Capítulo 10: El llamado.
Narra Rohei.
Estaba sentado sobre el tronco mientras miraba hacia el bosque, con el fuego a mi espalda y mi espada a mi derecha, ya había pasado una hora desde que había comenzado a vigilar, no había ningún ruido solo el viento, el sonido del fuego quemando la madera y algunos ronquidos de mis compañeros especialmente Josef.
Entre mis manos se encontraba un escudo de madera, hecho con la tapa de uno de los barriles, con clavos intentaba cubrir cada espacio con las escamas de castor, estando cerca por terminar, este escudo seria pala Lucy, solo quería proporcionarle un poco de protección y una recompensa por haber aguantado tanto, aun así me concentraba en los sonidos, el olor y la magia, no quería que nada nos sorprendiera por la noche, incluso a pesar de la existencia de la barrera en la cual no confiaba nada.
-Tal vez estoy demasiado tenso...
Me dije a mi mismo mientras tomaba el martillo para clavar una nueva escama en el escudo, quería terminarlo hoy, aunque sabía que sería difícil, por ello guardaría el resto de las escamas para alguna mejor construcción.
Aun así me sentía muy tenso, no dejaba de sentir que alguien me observaba desde algún lugar cercano.
Me levante tomando el pequeño escudo circular, camine hacia el fuego para colocar las escamas directamente contra el fuego para probarlo, las llamas rozaron la escamas deslizándose entre ellas, el calor no daño la madera mientras las escamas se fortalecían fundiéndose con los clavos. Aquello me recordó a mi tiempo como paje, cuando mi padre me enseñaba a fabricar armas, pues mi trabajo era ayudarle.
Cuando levante el escudo mire las escamas las cuales se veían opacas haciéndole falta una limpieza, sin embargo esto me hizo soltar un suspiro mientras vertía algo de agua sobre las escamas, haciendo que estas se endurecieran.
-Mi padre estaría decepcionado de este escudo, pero servirá como entrenamiento, después de todo no tengo ningún martillo o un horno para tratar las escamas como se debe.
Guarde el escudo en la carreta, para luego caminar hacia Coco, el cual no se encontraba en alerta, descansaba intentando guardar el calor, incluso le habíamos dado una manta y construido cama de brazas las cuales no le hacían daño.
-¿Estas mejor compañero?
Susurre cerrando mis ojos mientras colocaba mi mano sobre su cabeza intentando conectarme a él, quería saber su estado, si estaba enfermo o no. Por fortuna logre sentir su magia, algo a lo que no estaba acostumbrado, pero esta me indicaba que estaba bien, pues ardía como la fogata.
Mi sonrisa fue borrada, comencé a sentir otra magia rondando cerca del claro, pero "Blood Warrior" no se había activado, no había peligro inmediato hacia mí, aun así me sentía muy tenso.
Sentir la magia no era mi fuerte, a decir verdad era algo muy difícil, que requería de un gran entrenamiento mágico, el cual siempre intentaba evitar, aunque por órdenes del general Igor había aprendido, pero solamente podía usarlo al concentrarme como ahora. Guarde mi respiración intentando concentrarme más para sentir la magia de mis compañeros, pues podría ser de alguno de ellos, primero encontré dos magias grandes, una se sentía agradable y otra se sentía fría, las cuales debían ser de Luna y Mateo, tras ellos estaba una magia que parecía vieja, así que debía ser Grinmore, luego estaban dos magias pequeñas, una que ardía con su propio brillo que debía ser Lucy, mientras la última, con cierta energía electrizante pertenecía a Josef, estos se encontraban dentro del claro, mientras que la magia del exterior era una ardiente con cierto tono amable parecida a la magia de Lucy pero más pequeña.
Abrí mis ojos mirando hacia el oscuro bosque justo en la dirección en que sentía aquella magia, era bastante pequeña pero la sentía más clara que la de los demás, lentamente parecía estar acercándose cada vez casi llamándome, intente tomar mi espada, pero esta no la tenía conmigo habiendo quedado junto al tronco, por la frustración solo apreté mis puños, no sentía que fuera miedo, pero algo me tenía inquieto.
-Eres...
Un susurro llego a mi oído izquierdo haciéndome voltear repentinamente pero sin encontrar nada, era una voz infantil, al estar en un bosque escuchar algo así me helo la sangre haciendo que un escalofrió recorriera mi espalda.
-¿Qué fue eso?
