Capitulo 15: Un Cuento de hadas.

Sentía mi cuerpo temblar, mis piernas apenas podían sostenerse, mi corazón estaba por salirse de mi pecho, tenía que pensar, ¿Qué podía hacer? ¿Cómo podría encargarme? ¿Qué haría mi hermanito?

Escaneaba mis recuerdos buscando alguna forma de recordar como derrotar a un dragón, las palabras de Carole fueron las primeras, recordé todos los monstros que me había enseñado a combatir en ese corto tiempo pero ninguno me servía, ella nunca me hablo de dragones.

Empuñe mi daga y mi escudo con fuerza mientras miraba alrededor, Mateo, Luna, y Josef, no estaban heridos pero si muy cansados, Coco se mantenía junto a mi siguiendo al dragón con la mirada.

No debía tener miedo, ellos habían hecho todo lo posible por mantenernos a salvo, se habían quedado sin ideas para derrotarlo, o más bien derribarlo.

-Vamos Lucy... piensa en algo.

Me hablaba a mí misma, que era lo que podía hacer que no hubieran hecho ellos, si había una forma, las membranas entre sus alas debían ser mucho más frágiles que sus duros huesos.

-Ataquemos las membranas de sus alas, creo que...

-Rayos... ¡viene otra vez!

Exclamo Luna alertándonos, inmediatamente mire hacia mi derecha, volando con rapidez hacia nosotros vi al dragón, su mera presencia me aterrorizo inmediatamente recordando el evento contra el monstruo rana.

-Hermanito...

Nadie llegaría para protegerme, esta vez solo éramos nosotros, todo dependía de mí.

-...Es el momento... des...

Un susurro llego a mí, no sabía de donde venía, pero antes de poder reaccionar a este sentí como mi corazón comenzó a latir fuertemente mientras mi respiración se aceleraba. Todo se aclaró, mi mente pareció quedarse en blanco despejando todas mis dudas, me centre en una forma de derribarlo como si nada más me importara.

Me pare firmemente mientras extendía mis brazos hacia adelante.

Realmente seguía aterrada, pero, era como si mi cuerpo se moviera solo.

-[Gira y desoriéntate]

Comencé a cantar un hechizo sintiendo que este salía solo de mi boca, mi magia cubría mis manos brillando levemente de un color gris claro, mi vista no se apartaba del dragón que se dirigía directamente hacia nosotros.

-[Pierde el rumbo pierde tu mente]

Antes de que me diera cuenta el hechizo había sido terminado.

-¡Confuncion!

Exclame lanzando el hechizo hacia el dragón, en ese momento un aura gris rodeo la cabeza del dragón esqueleto, inmediatamente después el monstruo abrió sus alas perdiendo el equilibrio golpeando el suelo con fuerza.

-¡No pierdan tiempo! ¡Ataquen ahora!

Apuntando y disparando inmediatamente Josef exclamo, su disparo golpeo el pecho del dragón, intentando dale al orbe, pero en su lugar golpeo un hueso rompiéndolo, haciendo que este gritara de dolor.

-Ataquen sus alas, son más grandes que la esfera.

Grite una vez más con una voz más autoritaria.

-[Muéstrame el frío y congela a mi enemigo] ¡Hielo!

Varias docenas de estacas de hielo salieron disparadas contra el dragón, clavándose en las membranas de las alas del dragón, lo cual hizo que este quisiera huir comenzando a agitar sus enormes alas.

-No tan rápido... ¡Starlight!

Sin cantar ningún hechizo Luna exclamo el nombre de una magia, únicamente extendió sus manos haciendo que una gran esfera de luz callera sobre el dragón causando una gran explosión de luz. Inmediatamente cubrí mi cara con mis manos y cerré mis ojos pero, aun así fui derribada por aquella onda explosiva generada por la magia, cayendo al suelo de espaldas.

-Parece que lo logramos...

Escuche a Josef hablar mientras los oídos aun me zumbaban, lentamente comencé a levantarme mientras mi respiración regresaba a la normalidad, realmente sentía que todo había pasado muy rápido, ni siquiera sentía que estaba al corriente de la situación.

-No... esa cosa aún sigue moviendose...

La voz de Luna me tomo por sorpresa haciendo que abriera mis ojos de par en par, en ese momento pude verlo, las alas del dragón apartaron las cenizas revelando una vez más al bestia de hueso blanco, había sufrido un daño considerable con varios huesos agrietados, y algunos faltantes, la piel de sus alas había sufrido daño aunque no el suficiente, pero claramente estaba molesta pues nos gruñía mientras nos miraba con sed de sangre, al míralo rápidamente sentí como toda mi fuerza se escapó cayendo una vez más en el miedo.

