Capítulo 27: La maldición de Lucy.
Caminábamos de regreso a mi habitación, mi mente analizaba todas las posibles rutas llegando a pensar en dos importantes y rápidas, atravesar la marca de Stone, o atravesar las montañas de lise, ambas eran opciones muy peligrosas, Stone tenía muchos nobles que no estaban contentos con la paz y ansiaban buscar un motivo para que la guerra se extendiese de nuevo, por otro lado no conocía las montañas de Lise.
– ¿Me pregunto si podríamos conseguir un barco volador fuera de Paradise?
Le pregunte a luna ante lo cual ella negó con su cabeza, para después mirarme con una sonrisa un tanto forzada.
–No creo que ni siquiera aquí nos dieran uno, además no tenemos un capitán ni tripulación.
Eso era cierto, un barco volador seria terriblemente difícil de manejar con nuestros números, asique lo mejor sería ir por tierra, aunque igual podríamos comprar algún boleto de barco volador para ir a Crescend.
–Oigan si necesitan un capitán me tienen a mí.
Josef nos sorprendió desde atrás colocando sus brazos sobre nuestros hombros, a su vez que acomodaba sus lentes.
–¿Ya terminaste de entregar todas las pociones Josef?
Pregunto luna tomando mi brazo y haciendo que ambos diéramos un paso al frente alejándonos un poco de Josef.
–Hmph, ni me hables de eso, tuve que ir entregándolo uno por uno, aparte había una valquiria débil y engreída que me hizo la vida imposible, al menos la otra era amable.
Comento algo pensativo soltando un suspiro pesado al final mientras caminaba para colocarse detrás de nosotros.
–Entonces, ¿Por qué necesitan un capitán?
Nos preguntó con gran interés, ante lo cual solté un suspiro algo pesado.
–Primero necesitamos un barco volador, luego una tripulación.
–Pero yo seré el capitán.
Comente junto a Luna, para luego mostrándole una sonrisa, si era el líder también debía ser el capitán.
–Sí, pero porque exactamente.
Esta vez Josef nos mostró una mirada enojada, pareciendo cansado de nuestras palabras.
–Porque iremos a Crescend, debo reunirme con el guardián de la gema del aire.
Respondí con seriedad, causando un cambio en la expresión de Josef, quien en su lugar esbozo una sonrisa un tanto nerviosa.
–No me esperaba que fuera por esa razón, sinceramente esperaba no regresar a Crescend por un par de años.
Comento algo pensativo mientras caminábamos por la casa, el cansancio se estaba haciendo presente en mí.
–Qué bueno que no quieres venir, porque nadie te está evitando.
–Luna no tienes que ser cruel conmigo, ni que fuera Mateo.
Hablaron ambos mientras me detenía un instante viendo algo bajo una mesa, al acercarme me percate que era una muñeca de trapo de Lucy, la levante mirándola con algo de tristeza, me sentía culpable por no verla, pero tenía miedo de recibir malas noticias o de no soportar verla herida.
–Oye Roe dile a Luna que si puedo ir.
Hablo Josef rogándome, mientras luna sonreía de forma burlona ante él.
–Josef, no tienes por qué actuar como un niño, sabes bien que si te vamos a llevar con nosotros aunque no quieras.
Respondí con seriedad adelantándome unos pasos a ellos, Luna de inmediato se percató de mi cambio de actitud acercándose a mí y tomándome del brazo.
–Sé que quieres ir a verla, te acompaño.
Luna me hablo con dulzura, apreté su modo preocupado queriendo encontrar algo de fuerza en ella.
–No puedo ocultarte nada, estoy listo para verla.
Solté un suspiro tomando valor, partiendo camino al cuarto de Lucy junto a luna y Josef.
***
Al estar frente a la habitación me quede paralizado por unos segundos mirando el pomo de la puerta, luna sujetaba mi mano mientras Josef me daba algunas palmadas en la espalda.
–Tranquilo Roe, estamos contigo.
–Bien dicho luna, vamos, Roe.