Me pregunte mientras sentía como aquella magia había entrado a la barrera moviéndose y perdiéndose entre las demás.
-Tú...
Una segunda vez, causo un mayor efecto que la anterior haciendo que retrocediera un paso. Mi garganta pareció quedarse sin voz por un instante, mi corazón latía más rápido que antes, mis piernas se tensaron como si quisiera huir, pero no podía hacer nada.
Entonces mire hacia el tronco del centro del claro viéndola a ella.
-Eres tú...
Mi corazón se detuvo por un momento, era un humano algo me lo decía, más bien una niña humana de la mitad de mi altura, descalza únicamente vistiendo un vestido blanco de una pieza diferente a cualquiera que haya visto antes, sus ojos eran de un castaño claro y su cabello negro brillante y corto encontrándose suelto, una mirada inocente y temerosa, su cara, su presencia y la magia que emanaba de ella me hacía sentirme en casa, como si fuera un familiar, algo que estaba seguro es que era de menos de 2 años de edad. Mi corazón se había detenido pues el miedo se había ido, ahora simplemente parecía estar preocupado, ¿de dónde había salido esa niña? ¿Qué hacía en un lugar tan peligroso?
-¿Dónde están tus padres?
Pregunte mientras miraba alguna señal que me dijera que hacia aquí esa niña.
-Si eres...
Hablo ella moviendo su pequeña boca como si le costara hablar.
-Sígueme...
Ella comenzó a avanzar regresando al bosque, aunque podría ser una trampa colocada por algún monstruo desconocido, pero algo me decía que no la dejara sola en el bosque.
-¡Maldición!
Exclame y comencé a seguirla a gran velocidad antes de que desapareciera de mi vista. El tiempo que tarde en alcanzarla no fue mucho, sus pasos eran muy lentos como si temiera avanzar en vez de querer esperarme. Cuando ella vio que la alcance se detuvo por un instante.
-¿Quién eres?
Pregunte mientras la miraba, me desconcertaba aún más ahora que estaba frente a ella, pues su vestido brillaba levemente.
-No se...
Entonces ella comenzó a avanzar y yo a seguirla, se mantenía a mi lado evitando quedar al frente. La oscuridad me evitaba ver que me rodeaba, la luz de la fogata parecía ser demasiado distante hasta que desapareció tras los árboles.
Mire hacia mi mano queriendo imaginarme el fuego arder como una antorcha, si podía mantenerlo entonces podría ver.
-Mala idea...
Me dijo tomando mi pantalón con sus manos para llamar mi intención.
-Fuego...eh... monstruos... llega...eh...
Hablo con duda, mirándome con sus ojos intentando a toda costa que yo activaría mi magia, apenas podía entender sus palabras, pero su forma de hablar me parecía adorable, pero seguía teniendo miedo en especial ahora.
-Fuego, monstruos, llega, solo se me ocurre que el fuego atraerá monstros, comprendo.
Dije asintiendo mientras analizaba sus palabras, y era algo cierto se me ocurría al menos una decena de monstruos que podrían atacarnos si activaba magia. Sonreí ante su advertencia ante lo cual y sin pensarlo acaricie su cabeza, su pelo era muy suave mucho más de lo que esperaba, parecía ser casi seda sin llegar a ser lacio completamente, recordándome a Luna.
-Entonces guíame.
Sus ojos brillaron con alegría, no sé si fue por entenderla o mostrarle cariño, no tenía idea de cómo comprenderla, pero entendía sus vagas palabras. Lentamente el ambiente comenzó a cambiar, en vez de hacerse más oscuro comenzó a hacerse más claro, sobre los árboles y el suelo podía notar el musgo que habíamos recolectado antes, emitiendo un brillo esmeralda, aquello me hizo preocuparme pues este era creado por el aliento del dragón, sin pensarlo tome la mano de la pequeña esperando que no volviéramos a encontrarnos con aquel monstruo.
Pronto aparecieron más tipos de musgos, algunos de brillo rojo, otros de brillo gris, otros de brillo azul, su brillo hacia que me diera cuenta del relieve, habían muchas rocas de gran tamaño alrededor de nosotros, viendo que comenzábamos a entrar a algo parecido a una cueva, en su interior habían paredes de roca, pero un techo de raíces que serpenteaban entre las rocas con el musgo iluminando.
-Increíble...
