Capitulo 13: Los hijos del bosque.

Su cara manchada en sangre me parecía familiar, su cabello castaño claro casi rubio y sus ojos almendrados, eran facciones que ya conocía, pero nunca las había visto en alguien más, su cuerpo fornido solo estaba protegido por una chaqueta verde, mientras portaba un par de hachas, una en su espalda y otra entre sus manos.

Por unos segundos nos observamos, su mirada se notaba llena de confusión hacia mí, en un instante se abalanzo hacia mí, realizando un golpe con su hacha, la cual impacto contra mi escudo resistiendo el golpe por poco, sin embargo su fuerza me estremeció, ni siquiera el monstruo rana se comparaba a su fuerza, incluso con Fury me hizo retroceder un poco, de no haber sido por esa habilidad seguramente mi brazo se habría roto.

-¡No seas tan engreído grandote!

Exclame empuñando mi espada con fuerza dando una estocada, sin embargo este rápidamente dio un salto hacia atrás esquivándome, no me detuve ahí ataque con un tajo mientras avanzaba, pero el golpe no conecto, esquivo volviendo a saltar tomando su segunda hacha.

-¡Max! ¡Retirémonos que es peligroso!

Escuche a alguien gritar para luego escuchar un golpe metálico observando como un escudo de luz había detenido una flecha que iba hacia mí, logrando ver sobre el barranco a un hombre joven portando un arco, pero no tuve el tiempo para verlo bien.

-¡Por eso ko debemos eliminar, hay que proteger la aldea!

Grito volviendo a atacar esta vez con sus dos hachas forzándome a alejarme, antes de contraatacar intentando herirlo, pero mi espada fue bloqueada por su espada.

-¡No somos un peligro por favor necesitamos dialogar!

Exclame, notando que la velocidad de mi oponente no era tan alta, sin embargo era un lugar demasiado estrecho para acabar con él era una opción lógica, pero si era un habitante de este lugar prefería dialogar pacíficamente.

-¡No hablare con mi doppelgänger! ¡No dejare que usurpes mi lugar en la aldea!

Me respondió con agresividad atacando con ambas hachas de forma coordinada buscando conectarme un golpe mortal, sus hachas eran más largas que las ordinarias, provocando que el golpe fuera más duro de lo que sería normalmente.

Sus palabras fueron las que más me sorprendieron, pues no había oído de la existencia de los doppelgänger en este bosque, pero no lo culparía, en realidad éramos extrañamente parecidos.

En ese momento una flecha rozo contra mi mejilla abriéndome una herida, habiendo fallado por poco, sentí un profundo miedo al no sentir a la muerte, pero estaba a mi lado en este preciso momento.

-¡Grinmore! ¡Incapacita al arquero yo me encargare de este idiota!

Ordene empujando mi cuerpo hacia el frente atacando con mi escudo impactando contra las hachas del guerrero, empuje con todas mis fuerzas superándolo y lanzándolo hacia atrás, esto mientras Grinmore obedecía mis órdenes desapareciendo la protección que me había dado.

-¡A quien llamas idiota maldito impostor!

Ofendido volvió a atacarme dando varios tajos coordinados mientras yo retrocedía, mire rapiditamente a mí alrededor notando que el pasillo y los muros se hacían más estrechos conforme retrocedía, limitando mas los poderosos movimientos de su hacha.

-¡Que acaso no te has dado cuenta no soy tan feo como tú!

Me burle mientras me limitaba a equivocar sus ataques, manteniendo mis armas por si se acercaba demasiado. Intentaba provocarlo para que no se percatara de mi plan.

-¡Entonces te romperé esa cara con mis propios puños!

Frunció el ceño dando un poderoso ataque impulsándose con sus piernas hacia el frente, el impacto me hizo arrepentirme de mi elección pues no pude esquivarlo, golpeando mi escudo con una enorme potencia casi lanzándome al suelo y dejando mi brazo izquierdo adolorido, y entumecido por el golpe.

-¡DEJA DE ESCONDERTE Y LUCHA COMO HOMBRE!

Rugió levantando su brazo derecho por lo alto antes de dar un golpe más fuerte que el anterior, sin embargo su hacha impacto contra el muro clavándose profundamente.

Inmediatamente intente aprovechar la ruptura en su defensa atacando con un golpe con mi escudo.

-No me subestimes...

Gruño tensando sus músculos y continuando con el golpe, cortando la roca de la pared y liberando una lluvia de polvo y escombros, forzándome ha volver a protegerme con mi escudo, su hacha impacto contra este clavándose en su borde haciéndome caer hacia el suelo con una potencia que casi sentí a que me arrancaba el brazo, casi estando a punto de dislocarse.

-¡Muere!

Grito sentenciando el combate levantando su brazo izquierdo para atacar con todas sus fuerzas.

