Capítulo 30: Por un futuro mejor.
Me encontraba en mi habitación sentado sobre la cama, extendiendo un gran mapa de Paradise pero, pero no era lo que necesita, pues no me mostraba gran parte del centro del imperio, y eso era lo que necesitaba para trazar una ruta adecuada.
–No encuentro nada... hermanito, me puedes repetir que estoy buscando.
Pregunto Lucy haciendo que yo mirara hacia ella, estaba sentada junto a la cama cubierta hasta el cuello de los mapas y libros que le había entregado.
–No te dije que buscaras, te pedí que lo acomodaras.
Respondí sonriéndole levemente pues me hacía gracia, cuando escucho mis palabras ella saco su lengua sonriendo torpemente dándose cuenta de su error.
–Bueno, creo que empezare a guardarlos ahora, después de todo no les entiendo.
Comento dándole vueltas a un mapa intentando comprenderlo mientras caía de espaldas sobre otros documentos haciendo que algunas hojas volaran.
–Tendrás que aprenderlo con el tiempo, pero te iré enseñando poco a poco.
Dije haciendo que ella sonriera, levantándose de inmediato con un pergamino sobre su cabeza, sin embargo, en ese momento llamaron a la puerta, me levante rascando mi nuca, abrí la puerta encontrándome con un caballero quien me miro con desagrado, ni siquiera me dirigió la palabra solo me lanzo un par de documentos a la cara antes de retirarse.
–Que grosero.
Susurro Lucy bastante molesta, mientras yo tomaba los documentos del suelo acomodándolos antes de leerlos, en primer lugar se encontraba la amenaza de Carlos hecha realidad.
– "Baja del caballero ígneo Rohei Castelar"...
Leí mientras entraba, haciendo que Lucy me mirara con algo de dudas, pues no entendía lo que ello significaba.
–¿Qué significa eso hermanito?
Me pregunto llena de preocupación al notar mi semblante preocupado.
–Me expulsaron de la turba, ahora soy un caballero ígneo errante hasta que me acepten en otro grupo.
Le conté sentándome sobre una silla junto a una mesa, comenzando a leer el largo reporte que se me había levantado, tachándome de cobarde pareciendo que sería enviado al general Igor.
–Entonces, ahora estas como el señor Alonso.
Me pregunto con unos ojos grandes y algo llorosos, le sonreí levemente posando mi mano sobre su cabeza acariciándola suavemente.
–No, él sí tenía trabajo, lo bueno es que no tendré que preocuparme por ello.
Dije soltando un suspiro dejando aquel documento a un lado, encontrándome con los siguientes, los cuales hablaban sobre mi escuadrón y sus bajas, igual tenía un informe sobre el estado del general Igor, el cual había sido herido de gravedad encontrándose en recuperación.
–Seguro.
Comento tomando uno de los documentos, lo leyó antes de abrazarme con fuerza y sin razón aparente.
–¿Pasa algo Lucy?
Le pregunte algo confundido ante lo cual ella me miro con ojos húmedos llenos de tristeza.
–¿De verdad Sebas, Santi y Lucas murieron?
Me pregunto Lucy completamente preocupada por mí, ante lo cual asentí respondiéndole el abrazo con algo de tristeza.
–Así es, los voy a extrañar mucho, los vengare y traeré a Erika y a Mary de regreso.
Le respondí con seriedad ante lo cual ella me miro negando con su cabeza.
–Primero se rescatan a las doncellas luego se acaba con el malo hermanito.
Sonreí ante sus palabras asintiendo, aunque no sabría si me encontraría con ellos alguna vez, pero estaba seguro que derrotaría a Emma cuando la volviera a encontrar.
–Aunque los malos son muy fuertes.
Le comente guardando los documentos pues no me servirían de nada, sin embargo al decir esas palabras una risa se escuchó.
–Entonces solo debes hacerte más fuerte joven Roe.
Hablo la señora Gertrudis entrando por la puerta cargando algunos pergaminos en su brazo izquierdo, mientras el derecho se encontraba reposando junto a su pecho encontrándose vendado.
–Señora Gertrudis, ¿ya se encuentra mejor?