Me dije a mi mismo mientras miraba a mi alrededor, al ir avanzando comenzaron a aparecer extrañas luces de diferentes colores que se movían por toda la cueva, en ese momento mire a la niña, sus ojos miraban asombrados la cueva como si nunca hubiera visto este lugar, me tomaba de la mano con fuerza sin alejarse mucho de mí.
Al ir avanzando sentí como un viento comenzaba a soplar aumentando su fuerza rápidamente, hasta que sentí un vendaval golpearnos directamente, sin pensarlo levante a la niña cargándola para protegerla con mis brazos, ocultando su rostro rápidamente en mi hombro.
-¿Estas bien?
Pregunte una vez que el viento se detuvo, a lo cual ella se levantó mirándome unos segundos antes de asentir, seguimos avanzando.
La magia que rodeaba el ambiente era más densa que antes, se sentía un habiente más pesado mientras más avanzábamos, pronto la respiración de ambos comenzó a volverse más y más pesada, pero había algo más, la temperatura había bajado, llegando a un frio congelante.
-No puede ser...
Dije sentía una gran cantidad de magia acercarse haciendo que mi magia se activará al instante, sentía que mi vida estaba en riesgo. Un enorme torrente de magia se acercaba a gran velocidad, no había lugar donde pudiera escapar, casi sentía como si estuviera en una trampa. Mire hacia la niña quien abrazaba mi cuerpo con fuerza intentando buscar algo de calor y protección.
- ¡Maldición! ¡Fury!
Active Fury haciendo que mi cuerpo se rodeara de un aura carmesí, sujete a la pequeña con mi brazo izquierdo haciendo que la habilidad la calentara sin dañarla, mientras estiraba mi mano derecha hacia el frente.
- [¡Muro de fuego!]
Derrame todo mi poder mágico en un escudo egeo activándose para recibir el golpe del torrente de magia el cual rápidamente impacto como una helada, una ventisca invernal se dispersó como una roca en el cauce de un rio, rodeándolo haciéndome sentir un frio que calaba hasta lo huesoso.
-Resiste...
Vertí mi magia hacia el muro de fuego, mientras me acercaba a él ancándome para proteger a la niña con mi cuerpo, mientras observaba como mi hechizo empezaba a resquebrajarse.
Poco a poco el muro de fuego se fue deshaciendo haciéndose más pequeño, mientras sentía como mi magia se agotaba, y el frio se hacía cada vez más fuerte, incluso algo del viento helado comenzaba a arañarme el rostro.
En ese momento algo cambio, un calor comenzó a emanar de mi pecho, lentamente el hielo fue desapareciendo al igual que el frio, la niña obtuvo el mismo calor, su cuerpo también se fue calentando mientras su vestido había cambiado a un tono rojo ardiendo levemente. Así el torrente mágico paso sin hacerle daño a ninguno a la pequeña.
-¿Seguimos?
Pregunte mientras me levantaba, ella asintió mientras miraba con tristeza hacia los arañazos de mi cara colocando sus manos sobre esta.
-Tranquila estoy bien.
Le dije sonriéndole pues parecía que ella estaba a punto de llorar, no era la primera vez que protegía a una persona de esta manera, pero algo me hacía sentir que debería proteger a esta niña.
Antes de darme cuenta habíamos llegado a una especie de sala circular sin techo en donde se veía la luna menguante y el cielo estrellado.
- ¿Dónde estamos?
Pregunte dejando a la niña en el suelo pero no recibí respuesta, entonces todo comenzó a oscurecerse, el musgo y las luces comenzaron a apagarse hasta que quedo completamente oscuro.
-Ella está aquí...
Escuche la voz de la niña, inmediatamente intente buscarla con mis manos, pero no sentía nada más que aire y los muros de la cueva.
- ¿Quién viene? ¿Dónde estás?
Exclame desesperándome, entonces me detuve.
Alguien más estaba conmigo, no era la niña, era otro ser que no era humano, su magia la sentía con claridad envolviendo todo el ambiente. Lentamente la cueva comenzó a recuperar su brillo, las luces aparecieron otra vez, las paredes de la sala se habían llenado de extrañas flores, no, eran las mismas flores que antes había visto en el claro, de vez en cuando veía que algunas luces brotaban de ellas.