-[¡Muro de fuego!]

Exclame casi al mismo tiempo creando un escudo de fuego interponiéndose entre el hacha y yo, el arma impacto con fuerza contra la magia, causando que este detonara regresándole toda la fuerza que había usado en forma de una explosión llameante, lanzándolo hacia atrás con fuerza haciéndolo rebotar en el suelo, solté mi escudo levantándome y dispersando el hechizo. Hice arder Fury concentrando mis emociones empujándome con todas mis fuerzas para levantarme y atacar con toda mi fuerza y velocidad, atravesando el polvo y el pasillo, cortando la distancia antes de que él se recuperara, el guerrero se levantó habiendo perdido su hacha derecha, por lo cual empuño su arma izquierda con ambas manos preparándose para realizar un ataque contada su potencia.

Sin embargo yo fui mas rápido, el pomo de mi espada se indio en su estómago propinándole un fuerte golpe el cual lo lanzo nuevamente azotándolo contra un muro con fuerza causando que este se agrietarse, dejando lo inconsciente en un instante.

-¡MALDITO NO PUEDES MATARLO ASI!

Comento el arquero bajando de cabeza mientras Grinmore bajaba lentamente hacia nosotros.

-No lo mate, solo lo deje inconsciente.

Le respondí dejando mi espalda a un lado, para luego colocar ambas manos hacia el frente, concentre mi magia, en mis manos y pronuncie.

-[Cura]

Dije haciendo que un brillo rojizo cubriera al guerrero curando cualquier posible herida que le hubiera hecho evitando su muerte.

-Vaya, yo opino que deberías usar esa magia para curarte a ti mismo.

Comento Grinmore observándome mientras yo negaba terminado de curarlo.

-Me duele pero no creo que sea tan grave...

Dije desactivando Fury, sin embargo al hacerlo sentí como el dolor recorrió todo mi cuerpo, mi brazo izquierdo se llenó de un dolor sin igual, sintiendo como las viejas heredad de la batalla de Paradise habían regresado, o tal vez solo el error, sentí varios huesos de mi mano izquierda rotos, mientras que mi muñeca estaba dislocada, intente ocular mi dolor apretando mis dientes con toda mi fuerza.

No entendía como había soportado aquel dolor solo se había hecho presente ahora, no perdí nada de tiempo colocando mi mano derecho, comenzando a curarlo, aumentando el dolor, pero teniendo que soportarlo hasta que este se desvaneciera al menos la mayor parte.

Antes de que pudrirá comenzar a interrogar al cazador, el guerrero comenzó a balbucear parpadeando algunas veces mientras se levantaba, lo primero que hizo fue mirarme entre la confusión.

-Urano...

Susurro medio adormecido, sin saber realmente que estaba ocurriendo.

-No es Urano, es el doppelgänger.

Exclamo el cazador quien rápidamente fue colgado de cabeza nuevamente por Grinmore.

-El...

-No le haga caso joven guerrero, por favor piense por unos segundos.

Hablo Grinmore en tono de regaño, mientras el guerrero intentaba recordar lo que había ocurrido mirándome de pies a cabeza, entonces asintió levantándose sin estar dispuesto a atacarme, giro para ir hacia el cadáver del Belmodar, esto mientras yo lo seguía, con mi espada lista para combatir.

Ahí pudimos ver a la presa del Belmodar, este se encontraba devorado parcialmente, con su ropa rasgada por todo el suelo, era un hombre adulto de pelo rubio, con algunas ropas verdes, su cráneo se encontraba abierto y su cara la habían arrancado.

-Tenías razón Enrían, este es el Belmodar que mato a Robín.

Comento el guerrero hacia su compañero, el cual comenzó a soltar algunas lágrimas de frustración, por su parte yo suspire aliviado, entendía el dolor de ellos pudo haber sido uno de mis compañeros.

-Gracias por no matarme.

Comento el guerrero girando para mirarme mostrándose serio y desafiante.

-Sin embargo, no entiendo el porqué, puedo saber que no eres un monstruo, pero sigues portando los colores de la rebelión de Paradise.

En ese momento mire la armadura incluso mi ropa de tono rojizo, sin embargo, lo que me identificaba como caballero de Paradise era el emblema del fénix en una de mis hombreras. Pero lo que mas me llamo la atención fue mencionar a la rebelión de Paradise, es decir sabían sobre la guerra de los 100 años.

-En efecto, pero no soy tu enemigo, la guerra acabo, Paradise y Runus se independizaron.

Ante esas palabras el comenzó a pensar levemente, analizando la información.

-Sin embargo, eso no quita que sigamos siendo enemigos del imperio.

Comento cruzando sus brazos, entonces soltó un pesado suspiro antes de rascarse la nuca.

