Capítulo 5: La ceremonia del caos



Avance ante la multitud mientras escuchaba las trompetas marcando la llegada de los representantes del imperio, a pesar de ser alto habían muchas personas delante de mi evitando que viera correctamente.

–Dejen ver.

Susurre mientras intentaba ver entre la multitud, aunque no era el único, entre los que querían ver a los representantes del imperio se encontraban tres Atradishes los cuales se habían subido sobre el hombro del otro para que al menos uno pudiera ver, ahora envidiaba a Mateo con su metro noventa era más alto que yo.

–Ja, ja, ja, parece que tenemos los mismos problemas amigo mío.

Escuche a mi lado haciéndome girar mi cabeza reconociendo la voz mire también hacia abajo, era casi como un niño, ojos añiles en un característico cabello verdoso peinado hacia atrás, portaba una armadura azul finamente decorada marcando su estatus como escudero a punto de ascender a caballero, así es con su metro veinte no era un niño, era un Atradishe, era Lucas File el tercero de mis amigos caballeros aquí en Paradise.

–No te cargare en los hombros si eso buscabas.

Suspire haciéndole una pequeña broma, provocando que el sonriera en respuesta.

–No le pediría algo así a mi señor, se lo pediría a Sebas probablemente.

Dijo algo pensativo antes de negar con su cabeza.

–No, creo que él se enojaría conmigo, después de todo soy el de menor rango.

Los Atradishes eran una especie muy similar a los humanos, pero con diferencias considerables, su baja estatura y en parte su debilidad natural, no eran como los enanos, pues eran más débiles, tampoco parecían pasar por una fase adulta pues siempre parecían quedarse en una pre adolescencia perpetua, sin embargo, aquí en Paradise su número era considerable, asique habían muchos en la población, incluso caballeros ígneos que se graduaban siendo Atradishe, Lucas había superado las adversidades y logro pasar de escudero a hoy ser reconocido como caballero.

–No te sientas menos por ello, llevas dos años intentando que te respeten.

Hable empezando ambos a caminar hacia el frente yendo a los asientos que tenían preparados para nosotros.

–Más bien tengo toda mi vida deseando un poco de respeto.

–Bueno te has ganado el mío, eres de los pocos que pueden seguirme el paso.

–Eso es un cumplido, porque nadie puede realmente seguirte el paso, bueno solo Erika, Santiago, Sebastián y el presumido de Baal.

–No olvides a Roberto, la otra vez me dio un golpe que si me dolió.

–Roberto también es un Atradishe... pero es distinto a mí, aunque sabes algo Roe, me alegra no haber terminado como jinete de oveja.

Me hablo suspirando tranquilo mientras llegábamos con los demás. Santiago nos recibió nos llamó sacudiendo sus manos, efectivamente nos había tocado junto a ellos.

–Vaya Roe, si te tomaste tu tiempo, parece que pasaste un rato con la señorita Mary.

Rebelo Santiago haciendo que Lucas empezara a seguirle el juego.

–No pierdes el tiempo Roe, ahora que te harán capitán de tu propio escuadrón tendrás todo lo necesario para formar una familia, no como yo un simple plebeyo quien es el primero en de su familia en alcanzar el rango de caballero.

Hablo haciéndose el dramático con su voz exagerando los movimientos de sus manos.

–Si fueras actor, te mueres de hambre, Lucas.

Respondió Sebastián haciendo que Santiago empezara a reír a carcajadas, incluso a mí se me escapo una risa, mientras Lucas se sonrojaba enojándose levemente.

–Menos mal escogí ser caballero.

Soltó un leve suspiro mientras yo le daba unas palmadas en su espalda disculpándome, en ese momento la fanfarria llamo mi atención haciéndome mirar haca mi izquierda, pues los representantes ya estaban por subir al escenario.

–La familia del señor del fuego actual, Lucios Blacksun, así como su hermano Alastor Blacksun y su hija Ema Blacksun, escuche que ella ya es una duquesa y ostenta el nivel 30.

