Capítulo 28: Ultima pieza.
Tras despedirnos de Luna, Lucy y yo caminábamos hacia el cuarto de la casa Fernández, pero a pesar de eso había aun cosas que me preocupaban. Realmente no sabía mucho de lo que había ocurrido el día de ayer.
–Lucy.
– ¿Eh? ¿Qué pasa hermanito?
Me pregunto ella mientras se detenía para escucharme.
– ¿Qué es lo último que recuerdas?
Hable sin dudarlo, realmente la señora Mónica no había contado mucho de lo que había pasado con Lucy o Mary.
Al escuchar mi pregunta Lucy quedo en silencio por un momento, cerró los ojos un momento como si se tranquilizara a sí misma y luego comenzó a hablarme.
–Recuerdo todo el ataque cuando empezó Mary y yo estábamos en el mercado, cuando vimos los barcos voladores Mary inmediatamente me tomo del brazo arrastrándome entre la multitud... solamente veía como los barcos comenzaban a descender...
Ella apretaba sus puños, no parecía tener miedo más que nada parecía estar frustrada, quería saber más de lo que había paso en ese entonces.
–Mientras corríamos hacia aquí comenzaron a bajar de los barcos voladores soldados y monstruos, corrimos lo más rápido que podíamos antes de que nos atacaran...
Seguía hablando sin detenerse, recordaba lo importante, para ese entonces recordaba lo que estábamos viviendo, yo aún estaba tal vez bajando, probablemente aun ni siquiera me encontraba con Dimitri para recibir órdenes.
–Ellos nos comenzaron a seguir, no corrían solo seguían nuestro camino... sentía que mis piernas no podían más... por suerte llegamos a casa, pero no logramos entrar... ellos comenzaron a atacarnos... Mary uso su magia para protegerme pero... fue capturada por los soldados... superaban su fuerza, los que la atraparon querían llevársela.
Me sentía frustrado, recordaba que estaba haciendo en el momento en el que el ataque comenzó... estaba muy lejos, pero, Lucy parecía sentirse peor ella había vivido todo eso realmente me sentía mal por ella.
–Pero... no se la llevaron en ese momento...
Lucy limpio sus lágrimas y levanto la mirada sorprendiéndome.
–El duque Fernández apareció, portando su armadura y su espada ataco a los soldados y monstruos como un relámpago salvando a Mary... me tranquilizo, la señora, los guardias y las otras sirvientas salieron para ver que ocurría... Carole y la señora Gertrudis también lucharon con fuerza... en cuanto a Mary, tan pronto como el duque la salvo corrió hacia mí y de allí corrimos hacia las sirvientas y la señora.
Su frustración seguía en su mirada, aun tenia preguntas en mi mente, pero no quería interrumpirla.
–Pero antes de que pudiéramos refugiarnos apareció un... un esqueleto... solo eso podría decir... solo eran huesos, pero se movía... su magia... era horrible, muy atemorizante.
"¿Un no muerto? No... un liche" pensé mientras seguía escuchándola.
–Llego como un relámpago cayendo en el jardín de la casa liberando una gran cantidad de aire... cuando apareció sentía mucho miedo, no podía moverme ninguno parecía poder hacerlo... pero el miro hacia Mary... luego apunto con uno de sus dedos y lanzo una extraña luz negra la cual impacto contra ella... cuando eso ocurrió Mary cerro los ojos y luego se desplomo en silencio...
Eso me había sorprendió, lo que ella había descrito me recordó al hechizo que vi antes de que el ataque comenzara, la flecha de luz que atravesó el cielo para luego causar una explosión en la muralla.
–Todas las sirvientas junto con la señora se interpusieron para proteger a Mary del esqueleto pero entonces libero un segundo rayo... era diferente este atravesó a Alejandra... a Belén y a la señora Gertrudis hiriéndolas de gravedad, luego lanzo un potente chorro de viento el cual mando a todas a volar... el duque Fernández quería ayudar pero no podrá liberase de los monstruos.
Para ese entonces seguramente ya estaba en camino tal vez siendo detenido por los monstruos.
–Tenía mucho miedo pero... fui la única que se quedó de pie interponiéndome entre Mary y el... no podía moverme por el miedo, pero el solo me miro por unos minutos hasta que... susurro... "duerme para siempre"... lo último que recuerdo es que mi mirada se puso borrosa y caí al suelo...