-Me disculpare nuevamente por atacarte, estaba en modo alerta por haber perdido a uno de mis amigos tras un ataque de esos malditos pañuelos rojos.

Grito con enojo maldiciendo con su puño, antes de soltar un suspiro nuevamente.

-Pero soy consciente de que no intentabas matarme, si hubieras sido una amenaza real me habrías partido en dos cuando me atacaste.

Soltó una risa mientras limpiaba el sudor de su cara con su brazo, antes de extenderme su mano.

-Mucho gusto mi gemelo perdido, mi nombre es Max Castelar encantado.

Al escuchar presentarse me quede paralizado, ¿Cómo era posible que el fuera un Castelar real? Se suponía que los únicos Castelar que quedaban éramos mi padre y yo, todos los demás habían muerto durante la guerra de los 100 años.

Arque mis cejas antes de presentarme.

-Rohei Castelar, caballero ígneo de Paradise.

Estas palabras hicieron que tanto Enrían como Max abrieran mucho los ojos sorprendidos y completamente desconcertados.

-Eso debe ser incorrecto, solo hay tres hombres Castelar con vida Urano y yo somos los únicos que podemos caminar, nosotros somos los últimos se supone que todos los de fuera del bosque de las almas murieron, en especial luego de la traición del imperio.

Hablo Max rápidamente, sus palabras me paralizaron, mientras mi lengua se enredaba era cierto que el imperio había llamado traidores a una parte de los Castelar, pero no a todos, eso lleno mi mente de preguntas intentando saber que era lo que realmente estaba pasando.

-El imperio no nos traiciono... ¡luchamos por ellos incluso ahora mi padre sigue siendo fiel a este!

-Pregúntaselo a Caos, el acabo con los últimos y solo dejó a tres con vida.

Comento levantando una ceja mirándome como si yo no supiera nada.

-Jefe... más vale que le creas.

Hablo Grinmore desvaneciendo sus cadenas haciendo que tanto Max como yo lo mirásemos con cierta duda.

-Caos si extermino a los Castelar, pero... es incorrecto decir que el imperio traiciono a los Castelar, alguien los quería fuera del camino.

Reveló Grinmore, haciendo que nosotros guardáramos silencio, se escuchaba tan confiando pero a su vez tan precavido, como si lo que estuviera diciendo le provocara mucho dolor, pero antes de poder hablar o preguntarle.

-¡MOOOOOO!

Un mugido amenazante llego hasta nosotros escuchándose muy cerca, sintiendo como nuestros corazones retumbaban.

-Maldición... la sangre debió atraerlo.

Hablo Max buscando rápidamente sus dos hachas.

-¿Qué es lo que está pasando?

Le pregunte corriendo a buscar mi escudo tomándolo y asegurándolo nuevamente.

-Es Tártaro, un minotauro esqueleto, es el monstruo más grande y fuerte de esta zona, debemos salir de aquí antes de que nos encuentre, sin Blood Warrior temo que seremos solo un juguete para él.

Comento mirando hacia los lados alguna forma de salir rápidamente de este laberinto.

-¿Y él también es un Castelar?

Pregunte señalando hacia el chico en silencio llamado Enrían, era un joven de piel morena, y cabello rizado, el cual tenía una especie de antifaz, aunque tal vez solo carbón en sus ojos.

-No, él es Enrían, un aspirante a cazador de 17 años, no le tomes importancia solo es nivel 3.

Hablo Max burlándose un poco de Enrían quien procedió a enojarse.

-Oiga, no me deje ver como un segundón, sin mi usted no habría localizado al Belmodar.

Comento Enrían recogiendo las flechas que había lanzado, esto mientras yo y Max avanzábamos saltando sobre el Belmodar para avanzar.

-Dime Rohei, si eres un caballero ígneo ¿podrías cremar los cuerpos del monstruo y el de mi compañero? Si dejamos así los cuerpos algún espíritu maligno podría regresarlos a la vida.

Me explico Max con algunos movimientos de sus brazos y con algo de indecisión, esto mientras Grinmore y Enrían pasaban sobre el Belmodar.

-Lo hare, no se preocupen.

Dije ante lo cual ambos cazadores me agradecieron avanzando dejándome a Grinmore y a mi unos metros detrás.

-¿Qué hechizo usaras? Fuego no será tan poderoso o persistente.

Comento Grinmore mientras se abría frente a mi mostrándome los hechizos de fuego, comencé a pasar hoja tras hoja buscando uno en específico, cuando lo encontré lo analice.

-[Enciende dios del fuego]

Susurre levantando mi mano izquierda y levantando mí dedo índice, en su punta imagine una flama de una antorcha quemando eternamente, haciendo que mi magia se reuniera en ese solo punto.

-Flama.