Pronuncio Sebas con seriedad y voz baja, ante las últimas palabras el mismo Lucas se sorprendió subiéndose sobre su silla para mirar mejor, mi mirada se centró en aquella familia que dirigía Runus y por tanto también Paradise, los tres portaban un cabello color vino, lucios quien iba al frente era el líder supremo de la rebelión, no tenía el título de rey sino de señor del fuego, era un hombre delgado con una barba discreta y de rostro alargado, su cabello era largo y bien peinado, unos ojos violetas brillantes, vestía con un uniforme elegante que parecía mas de un diplomático, aquello ocultaba su estatus como noble guerrero más sabiendo que era uno de los caballeros ígneos más fuertes, superando incluso a Igor.

Detrás avanzaba un hombre un poco más grueso, pareciente tener un físico envidiable, un caballero ígneo de una armadura negra, cabello corto y una barba de candado, así como unos ojos morados cansados, el hermano menor de Lucios y gran general de las tropas de Runus, Alastor, considerado por muchos como el caballero ígneo más fuerte. Junto a él se encontraba su hija, una joven de cabello negro sujeto por una diadema que formaba un gorro, sus ojos eran morados como los de su padre pero los cuales mostraban cierta curiosidad, era notablemente joven, pero una prodigio en la magia, ella portaba un vestido de campana de color morado y blanco.

Ellos tres fueron recibidos por Hilgo Burrows el alcalde de Paradise, un Atradishe de cabellos castaños y ojos azules quien portaba un esmoquin elegante y un par de lentes, no parecía alguien amenazante, pero su puesto se lo había ganado y eso muy pocos lo refutaban.

Mientras, detrás de ellos escoltados por dos caballeros dragón montados por sus dragones, el primero un gran dragón esmeralda con alas moradas sin cuernos avanzaba a paso lento siguiendo las ordenes de su jinete, mientras que detrás se encontraba un dragón amarillo con manchas moradas, el cual poseía varios cuernos de los cuales dos se doblaban imitando los de un carnero. Detrás seguían le seguían una fila de caballeros dragón sin sus monturas mientras a su derecha había otra fila, pero de caballeros ígneos.

–Esos son los representantes del imperio, ¿Roe los reconoces?

Me pregunto Santiago colocando su codo sobre mi hombro, por lo cual negué con mi cabeza.

Pero mentía, pues si los reconocía, el primero y representando a los nobles, Héctor Spencer, un duque importante del imperio, era un hombre de complexión delgada y siniestra con un largo cabello castaño vistiendo ropas verdes oscuras elegantes, así como unos ojos muertos de color azul cielo, él era el actual mago de la corte del emperador, el siguiente representaba el ejército, también era un hombre de edad avanzada, de cabello castaño claro con una armadura esmeralda destacando su cuerpo musculoso, sus ojos eran almendrados y afilados, al contrario este era un caballero dragón, el más poderoso, Sindry Abysing, duque de Ala baja y general supremo de los dragones del norte.

– ¿Dónde está el emperador? Solo puedo ver una niña entre los representantes.

Hablo Lucas intentando trepar sobre Sebas para ver mejor, arquee mis cejas pero no pude ver nada, solo hasta que subió al escenario haciendo que abriera mis ojos. No era el emperador.

–No parece que sea Gabriel.

Hablo sebas refiriéndose al primer príncipe heredero, sin embargo este era distinto, un joven atlético vistiendo ropas elegantes de un verde oscuro con dorado, sobre su cabello blanco se encontraba una tiara con una esmeralda en su centro, su rostro era atractivo bastante afeminado y de ojos plateados.

–Así es, él es Bernan S máximos, el segundo príncipe...

Respondí preguntándome porque estaba aquí en lugar de su hermano o el mismo emperador, antes de que pudiera empezar a cuestionarme el príncipe hablo dirigiéndose hacia la multitud.

–Muchas gracias por recibirnos pueblo de Paradise, esté día escogimos esta hermosa ciudad para terminar la guerra, fue dijo llegar a un acuerdo, pero tras una discusión se acordó que, el tratado debía firmarse en la última nación que se enfrentó al imperio en batalla, la unión de ducados de Paradise.

Su voz se escuchó fuerte y claro, parecía usar magia para transmitirla, mientras miraba escaneando la multitud antes de sonreír.

–Se preguntaran ¿Por qué un joven príncipe que no es el primogénito ni el emperador está aquí? La respuesta es simple, Aldred IV Máximos, el emperador numero veinticinco y mi padre, ahora atraviesa una grave enfermedad, espero que pronto se recupere, mientras se me ha ordenado cumplir como heredado al imperio y representarlo con honor.