Para ese entonces ya era tarde incluso para mí, debí pasar al menos media hora en el mercado luchando junto a mis compañeros, nunca hubiera llegado a tiempo, eso me frustraba.
–Sé que se llevaron a Mary... el esqueleto quería que le entregaran a todas las mujeres de 19 o 20 años... el duque Fernández no pudo defenderla... él tampoco podía hacerle frente...
Empuño sus manos mientras su mirada se llenaba de frustración.
–Quiero ser más fuerte... quiero ver otra vez a Mary... por eso quiero ir contigo... sé que querrás rescatarla... ¡Mary también es mi amiga!
–Esa es tu razón sé cómo te sientes, no te equivocas en pensar eso ambos estamos frustrados.
Me arrodille mientras le limpiaba las lágrimas sin mostrarle ninguna sonrisa, luego coloque su frente junto a la mía.
–Lucy, la encontraremos, la rescataremos y la traeremos de nuevo.
–Si...
–Seremos más fuertes, te hare más fuerte.
Ella me abrazo con fuerza mientras me respondía y ocultaba su mirada, empuñaba sus manos aferrándose fuertemente de mi ropa, podía escuchar su llanto mientras intentaba no caer en la misma situación de nuevo, nuevamente me había dado cuenta de mis malas decisiones, solamente me quedaba arrepentirme y vivir con ello. Pero nuevamente se me presentaba esta oportunidad, esa vez no me dejaría llevar por mis deseos.
–...Lo seremos... nunca quiero perder nada de nuevo...
Me hablo mientras levantaba su mirada e intentaba sonreírme entre sus lágrimas. Al escuchar sus palabras me arrodille y limpie suavemente sus lágrimas con las yemas de mis dedos.
–Aún nos queda un camino muy largo... pero ten por seguro que ya estamos en él, todos nos volveremos más fuertes.
Realmente no sabía que desencadenaría cuando le dije esas palabras a Lucy, pero no me arrepiento de ello, todo lo contrario, sé que fue lo mejor tanto para ella como para mí.
Con esto muchas de mis dudas habían encontrado una respuesta, aun tenia cosas por hacer y dudas que resolver, no quería irme sin dejar las cosas en claro.
–Lucy... vamos con el duque Fernández.
Le hable levantándome y sonriéndole.
–Si...ya estoy mejor...perdón...
–No tienes por qué disculparte, creo que a la señora le alegrara saber que estás bien.
Ella inmediatamente asintió limpiando sus lágrimas e intentando tranquilizase mientras comenzábamos a avanzar una vez más.
Realmente no pasó mucho tiempo para que llegáramos al cuarto del duque Fernández, al estar frente a la puerta ni Lucy ni yo sabíamos que hacer para entrar o que decir, tampoco sabía si ya había despertado o si el duque aún seguía inconsciente me preocupaba verlo así otra vez.
–Entrare primero...
Hable tragando saliva y dándome fuerzas para abrir la puerta.
Abrí la puerta con un poco de nerviosismo para entrar un poco asegurándome de que Lucy no fuera vista pero al ver dentro de la habitación me sorprendí.
–Oh, Rohei ¿Qué paso?
Me hablo la señora Mónica al escuchar la puerta abrirse, pero lo que me sorprendía era otra cosa.
–Parece que estas sorprendido por verme.
Recostado sobre la cama viendo hacia la puerta estaba el duque Fernández, también ya había despertado aunque aún no parecía estar completamente curado era claro que ya estaba mejor. Cuando ambos me vieron con la boca abierta ellos sonrieron, sabían lo mucho que había sufrido y esta era una buena noticia.
–Creo que realmente pase mucho tiempo durmiendo... creo que hace años que no me habían dado una paliza similar.
Una vez más hablo el duque Fernández sonriendo como si se burlara de él mismo, pero el escucharlo me hizo volver de mi shock.
–...Creo que no seré el único sorprendido aquí...
Dije mientras miraba hacia atrás sonriendo, haciendo que ambos se extrañaran por mi comentario.
–Lucy, entra a saludar.
Sus caras se llenaron de confuncion en especial la del duque Fernández.
–Pero...
–Si ella...
Pero antes de que pudieran decir alguna palabra Lucy entro sonriéndoles tranquilamente.
–Estoy bien, lamento haberlos preocupado.