Hablo Lucy corriendo hacia ella, haciendo que la señora le sonriera inflando su pecho.
–Hará falta masque magia para matarme, no por nada soy nivel 30.
La señora Gertrudis le respondió con gran orgullo, sonriendo de oreja a oreja, me sorprendía verla tan sana y con tanta energía, aunque igual me preocupaba.
–Dime que te ha traído aquí, deberías estar descansando.
Hable con seriedad, ante lo cual ella me miro de la misma forma.
–Debería decir lo mismo contigo señorito, sin embargo, me levante porque necesitaban una mano, y justamente tengo una que no está rota.
Comento la señora Gertrudis mirándome con una sonrisa señalando los pergaminos.
–Así que mejor venga conmigo, el señor le dará una de las salas para que organicen su viaje.
Sus palabras me sorprendieron, pero no me dio tiempo de responder pues ella salió de la habitación, haciendo que me levantara y junto a Lucy le siguiéramos. Llevándonos a una sala del ala norte, donde un par de sillones rodeaban una mesa baja, ahí la señora Gertrudis coloco los documentos los cuales note al instante, tome uno abriéndolo y encontrándome con un mapa del centro de Ershia, no solo el, los demás también contenían la información que buscaba.
–Y no se le olvide esto.
Comento sacando una brújula de su bolsillo.
–Una brújula, nos será muy útil.
Dije tomándola y viendo como esta no apuntaba al norte, si no al este.
–Jajaja, esa no es una brújula normal, es una brújula mágica, apunta hacia la gema más cercana, es decir hacia Crescend.
Mis ojos se abrieron completamente sorprendido al escuchar su funcionamiento, pues siempre podríamos llegar a aquella ciudad si nos perdiéramos, eso sumado a mis conocimientos haría que pudiéramos recuperar el camino rápidamente.
Estaba más que feliz por esta ayuda que el duque Fernández nos proveía.
***
–Rohei, es bueno ver que estas bien.
Hablo Mateo mientras me levantaba para saludarle.
–Igualmente, gracias por aceptar la invitación.
Al decir esto estreche su mano.
–Después de todo no podía dejarlos a ustedes tres ir solos.
Como siempre la voz de Mateo era bastante calmada, aunque parecía haber dejado de ser sarcástico o tal vez era porque ahora estaba tranquilo, cualquiera que fuera la razón realmente no me importaba, podía confiar en él cómo nuestro mago.
–Entonces contamos con tus hechizos.
Asintió tranquilamente mientras Luna, Josef y también Lucy se acercaban a mí.
–Bien Rohei, ¿Cuál es tu plan?
Me pregunto Josef tranquilamente mientras se sentaba en una de las sillas.
–Vengan aquí para explicarles mejor.
Dije haciendo que todos se acercaran a la mesa donde ya teníamos extendido un gran mapa del centro de Ershia.
– ¿Qué es?
Pregunto Mateo un tanto confundido mientras Carole traía algunos bocadillos hacia la mesa central colocándolo sobre un espacio libre.
El mapa en cuestión era desgastado y viejo parecía ser de antes de la guerra con el imperio, además de eso tenía muchas rutas comerciantes conectando cada una de las ciudades dentro y fuera del imperio.
–Un viejo mapa de Ershia... el señor les presto este tesoro para que puedas pensar bien tu plan.
Mientras Carole decía estas palabras yo observaba cuidadosamente el mapa, en ese punto pude ver más allá de Lise el ducado más al sur Paradise, pude ver un camino que cruzaba la cordillera Azrael, llegando a una aldea entre las montañas, para luego continuar hasta una ciudad imperial que aún existía hoy en día.
–Carole... ¿aún existe ese camino?
Hable señalando hacia el mapa.
–...La aldea fue destruido y el camino está abandonado, si existe pero es casi imposible atravesarlo con monturas debería funcionar, por suerte coco está bien por si preguntas.
Me respondió Carole mientras miraba hacia el mapa y parecía recordar.
–Menos mal, entonces los demás podríamos ir en caballos ya que nadie más tiene faisanes terribles.