Explico haciendo una reverencia ante el pueblo antes de dar media vuelta y caminar hacia lucios, ambos líderes estrecharon sus manos en señal de igualdad y amistad, así la ceremonia dio inicio.

Tanto los representantes del imperio como los de la rebelión tomaron asientos, entonces un orador subió y empezó a hablar.

– ¿Los graduados podrían ponerse de pie?

Curiosamente aun no habíamos sentado, pero era claro que no podríamos hacerlo ahora.

–Cielos otra vez este tipo.

–Odio sus discursos.

–Además pide que nos quedemos parados

Escuche las voces de los demás estudiantes. Así empezó su discurso, el cual explicaba algunas cosas que todos sabíamos.

La guerra entre el imperio y la rebelión había comenzado hace 108 años, el 18 de octubre del año 397 inicio la guerra a causa de un altercado del imperio contra el guardián de la gema del fuego, Alan Fleur. Los detalles no están muy claros, pero se sospecha que el imperio traciano al Fénix de ese tiempo, ese día la ciudad de Coblenza fue completamente destruida causando que el ejército de Runus guiados por el Fénix se revelaran contra el imperio, así nació la rebelión e inicio la guerra, al inicio la guerra todos pensaban que sería algo sencillo para el imperio, pero no ganaron ninguna de las primeras batallas. La situación empeoro cuando Paradise igual se revelo, cada vez la guerra fue alargándose más, ningún lado pretendía aceptar las condiciones del otro. A si fue como los meses de guerra se convirtieron en años, los años se convirtieron en décadas, cada intento de terminarla acabo empeorando las cosas.

Muchas vidas se perdieron durante esta guerra, conocimientos, tradiciones, familias, aldeas, ciudades, todas el imperio temía que apareciera la bandera del ave en llamas a las afueras de sus ciudades, pero temían aún más que estuviera acompañada de un brillo carmesí, pues el fénix siempre acampanaba a su ejército, dos Fénix han gobernado a la rebelión, mientras tres emperadores murieron durante esta guerra.

–También soy un Fénix...

Dije susurrando mientras empuñaba mis manos.

– ¿Cómo es posible que haga eso...?

– ¿¡QUE!?

Exclame al escuchar la voz de Santiago en mi oído. Asustado di media vuelta casi de inmediato.

– ¿Qué pasa Roe? ¿Por qué tan nervioso?

Me pregunto Santiago sonriendo y hablando en un tono bromista.

–Mira a mi derecha, y también Lucas.

– ¿Yo que?

Lucas miro hacia la derecha de Santiago al igual que yo entonces vimos a Sebastián, al igual que nosotros él estaba de pie, pero era diferente, tenía los brazos cruzados y los ojos cerrados.

– ¿Parece que está pensando?

Dijo Lucas mientras yo miraba más de cerca.

–No está pensando... Ja, ja, ja, él está...

–Zzzzzz...

En ese momento escuchamos un leve ronquido junto con un poco de baba saliendo de su boca.

– ¿Se durmió?

Preguntamos ambos incrédulos al mismo tiempo.

– ¿Cómo es posible que pueda hacer eso?

–Desafía todo lo que conozco.

–... Es la primera vez que lo veo hacer eso y eso que soy su hermano.

Esto había hecho que nos olvidáramos ligeramente de la ceremonia, hablaron varias personas a lo largo de la ceremonia, incluso escuche el emotivo discurso del duque Fernández.

Pero la ceremonia se vería interrumpida.

***

Había pasado una hora desde que inicio la ceremonia, el cielo nocturno estaba repleto de estrellas y la luna era claramente visible, la música sonaba y daba un ambiente festivo, en el escenario habían unas bailarinas con vestidos largos y coloridos interpretando una danza típica de la zona de Miss, era un momento tranquilo para todos. Lucas y Rohei conversaban un poco en voz baja, Santiago le hacía bromas a su hermano quien aún dormía.

–Dígame joven príncipe ¿disfrutas del espectáculo?

–Sí, bastante.

El príncipe Bernan respondió con una gran sonrisa al cuestionamiento del alcalde Burrows.