Hablo Lucy tranquilamente bajando la cabeza, pero ellos no pudieron responder, estaban conmocionados y no parecían saber cómo reaccionar, ahora estábamos en la situación opuesta. Aun así, el duque sonrió y me miro tranquilamente.
–Rohei, te debo la vida.
Sus palabras me sorprendieron haciendo que mis ojos se abrieran de par en par.
– ¿Qué quiere decir?
Respondí acercándome junto con Lucy a la cama del duque Fernández donde el reposaba.
–Primero déjame disculparme por no poder proteger a Lucy... y eso que te pedí que protegieras a Mary por mí.
–No se preocupe por eso, Lucy me conto que intento protegerlas, saber eso es suficiente.
Respondí interrumpiéndole, realmente no quería llegar a lo mismo o que me repitieran lo mismo una y otras vez.
–Ya veo... tienes una gran tristeza en los ojos, buscas respuestas.
Esta vez el miro hacia el techo suspirando levemente.
–Si Lucy te conto entonces no sabes nada de lo que ocurrió después de que ella quedara inconsciente.
Tanto Lucy como yo asentimos ante las palabras del duque escuchándolo atentamente.
–Cuando eso estaba ocurriendo yo me estaba enfrentando a ogros extremadamente fuertes... por esa razón no puede evitar que lanzara esos hechizos... pero pude evitar que se llevara a todas, Mary fue la primera y la única, no logre librarme a tiempo... lo que ocurrió después fue que me enfrente ante aquel enemigo no sé cuánto duro el combate, pero puedo decir que me arrastro por varias calles y atravesó de barias casas, apenas pude acercarme a él y hacerle algunos rasguños...
"El no muerto" pensé empuñando mis manos mientras intentaba mantenerme tranquilo.
–Pero al final no pude derrotarlo, al estar por darme el golpe de gracia, una columna de fuego se elevó cerca de donde estábamos, ese ser desapareció casi de inmediato... no podría olvidar el día en que una columna similar se alzo por primera vez en mi vida, definitivamente eras tú, solo en ese entonces deje de luchar y eso es lo último que recuerdo.
Al terminar de hablar podía ver que estaba tranquilo mostrando una expresión triste, no parecía sentirse frustrado más bien se sentía culpable, pero por alguna razón sentía un poco menos de peso en mi corazón.
–Creo que habría podido serte de ayuda si llegaba a tiempo.
Hable burlándome de mi mismo para intentar relajar un poco el ambiente, pero realmente no parecía causar el efecto que yo quería.
–Hermanito...
–No te preocupes por mi Lucy, estoy bien ahora.
Lucy me miro preocupada pero le respondí mientras colocaba mi mano sobre su cabeza sonriéndole.
–Si dices que está bien... pues creeré en ti, dudo que te quede mucha tristeza en el corazón ahora... pero sugiero que no conserves esa tristeza podría transformar tu corazón en algo muy horrible.
Me hablo la señora Mónica con mucha preocupación, no sabía a qué se refería con esas palabras pero no podía tomarlo a la ligera después de todo no conozco nada de mi nueva magia.
–Cambiando de tema... Rohei, ¿Cómo lograste que Lucy despertara?
–No se... no hice nada.
Dije desviando levemente la mirada mientras Lucy me miraba, entonces mostro una sonrisa un tanto traviesa.
–Lo único que hizo mi hermanito fue llorar como un bebé en mi cama, eso me hizo despertar.
Respondió Lucy un tanto pensativa pero su intención era molestarme un poco, pero al escucharla me sonroje un poco avergonzándome por mi forma de actuar, pero la reacción del duque fue diferente, cerró sus ojos y negó de inmediato.
–Aquella maldición que te lanzaron es una que no debería permitirte despertar bajo ninguna circunstancia tampoco es de esas que puedas retirar a voluntad... Lucy no deberías estar despierta.
Aquellas palabras del duque Fernández nos hicieron abrir los ojos de par en par, lo que escuchábamos era increíble.
–Pero, entonces ¿Por qué estoy despierta?
Pregunto Lucy mientras parecía estar perturbada, su actitud traviesa había desaparecido por completo.
–Eso no lo sé recuerdas algo antes de despertar.
–Yo...
Lucy cerró los ojos empuñando sus manos intentando recordar cualquier cosa entre el tiempo que estuvo dormida y cuando despertó.