Hablaron ambos dándome ánimos para entrar, solté un suspiro entrando a la habitación pero al estar dentro pude ver a Lucy, no estaba herida o al menos no parecía estarlo, parecía solo encontrarse dormida plácidamente.
–Roe...
Susurro Luna mientras me mostraba una expresión triste, había algo extraño, sentía emanar una energía siniestra de Lucy, algo que nunca había sentido.
– ¿Qué le ocurre a Lucy, Luna?
Pregunte acercándome a Lucy completamente derrotado sintiendo un gran agujero en mi corazón.
–No estamos seguros, más bien...
Luna camino hacia Lucy arrodillándose junto a ella.
–Aparenta solo estar teniendo un profundo sueño, los hechizos de las demás magas blancas no han funcionado... incluso le dimos una poción especial y no dio resultado.
Me explico Luna dándole una caricia a las mejillas de Lucy para luego dejar que yo me acercara, apreté mi mandíbula ante las palabras de Luna.
–Lucy tiene una maldición...
Ambos me miraron con tristeza mientras me detenía junto a la cama de Lucy.
–Eso... ¿Quién pudo hacerle eso?
Pregunto Josef mientras yo acariciaba a Lucy suavemente quitándole el pelo de su cara, no sabía nada de lo que había pasado antes en la casa Fernández solamente lo que me conto la señora Mónica, no tenía una respuesta para Josef.
–Maldición...
Me arrodille frente a la cama de Lucy.
–Roe ¿Qué estás haciendo?
–Roe...
Ambos me miraron pero no les preste atención únicamente cerré los ojos, coloque mis brazos y cabeza sobre la cama intentando ocultar mis lágrimas. Ellos me miraban desconcertados, pero realmente solo quería hacer una cosa.
–Perdóname... perdóname Lucy.
Susurre mientras empuñaba mis manos arrugando la manta de Lucy.
–No pude protegerte, fracase señor Axel...
Hable, ellos dos estaban preocupados, pero me miraban con tristeza e impotencia.
–Por favor... regresa.
Los ojos de Luna se llenaron de lágrimas mientras escuchaba mis palabras, ella se acercó abrazándome conteniendo sus lágrimas sobre mis hombros.
–Sé que puedes hacerlo...
Sabía que era algo imposible, pero conocía bien a Lucy, la quería de vuelta.
–Vuelve... despierta.
Me hacía reír.
No era una molestia.
Era muy inteligente.
Se había vuelto parte de mi vida.
–Por favor...
No quería irme sin escuchar su voz una última vez.
–...Quiero verte sonreír una vez más...
Ella ya había dejado de ser una extraña ahora era parte de mi familia, casi sentía que la conocía de toda la vida, no la había perdido, ahora estaba frente a mí pero, la extrañaba.
–Por favor...
***
Me encontraba cubierta de oscuridad, atrapada entre sombras, escuchaba la voz de mi hermanito, pero no podía responder.
"Muévete cuerpo mío".
Intentaba salir de este sueño, me necesitaba pues podía escucharlo llorar, pero la oscuridad era demasiado grande como para moverme.
"Déjame, aléjate"
Empezaba a ser asfixiante, no podía hacer nada, era demasiado débil.
"No... puedo... rendirme..."
Entonces, una luz rompió las cadenas...
***
No lo sabía, no estaba al tanto, pero mis compañeros estaban atónitos, Josef tenía el rostro pálido mientras estaba en shock, Luna intentaba no romper en llanto mientras caía de espaldas.
–Vuelve...
En ese momento sentí una caricia.
–Oye, yo no me he ido... al menos no esta vez.
Escuche haciendo que el tiempo se detuviera, no podía serlo, mi imaginación me jugaba una broma, ya había sufrido mucho.
–Nunca me fui, pero tú sí.
No era verdad mis oídos me mentían, pero debía comprobarlo, lentamente comencé a levantar mi rostro para comprobar que era una mentira.
–Parece que mi hermanito me extraño mucho durante su misión.
Vi a Lucy sentada frente a mí sonriéndome un poco confundida, no podría ser una mentira, estaba aquí ahora mismo.