Menciono Josef mirando igualmente el mapa con mucho interés, al escuchar esas palabras Carole pensó levemente.
–Sin embargo hay que tener cuidado, esas montañas poseen una energía muy oscura, asique nos enfrentaremos a monstruos algo más agresivos.
Quien dijo esas palabras no fue Carole, había sido Luna quien se unió a la discusión aportando otra idea.
– ¿Cómo lo sabes Luna?
Pregunte algo confundido pues no sabía ese hecho, ella suspiro mientras parecía pensar un poco para luego explicar.
–Lo aprendí con las espadas blancas, ellos me comentaron sobre los lugares de energía oscura en Ershia, el bosque de las almas y la cordillera Azrael son especiales, en el pasado estuvieron habitados por reinos elfos y reinos drows, tras la purga imperial estos se volvieron lugares malditos, así que tendremos que tener mucho cuidado, aun así la cordillera Azrael es mil veces más segura que el bosque de las almas.
Elfos y Drows, dos razas extintas muy similares entre sí, en el pasado poblaban gran parte de Ershia, sin embargo, pero el imperio había llegado a considerarlos como barbaros y acabaron siendo exterminados por órdenes del emperador Trend Máximos. Era consiente de las historias las cuales mencionaban el uso de magia siniestra por estas dos razas, así como las leyendas que pululaban entorno a ambos lugares.
–Eso no sería tanto problema, es probable que en ambos lugares a un existan tótems que dificulten el paso a muchas personas, así que siempre y cuando veamos donde pisamos, estaremos bien, además ya hubieron personas viviendo en esas zonas, seguro las historias de la cordillera Azrael solo se trata de cuentos para asustar a los soldados y no crucen la montaña.
Hablo Mateo entrando en una leve discusión con Luna, la cual yo no entendía pues no conocía mucho de ese tema, la verdad nunca fui bueno con la magia incluso ahora solo cuento con un puñado de hechizos, sin embargo, de estrategias militares si sabía, sabía que asustar psicológicamente al enemigo era una forma de ganar la guerra antes de que empezara.
Mire hacia la ruta marcada en el mapa, si existía un camino seguramente aun seria visible, pero no significaba que fuera seguro, sería difícil pero era nuestra mejor oportunidad, lo más importante era no acercarnos mucho al bosque de las almas.
–Tengo un plan...
Dije mientras me acercaba al mapa.
–Usaremos todo lo que me han dicho, usaremos los caballos, a como veo tardaríamos tres días en llegar a Lise y dos más en atravesar la cordillera y llegar a un pueblo imperial, como máximo tardaremos dos semanas de viaje... será mejor pasar nuestra primera noche en miss, luego usar Lise para reponer suministros antes de partir hacia el imperio.
Hable trazando un plan rápidamente señalando los caminos que aun existían para hacerlo más fácil y no sobre esforzarnos.
–De hecho podrían tomar un barco para ir hasta miss, así ahorrarían un día completo de viaje.
Comento ella haciendo que asintiéramos, no era una mala idea viajar rio arriba.
–Usar caballos... realmente no me agrada mucho... por otro lado están los monstruos...
Respondió Mateo mientras miraba la ruta.
–Goblins, hellhounds, Belmodars, lobos plateados, carroñeros... babosas gigantes, limos, raptores errantes, grifos salvajes, ogros, trasgos, trolls, ettins, minotauros, Faugas, polillas gigantes, murciélagos espada y como olvidar a los casi nunca vistos, los "cosechadores", y como es zona de montaña deberemos de cuidarnos de los dragones.
Hable mencionando a la mayoría de monstruos que podríamos encontrarnos en el camino a la cordillera Azrael, realmente seria duro enfrentarnos a un grupo de monstruos mientras estamos cabalgando, tal vez sería mejor dejar escapar en la mayoría de las ocasiones.
–Parece que podríamos enfrentarnos a muchos monstruos en el camino, creo que Rohei y yo tendremos mucha presión sobre nosotros.