Pronuncie replicando aquella llama en mi dedo, Flama era un hechizo débil, el cual poco servía para atacar, este al aferrarse a algo ardía propagando un fuego común el cual no se apagaría hasta que el fuego mágico dejara de arder, no servía para atacar ya que el fuego podría ser destruido por el movimiento del objetivo. Probablemente esta sería única vez en que lo usaría.

Agite mi mano izquierda lanzando la flama dividiéndose para quemar cualquier rastro humano o de monstruo, comenzando a arder fuertemente.

-Ya veo... recordaste aplicar un límite de tiempo.

-10 minutos, eso es lo que creo que le di, no es un hechizo que haya practicado mucho.

Dije dando media vuelta antes de alejarnos para reunirnos con Max y Enrían.

***

-¡MOOOOOOO!

El mugido de Tártaro se escuchaba cada vez más cerca, sentía que casi nos pisaba los talones obligándonos a correr intentando mantener la distancia, cada vez parecía más inútil.

-¡Por aquí, estoy casi seguro que pronto saldremos de este laberinto, Tártaro nunca sale de esta zona!

Exclamaba Max haciéndonos girar cambiando de dirección, pero alternando entre derecha e izquierda evitando así retroceder. Al ir avanzando observaba como el terreno cambiaba, pasando de laberintos tallados en piedra a piedras sueltas formando muros, los cuales si parecían ser los restos de una antigua civilización.

Rápidamente los cañones escarpados dieron paso a calles y resistas de unas ruinas que no podía identificar, pues además de usar rocas, usaban arboles los cuales ahora eran restos carbonizados.

-¡Imposible, estas son ruinas élficas!

Grito Grinmore avanzando hacia mí sujetando unos restos de alfarería mostrándomelos.

-Debió ser del gran genocidio, pero no tenemos tiempo para hacer arqueología.

Lo tome de la cubierta y sujetándolo bajo mi brazo para que no se distrajera o se perdiera.

-¡MOOOOOOO!

Escuchamos junto a un fuerte golpe, viendo como a nuestra derecha comenzaba a levantarse una nube de polvo y ceniza, observando a lo lejos como las paredes eran destruidas lanzando escombros por todas partes.

-¡Maldición, nos cortara el paso!

Grite viendo que se dirigía hacia nuestra dirección formando su propio camino.

-¿Tienes otra ruta que usar?

Exclamo Enrían viendo a su compañero quien negó, Max se veía cada vez más preocupado usando todas sus fuerzas para correr, intente seguirle el paso, sin embargo esto causaba que Enrían poco a poco se fuera quedando atrás.

Pero antes de que pudiera rezagarse de más, volvimos a escuchar un mugido, mientras una figura gris caía justo frente a nosotros liberado una gran cantidad de polvo.

Ni siquiera dio tiempo para que reaccionáramos cuando una cadena de huesos vertebrales salió disparada de entre el polvo apuntando hacia Max, quien apenas pudo reaccionar saltando para esquivarlo, aquel objeto se clavó en una roca, note rápidamente que su punta estaba formada por una cabeza de ciervo espada, un monstruo común el cual tenía dos pares de astas rectas, con puntas en forma de diamante las cuales parecían más espadas que cualquier otra cosa, la cadena de hueso estaba hilada por una serie de tendones palpitantes.

De inmediato una mano huesuda jalo nuevamente la cadena de vertebras regresándola consigo, atrapando la cabeza con su otra mano.

Frente a nosotros estaba una criatura enorme, una calavera de toro con enormes cuernos de dos metros de amplio formaba su cabeza, sus ojos eran un fuego azul brillando con ira, su cuerpo era un esqueleto humanoide bípedo de hombros demasiados anchos, su cuerpo estaba cubierto por una túnica gris rasgada como si se tratara de un hechicero o la misma muerte, su altura era de casi cuatro metros encorvándose pareciendo tener una joroba que se alzaba sobre su cabeza.

Solo con verlo notaba que no era un minotauro ordinario, ni siquiera sabía qué clase de minotauro había sido en vida, pues incluso las especies más grandes llegaban solo a los tres metros, pero con este ni siquiera llegábamos a la mitad de su altura.

-¡Grinmore, Enrían ocúltense!

Exclame inmediatamente mientras empujaba con mis piernas corriendo hacia la derecha, mientras Max hacia lo mismo avanzando hacia la izquierda.

-[¡Ardan llamas del inframundo!] ¡Fuego!

Lance el hechizo usando mi espada para conducirlo disparándolo hacia el monstruo, sin embargo este respondió agitando su cadena de hueso contra mí, interceptando mi hechizo el cual causo una explosión de fuego, pero no detuvo el arma pues este siguió su camino azotándola contra las rocas, apenas alcanzando a esquivarlas, su fuerza era descomunal.

Ante aquella distracción Max aprovecho para atacar acercándose y agitando ambas hachas para impactar contra sus piernas, el impacto se escuchó como si un martillo golpeara el acero con toda la fuerza del herrero, causando que el monstruo se tambaleara.