– ¿Cómo no disfrutarlo? Tienen mujeres muy hermosas en esta región ¿no es así joven Bernan?

Hablo el general Sindry en un tono un poco juguetón provocando que algunos es esa mesa se rieran levemente, excepto Lucios quien tenía una expresión seria y preocupada, constantemente miraba a los lados.

–Paladín Fernández.

Lucios hablo al duque Fernández evitando sospechas de cualquiera de los presentes. Ante tal llamado el duque Fernández no perdió ningún segundo en acercarse.

– ¿Qué ocurre señor?

– ¿Sientes eso? Esa presencia extraña ¿La sientes?

Al escuchar esa pregunta el duque Fernández quedo en silencio por un momento para luego asentir.

–Ya veo... pon en alerta todos los soldados y prepárate por si acaso.

El duque Fernández se apresuró a cumplir con el mandato de Lucios sin dudar. Ambos ocultaban sus dudas del público.

Fue en ese momento donde todo comenzó, el cielo se llenó de nubes negras las cuales se arremolinaban en la punta de la torre de Paradise, la nube cubrió todo Paradise en cuestión de segundos. Todos estaban temerosos mientras los jóvenes aspirantes a caballeros se levantaron mirando hacia los lados sin saber lo que ocurría.

–Algo se acerca.

Dijo Sebas mientras miraba hacia el cielo, las nubes empezaron a brillar mientras sus truenos centellaban rigiendo provocando el pánico en los dragones, el viento soplaba con fuerza arrancando algunas ramas y decoraciones preocupando más a las personas.

– ¡Cálmense todo está bien!

Exclamaron los soldados intentando calmar a la gente, las bailarinas bajaron del escenario asustadas.

–Sebas... ¿Qué crees que esté pasando?

–N-no... no sé, parece ser un hechizo, pero no detecto magia de viento o algún elemento relacionado...

Sebas, al igual que muchas personas él era capaz de detectar magia de cualquier tipo cosa que no era muy común, solo uno de cada cien era capaz de hacerlo.

–Hermano... ¿sientes magia?

–No...

***

En ese momento, todos sentimos una presión aplastando nuestros espíritus, no podía moverme, ninguno parecía poder hacerlo, era más que eso, era un miedo estremecedor. De repente las luces mágicas se apagaron dejando la plaza a oscuras, las mujeres gritaron junto con los niños, solo fue el inicio, siete rayos cayeron sobre el centro del escenario uno tras otro el general Sindry se levantó alejando al príncipe Bernan para protegerlo.

Cuando los rayos dejaron de caer todas las luces de la cuidad se cubrió en tinieblas, solo los rayos iluminaban la ciudad de vez en cuando, las personas estaban tan asustas que ninguna era capaz de moverse.

Nadie decía ni una sola palabra, intente llevar mi mano a mi espada pero Blood Warrior me lo impedía, mi propia magia me advertía no moverme.

–Tienen razón en temer...

Todos escuchamos, en ese momento un relámpago ilumino la plaza por completo revelando una silueta al centro del escenario justo donde habían caído los rayos, estaba completamente cubierta por una túnica gris que ocultaba sus rasgos físicos en especial su rostro.

–Veo que solo saben hablar tonterías.

Todos escuchamos claramente era una voz juvenil que casi parecían encantar los oídos, pero nos causaba un gran temor.

–...Arh...

Logre colocar mi mano sobre la empuñadura de mi espada, pero mi cuerpo no dejaba de temblar, sentía que mi corazón se saldría de mi pecho, mis compañeros no estaban mejor, todos tenían el miedo marcado en sus rostros.

– ¿Quién... demonios eres tú?

Detrás de la mesa de los invitados salió el señor Héctor preguntando lleno de miedo.

–Esa no es una pregunta que se deban hacer ahora.

Aquel hombre miro levemente hacia representante y luego hacia el público.

–Ahora les preguntare ¿Por qué dicen tal estupidez como "alto a la guerra"?

Su voz nos paralizo, ninguno podía decir nada o replicar.

–Así me gusta, guarden silencio ante la verdad absoluta, la paz no significa nada si no aplastan a su oponente, si no destruyen su capital ¿de que sirvieron tantos años de guerra? ¿Tantas vidas perdidas? ¿No quieren venganza?