Josef con preocupación pues tenía razón, nosotros dos éramos los principales atacantes, Josef a media distancia protegía a mateo mientras yo atacaba de frente, pero esta ocasión era diferente pues al menos una vez me había enfrentado a uno de eso monstruos, menos aún cosechador, la verdad ni siquiera sé cómo se ven, pero se dice que son muy raros y peligrosos, aun así cabía posibilidad de que nos encontráramos con uno y eso podría significar nuestro fin. Sin embargo un dragón era más peligroso, son más comunes que los asechadores, con la capacidad de lanzar fuego o conjurar hechizos, además de volar era difícil dañarlos, pues su armadura era demasiado dura, solo bastaba con ver todo lo que mi escudo había resistido, siendo hecho a partir de la escama de un gran dragón plateado, aunque era probable que alguien más se lo haya quedado.
Solté un suspiro, ya con eso teníamos casi todo listo.
–Con esto tenemos una ruta trazada, solo faltaría escoger el equipo que necesitaremos, ¿alguna sugerencia Carole?
Dije mientras observaba una vez más el mapa para estar seguro.
–Aunque no lo crean no solo se enfrentaran a ese tipo de monstros... sugiero que lleven antídotos y varias pociones por persona... no hay que confiar mucho en los hechizos, además cada uno debería llevar al menos un arma incluida la joven Lucy quien podría ser el blanco más tentador para la mayoría de los monstruos, especialmente para los más débiles.
Al escuchar la sugerencia de Carole todos asentimos, era algo bueno recibir un consejo.
–Entonces llevaremos el equipo básico...
–Sí, pero les aconsejo que todos lleven cota de malla y una armadura ligera para moverse rápido, lo más importante es proteger sus partes vitales.
Eso era algo más difícil, aunque no sería complicado conseguir algo para que Lucy se defendiera no tenía cota de malla para ella, aunque yo no usaba una como tal, también sé que a Lucy le falta un poco de fuerza para poder cargar una armadura.
–Bueno para mí no es problema, es algo obligatorio para un mago del ejercito llevar al menos una cota de malla en bajo su ropa cuando está en servicio.
–En mi caso yo tengo ambas, así que no será ningún problema.
–Para mí es todo lo contrario, no tengo mi armadura ni mi traje viejo... la verdad no he tenido ningún equipo defensivo en un tiempo.
Mateo, Josef y Luna hablaron uno tras otro dando una respuesta ante la propuesta de Carole, pero realmente no me sentía tan preparado pues no tenía el equipo suficiente.
–Mi armadura se estropeo durante el combate y no sé dónde este mi espada y escudo, pero tengo armas y armaduras de repuesto... pero Lucy no tiene ni siquiera una daga para defenderse.
Hable rascándome la cabeza un poco avergonzado.
–Joven, la espada que usted portaba ese día fue traída por los soldados y su escudo fue recuperado un poco después, Fernanda y yo los estuvimos limpiando por órdenes de la señora, más tarde se los llevare de vuelta a usted... pero respecto a lo demás, creo que aun puedo partir para conseguirle algún equipamiento a la señorita Luna y a la señorita Lucy.
–Si por favor, seria de utilidad.
Dije mientras me sentaba y pensaba si podría necesitar algo.
–Bien, alguien necesita algo más.
–En mi caso creo que una espada de repuesto, la que tengo ya está desgastada.
–Por mi parte... solo una maza.
El dinero sería lo de menos, muchos de los equipos para aventureros son baratos y fáciles de adquirir, pero el equipo defensivo para Lucy era más extraño de ver ya que sería equipos para atradishes.
Mientras yo pensaba mis compañeros terminaron de hacer sus encargos.
–Bien, si eso es todo... ¿Joven Rohei necesitara algo?
Hablo Carole trayéndome a la realidad, al escucharla sacudí levemente mi cabeza para responderle.
–Piedras para afilar, necesitare alguna para darle mantenimiento a nuestras armas.
Dije mientras pensaba un poco, sentía que era lo único que podría necesitar al menos por ahora.
–Ya veo, igual preparare algunas armas extras por si las necesitan.
Carole me dio su punto de vista mientras daba por terminado el trabajo.
–Si eso es todo espero que les haya sido de ayuda, en seguida conseguiré los aditamentos que han pedido.