-Es... demasiado duro.

Bufo Max apretando sus dientes, sintiendo todo el golpe en sus brazos, siendo más poderoso de lo que esperaba.

-[¡Fury!]

Active haciendo arder Fire Soul, empuñando mis armas con fuerza, avanzando contra el monstruo mientras este centraba su atención nuevamente en Max, comenzando a intentar patearlo, mientras retraía su cadena para juego agitarla contra Max sacudiéndola a ras de suelo, para esquivarla debió saltar dándome la apertura que buscaba.

Empuje el suelo lanzándome contra la espalda de Tártaro aprovechando el aumento de mis estadísticas que Fury me otorgaba, di un gran salto alcanzando la espalda alta del monstruo.

-[¡Atravesar!]

Grite activando aquella técnica dando un tajo vertical contra su omoplato derecho cortando su túnica y observando como cortaba a través de algunos huesos, sin embargo, no fue el daño suficiente, pues rápidamente se giró atacando con su codo propinándome un golpe que no pude bloquear, lanzándome varios metros lejos de él, rebotando contra las paredes y el suelo derribando algunas ruinas.

-¡Rohei!

Grito Max mientras yo me volvía a levantar, el dolor era considerablemente mayor, sentía mis huesos doler y mi boca llenarse de sangre, algunos debieron de haberse roto con la fuerza de ese golpe.

-[Cura]

Susurre aplicándome el hechizo a mí mismo, para luego mirar la hoja de mi espada, notando como la punta de esta había desaparecido, sin embargo el resto aun servía.

-Aún podemos seguir.

Escupí la sangre de mi boca volviendo a impulsarme hacia el frente, no contaba con los refuerzos de mis compañeros, la magia de Luna, la magia de Mateo, la fuerza de Josef, los tres me hacían falta en este momento, este era un monstruo poderosos que me hacía desconfiar de eco, pues claramente era algo que me superaba, pero igual sabía que no podría escapar de sus garras.

-¡Me reuniré con mis amigos!

Proclame mientras daba una estocada al aire lanzando el hechizo fuego sin pronunciarlo, disparándose en un instante golpeando la cara del monstruo con una explosión de fuego de baja potencia. Siendo lo suficientemente fuerte para dejarlo aturdido, permitiéndole a Max acercarse.

-¡Técnica de guerrero! [Impacto masivo].

Pronuncio Max haciendo que su hacha derecha adquiriera un brillo castaño, atacando con fuerza contra el fémur izquierdo del monstruo rasgando su túnica logrando agrietar el hueso, clavando el arma en la pierna sacudiendo al monstruo causando que este mugiera de dolor, antes de propinar un zarpazo con su mano izquierda.

Max salto evitando el brazo del monstruo antes de volver a arremeter golpeando nuevamente el fémur del monstruo.

-[¡Ardan llamas del inframundo!] ¡Fuego!

Ataque disparando hacia su espalda causando una explosión de fuego, comenzando a quemar su túnica, el monstruo rápidamente giro agitando su cadena de hueso con una enorme fuerza destruyendo paredes y rocas en su avance mientras yo daba un salto esquivando el arma volviendo a lanzar otro disparo ahora contra la cabeza del monstruo impactándole con una poderosa explosión, la cual lo hizo retroceder.

Sus enormes piernas y movimientos bruscos golpearon a Max lanzándolo hacia el suelo causando que perdiera su hacha izquierda, sin embargo rápidamente este se levantó tomando su arma nuevamente.

-¡Rohei! Destrocemos su pierna al menos así podremos escapar.

Exclamo Max mientras corría nuevamente hacia el monstruo, su grito lo expuso ante el monstruo, quien ataco volviendo a agitar su cadena contra Max, quien intercepto el ataque con su técnica dando un potente golpe a una de las vértebras, deteniendo el golpe causando que las vértebras giraran contra Max.

-[Muro de fuego]

Lance el hechizo creando un muro mágico alrededor de Max, protegiéndolo de los afilados huesos los cuales impactaron contra el hechizo casi envolviéndolo. Tártaro tiro de las cadenas ajustándolas presionando las vértebras contra el escudo mágico, comenzando a quejarse, sin embargo antes de romperse este uso más fuerza levantando a Max hacia el cielo nuboso antes de agitarla nuevamente para lanzarlo contra el suelo, liberándolo de las cadenas.

Impacto contra el suelo rompiendo el muro de fuego recibiendo todo el impacto del golpe salvándole la vida a Max.

Mire mi espada, si pudiera usar atravesar podría hacerle frente a ese monstruo, pero si tuviera alguna otra técnica podría hacerle daño de forma más efectiva.

-¡MOOOOOOOO!