Al centro de la sala había aparecido un estanque con agua cristalina que reflejaba el cielo nocturno, pero lo que más me sorprendía era lo que se ubicaba al lado opuesto de la sala, Sobre un trono de raíces estaba una mujer que solo podría describir como una reina, tenía un vestido largo que parecía haber sido tejido con el fin de imitar las hojas de los arboles dándole un aspecto elegante, su vestido brillaba con un tenue tono verde limón, sus ojos eran azules como el mar, su cabello era verde imitando el color de su vestido o más bien al revés sobre este tenía una corona de ramas doradas las cuales parecía tener flores de cristal, rubíes, zafiros, esmeraldas, diamantes, gemas hermosas conformaban las flores, su cara tenía un aspecto maduro, pero con una mirada maternal, ella me sonreía como si estuviera feliz de verme o me conociera.
-Bienvenido gran guardián de la gema del fuego, es un gusto reencontrarnos al fin.
Hablo suavemente, su voz hizo eco en la sala llegando hasta mí con toda claridad.
-¿Usted quién es?
Pregunte mientras mantenía mi distancia, no podía confiar en alguien que acababa de conocer.
-No temas yo soy la madre naturaleza, mi nombre es Eco.
Eco, un nombre que se me hacía muy familiar pues muchas personas le alababan en especial los agricultores, pero realmente no sabía que ella existiese, pues parecía algo más folclórico como un espíritu de vida. Al escucharla casi retrocedí unos pasos, no sabía cómo reaccionar.
-Quieres saber porque te he traído aquí, pues te responderé, necesitaba conocerte y hablarte de lo que eres.
- ¿Lo que soy? Yo soy Rohei...
-Rohei Castelar, primer hijo de Marcus y Elizabeth Castelar, hace tres años recibiste la marca del Fénix que te identifica como guardián de la gema del fuego, así fuiste llamado traidor al imperio y junto a tus amigos fueron recibidos por los rebeldes de Paradise donde te entrenaste como caballero ígneo para ellos, hace tres días despertaste tu poder como guardián recibiendo tus magia Fire Soul, pero, no sabes que significa ser un guardián.
Ella hablo interrumpiéndome contando parte de mi vida, mientras caminaba hacia el centro de la sala donde se encontraba el estanque, no sabía realmente que pensar al escuchar la última parte.
-Siempre que hablamos te digo toda tu vida para que entiendas lo que significa ser un guardián, pero al final tú lo descubrirás por ti mismo.
Había algo más que me preocupaba mientras le escuchaba en silencio, su forma de hablar, ella parecía conocerme de antes.
-Nunca nos habíamos visto en persona.
Hable mientras la miraba fijamente, estaba confundido pues no recordaba haberla conocido fuera de las figuras en las aldeas más apartadas.
-En esta vida nunca habíamos hablado, pase los últimos 40 años dormida, desperté hace 3 años cuando las gemas se activaron revelando los guardianes, pero te conocía desde antes.
-¿Pero cómo es eso posible?
Pregunte mientras intentaba buscar algo en mis recuerdos, sin embargo ella solo sonrió ante mí.
-Te contare dos cosas...
-¿Cuales?
-La primera es la historia de un hombre y una mujer casados, habían hecho su vida en una aldea imperial, vivían felices, un día su felicidad aumento pues la mujer estaba embarazada, aunque eran jóvenes e inexpertos hicieron todo lo posible para que el embarazo siguiera bien y así fue hasta que llego el día del parto, el bebé murió al nacer, la partera hizo todo lo posible para salvarlo, pero no pudo, los padres se dieron por vencidos lloraron la muerte de su hijo, la madre mientras sostenía el cadáver de su hijo rogo por un milagro, entonces la gema del fuego le escucho dándole un alma y el poder del guardián de la gema del fuego, aunque desde un inicio fue repudiado por los demás pues la partera salió gritando diciendo que era un niño del demonio, pero sus padres lo amaron desde el primer aliento, la mujer nombro a su hijo Rohei, haciendo alusión al rugido de un león o un guerrero, un guerrero que lucharía por defender Ershia.
Casi me caí de espaldas al escuchar lo que ella me había dicho, parecía ser mentira pues mis padres nunca me dijeron algo como eso, pero, había algo de verdad, mi madre siempre me repetía las mismas palabras, de donde venía mi nombre y que un día lucharía por Ershia, pero esa era la única pista que tenía, aunque la parte de la partera gritando si me lo imaginaba, pues era algo que me habían dicho muchas sirvientas que me odiaban en mi viejo hogar.
-Mis padres nunca me contaron algo así, ¿Cómo es posible que sea real?
Pregunte pues estaba lleno de dudas, no podía creerlo, quería escuchar más pruebas o algo que no cuadrara con lo que ella me decía y lo que sabía de mi propia vida.