-¡GRRRRAAAAAAHHHGGG!

El dragón elevo un rugido al cielo haciendo que el suelo temblara y mis oídos dolieran, instintivamente cubrí mis oídos cerrando mis ojos temiendo por lo que fuera a ocurrir.

-Parece que solo logramos que se enojara... ¡Demonios! ¿¡Cómo podremos matar a esa cosa!?

Mateo grito completamente frustrado, realmente no quería volver a abrir los ojos, lo que había intentado no había dado resultado, ni siquiera sabía que debía hacer para enfrentarme a un monstruo así.

Lentamente baje mis manos mientras abría mis ojos, sentía que estos estaban humedeciéndose por el miedo, mi vista borrosa se enfocó rápidamente viendo directamente al dragón frente a nosotros.

-Piensa Lucy...

Me dije a mi misma mientras daba un paso hacia atrás. Pero, en ese momento el dragón capto mi movimiento viéndome con sus ojos fulgurantes, entonces comenzó a aspirar aire haciendo brillar la gema en un tono morado, al ver eso sentí como mi cuerpo volvía a paralizarse, recordé los cuentos de hadas que leía cada noche.

-Aquí está la mayor arma de un dragón... su aliento de fuego.

Aquellas palabras vinieron de Mateo quien inmediatamente mostro un rostro lleno de temor, era algo a lo que temer, su aliento podría quemar una aldea completa o exterminar la vida de un bosque, sabía que estamos en gran peligro.

-¡No se queden ahí parados! ¡Todos tras de mí!

Corriendo rápidamente Luna me tomo de la mano para así colocarse frente a la carreta, colocándome tras ella solo podía ver como el dragón absorbía cada vez más aire y la esfera comenzaba a brillar como una estrella, Mateo y Josef no perdieron tiempo y se colocaron tras Luna, Coco procedió a ocultarse tras ellos.

-[Levántense, muros inquebrantables, protéjannos de todo mal, guarden nuestra seguridad]

Luan no predio tiempo, incluso antes de que Josef y Mateo llegaran a colocarse tras ella, comenzó a cantar terminado el hechizo justo en el momento preciso.

- [Escúdame] ¡Muro de luz!

El hechizo fue invocado formándose un muro de luz justo frente a nosotros, entonces el dragón dejo salir un rayo morado de fuego y rayos el cual impacto contra el muro, inmediatamente sentimos como el impacto recorrió nuestros cuerpos haciendo que Luna escupiera sangre, mis ojos se abrieron completamente al ver tal escena. Mientras Luna tocia vi como el muro de luz comenzaba a agrietarse, mi respiración se cortó por un momento parecía que no podría defenderme del ataque.

Entonces sentí como alguien colocaba su mano sobre mi hombro llamando mi atención.

-Cura a Luna inmediatamente... el hechizo resistirá.

Mateo me hablo haciendo que recuperara la compostura, no dude ningún segundo así extendí mis manos hacia Luna cantando el hechizo.

-¡CURA!

Exclame haciendo que el cuerpo de Luna se iluminara con un brillo verdoso, lentamente fue recuperando fuerzas, pero no solo eso, el muro tambien parecía sanarse con mi magia.

Pronto el aliento del dragón se detuvo mientras este comenzaba a respirar de manera agitada a pesar de no tener pulmones, Luna desvaneció el muro mientras limpiaba la sangre que había quedado sobre su boca.

-Gracias Lucy, no podré parar un segundo impacto ahora solo me queda un hechizo.

Dijo Luna mientras desenfundaba su espada mientras apuntaba hacia el dragón.

-¿Cómo podremos derrotarle? Nada de lo que hagamos...... lo único que queda es seguir atacando hasta el final.

Josef hablo, al inicio su voz era pesimista pero luego suspiro y volvió a tomar su rifle para apuntar hacia el dragón dispuesto a seguir con el combate.

-Menos de 5 hechizos... con un demonio, los dragones son los peores rivales para un mago... si es necesario descargare todos mis hechizos contra él.

Mateo extendió su mano derecha formando un círculo mágico preparando un hechizo más. Con esto los tres parecían estar listos para el combate, cada uno preparado para atacar. Los mire a los tres con gran admiración, no parecían tener miedo, seguían de pie aunque estaban cansados y llegando a sus límites.