Me había acercado demasiado al monstruo, mirar hacia mi espada me distrajo un segundo, segundo vital para que Tártaro atacara, no con sus cadenas si no con su puño, instintivamente interpuse mi escudo para cubrirme del impacto. La fuerza del minotauro era mayor a la de cualquier monstruo que hubiera enfrentado, sintiendo el dolor recorrer mis brazos y mis piernas, ni siquiera pude resistir en ese mismo lugar, lanzándome hacia atrás, mis pies se deslizaron sobre la ceniza mientras yo apretaba mi mandíbula dejando dos surcos sobre suelo junto a una nube de polvo hasta chocar contra una pared.

Todo mi cuerpo comenzó a doler, no había recibido el golpe de la forma correcta, habiendo estado demasiado rígido impidiéndole a mi cuerpo reaccionar de la forma correcta, causando dolor en mis músculos y huesos.

Sonreí ante mi propia indisciplina recordando las veces en las que me regañaban por estar demasiado rígido al recibir un golpe, había sido un error de principiante.

No tenía escapatoria, dudaba que pudiera saltar y tomar distancia, mire alguna apertura para escapar, había visto su fuerza y su habilidad, su velocidad era sorprendente para su tamaño, reaccionando ante nuestros movimientos.

No me quedaba otra opción más que luchar.

Coloque mi cuerpo en posición de ataque, con la espada apuntando hacia adelante mientras sostenía mi escudo listo para defenderme.

Tártaro me miro golpeando sus dientes antes de lanzarse hacia mi corriendo levantando su brazo derecho para atacar con su cadena, rápidamente cambie a una posición defensiva coleando mi escudo al frente mientras apuntaba mi espada hacia atrás, haciendo que fluyera algo de magia preparándome para lanzar cualquier hechizo, relaje mi cuerpo soltando un suspiro antes de aspirar.

Entonces el monstro se frenó de golpe usando todo su cuerpo para atacar con la cadena, no la agito, en su lugar la lanzo pretendiendo perforarme por los cuernos del ciervo espada, hice mi cuerpo hacia adelante, recomiendo el golpe, el cual me hizo retroceder sintiendo como mi tobillo izquierdo tocaba el borde del muro, las chispas volaron al impactar las astas contra mi escudo deteniéndose de golpe mientras el resto continuaba doblándose como una serpiente.

Un crac se escuchó, los cuernos del sirvo espada se rompieron mientras los bordes de la cadena golpeaban el muro, frenándose de golpe.

Las flamas de los ojos de tártaro se tornaron rojas de la ira, mirándome fijamente antes de mugir con enojo retrayendo la cadena, mientras daba unos pasos antes de atacarme con su puño izquierdo, queriendo aplastarme contra el muro.

-[¡Muro de fuego!]

Exclame dando una estocada con mi espada liberando el escudo frente a mí, deteniendo el puño del monstruo, su impacto libero una llamarada sacudiendo el hechizo y manteniendo la presión unos segundos, entonces empuje con mi espada usando mi pierna derecha para dar un paso hacia adelante, haciendo que el hechizo liberara su contraataque, manifestándose en una explosión de fuego la cual empujo al monstro hacia atrás, destruyendo su mano izquierda, pero a su vez causando que el muro de fuego se rompiera en miles de pedazos.

Pude verlo, el monstruo retrocedió atónito distrayéndose por un momento.

Empuje mi cuerpo hacia adelante comenzando a correr contra él, golpeando el suelo con mis pies avanzando como una flecha, Tártaro furioso ataco con su cadena sacudiéndola, pero la esquive pues solo la había azotado contra el suelo, bajando su brazo derecho hacia el suelo, el cual rápidamente use para impulsarme saltando hacia su calavera.

Levante mi espada sobre mi cabeza atacando con todas mis fuerzas su cuerno derecho, haciendo que las chispas volaran entre su cuerno y mi espada mientras esta le empujaba hacia atrás nuevamente, sin embargo por el impacto, mi espada se rompió dejándome con dos tercios de esta, pero su cuerno también recibió daño agrietándose y cayendo al suelo con un fuerte estruendo.

Caí al suelo mirando al minotauro retroceder, él era más fuerte que yo, mis golpes podían dañarlo, pero no era lo suficiente para derrotarlo.

-Aun así... los no muertos son débiles a la magia [¡Ardan llamas del inframundo!] ¡Fuego!

Grite disparando el hechizo nuevamente impactando contra el brazo derecho del monstruo notando que este intentaría atacar de nuevo, rápidamente comencé a alejarme buscando estar en una mejor situación, pues no estaba seguro si alguno de sus golpes podría romper mi escudo, además sentía como mis reservas de magia habían bajado considerablemente, necesitaba buscar una nueva estrategia.