–Sera mejor que esperes hasta mañana, ahora ya es tarde seguramente todas las armerías ya han cerrado.
Hable interrumpiendo a Carole mientras me estiraba un poco, con esto ya teníamos trazada una ruta, conseguir los caballos no sería muy difícil, pero con esto último parecía que ya teníamos todo listo para ir a un viaje tan largo como el que nos esperaba.
–Eso sería todo.
Mientras decía esas palabras la señora Mónica entro a la sala en la que estábamos acompañada por Belén y Gertrudis.
–Parece que ya han terminado.
Hablo la señora amablemente mientras nos miraba.
–Si es así creo que deberían ir a descansar... Gertrudis, Belén, lleven a nuestros invitados a su cuarto, más tarde les prepararemos una cena.
Como siempre la señora Mónica irradiaba una cálida aura muy diferente a como ella está esta tarde, parecía haber vuelto a ser la misma, eso me alegraba, pero no podía dejar de sentir que Mary faltaba en esta atmosfera, pero...
–Muchas gracias señora, me siento un poco apenada que haga tanto por nosotros, prometo no causarle problemas el tiempo en que me hospede en esta casa.
Luna se levantó y le dijo esas palabras a la señora Mónica mientras se inclinaba en señal de respeto, su tono aunque serio estaba lleno de agradecimiento, así era ella, siempre un poco ruidosa, pero me alegraba tenerla cerca de mi otra vez, después de todo ella es mi amiga.
–Bueno mientras ustedes van a sus habitaciones... Carole me gustaría saber si tienes un mapa...
–Lo tengo, siempre tengo uno de repuesto por si acaso, se lo entregare mañana.
Una vez más Carole me interrumpió dándome una respuesta rápida y sin titubeos mientras volvía a plegar el mapa para guardarlo nuevamente.
–Muchas gracias.
Mientras mis demás compañeros eran dirigidos hacia sus habitaciones por belén, Lucy se acercó a mi pretendiéndome acompañarme.
–Lucy, ve a descansar... mañana tan pronto como tengamos el equipo partiremos.
Sin decir nada más me aleje hacia mi habitación, dirigiéndome al lado opuesto al que iban mis compañeros. Lucy solo asintió quedándose quieta mientras me veía alejarme.
***
Las luces de las lámparas iluminaban perfectamente uno de los pasillos de la casa Fernández, atravesándolo estaba Lucy junto a la señora Gertrudis quien la acompañaba hasta su cuarto.
–Me sorprende ver así al joven Rohei.
Hablo la señora Gertrudis intentando sacar un poco de plática.
–Esta... él está concentrado... creo...
–Pareces un poco triste, ustedes dos se encariñaron mucho con Marie, debe afectarles que ya no esté en casa.
Lucy solo asintió mientras continuaba caminando.
–Esa chica, podría decir que era talentosa para algunas cosas, era tímida pero no tanto como Alejandra.
–Mary era Mary... solo puedo decir eso... pero mi hermano creo que la extrañara más que yo.
Lucy seguía manteniendo una expresión seria, como si no quisiera mostrar tus sentimientos.
–Cielos, de verdad te pareces mucho a tu hermano.
– ¿Qué quieres decir?
Pregunto Lucy deteniéndose y mirando a la señora Gertrudis un poco confundida.
–Desde hace mucho tiempo me parece que has actuado como él, incluso tienes su mirada, aquella mirada seria y fría cuando piensa en algo o algo le lastima, también tienes esa mirada decidida que siempre vemos cuando se propone algo, incluso tu forma de comer parece que la imitaste de él.
Respondió Gertrudis mientras se agachaba para mirarla mejor, esas palabras sorprendieron a Lucy haciendo que sus ojos se abrieran completamente.
–Aunque, tu eres más radiante que él, seguramente querrás seguir sus pasos, pero no te apresures mucho.
En ese momento la señora Gertrudis acaricio suavemente el pelo de Lucy en señal de cariño, haciendo que Lucy bajara levemente la mirada.
–...Pronto...
Lucy comenzó a susurrar mientras apretaba sus manos.