-...Son... Son como los héroes de los cuentos de hadas...

Hable recordando los cuentos que tanto les gustaban al duque Fernández y a mi hermano, libros de caballería y cuentos de hadas que narraban la historia de caballeros que hacían todo lo posible por salvar a una princesa de las garras de un cruel villano. Mi corazón latía con fuerza mientras imaginaba que yo ahora era parte de una de esas historias donde nosotros saldríamos vencedores.

Sin pensarlo dos veces me uní a ellos intentando no mostrar miedo.

-Ataquemos ahora.

Susurro Luna mientras comenzaba a correr directamente hacia el dragón, corría manteniendo su cuerpo bajo muy cerca del suelo al igual que su espada, era veloz, a diferencia de mi ella tenía experiencia en el campo de batalla.

-Nosotros te cubriremos, Luna.

Josef disparo directamente hacia el dragón el cual aún se recuperaba de aquel poderoso aliento que nos había lanzado, la bala supero rápidamente a Luna golpeando el ala del dragón más concretamente un fragmento del hielo de mateo haciéndolo estallar desgarrando parte de la membrana del dragon.

-Mateo... podemos inmovilizarlo ahora con hielo, pero me preocupa que no tengas la suficiente magia.

Hable preguntándole, recordando una clase de magia, donde la profesora nos decía que usar el hechizo hielo en agua podría atrapar a las personas, por ejemplo los pies de alguien al congelar el agua, así que pensaba que podíamos hacer algo similar, esto si Mateo cambiaba el enfoque de su magia.

-El hechizo "hielo" será muy débil para ese monstruo...

Hablo con tono serio juntando su magia a su alrededor sintiéndose esta fría como el invierno, sus palabras me hicieron sentirme triste pues era la única idea que se me ocurría como tal.

-Pero, Luna no es la única con un nuevo hechizo.

Exclamo Mateo mostrando sus dientes en una mueca, haciendo que toda la temperatura se elevara de golpe.

-[Te rezo a ti, dios del hielo, alza mi poder]

Sus palabras sonaron mágicas, apuntando su maza hacia el dragón, comenzando a formarse una leve escarcha sobre sus hombros, esto mientras Luna atacaba dando un salto cortando una de las membranas del ala derecha del dragón, quien giro para intentar atraparla con su boca o golpearla con su ala.

-[Concédeme el cero absoluto y congela a mi enemigo]

Concentro su poder en la punta de su masa haciendo que el hielo se formara sobre este cayendo algunos copos de nieve al suelo.

-¡Crio aliento!

Sin dame cuenta Mateo termino un canto mágico, entonces al gritar un disparo azul salió volando hacia el dragón impactándole contra su caldera, creando una explosión y formando picos de hielo en todas las direcciones inmovilizando sus piernas traseras y su cola impidiéndole moverse, esto mientras Luna atacaba y retrocedía antes de que el dragón se diera cuenta que ella estaba ahí.

-Ellos si son héroes...

Susurre sin saber que hacer realmente, yo solo podía usar tres hechizos... únicamente me quedaba uno ahora, ¿cómo podría usarlo? Esta era mi única duda.

-¡Ahhhhgg!

Entonces mientras estaba perdida en mi mente un horrible grito hizo que abriera los ojos. El dragón tras lanzar el aliento había quedado agotado por un momento, pero ahora parecía haber recuperado la energía, su larga cola golpeo a Luna lanzándola al suelo haciendo que ella gritara de dolor.

-Maldición ¡Gallina súper desarrollada ve y rescata a Luna!

Grito Mateo dándole una palmada al lomo de Coco quien rápidamente comenzó a correr hacia Luna, mientras Josef le cubría disparando hacia la cabeza del monstruo, sabía que las garras y dientes del dragón podrían matarla en un instante, las cosas no dejaban de salirnos mal, temía por que Luna se hubiera lastimado de gravedad, sentía que debía curarla tan pronto como Mateo la trajera de vuelta.

-Ellos no son héroes...

Entonces, una vez más escuche una voz en mi oído, esta vez era diferente, su voz era más clara pero no sabía de quien podría ser, aun así, el mensaje hizo que mi cuerpo se estremeciera de miedo.

-No...

Mire a mis amigos, Coco logro salvar a Luna y traerla de vuelta, Josef disparaba bala tras bala pero no parecía hacerle mucho daño al dragón, Luna tras ser puesta a salvo volvió a pararse pero esta vez se tambaleo para luego sostenerse con su espada.