Todos lo miramos con temor, muchos debían estar de acuerdo, pero la mayoría ya estaba cansados, las madres abrazaron a sus hijos tapándoles los oídos para no escuchar a ese hombre.

–Parece que te contradices a ti mismo...

Hablo Lucios mientras se levantaba y avanzaba hacia el hombre.

–Pero sería bueno que nos dijeras tu nombre.

Al escuchar lo que Lucios había dicho el hombre comenzó a reír sarcásticamente mientras giraba hacia Lucios confrontándolo.

–Soy aquel que ha visto la verdadera luz, aquel que sabe la verdad, por eso me han de llamar "el iluminado", el ser más fuerte de este mundo.

Su voz estaba llena de convicción y arrogancia.

– ¿No querrás decir el ser más loco de este mundo?

Escuchamos todos como si fuera un rígido, el príncipe Bernan logro superar aquella presión aplastante y mantenerse frente al "iluminado".

–El príncipe del imperio... seguramente debes creer que todos están bajo tu merced, será mejor que lo olvides, incluida tu libertad.

El "iluminado" levanto su mano derecha hacia el príncipe Bernan, justo en ese momento comprendí que era esta presión que sentíamos, era miedo, un miedo de lo más primitivo, cuando levanto su mano derecha hacia el príncipe Bernan el miedo empero, todos aquellos que no tenían nivel cayeron de rodillas.

–¡¡¡ATAQUEN!!!

Gritaron los soldados del imperio mientras se lanzaban en un ataque desesperado, también ambos caballeros junto a sus grandes dragones se lanzaron al ataque.

–Basura... [Caigan ante las pesadillas]... Aura sombría.

Una onda negra avanzo hacia los soldados golpeándolos, en ese momento la mayoría de ellos cayeron de rodillas temblando de miedo, el resto cayo desmallado con los ojos en blanco, el caballero del dragón de manchas moradas cayo de rodillas junto a su montura, solo uno permaneció de pie, era un caballero dragón de elite del dragón verde, él y su compañero retaron a aquel ser.

– ¿Eso es lo mejor que tienes? ¡Soy uno de los aspirantes para convertirse en un señor de los dragones! ¡¡Para mí no eres más que un montón de basura!!

Grito reuniendo todo su valor en su corazón, dio la orden a su dragón de atacar abriendo sus enormes fauces contra el iluminado, su garganta se ilumino antes de expulsar un aliento eléctrico disparando contra el hombre.

–Silencio, [Desgarra el cielo, atraviesa el corazón del mundo, has que un nuevo mundo renazca]

Pronuncio el hombre iniciando un canto tan rápido que apenas pude escuchar, mientras el aliento del dragón lo rodeaba sin hacerle casi ningún daño.

–Ragnarok.

Un destello alumbro la plaza cegándonos, mientras solo nuestros oídos escucharon el llanto de un dragón agonizante, cuando la luz desapareció vimos el dragón esmeralda caer al suelo sin vida con un gran agujero en su pecho, el caballero miro con dolor como su compañero había sucumbido ante aquel misterioso hechizo.

– ¡Bastardo!

Exclamo el caballero dragón, tomo su lanza con odio poniéndose de pie y abalanzándose contra el iluminado.

–Solo eres un humano, tú eres la basura... [Abandona tu alma].

Una presencia aún más sombría nos rodeó, aquel canto que comenzó aterraba nuestras almas.

– [Deja de latir corazón inservible].

Sebas apretó su cabeza mientras sus lágrimas empezaban a escurrirse.

–No puede... no puede ser...

– ¡Hermano!

Sebas cayó de rodillas, Santiago intento levantarlo, pero el resto estaba viendo hacia el escenario.

– [Deja tus sentidos y descansa por toda la eternidad].

Los últimos versos fueron recitados y el hechizo fue terminado.

–Muerte.

En ese instante todo se detuvo, el viento ceso, los rayos se detuvieron. El caballero dragón se detuvo súbitamente con su lanza a pocos centímetros del iluminado, su rostro se distorsiono mostrando mucho dolor, entonces sus ojos se volvieron blancos, súbitamente cayó al suelo sin moverse más, ya no respiraba, su piel se puso pálida.

Aquel caballero había muerto.