–Lucy...
–Jeje, hermanito, los hombres no deberían llorar.
Suavemente Lucy tomo la sabana limpiando mis lágrimas con sus manitas, mientras yo la veía a los ojos, no la había recuperado pues no la había perdido... aun así me alegraba tanto.
–Te perdono.
Al escuchar esas pequeñas palabras la abrace fuertemente, quería hacerlo desde un inicio, pero primero debía asegurarme de que no fuera una broma que no fuera un delirio, ella me correspondió con cariño de la misma forma.
–Es un milagro...
Dijo Josef sentándose sobre una silla intentando analizar la situación.
– ¿Cómo?
Luna los miraba a los dos con lágrimas en los ojos mientras se levantaba, ambos estaban intrigados por lo que estaba ocurriendo. Pero realmente ahora no me importaba el por qué simplemente estaba feliz de que mi hermanita estuviera otra vez conmigo.
– ¡Hermanito! ¿¡Qué te paso!?
Exclamo Lucy mirándome a la cara viendo las vendas que tenía en la cabeza.
–Pues... un gran combate.
Dije ligeramente sonriéndole intentando evitar un poco la pregunta que me había hecho, aun así en ese momento por fin pude sentir el dolor de haber hecho tantos movimientos, como aún no se habían sanado por completo las heridas, lo único que pude hacer fue aguantar el dolor para luego caer de espaldas.
–Ah, Roe no deberías esforzarte mucho y lo sabes.
Me hablo Luna mientras se acercaba a mí y extendía su mano para curarme.
–Ni siquiera lo pienses Luna, creo que has usado mucha magia, considerando que la poción de que di no restauro todo tu poder mágico dudo que sea una buena idea.
Hablo Josef deteniendo a Luna haciendo que bajara su mano, mientras que yo intentaba suportar el dolor poniendo una sonrisa un tanto forzada.
Luna suspiro rindiéndose sabiendo que Josef tenía razón, aunque había otra persona sonriendo.
–Si es así entonces déjemelo a mí.
Hablo Lucy bajando de la cama con una sonrisa engreída, sin embargo al hacerlo se tambaleo levemente casi cayendo al suelo, sin embargo se recuperó en un instante.
–Dudo que su cuerpo resista más pociones por ahora, mejor ríndete niña ¿o que harás?
Hablo Josef incrédulo por las palabras de Lucy.
–Crees que soy débil pues aunque no lo creas mi total mágico es de nueve el mayor de mi clase.
Hablo Lucy levantando nueve dedos de sus manos y luego señalando hacia mí.
–También con ayuda de mi hermanito he logrado aprender tres hechizos, Fuego, Confuncion y Cura.
Proclamo inflando su pecho con orgullo.
–Mucha charla y nada de acción si eres fuerte demuéstralo con acciones, las palabras se las lleva el viento.
En ese momento sentí como si Josef retara a Lucy para usar magia sobre mí aunque no estaba seguro de porque quería hacerlo, pero el dolor me impedía moverme por ahora.
– ¡Si tanto insistes!
"¡Acepto!".
Exclame en mi mente mientras veía como Lucy extendía sus manos sobre mi cuerpo.
–¿Cómo era?
Se preguntó mientras sacaba su lengua pensando y levantando un poco la mirada, en poco tiempo cerro los ojos y comenzó a liberar poco a poco su poder mágico.
– [Te rezo a ti dios de lo alto, dame la fuerza y concédeme el primer milagro]
Sentía el poder mágico de Lucy rodear todo mi cuerpo, era cálido y muy diferente a la magia de Luna.
– ¡Cura!
En ese momento el hechizo estuvo terminado, mi cuerpo resplandeció levemente y sentía como mis heridas se curaban levemente, el dolor lentamente se fue haciendo menos hasta que desapareció casi por completo. Suspire una vez que sentí que el efecto del hechizo termino, aunque me había dejado un poco cansado podía levantarme.
–Gracias Lucy.
Dije con un poco de cansancio mientras me sentaba en el suelo y Lucy se tiraba sobre la cama igualmente cansada que yo.