-Bueno, tal vez no me creas a mí, pero pronto podrás preguntarle a la gema del fuego, te dirá toda la verdad y tal vez más, como la razón de porque te salvo, o si no nos crees pregúntale a tu padre la próxima vez que se encuentren.
Eso no podía ser una mentira o una verdad, tampoco veía una forma de escapar, no sabía que era ser un guardián y lo que me había dicho hacia que dudara de mí mismo cada vez más y más.
-Parece que necesitas oír la segunda historia.
Eco me hablo mientras se inclinaba sobre el estanque y colocaba su mano derecha sobre el agua cristalina.
-No lo sé...
Dude por instante temiendo escuchar algo que realmente no me gustara.
-El humano no siempre quiere saber más de sí mismo, pues le teme a su verdadera fuerza o a la respuesta que encontrara, aunque no aceptes tu pasado, podrás aceptar algo que veas con tus propios ojos, aunque lamento la verdad que se te revelara... solo mira al agua y te contare lo que ocurrió.
No había nada que pudiera perder en realidad, suspire intentando tranquilizarme para entonces acercarme al estanque, al estar frente a Eco simplemente mire hacia el agua.
-Tú y yo nos conocemos desde tu primera vida, desde el momento en que las gemas bajaron a la tierra, hace 505 años.
Guarde silencio y mire hacia el estanque, pronto el reflejo de una ciudad apareció en el estanque, no muy grande ni muy pequeña rodeada de montañas construida sobre una meseta con un gran fisura atravesándola, donde no parecería ser buena idea poner una ciudad humana, solo una ciudad llego a mi mente, Crescend, la capital del imperio de Skyland.
-Cuando la gran guerra de los dos imperios termino y se fundó Skyland las gemas bajaron del cielo siendo entregadas las cuatro naciones más poderosas de su momento, Skyland era la más poderosa.
Eco acaricio suavemente la superficie del estanque haciendo pequeñas ondas, así la imagen cambio a las gemas, de diferentes formas y tamaños, no parecían ser similares entre ellas.
-Cada una fue enviada con un guardián, un ser poderoso que había jurado protegerla, Bahamut, el dragón de las tormentas, fuerte y valiente se guiaba por los deseos más puros y el deseo de libertad, Leviatán, la serpiente marina, sabia y astuta, su fuerza estaba en su mente y fluía a su cuerpo, Fénix, el ave en llamas, la pasión era su fuerza, sus llamas causaban miedo a los de oscuro corazón, y Gea, la madre de los gigantes, gran fuerza y un gran corazón caracterizaban a aquel ser.
Como en mi sueño aparecieron los cuatro seres, cada uno protegiendo a una gema, Bahamut, la gema del aire, Leviatán, la gema del agua, Fénix, la fema del fuego, Gea, la gema de la tierra, las gemas y sus legendarias bestias guardianas, era una leyenda que todos conocían a la perfección podía decir que era lo primero que nos enseñaban y el cuento más común para dormir, pero ella lo contaba de forma muy diferente.
-Solo un año, los guardianes protegieron a las gemas durante solo un año.
Hablo soltando un suspiro triste.
- ¿Qué paso?
Pregunte a un que ya sabía la verdad, las bestias guardianas se enojaron cuando una persona intento robarle el poder a las gemas, desde entonces comenzaron a elegir a un guardián para ostentar su poder y mediar entre los humanos.
-Un día grupo de cuatro humanos, un príncipe escapado del palacio, un monje del norte que viajaba para estudiar y encontrar la iluminación, una joven del sur descendiente del clan del sol y un joven descendiente de una familia del fuego, llegaron al primer festival de la fundación del imperio, ellos salvaron a una niña que vivía en la basura, ese día otro grupo poderoso entro para robar el poder de las gema del viento, guiados por Plutón un elfo, quien había matado a los anteriores guardianes, robándole el poder a las gemas, Bahamut intento defenderse, pero no pudo usar todo su poder pues debía proteger a la ciudad, inevitablemente perdió, y Plutón obtuvo el poder de las cuatro gemas para sí mismo.
Elfos, pensé criaturas similares a los humanos los cuales hacia ciclos se habían extinto tras el gran genocidio orquestado por el imperio durante 50 años, acto que causaría la cándida de la primera familia real y la primera guerra civil del imperio hace más de 300 años.