Empuñe mis manos, realmente me sentía como la más inútil del grupo, ellos hacían todo arriesgando su vida para protegerme.

- ¿Qué puedo hacer?

Me dije a mi misma mirando hacia mis compañeros, en ese momento mire hacia la carreta observando las cosas tiradas, entonces algo más llamo mi atención, la espada de mi hermanito inmediatamente me hizo abrir los ojos.

-...¡¡Eso es!!

Exclame para correr hacia ella lo más rápido que podía, durante todo el combate había visto que a mis compañeros le era muy difícil hacerle daño al dragón tanto de cerca como de lejos, eso solo los cansaba más y más mientras que el dragón solo con un ataque podría hasta matarnos.

-Necesito esto...

Pese a todo, sabía que había una forma de herir más fácilmente al dragón.

-¡Préstame tu espada, hermanito!

Al tomar el mango de la espada con mis manos inmediatamente use todas mis fuerzas para levantar la pesada espada, logrando hacerlo con dificultad teniendo que hacerlo con las dos manos.

-Es muy pesada.

Dije quejándome mientras miraba hacia la espada, pero al hacerlo esta me deslumbro, brillaba intensamente de un color plateado haciendo que fuera difícil verla directamente, pero pronto el brillo desapareció casi por completo.

-Esta es... ¡Es una espada mágica!

Exclame sonriendo, una espada mágica eran espadas legendarias que aparecían en los cuentos de hadas siendo estas poseedoras de gran poder y capaces de derrotar a cualquier enemigo, esta descripción encajaba con la espada de mi hermano, desde derrotar al monstruo rana con facilidad hasta atravesar cualquier armadura como las de los goblins en el rio parecía ser un arma con un filo eterno.

-Pero una buena espada no sirve si no podemos acabar con el dragón.

Gire mirando nuevamente al dragón, el cual comenzaba a agitar el hielo, los disparos de Josef no le hacían nada, Mateo y Luna tenían poca magia como para seguir atacando, y era seguro que mi poder no sería nada en comparación.

Pero debía haber una forma, siempre la había, ningún monstruo era inmortal, nadie podía vivir eternamente.

-Espera un segundo, los no muertos pueden ser derrotados.

Dije pensando mientras observaba al dragón, viendo su núcleo el cual brillaba con un color intenso.

Recordé el libro que había leído recientemente, su enemigo era un liche, monstruos esqueleto que usan su magia para vivir eternamente, colocando su alma en un objeto, si este era destruido, por otro lado, los esqueletos podían morir si destruían su cabeza, pero en este caso necesitaremos destruir ambos, estaba segura que eso seria suficiente.

-¡Chicos ya sé cómo derrotar al dragón!

Exclame una segunda vez mientras me levantaba y corría hacia mis compañeros quienes seguían vigilando al dragón.

Luna había vuelto a atacar al dragón de frente acompañado de Coco quien lanzaba llamaradas desde su boca o atacaba con la fuerza aplastante de sus patas, mientras, Josef disparaba evitando que volviera a levantar vuelo o cargara su aliento, Mateo apoyaba con hechizos de hielo y eléctricos que le hacían más daño, pero, la ropa de Luna se encontraba desgastada dejando ver la cota de maya bajo esta, sus brazos, piernas y cara estaban llenos de moretones y raspones, Josef respiraba con mucha dificultad sus brazos parecían cansarse y sus balas acabarse, Mateo parecía estar mejor pero su cuerpo comenzaba a notarse cansado.

-Solo me quedan 1 hechizo.

Hablo Mateo mientras suspiraba aun con su mano extendida.

-Creo que ya me acabe la mayoría de mis balas... perdí la cuenta...

Respondió Josef mientras hacia un disparo pero este fallo por poco, entonces bajo su arma para mover su hombro derecho que parecía estar muy adolorido.

- ¡Mateo! ¡Josef! ¡Luna! ¡Tengo la espada de mi hermano! ¡Con esto derrotaremos al dragón!

Exclame mientras llegaba corriendo casi arrastrando la espada sobre el suelo, ellos me miraron con una expresión confundida en especial Mateo y Josef.

-Enana ¿porque crees que la espada de Rohei le hará algo a ese monstruo?

Me pregunto Mateo viéndome desde arriba sintiendo como si me aplastara, aun así no me dejaría intimidar.