El hechizo prohibido "Muerte" arrebataba la vida de su víctima, un hechizo de nivel 5 el más alto nivel de magia.

Todos sabían el significado, todos estábamos petrificados.

– ¿Lo ven? Solo son basura ¡este mundo es solo para mí solo para los que me siguen! ¡Uniré todas las naciones en una sola!

El iluminado nos miró a todos con desprecio.

–¡ÚNANSE A MI NA...!

Una espada atravesó la espalda del iluminado, la presión desapareció casi de inmediato.

Una persona había resistido el miedo por completo, él fue capaz de acercarse lo suficiente como para asestar un golpe.

–Parece que te olvidaste de mí.

Era el duque Fernández.

El iluminado ahora estaba paralizado no parecía poder moverse.

– ¿Crees que... una simple espada acabara conmigo?

Cuestión con rabia girando su rostro para ver al duque Fernández.

–Mírate ser supremo.

Se burló de él empujando su espada enterrándola más en aquel ser, el cual escupió un líquido negro de su rostro.

Nivel 60, aún más fuerte que el defensor de Horizon, el paladín Jonathan Fernández parecía haber acabado con la amenaza.

– ¿Ser supremo? solo eres otro loco con una gran ambición.

Pregunto el duque Fernández mientras hacía que el iluminado se arrodillase sobre el escenario.

– ¿Qué puedes saber tú de la luz? ¡Solo estas envuelto en sombras!

Exclamo con enojo haciendo que aquel ser cayera al suelo mientras la espada se enterraba profundamente en la madera, con su pie aplasto el cuerpo del iluminado, mientras un líquido negro mancaba el suelo y las prendas.

–Un ser de oscuridad no vale nada... he matado muchos como tú.

Suspiro el duque Fernández secando su sudor antes de soltar su espada.

–...Tal vez... sea cierto...

El iluminado hablo con mucha dificultad, mientras seguía en el suelo.

–Pero... yo no soy humano...

Al susurrar estas últimas palabras la túnica se volvió humo evaporándose en el aire, dejando únicamente la espada clavada en el suelo. El ambiente que quedo era silencioso, frio, nuevamente las luces se encendieron, la tormenta se detuvo y las nubes se dispersaron haciendo que el calor de verano regresara.

Todos aún estaban aturdidos por el suceso, nadie decía ni una sola palabra.

– ¿¡Ven esto!?

Exclamo el duque Fernández atrayendo la atención de todos los presentes.

– ¡Esta es la razón por la que debemos estar unidos ahora! ¡Hay amenazas en este mundo por las cuales debemos unirnos y enfrentarlas!

Su voz resonó en todos nuestros corazones.

– ¡Ahora más que nunca necesitamos estar unidos! ¡Aliados!

Las personas se levantaron una por una, todos dirigimos nuestra visión hacia el duque Fernández.

–Siempre han pensado que somos la especie más débil... ¡pero es mentira! ¡Ahora somos la especie más poderosa en todo Safaia! ¡NO NOS INTIMIDAREMOS ANTE NADIE!

Una llama se encendió en cada uno de los soldados, su estado ardió como el fuego.

El duque miro a los representantes de la rebelión y el imperio.

–Ya no somos una rebelión, somos una nación más... y como la nación que somos ambas debemos apoyarnos.

Lucios Blacksun, Hilgo Burrows, Bernan S Máximos, Sindry Abysing, los cuatro asintieron sin dudar.

La ceremonia continuo, nos graduamos como caballeros, se firmó el tratado de los imperios gemelos, la rebelión del oeste se transformó en la "teocracia de Runus" y nosotros la rebelión del este nos convertimos en la "unión de ducados de Paradise". Dos nuevas naciones unidas habían nacido.

Aun así había un miedo que todos compartían.

"–Uniré todas las naciones en una sola–"

Parecía que el iluminado quería declarar una guerra en contra de todas las naciones. Solo dos pudieron levantarse contra él, los demás estaban demasiado asustados como para moverse, además tuvo el descaro que matar a una persona frente a toda una multitud y así mostrarnos su poder.

Un día de celebración fue arruinado, nadie continuo con la fiesta después de que la ceremonia acabara.

Porfin la guerra más larga de Ershia llego a su fin el día 6 de junio del año 505,pero el futuro se encontraba envuelto en tinieblas.

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