–Parce que Lucy tiene talento ¿no es así Luna?
–Solo creo que le falta un poco de disciplina
Mientras Luna y Josef comentaban lo sucedido yo me quitaba las vendas que tenía sobre mi cabeza sosteniendo un parche el cual no me dejaba ver mi lado izquierdo, cuando lo retire seguía sin ver nada, lentamente intente abrir mi ojo izquierdo, al hacerlo vi borroso pero luego se ajustó a la luz, podía ver claramente, era un alivio saber que no lo había perdido. Después de hacer eso comencé a quitarme las vendas de mis manos, mientras lo hacía cientos de cicatrices salieron a la luz, cuando las quite todas mire mis uñas, estaban bien, al igual que mis dedos, solo algunas cicatrices en las yemas y en las palmas de mis manos, también podía mover mi brazos y piernas sin sentir dolor aunque mi pierna derecha y mi brazo izquierdo se sentían un poco rígidos, sus heridas aún estaban sanando, pero me sentía recuperado.
–Buen trabajo Lucy, gracias.
Dije mientras estiraba mis brazos y bostezaba un poco, aparentemente me había cansado un poco después de recibir la magia, al escucharme Lucy asintió con mucho orgullo mientras colocaba sus manos en su cadera, tras levantarme mire mi rostro en un espejo de Lucy viendo una cicatriz bien marcada sobre mi mejilla y ceja izquierda, ella se quedaría conmigo para siempre.
–Parece que con esto solo te faltara un poco de descanso Roe, es seguro que pronto podamos partir.
Hablo Josef mientras me ayudaba a levantarme del suelo, pero, al escucharlo sentí un mal presentimiento.
– ¿Vas a salir?
Me pregunto Lucy mirándome un poco confundida.
–Iremos a Crescend, tengo que atender unos asuntos en ese lugar.
Respondí mirándola con un poco de seriedad.
– ¡Iré con ustedes!
Exclamo Lucy levantándose y empuñando sus manos, al verla a los ojos pude notar que no aceptaría un no como respuesta.
–Sera peligroso, pero estarás bien siempre y cuando me escuches.
Al decir esas palabras todos me miraron con confuncion.
– ¿¡Eso significa que!?
–Dejare que vengas, solo con tres condiciones.
Ellos me miraron mientras yo levantaba tres dedos de mi mano derecha hacia Lucy.
–Uno, me escucharas en todo momento.
Baje mi dedo anular y Lucy asintió en respuesta.
–Dos, si ocurre algo peligroso te colocaras tras de uno de nosotros, mientras no sea así me seguirás de cerca en toda ocasión, no tienes permitido ir sola a ningún lugar.
Baje mi dedo medio dejando solo mi dedo índice para mi última regla, pero ella parecía no estar de acuerdo.
–Pero si...
–Si necesitas ir al baño Luna deberá acompañarte.
Dije interrumpiendo a Lucy, cuando Lucy y Luna me escucharon ambas parecieron negarse, pero aceptaron casi de inmediato, Lucy de mala gana y Luna solo dándome una sonrisa como si fuera un "cuenta conmigo".
–Tres, no te quejes, eso podría afectar un poco la frágil armonía del grupo, a la primera queja te quedaras aquí.
Baje mi último dedo y mi brazo para continuar hablando.
–Si estás de acuerdo con seguir estas simples reglas podrás venir con nosotros.
Cuando termine de hablar Lucy bajo levemente la cabeza pero luego la levanto súbitamente mirándome a los ojos.
– ¡Lo hare! Te obedeceré.
Me hablo intentando sonreírme, pero se notaba que no le gustaban esas reglas.
"¿Tanto quiere ir?"
Me pregunte a mí mismo un poco confundido.
"Tal vez debería ponerle más reglas..."
Realmente no estaba seguro si dejarla venir.
–Posiblemente nos enfrentaremos a algunos monstruos en el camino.
Dije mientras colocaba mi mano derecha en mi nuca, podía ver como Lucy tembló levemente al mencionar la palabra monstruo.