-¡Porque es mágica! ¡Puede cortar lo que sea! ¡Además emana magia de luz y la magia de luz daña a los no muertos tu mismo lo dijiste Mateo!

Exclame otra vez intentando hacer que el me entendiera y que tomara la espada de mi hermano.

-Dudo que lo sea, las espadas mágicas son muy diferentes además estas lanzan hechizos, ninguna sirve exactamente para cortar.

Esta vez fue Josef, ellos me trataban una vez más como una niña creyendo que era infantil mi forma de actuar, podía sentirlo, no me tomaban en serio otra vez, apreté mis dientes mientras arqueaba mis cejas.

-¡De verdad puede derrotar a ese dragón!

Dije entre lágrimas, pero solo vi incredulidad en sus ojos, empuñe mis manos limpiando mis lágrimas, si no estaban dispuestos a ayudarme.

-¡YO MISMA DEMOSTRARE COMO SE HACE!

Estaba furiosa, quería probar que esta arma sería más que suficiente, quería que ellos creyeran en mí como antes lo habían hecho. Empuñe la espada con fuerza usando ambas manos para luego comenzar a avanzar intentando no arrastrar la espada, pero era muy pesada apenas podía sostenerla.

-¿Piensas sacrificar tu vida?

Colocándose frente a mí, Josef me hablo mientras estiraba sus manos dándose a entender que no me dejaría pasar.

-¡NOOOOOO! Les mostrare que esta espada puede matar a ese dragón.

Exclame mientras daba un paso hacia el frente y miraba a Josef a los ojos, el me miraba desde arriba y yo desde abajo intentando confrontarnos, mis ojos comenzaron a humedecerse.

-¡Mira a Luna! Ella está luchando contra ese monstruo frente a frente, y apenas puede hacerle daño, tú no tienes su velocidad, tú no tienes su habilidad, tú no tienes su fuerza, tu nivel es cero ¿crees que una espada es suficiente para matar a un dragón?

Apreté mis dientes mientras miraba como Luna luchaba contra el dragón esquivando sus ataques y propinando estocadas pero no estaba ni cerca de hacerle daño a la esfera. Josef tenía razón, no sabía cómo usar una espada, ni siquiera podía levantarla sobre mi cabeza, miraba los movimientos de Luna y veía que no podría igualar su velocidad.

-¡Aun así no puedo quedarme parada! ¡Quiero hacer algo para ayudarlos! ¡SE QUE ESTA ESPADA PUEDE MATARLO! ¡QUE ES NECESARIO DESTRUIR SU CABEZA Y EL NUCLEO PARA ACABARLO!

Rompí en llanto mientras levantaba la espada con todas mis fuerzas. Quería que me entendieran, no era un capricho, esta espada podía matar a ese dragón, pero no era más que una niña, no me tomarían en serio.

En ese momento ataque con la espada pero únicamente hacia el aire, su peso me supero haciendo que esta se clavara en el suelo cortando a su vez un pedazo de madera carbonizado.

- ¿Por qué no me creen? ...no les estoy mintiendo, no quiero que Luna se siga lastimando, no quiero que ustedes salgan heridos.

Me deje caer de rodillas mientras aun sostenía la espada, mis lágrimas empaparon mis mejillas mientras se deslizaban hasta caer sobre el suelo de ceniza, cerré los ojos pues mi llanto me impedía mantenerlos abiertos, aunque lloraba, quería levantarme, aunque tenía miedo quería luchar.

-Ya me harto.

En ese momento sentí que alguien me había empujado casi cayendo sobre la ceniza.

-¿¡Por qué desperdicias liquido llorando!?

Abrí los ojos de par en par, mirando hacia arriba, Mateo estaba ahí con un rostro realmente enojado.

-¡Con llorar no logras nada en el campo de batalla! ¡Si quieres luchar por algo debes levantarte y hacerle frente! ¿¡Acaso la valentía que nos mostraste hace un rato no es nada!?

Su voz atravesó mis oídos gravándose en mi memoria, mire el suelo mientras apretaba mis dientes y mis manos aumentando el agarre de la espada.

-¡Si solo quieres ser un lastre!

-Yo...

Interrumpí a Mateo mientras me levantaba sin soltar la espada, mis lágrimas no se detenían pero tampoco estaba dispuesta a seguir llorando.

-Yo quiero ayudarlos...