–Yo recuerdo mucha oscuridad, no podía moverme ni soñar, es como si estuviera con los ojos cerrados, entonces escuche a mi hermanito... ¡y quise estar con él!
Exclamo Lucy abriendo los ojos desconcertándonos.
–Luego simplemente desperté.
Mientras decía cada palabra ella asentía no parecía haber más, no nos tenía una respuesta.
Por otra parte, el duque Fernández había llegado a una conclusión.
–Rohei, tu magia permitió que ella regresara, al parecer tu fuego de guardián disperso la oscuridad de la maldición y muy posiblemente la revirtió, por esa razón Lucy despertó en ese momento, cuando estuviste con ella.
Aquello que él decía tenía mucho sentido, solo pensaba en lo asombrosa que era la magia que me había despertado recientemente, tenía que ser "Fire Soul" era la única magia que no sabía cómo funcionaba, eso me hacía querer saber más de esta magia y como controlarla.
–Entonces si fueron las lágrimas de mi hermanito... ¡perdón por burlarme!
Casi de inmediato ella comenzó a disculparse mientras me abrasaba con fuerza.
–Si eso es cierto... ¿Qué más podré hacer con esta magia?
Me pregunte mientras ignoraba completamente a Lucy.
–Ya lo iras descubriendo poco a...
–Creo que eso ya lo veré por otra parte hay algo que quisiera decirle.
Mientras el duque respondía mi pregunta le interrumpí mientras me relajaba preparándome para actuar de otra forma.
–Iré a Crescend en unos días... llevare a Lucy conmigo como mi aprendiz.
Al decirle esto ambos parecieron estar preocupados, pero no podía culparlos yo tampoco creía que fuera la mejor opción.
–Eres mayor de edad, ya eres un caballero, no tienes por qué pedirme permiso, tampoco puedo impedir que te lleves a Lucy y menos escogerla como aprendiz, ella es muy inteligente y bastante fuerte, seguro que podrás entrenarla muy bien... solo podemos desearte buena suerte.
No esperaba que me dijera esas palabras, tampoco me sentía bien de escucharlas, parecía intentar hacerme ver que era únicamente mi decisión.
–Si es así, solo tengo que agradecerle todo lo que ha hecho por nosotros, gracias.
Era lo único que podía decir ahora, ya lo había pensado antes, no podía seguir viviendo a la sombra de esta familia, eso era lo que había dicho con esas palabras o al menos lo que había dado a entender.
–Si esa es tu decisión... no me queda nada más que respetarla y ofrecerles mi apoyo.
–Jonathan tiene razón, esta es su casa, siempre les extenderemos una mano cuando sea necesario.
Era algo que tenía que pasar tarde o temprano, pero ellos seguían demostrándome su amabilidad, aunque no me gustaría aprovecharme de ella era bueno saber que teníamos su apoyo, era tranquilizante saberlo antes de partir.
– ¿Entonces cuando volvamos Paradise?
–Todo a su momento Lucy, no sé cuánto tiempo pase para que eso ocurra.
Le respondí a Lucy mientras pensaba y sonreía levemente. Realmente no sabía que ocurriría después de que terminara mi viaje o que ocurriría durante el viaje, pero estaba seguro que terminaría regresando a Paradise pues se lo había prometido a Mary.
–Si es así, entonces debería pedirle a las sirvientas que alisten sus cosas para el viaje.
Hablo la señora Mónica sonriendo cálidamente mientras pensaba un poco.
–Si no es mucho problema... me gustaría pedirle un favor, ¿podría preparar dos de las habitaciones para invitados?
Hable de manera un poco seria, pero me avergonzaba pedirles algo así, sentía que era demasiado.
–Lo haremos, no te preocupes por eso, deben tener cosas por hablar además podrían partir temprano, te otorgaremos un permiso para salir de Paradise y entrar al imperio.
Inmediatamente el duque Fernández me dio una clara respuesta otorgándome el permiso haciéndome sonreír y suspirar aliviado.
– ¡Muchas gracias!
Con eso parte de mis preocupaciones estaban resueltas, ahora solo quedaba encontrar una forma de llegar al imperio de forma segura... ¿Pero cómo?
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Ya casi terminamos, en estas ultimas dos semanas se termina el libro, esperen el siguiente capitulo, hasta pronto.
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