Me apresure a correr hacia las ruinas intentando protégeme de la cadena, sin embargo más pronto que tarde, Tártaro volvió a atacar con ella mientras corría hacia mí, si esquivaba era posible que recibiera un golpe de su parte.

-¡Ya me canso esa maldita arma! [¡Atravesar!]

Corte la cadena dividiéndola en dos para protegerme, pero causando que mi espada decidiera.

Rápidamente solté el resto de mi arma alejándome lo suficiente de Tártaro para tener una ventaja, en respuesta el monstruo retrocedió soltando su cadena para avanzar hacia Max, era cierto, sin excepción, los monstruos del tipo no muerto siempre eran débiles a la magia.

Los ataques físicos eran poco eficaces soportando el dolor solo funcionando si se rompían los huesos como paso con el cuerno, pero los huesos de este monstruo eran demasiado duros.

Aun sentía mi mano aun entumecida por haber golpeado su cuerno.

Pero el hechizo fuego era demasiado débil para hacerle un daño considerable.

-No es el único hechizo con el que cuentas.

Un susurro llego a mi oído, tenía razón a un contaba con un hechizo para una situación como esta, un hechizo capaz de hacer daño masivo, la magia legendaria, "dragón de ceniza".

-¡Grinmore, Max, distraigan al monstruo mientras canto un hechizo, acabare con esto ahora!

Ordene era la segunda vez que haría este hechizo, pero no me sentía confiado, pues la primera vez lo había efectuado gracias a Blood Warrior.

-Apresura te que no creo soportar mucho tiempo.

Exclamo Max corriendo para intentar esquivar los golpes del monstruo, quien atacaba queriendo atrapar a Max.

-¡Jefe de verdad sabes cómo usar un hechizo para enfrentar a un monstruo así!

Exclamo Grinmore flotando hacia mi completamente preocupado, parecía que el escondite de él y de Enrían estaba cerca, asentí ante sus palabras mientras corría hacia un edificio subiendo unas escaleras para obtener algo de altura, parándome junto al borde.

-Busca entre tus paginas el hechizo dragón de ceniza, mientras usa tus cadenas para contener al monstruo, ¡No pierdas tiempo Max esta luchando solo!

No dude en solicitar su ayuda tomándolo con mi mano derecha comenzando a usarlo para canalizar mi magia.

-¡Aaaaaaarhg, a la orden señor...! ¡Su magia me quema!

Exclamo Grinmore gritando de dolor al sentir mi magia fluir a través de él, rápidamente se abrió comenzando a buscar entre sus páginas liberando una decena de hojas al aire las cuales flotaron sobre el campo de batalla, cada una libero una cadena de luz.

La primera detuvo su puño derecho, deteniéndolo de impactar contra Max salvándole la vida, la segunda sujeto su brazo izquierdo antes de que intentara usarlo para atacar, sus piernas tambien fueron sujetadas, su cintura, su cuello, su cuerno, incluso sus hombros, y su pecho, causando que su túnica quemada comenzara a ser rasgada por los propios huesos del monstruo.

Suspire mirando hacia el hechizo, comenzado a dejar fluir mi magia por mi cuerpo, centrándola en Grinmore.

Los grimorios al igual que las varitas y bastones funcionaban como catalizadores de magia, además no podía ejecutar un hechizo tan complejo yo solo, necesitaba de su ayuda para moldearlo.

-[¡Oh señor de los volcanes!]

Sentí como Fire Soul empezó a emanar más magia aumentando mi conexión con la gema del fuego, sintiendo como el calor de mi cuerpo aumentaba emanando aún más brazas de mi cabello.

-[¡Abre tus alas levántate de tu lecho!]

Cada palabra contaba con su propia historia, comenzaba a imaginarme a Melang, cuando nos perseguía y nos atacaba.

-Jefe... el monstruo es muy fuerte.

Gimió Grinmore, Tártaro intentaba moverse luchando contra las cadenas, estirándolas al mover sus brazos y sus piernas, Max se apartó estado listo para intervenir si una de las hojas se rompía, lo cual estaba cerca de ocurrir, pues varias de ellas estaban estiradas y arrugadas.

-[¡Ruge liberando tu fulgor carmesí!]

Debía mantenerme en calma, concentrándome en la forma del hechizo, en la forma de manifestarse, domando la magia para darle forma siguiendo el cantico de activación, pequeñas llamas comenzaron a aparecer a mí alrededor avanzando hacia Grinmore fusionándose sobre este.

-[¡Muéstranos el poder de tus llamas!]

Un humo negro empezó a rodearme a medida que las llamas se hacían más grandes, empezando a girar a nuestro alrededor. Entonces una de las hojas se rompió liberando el brazo derecho de Tártaro, quien rápidamente estiro su brazo tomando la cadena de su brazo izquierdo estirándola para morderla con sus incisivos rompiéndola de una sola mordida.