Use la espada para sostenerme mejor ayudándome a levantarme, no sabía lo difícil que sería estar en un viaje así, únicamente pensaba que serían ver maravillosos paisajes y pasarla bien con mi hermano y sus amigos, que sería divertido que incluso podríamos jugar un poco. Pero, ahora sé que es muy diferente, debíamos luchar para sobrevivir no solo depender de mi hermano para que nos proteja.

-Yo soy parte de este equipo.

Ahora estaba de pie, empuñe la espada con fuerza levantándola frente a mí como mi hermano solía hacerlo solo que usando las dos manos, ya no sentía que esta me pesara tanto, mientras hacía eso mire a Mateo a los ojos.

-No seré un lastre, tambien luchare y protegeré su espalda... ¡porque tambien soy su compañera!

Grite con fuerza frunciendo mis cejas mientras intentaba sostener la espada.

En ese momento ambos me sonrieron.

-Lucy, tienes razón, eres una maga en nuestro equipo.

Inmediatamente escuche a Josef decirme estas palabras mientras tocaba mi hombro.

-Realmente eres admirable, eres mucho más valiente que yo, pero creo que el trabajo de matar ese dragón no recae en ti.

Josef me sonrió, no era una sonrisa falsa o palabras que buscaban herir, eran sinceras.

-Me has abierto los ojos, ahora, déjame el resto a mí, necesitare que me apoyes.

El extendió sus manos pidiéndome que le entregara la espada, mis ojos se humedecieron, yo no podría hacer nada contra ese dragón, pero Josef era otra historia. Simplemente me rendí entregándole el arma, al sostener la espada esta volvió a brillar de un color blanco puro para luego desvanecerse.

-Dime ¿crees que Rohei es el único que puede defenderlos?

Únicamente el dejo esas palabras mientras me sonreían, se levantó empuñando la espada con una sola mano mientras comenzaba a caminar hacia el dragón, mientras con su mano izquierda destapo los dos tubos que le había dado anteriormente comenzando a beber su contenido.

-Lucy, a nosotros tres nos queda solo un hechizo, así que lo usaremos para apoyar a Josef.

Mateo me hablo comenzando a caminar hacia el dragón, ante lo cual rápidamente asentí corriendo hacia él.

-No, siento que me quedan dos hechizos.

-Enana, úsalo para curar a Luna, y piensa en una estrategia.

***

Josef suspiro sosteniendo la espada con sus dos manos, respiraba pausadamente llenando sus pulmones en cada ocasión mientras caminaba acercándose al dragón.

"Si, lo que Lucy dice es verdad".

Pensó recordado como esa espada, solo con la fuerza de Lucy, había logrado cortar madera carbonizada como si hubiera sido mantequilla.

"Si es verdad, esta espada atravesara la gema del dragón".

Josef varias veces había acertado a la gema, pero las balas le rebotaban.

Con esto en mente Josef levanto la espada sobre su cabeza mientras comenzaba a correr hacia el dragón.

***

Luna combatía ferozmente contra el dragón, estocada, ataque, esquivar, intentaba hacer más daño al pecho del dragón pero este no dejaba acercarse tan fácilmente, su cola delgada era como un látigo que debía esquivar en cada ocasión, sus fuertes alas aunque desgarradas arremetían contra Luna siempre que tenían oportunidad, sus garras y sus fauces era lo más peligroso y de lo que Luna siempre se cuidaba, aun así ella ya estaba muy lastimada, le costaba respirar, sentía que tenía golpes por todo su cuerpo, incluso su espada ya estaba desgastada, su filo se había perdido casi completamente, la prisión de hielo del dragón estaba agrietada estando a punto de romperse.

-Necesito un respiro...... ¿Qué paso con los ataques de los demás?

Susurro Luna entre dientes sin dejar de ver al dragón mientras se esforzaba por evitar las fauces de este mismo quien perseguía a Luna intentando acabar con ella, entonces el dragón ataco a Luna con su cola, para ella quien, ya estaba cansada fue imposible esquivar aquel ataque, la cola golpeo su espalda lanzándola al suelo con fuerza, cayendo frente al dragón, aturdida por el golpe ella miro hacia el dragón quien abrió sus fauces dispuesto a devorar a Luna quien ya no tenía escapatoria.

-Creo... que este es mi fin.

Pero en ese momento un objeto golpeo la cabeza del dragón rompiéndose liberando un extraño polvo el cual exploto violentamente haciendo que el dragón gritara. Luna miro asombrada lo que acababa de ocurrir.

- ¡Apártate Luna! ¡Yo me hare cargo!