-Comenzó a destruir todo en la ciudad, el grupo intento detenerle, pero no pudieron, Plutón mato a cientos de personas, hubiera sido el fin si las gemas no hubieran hecho algo, cuatro de los cinco humanos fueron elegidos, recibieron el poder de las gemas y la magia de los guardianes originales, a cambio protegerían a las gemas por toda la eternidad, así fueron creados los primeros guardianes elementales humanos, el príncipe recibió la magia Thunder Soul de la gema del viento, el monje recibió la magia Ocean Soul de la gema del agua, la hija del sol recibió Diamond Soul de parte de la gema de la tierra, y el descendiente del fuego recibió Fire Soul para proteger a la gema del fuego, con el poder de las gemas desatado ellos lucharon contra Plutón y vencieron, pero su cuerpo no resistió el poder y murieron al terminar el combate... pero las gemas salvaron el alma de los humanos.
Esa historia nunca la había escuchado, pero tampoco parecía darme alguna respuesta.
-Las gemas tomaron esas almas como sus nuevos guardianes, era parte del trato, aunque parezca cruel no es así, reviven, viven y mueren, por una razón diferente yo fui elegida para ocupar el lugar de la diosa de los bosques y protectora de las almas, este ciclo ha seguido hasta hoy, tu eres la reencarnación de uno de esos héroes, el décimo Fénix.
Esa era la última conexión, aun con la primera historia esta última era la que me daba el sentido, fuera real o no la primera toda se unía, reencarne en este cuerpo como un Castelar.
-Nací... fui elegido para nacer...pero ¿Por qué?
Pregunte mientras empuñaba mis manos, aun no encontraba un sentido, olvidaba la razón de porque había sido elegido, ahora me preguntaba...
-Tu madre y tu padre fueron los que influyeron, los guardianes siempre nacen en familias donde ellos no serán criados con odio, donde tendrán una razón para usar su gran poder... viviste porque tus padres amaban tanto a un hijo que la gema les dio lo que la muerte les arrebato, como todos tu buscas una razón.
Solté un suspiro al escuchar esas palabras de parte de Eco, compartía el alma con todos los fénix anteriores, Alan Fleur y Brand Blacksun, los líderes de la rebelión y la causa por la que me habían despreciado en el imperio.
Eco comenzó a caminar acercándose a mí, rodeo el estanque hasta estar frente a frente.
- ¿Crees que eres un traidor?
Ella acaricio suavemente mi mejilla llamando mi atención.
-Hace un año habría sido lo normal, incluso hace una semana, pero ya no es así, no soy los dos guardianes que me precedieron, ellos no crecieron con mis padres, ellos no vivieron la misma vida, y mucho menos aprendieron las mismas habilidades.
Pronuncie levantando mi mirada hacia Eco observándola con confianza hacia mí mismo.
-Crecí como un soldado fiel al imperio, me volví un escudero queriendo servirle como mi padre antes de mí, pero hasta hace poco siempre odie el elemento fuego, en el imperio se burlaban de mí, me decían traidor y buscaban cualquier excusa para marginarme, pero me volví el campeón de Horizon y ellos no, y sabes, solo era de nivel 1, vencí a niveles 3 y 4... ahora soy un caballero ígneo, un orgulloso caballero ígneo, nunca le falte al imperio, así que no tengo razón para considerarme un traidor.
Exclame mirándola a los ojos, tal vez mi vida no había salido como planeaba cuando era un niño, pero tampoco estaba tan mal, a decir verdad estaba en esta situación por mi propio pie, si hubiera aceptado el poder del fénix antes, ahora nos acompañarían mis amigos, y Erika no había sido secuestrada, incluso tal vez habría podido evitar el secuestro de Mary, sin embargo él hubiera, no existe.
-Y ahora que la guerra termino... marchare a Skyland, recuperare mi honor, y seré nuevamente parte de su nobleza... ¡Seré el vínculo entre Paradise y el imperio!
Declare en voz alta, sabiendo que no podía escapar de mi destino, de alguna forma, Paradise y el resto de Ershia dependían de mí, así que debía buscar un equilibrio, pues no dejaba de ser un caballero ígneo de Paradise y un noble de Skyland.
Tras decir todo eso ella suspiro y se alejó regresando al trono de antes.
- ¿Aun sigues teniendo dudas?
Me pregunto mientras se sentaba.
-Tantas cosas que quisiera saber pero, si las respondes todas nos llegara el amanecer... tengo unas ahora, lo demás solo será cuestión de asimilarlo... la primera ¿Cómo salgo del bosque de las almas?