–Es probable que no podamos defenderte en toda ocasión.
Pero antes de que pudiera terminar de hablar Lucy me interrumpió.
– ¡Entonces me defenderé con mi magia! No seré un estorbo para ustedes, ¡Además podría luchar si me enseñaras a usar la espada!
Ella parecía estar decidida, sus palabras fueron claras, no había duda en ella, quería usar cada una de sus habilidades para defenderse, aunque podía sentir levemente su miedo era opacado por su determinación, eso era lo único que miraba en sus ojos, no podía ignorarlo.
Sus últimas palabras me trajeron recuerdos, haciendo que mirara hacia Luna sonriéndole.
–Realmente no quisiera orillarte a tanto... pero es claro que no eres una niña indefensa.
Dije rascando mi nuca y suspirando haciendo que Lucy me mirara con alegría.
–Vamos Roe, ya eres un caballero puedes tomarla como tu aprendiz como hizo tu padre con nosotros dos, además ya se lo prometiste.
Hablo Luna intentando chantajearme, pero era cierto, Lucy ya tenía la edad para volverse aprendiz de caballero, algo por lo que Luna y yo habíamos pasado.
–Ya acepte que vendrá con nosotros.
Me di por vencido en intentar persuadirla para que no fuera, ahora debía protegerla a toda costa, lo único que esperaba era que no nos retasara, aunque podría no tener sentido ya que solamente era una niña y aun no tenía la resistencia necesaria para seguirnos el paso.
– ¡¡GRACIAS HERMANITO!!
Exclamo Lucy abrazándome con mucha fuerza mientras sonreía casi saltando de alegría.
–Bueno, con la niña tendremos un buen poder mágico, tendremos el doble de posibilidad para curar, será como tener una pequeña Luna y un pequeño Mateo a la vez.
Hablo Josef contando con sus dedos antes de colocar sus puños sobre su cintura. Al escuchar esas palabras rasque levemente mi barbilla mientras pensaba en que verla combatir o luchar, pensaba que era mejor dejarla en la retaguardia solo como apoyo, aun así parecía tener un potencial del cual yo no estaba seguro de que tan lejos podría llegar o si quería verlo desarrollarse.
–Hmph... hablando de él, Josef, necesito que le hagas una carta a Mateo donde diga que lo necesitamos para el viaje, puedo enviarle un mensajero.
Hable hacia Josef, quien me sonrió asintiendo.
–No es necesario, iré a verlo yo mismo, sé que si le envió una carta no la leerá hasta que quiera procrastinar.
Me respondió Josef caminando por la habitación con pasos largos.
–Bien, le diré a alguien que te prepare un caballo.
–No es necesario, encontrare a Carole y le diré que me dé un caballo.
Josef no perdió tiempo pues antes de terminar de hablar ya había salido de la habitación cerrando la puerta detrás de sí, ni siquiera pude escuchar todo lo que decía.
–Luna, sugiero que descanses, seguramente la señora ya te dio una habitación provisional, le diré a la señora Mónica que serás mi invitada.
Tras decir estas palabras Luna asintió.
–Así es, aprovechare para hablar con mis compañeras... ¿aunque que harás tú?
Me pregunto luna, haciendo que yo mirara hacia Lucy.
–Iremos a ver a la señora Mónica para que sepa que Lucy despertó y se encuentra bien, también quiero saber cómo se encuentra el duque ahora o si ya despertó.
–Okey hermanito... pero...
Mientras Lucy me respondía su mirada se encontró con Luna por un momento, entonces negó con su cabeza.
–Olvídalo, ¡vamos a ver al duque!
Exclamo poniéndose de pie caminando hacia la puerta como si marchara.
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Lucy se ha unido al equipo, realmente extrañaba mucho escribir sobre ella, espero que les sea dé su agrado, ya casi terminamos el libro, solo quedan un par de capítulos, asique prepárense para el siguiente libro que será mucho mas intenso que este.
Muchas gracias por su atención, nos vemos en el siguiente capitulo, vota y comenta si te agrada Lucy.
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