Llenando a atención de Luna, Josef exclamo mientras saltaba hacia el dragón quien había sido ofuscado por la explosión, Luna no perdió el tiempo al levantándose lo más rápido que pudo para apartarse del camino, en ese momento Josef ataco en una de las alas del dragón formando un tajo azul con la hoja de la espada, chocando contra el hueso del ala misma que tenía la espada de Josef atorada, ambos forcejearon intentaron vencer sus fuerzas, ante lo cual Josef grito usando más fuerza de la que tenia logrando cortar el ala del dragón.

-¡¡¡Graaaaaayyaaaahhhhggg!!!

Grito el dragón de dolor mientras retrocedía intentando alejarse de Josef siendo retenido por el hielo.

-¡No escaparas!

En ese momento llegamos con Luna mientras ella se retiraba del combate.

-¿Mateo porque trajiste a Lucy?

Pregunto Luna con un claro enojo hacia su compañero.

-Porque soy tambien parte del grupo.

Exclame para luego silbar llamando la atención de Coco el cual regreso hacia nosotros, suspire estirando mis manos habiendo ideado un plan, mientras activaba Cura.

-Luna, necesitare que tu acabes con la cabeza del dragón, Josef acabara con el núcleo.

Le dije subiendo sobre Coco tan pronto este llego, tome sus riendas suspirando intentando tomar valor.

-Mateo intenta evitar que el monstruo escape reforzando el hielo... yo distraeré al dragón, así podremos derrotarlo.

Hable dándole la orden a Coco de correr hacia el dragón, manteniéndolos a una distancia segura.

El dragón al verlo ataco con su cola, sin pensarlo Josef contraataco con la espada haciendo un ataque descendente marcando un arco azul en el aire repentinamente la cola del dragón fue cortada como si no fuera nada.

-¡Josef no te detengas!

Exclamo Mateo corriendo hacia la estructura de hielo colocando su mano sobre esta frágil creación lanzándole el hechizo hielo haciendo que las grietas desaparecieran oprimiendo más al dragón.

Josef inmediatamente ataco al dragón con su espada esta vez dando una fuerte estocada intentando llegar al núcleo, pero en ese momento el dragón contraataco con ala izquierda mandando a Josef a volar, causando que este cayera de espaldas.

-¡Coco ahora acércate!

Exclame mientras veía que el dragón comenzaba a cargar su "aliento". Inmediatamente extendí mi mano derecha comenzando a cantar canalizando toda mi magia hacia el dragón.

-[¡gira y desoriéntate! ¡Pierde el rumbo! ¡Pierde tu mente!] ¡Confusión!

Exclame lanzando el hechizo hacia el dragón haciendo que este lanzara el aliento antes de que este estuviera cargado sin golpear a ninguno, dándole la apertura necesaria a Luna para acercarse corriendo.

-¡Starlight!

Grito Luna dando un salto junto con una estocada, la cual golpeo el cráneo del dragón, creando el hechizo al interior del cráneo del monstruo, haciendo que este explotara en su interior, lanzando los trozos del cráneo por todos lados, pero no había sido suficiente para matarlo, pues sus ojos fulgurantes seguían ardiendo dentro de sus cuencas oculares, en ese instante vi como su esfera comenzó a brillar en un tono morado.

-¡Josef!

-¡Lo sé, es mi turno!

Empuñando la espada con fuerza, Josef comenzó a correr hacia el pecho del monstruo, mientras el dragón intentaba cargar otro disparo girando su cuello hacia Josef, sin embargo este con cada paso se volvía mas rápido corriendo con todas sus fuerzas, levantando una nube de polvo, logrando llegar al pecho del monstruo antes de que disparara su aliento, solo entonces dio una estocada.

La espada atravesó el pecho del dragón clavándose en el núcleo, el cual sobrecargado de magia estallo en cuatro fragmentos lanzando hacia el suelo violentamente golpeando uno de estos a Josef, pronto el dragón cayó reducido a una pila de huesos, observe como sus ojos se apagaban completamente.

Así termino el combate, suspire apenas sosteniéndome de Coco el cual cayó al suelo rindiéndose ante el cansancio, Luna estaba en muy mala condición, Josef estaba cubierto por la ceniza y lleno de golpes, Mateo estaba por quedarse sin magia mostrando gran cansancio.

Pero algo era seguro, nosotros habíamos logrado derrotar a este dragón con las posibilidades en su contra.