Pregunte esperando una respuesta.
-No te preocupes por salir, el bosque de las almas puedo controlarlo a mi antojo, es muy oscuro y cruel pero me obedece, yo hice todo lo necesario para que se quedaran pues era la única forma de encontrarnos cara a cara por primera vez, pero, aun así no podrán regresar, deben continuar avanzando, sigue la brújula que te han regalado y yo me encargare del resto, pero... por desgracia entraran a un lugar donde yo no tengo poder alguno.
-Nunca me darás una respuesta corta, entonces, eres responsable de que llegáramos a este bosque.
Pregunte mientras sonreía y suspiraba, en sus ojos notaba que ella me decía la verdad, pero me preocupaba el estado en el que acabaríamos al terminar este viaje pues el bosque no dejaba de ser peligroso.
-Sí, Melang es aliado nuestro, los estuvo siguiendo todo el viaje, guiándolos, estando siempre ahí, aunque tuvo algunas participaciones más grandes, pero nunca intento dañarlos, aunque recibió mi regaño por haber causado la muerte de algunas personas en Miss, pero fueron pocas, contadas con una sola mano.
Me respondió mientras levantaba su mano derecha junto con tres dedos, aunque yo seguía sin creerlo, sin embargo en ese momento un recuerdo llego a mí.
-Eso explica porque en Nancy, Blood Warrior solo se activó cuando los habitantes intentaron matarme.
Dije algo pensativo, recordando esa escena vívidamente, el mismo Melang ahora parecía nos intentaba guiar hacia el bosque.
-Aunque yo controle el bosque no controlo a los monstruos, todos los que aquí existen tienen su propia libertad, Melang me ayuda a controlarlos y mantenerlos a raya, incluso a restaurar los bosques de la zona, sin embargo debes saber que el bosque de las almas es más único... además de ser peligroso, deberán depender de su propia fuerza, pero los mantendré lejos de los lugares más peligrosos.
-Desearía que nos sacaras de aquí, ¿Cuántos guardianes más hay?
Pregunte, aunque sabía una respuesta quería escuchar más de ella y llevar un poco de información extra a Skyland.
-Cuatro como dije antes, uno con su magia despierta, es decir tú, dos revelados, uno en Crescend y otra en Starnort, las gemas ocultan su identidad de cualquier ser que no use el mundo terrenal para viajar, así que no se sus nombres solo la ciudad donde están, el ultimo no ha sido revelado, pero, el guardián de la gema de la tierra despertara pronto, para ser exactos 15 días, empezando la cuenta mañana, aparecerá en Marsur la gema ya sabe cuándo revelara al cuarto guardián.
Suspire, es decir que faltaba poco tiempo para que apareciera, así que era una buena opción para ir después de llegar a Crescend y hablar con Bernan.
-Otra pregunta, ¿usted tambien estuvo involucrada en el ataque de Lucy?
-La atrocidad que ataco a Lucy y a Josef, nunca, fue una criatura colocada por Golden Garden para dañar la economía del condado manantial, si hubieras llevado la cabeza al duque menor de esas tierras habrías recibido una buena recompensa, sin embargo, debes cuidarte de Golden Garden, son una amenaza para toda Ershia en especial su deidad, el iluminado, aún está muy débil pero se recupera.
-¿Quién es el iluminado?
Pregunte casi gritando, sabía quién era el iluminado pues se había presentado durante la ceremonia un día antes del ataque, pero solo eso, su nombre quería encontrar más información al respecto pues estaba seguro que nos enfrentaríamos a él.
-No sé mucho, solo que era muy poderoso pero fue desterrado a este mundo, ahora está débil, sé que no durara por mucho en ese estado, aunque si lo enfrentaras él ahora te mataría en poco tiempo, ni siquiera yo puedo matarlo en este momento.
No había una respuesta clara, si el iluminado seria nuestro enemigo realmente no sé qué tanto podría durar contra él, Bernan no había despertado su magia, aunque fuera fuerte sin su magia no podría hacer mucho lo sabía por experiencia.
-Golden Garden ellos estarán contra nosotros, lo sé, si no fuera por ello mi identidad no se habría mantenido oculta hacia el mundo hasta hace unos días... somos realmente débiles ahora.
-Nadie nace siendo fuerte, tardaste tres años en subir hasta el nivel diez, pero solo necesitaste un día para subir al nivel doce, te volverás mucho más fuerte de lo que crees, por ahora te aconsejo que aprendas a usar tu poder y luego te concentres en ser más fuerte, para Golden Garden ya son una amenaza a todo lo que ellos representan, pero, tú ya tienes razones para sobrevivir.
