pero mejor seguir constante, ya casi es diciembre y se siente acercarse el invierno.
Cuídense, y que las gemas los protejan.
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