-¡No puedo contenerlo más!

Grito Grinmore mientras tártaro rasgaba las hojas con su propia fuerza haciendo que las cadenas de luz se dispersaran, el libro intento contenerlo con toda la energía que poseía, pero solo fue inútil.

-¡Moooooooooooooooooooooooooo!

Pronto este se había liberado rugiendo con una voz profunda, el daño en su capa había sido demasiado grande debido al fuego de mis hechizos y al efecto de la cadena, esta se desprendió rebelando su caja torácica amplia, junto con las espinas neurales de su espalda, las cuales no eran la de un toro.

"Bison Rex".

Susurre en mi interior sonriendo habiendo reconocido al fin la especie del minotauro, esta era una especie rara y solitaria, un minotauro de gran cabeza, con una gran joroba el cual solía medir 3 metros y medio de alto, aunque Tártaro era más masivo, seguía siendo el mismo tipo de monstruo.

Giro su vista hacia mí, mugiéndo me antes de colocarse sobre sus cuatro extremidades, incluyendo el muñón de su brazo izquierdo.

-[¡Engulle con tu fuego abrazador!]

Exclame retándolo, provocando su ira, empujando rápidamente su cuerpo hacia adelante apuntando sus cuernos contra mí, las rocas y paredes no fueron un obstáculo para el llegando contra mí en unos segundos, y aunque estuviera a una gran altura era seguro que podría destruir rápidamente el lugar en donde yo estaba parado.

-[¡MURO DE LUZ!]

Grito Grinmore liberando una de sus hojas invocando una pared dorad interceptando a Tártaro el cual enterró su enorme cuerno en el hechizo moviéndolo unos centímetros y agrietándolo al instante con su embestida, empujando con toda su fuerza haciendo que las grietas se extendieran por todo el hechizo comenzando a resquebrajarse y a distorsionar su forma.

Apreté mis dientes pensando en mis amigos, en que debía encontrarlos y para ello Tártaro debía morir.

Hice que el humo y el fuego se hicieran más denso uniéndose en una esfera a mí alrededor, tomando la imagen para culminar el hechizo.

-¡Dragón de ceniza!

Librera el hechizo con un grito lleno de rabia.

El fuego y humo se unió formando la cabeza de un enorme dragón con cuernos apuntando hacia atrás, con unos enormes dientes de lava y un cuello de humo ardiendo a mi alrededor.

Agite mi mano izquierda hacia el frente ordenándole atacar, su boca se abrió avanzando hacia Tártaro, destruyendo el muro de Grinmore, entonces cerré mi mano volviéndola un puño, atrapando al monstruo por completo dentro de las fauces del dragón con una poderosa mordida.

Siempre que usaba este hechizo mi mente se mantenía en su último verso, "engulle con tu calor abrazador", imaginando como el dron siempre se comía a su presa, por lo cual apreté mi puño izquierdo con fuerza ordenándole al dragón aplastar a Tártaro y no dejara de hacerlo.

-¡MOOOOOOOOOOOOOOOOO!

Los huesos de Tártaro crujieron mientras este gritaba con terror, el calor del hechizo aumento comenzando a quemar los alrededores, carbonizado los huesos del monstruo mientras su grito era silenciado, los colmillos del dragón separaron los brazos del monstruo cayendo al suelo envueltos por el fuego del hechizo. Lentamente su figura fue desapareciendo en el interior de las llamas hasta que la presión y el calor lo volvieron solamente cenizas.

Entonces solté el puño de mi mano, dejando ver algo de sangre que mi propia ira me había hecho, haciendo que el hechizo se dispersara dejando solamente una gran cordillera de humo y ceniza la cual fue arrastrada por el viento.

Mire hacia los brazos del monstruo los cuales habían quedado completamente carbonizados, siendo el único recuerdo de Tártaro, entonces, esos dos brazos se volvieron en cuatro, mientras mi vista se volvía borrosa, antes de mirar hacia el suelo observando como este se acercaba sintiendo un golpe, después de eso todo se volvió negro.

Capítulo 13, publicado el 13 de noviembre, era señal de que Rohei tendría mala suerte, jaja aunque me hubiera gustado que la pelea contra tártaro durará más.

Aquí una imagen detallada de Max y Enrian.
Max Castelar: cazador de Hidoot, ha entrenado toda su vida el arte del hacha siendo su mejor arma, posee una fuerza sobre humana y una habilidad digna de un Castelar.
Enrian Find: Cazador aprendiz, uno de los mejores arqueros de su generación, como dato curioso era uno de los personajes principales de la historia.

Bueno igual quiero dejarles esto:

Jaja esa fue mi relación al hacerle un dibujo a Tártaro. Espero que les haya gustado el diseño. Sin nada más que decir me despido, que las gemas guíen su camino.

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