Era lo único que me quedaba, tenía miedo que no pudiera ser lo suficientemente fuerte como para proteger a mis compañeros, incluso parecía ser buena opción pedirle que me abandonaran y siguieran con sus vidas, Mateo y Josef tal vez lo hagan, pero Luna, me seguiría por todo el mundo al igual que Lucy.
-Solo queda un camino debes ser más fuerte y los que te siguen también deben serlos... ¿alguna pregunta más?
-¿Por qué el guardián Alan Fleur traiciono al imperio?
Pregunte al instante queriendo quitarme esa espina desde este momento.
-No creo que me corresponda contarte eso, pero debes saber que lo que le ocurrió fue algo doloroso, tanto que termino corrompiéndose, paso su ira a Brand y sus memorias, quien deseo acabar con todo el imperio... por ello la gema del fuego no te entrego las memorias de tu vida pasada cuando despertaste Fire Soul, sin embargo, a veces puedes escuchar sus voces, pero no solo las de ellos.
Claramente Eco no me daría la respuesta que yo buscaba, sin embargo si había respondido una de mis dudas aquellas voces que había escuchado al activar Fury eran de ellos.
-Solo debes saber que, parte de la razón por la que ambos se rebelaron contra el imperio se encuentra en este bosque, pero el imperio de ese momento, no es el mismo de ahora.
Aquellas palabras me dejaron con algunas dudas, pero estaba seguro que serían respondidas en el futuro.
-¿Por qué usaste una niña para atraerme?
-Ella es un alma, fue creada el día 8 de este mes en la tarde, pero eso no es lo que quieres escuchar, esta alma es un poco especial, la seguiste porque será parte de tu familia algún día, las almas son escogidas un año antes de nacer como una persona además tenía otras formas, tus amigos querían saludarte, pero no tenían tiempo, si no funcionaba yo iba a ir directamente hacia ti.
-Espera, ¿Amigos? ¿Hablas de mi equipo? ¿Acaso puedo verlos?
Trague saliva mientras intentaba no gritar o faltarle al respeto. Aquellas últimas palabras las dijo con preocupación, todo lo demás lo había dicho como si fuera una pequeña broma, pero no sentía que fuera así.
-Bueno, creo que dije de más... ya no importa, ahora debes irte, si permaneces mucho tiempo aquí podría ser que ya nunca puedas regresar al mundo terrenal.
-¿Qué quieres decir, donde estamos ahora?
-En el mundo espiritual, ups, ya nos veremos en otro momento, Roe, que las gemas te guíen y te protejan.
Eco me sonrió y en ese instante todo volvió a oscurecerse, no pude decir ninguna sola palabra solamente sentí su magia desaparecer al mismo tiempo que la oscuridad me rodeaba, el ambiente cambio al poco tiempo, las paredes desaparecieron, comencé a caminar mientras me preguntaba dónde estaba, así pronto mis manos se encontraron con un árbol, busque entre la oscuridad y encontré plantas en el suelo, no podía ver nada, pero seguí avanzando, hasta que llegue a una luz, sin darme cuenta había vuelto al claro donde mis amigos estaban.
-No me creerán si les cuento lo que me paso esta noche.
Dije mientras sonreía de manera forzada preguntándome que me esperaba durante el resto del viaje, solo estaba seguro de una cosa.
-Al menos ahora sé cómo podemos escapar de este lugar.
Hable caminando hacia mi mochila para abrirla y encontrarme con la brújula del duque Fernández, la cual apuntaba hacia las 11, manteniendo siempre su posición.
-Quiero dormir...
Suspire más aliviado.
Hola a todos, uf, increíble que llegáramos al capítulo 10, como pasa el tiempo, ya entramos al segundo tercio de la historia, este capítulo creo que fue pesado lleno de Lore.
Espero de corazón que hagan varias teorías, jaja porque si no sería muy aburrido, poco a poco el libro va avanzando, más cosas se pondrán bien feas este segundo tercio, asi que esperen actualizaciones.
La niña del bosque: un alma recién nacida que guarda cierto parecido con el protagonista, sin embargo aún desconoce de su parentesco, aunque creo que la pregunta sería diferente, ¿Quienes creen que sean sus padres?
Gracias por leer este capítulo, sin más me despido, que las gemas los guíen y los protejan.
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