***

En medio del valle de la muerte, miles de cuervos enormes rodeaban unas ruinas de una fortaleza, su interior era patrullado por esqueletos soldados los cuales marchaban de forma disciplinada seguidos por un caballero esqueleto, pero no eran los únicos monstruos, tambien habían ogros esqueletos, minotauros, y algunos dragones junto a algunos seres incorpóreos como fuegos fantasmales.

La fortaleza tenía solo una torre de gran tamaño, en su interior se encontraba una sala amplia con esqueletos sin vida apilados formando un trono en el cual se encontraba sentada una "cosa", un monstruo distinto a todos los demás, pues este no carecía de carne.

Los cuervos anidaban entre los cadáveres, cientos de ellos picoteaban al monstruo arrancándole trozos de carne o comiendo los gusanos que crecían en este mientras alrededor volaban espíritus malignos.

-Oh señor Caos, esperamos fervientemente que nuestro pacto siga tan fuerte como todos los años.

De entre todos los monstruos, seis figuras encapuchadas destacaban al ser seres vivos, humanoides, personas, pero con una mentalidad retroceda más similar a la de un monstruo.

-Les hemos traído su ofrenda mensual, un sacrificio.

Hablo el principal, un hombre de mediana edad mientras los demás empujaban a un joven hacia el centro, este intento levantarse, luchar o gritar, sin embargo carecía de lengua pudiendo solo emitir gemidos.

Sin embargo, la "cosa" no reacciono.

-¿Señor? ¿Le pasa algo?

Pregunto el líder del grupo con algo de temor, pues nunca había visto a ese ser actuar así.

-Perdí a uno de mis dragones más fuertes, pero tambien... Tártaro, ha sido destruido.

Pronuncio con miles de voces, causando el pánico de los hombres, haciendo que los cuervos a su alrededor levantaran vuelo alejándose de él.

-Imposible, ¡Tártaro es el monstruo más fuerte, ha matado incluso a los dragones! ¡Es mi mejor creación!

-¡Los dragones esqueletos son imposibles de derrotar y nadie sabe sus debilidades!

Exclamo el hombre junto a una mujer sin embargo, la "cosa" los silenció solo moviéndose, estirando su mano para atrapar al joven el cual comenzó a luchar, pero fue inútil, la enorme mano lo aplasto como si fuera un insecto, haciendo que sus ojos se salieran de sus cuencas oculares y vomitara sangre.

La sangre no dejó de salir, ni siquiera caía al piso, esta se dirigía al cuerpo de la cosa, uniéndose a él, la piel comenzó a moverse cambiando de dueño, avanzando por el cuerpo de la criatura, la carne se movió como si fuera liquida metiéndose dentro de la piel del monstruo, sus órganos tambien se unieron al monstruo, el pelo cayó al suelo, dejando solamente la ropa limpia del chico sin ninguna mancha de sangre, mientras sus huesos quedaron blancos como si llevaran años de haber muerto.

Al haber acabado con su presa un espíritu de sombras voló hacia el cadáver, poseyéndolo, otorgándole unas flamas azules como ojos, al soltarlo el esqueleto se mantuvo de pie moviéndose y caminando fuera de la sala.

-Fueron los Castelar, estoy seguro, no han hecho su trabajo, ellos se han fortalecido.

Hablo mientras las partes del chico aún se unían a su cuerpo, su piel se dividió su cara avanzo hacia la del monstruo uniéndose a otras miles moviéndose mientras él hablaba.

-Esos malditos Castelar, son una piedra en el zapato... denos un mes más y le traeremos a uno para que lo devore.

Hablo el hombre con temor, sin embargo la criatura se levantó de su asiento de cadáveres, asustando a los cuervos los cuales salieron volando de la sala.

-No, ya me he debilitado demasiado, yo mismo iré a acabar con esos malditos, masacrare esas aldeas.

Hablo caminando sin importarle nada, los hombres rápidamente se apartaron de su camino, pero cuando este llego a la puerta, se detuvo.

-Su aldea está a salvo, les prometo que los llevare a una nueva era.

Juro antes de salir del edificio caminando hacia el exterior de la fortaleza, seguido de los esqueletos y espíritus que conformaban su ejército, seguido por una parvada de miles de cuervos.

Hola queridos lectores, con este capítulo llegamos a la mitad del libro, con esto la trama real comienza a revelarse, espero que les guste el desarrollo de esta historia.

Quedan muchos capítulos más así que espero que puedan leerlos pronto. Sin más que decir me despido, cuídense y que las gemas los protejan.

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