–Pronto partiré a con mi hermano en un viaje... ¡¿Con eso seré una aventurera?! ¿Me hare más fuerte si lucho?
Exclamo Lucy preguntándole a la señora Gertrudis buscando una respuesta a una duda que yacía en el fondo de su corazón.
–Te aventuraras, si a eso te refieres, pero ahora solo puedes ser protegida, pero algo me dice que no serás siempre una niña frágil, aun así no sé porque quieres ser fuerte, podrías incluso morir si sigues pensando en que debes volverte fuerte rápidamente, tal vez seas joven pero en esta.
Mientras que la señora Gertrudis intentaba aconsejar a Lucy, ella la interrumpió con un "pero".
–...No puedo ser protegida todo el tiempo... quisiera ser como mi hermano... ¡quiero ser una poderosa hechicera y una guerrera muy fuerte para poder combatir junto a él!
Eso sorprendió a señora Gertrudis, nunca había pensado en escuchar esas palabras de parte de Lucy, de quien parecía que se convertiría en una mujer frágil como la señora Mónica, ella no pudo sonreír, en los ojos de Lucy vio reflejada la vida en guerra que había tenido la señora Gertrudis desde que nació, muchas mujeres guerreras murieron en esa época por tener un ideal similar.
– ¿Por qué? ¿Por qué quieres seguir ese camino?
Aunque ella ya sabía que camino estaba tomando Lucy, quería hacer todo lo posible para que esta niña no pereciera de una forma sangrienta, dolorosa y sobre todo prematura. Lucy suspiro relajándose y calmándose, tenía muchas cosas en su interior, pero tenía que estar tranquila y dar una respuesta.
–Mi hermanito luchara... sus amigos lucharan, no se detendrán hasta que todos estemos a salvo... yo no quiero quedarme sentada... leí muchas leyendas... muchas historias de los guardianes... mi hermanito es el fénix, un guardián legendario... pero siempre muere... y no quiero ver a mi hermano morir, quiero ayudarlo y no ser un estorbo... ¡por eso quiero acompañarlo y ser más fuerte!
Aun inicio parecía que la motivación de Lucy era solo venganza como muchos, pero en su corazón había otro sentimiento que la impulsaba, un amor de hermanos, aunque no lo fueran de sangre ambos habían cultivado este lazo por poco más de tres años, pero no solo eso, ambos eran todo lo que se tenían y era lógico que se preocuparan tanto en especial Lucy. Ella quería hacerse fuerte para poder cuidar a su hermano, parecía un sueño tonto considerando el poder que Rohei podría tener, pero eso no era suficiente para hacer que su hermanita dejara de preocuparse por él.
Darse cuenta de este punto tranquilizo un poco a la señora Gertrudis pero no por completo, aun sabia lo peligroso que era fuera de los muros de la ciudad.
–La señora me conto que está preocupada que acompañes a tu hermano, Yo no puedo enseñarte nada aun de cómo combatir, pero el joven Rohei debería poder hacerlo.
Hablo la señora mientras limpiaba las lágrimas de Lucy.
–Tus ojos siempre están llenos de esperanza... no dejes que esta desaparezca.
El mundo al cual Lucy estaba por enfrentarse era un mundo sangriento, fuera de los dominios de las grandes naciones solo había una regla luchar y vivir o morir cruelmente, eso era lo primero que Lucy se enfrentaría, para sobrevivir debía matar, era duro y tenía miedo, para muchos aún era muy joven para otros era el mejor momento para que comenzara. De algo estaba segura, Lucy no se convertiría en una asesina, no heriría a ningún inocente, no se volvería un monstruo, aunque no tenía pruebas era algo que podía sentir.
–Niña, te volverás más fuerte a su tiempo, no tienes por qué apresurarte.
Lo que ocurrirá el día de mañana sería un misterio para ellos, era un destino incierto lleno de peligros, era solo el comienzo de lo que podría ser algo aún más grande, Lucy sentía que algo grande ocurriría, no sabía cuándo solo que ya había empezado. El consejo de la señora Gertrudis estremeció su corazón, ahora realmente ansiaba ser mayor y ser de más utilidad.
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