Capítulo 26: Nuevo rumbo.
Habíamos salido de la habitación, caminábamos a paso lento, luna me prestaba su hombro, estando preocupada por mi condición, no aceptaba un no por respuesta, Josef caminaba delante de nosotros silbando torpemente.
–Oh cierto Roe, no deberías exponer tu cuerpo a tanta magia, si no quieres sufrir de alguna intoxicación de mana, como alguien mono elemental eres muy sensible a ello.
Era algo en lo que él tenía razón, un elixir contenía mucha magia, y tampoco sentía que Luna se hubiera contenido al curarme, por lo menos sentía que mi cuerpo se había fortalecido.
–Sí, he tenido cuidado de no administrarle demasiada magia, no soy la misma de hace 3 años.
Hablo Luna bufado ante la preocupación de Josef, haciendo la cabeza hacia un lado, haciendo que yo sonriera forzadamente.
–Si no me he muerto es por los cuidados de Luna, aun así creo que no recibiré otro tratamiento hasta la noche.
Hable asintiendo, para luego mirar a Luna quien me miro con algo de preocupación, cosa que compartía con ella, teníamos mucho que hablar. Josef se percató al instante sonriéndonos para luego darnos una palmada.
–Bueno, tengo muchas medicinas que entregar, Luna, será mejor que lleves a Roe a su habitación, ambos necesitan mucho reposo.
Comento mientras se retiraba dándonos la espalda, claro, no hubo despedida pues seguramente volveríamos a verlo en poco tiempo.
–Solo espero que no se pierda otra vez.
Comento Rohei con una leve sonrisa, provocando que luna levantara una ceja y me mirara.
–¿Cuántas veces se ha perdido?
–Muchas, como suele venir seguido, aun no entiendo como sigue perdiéndose.
Comente sonriendo, recordando todas las veces que había terminado al otro lado de la mansión. Al escucharme luna mostro una mirada triste, bajando su rostro.
–Lo, lo siento.
Se disculpó suavemente, luego giro para ver hacia la pared evitándome levemente.
–¿No habías estado en Paradise verdad?
Le pregunte, lo confirmo negando con su cabeza, sentí como sus manos se apretaron antes de suspirar.
–El año pasado, me reclutaron para una orden en fígaro, he estado con ellos desde entonces, sabía que debía regresar para tu cumpleaños, pero... no llegamos a tiempo, apenas y llegamos a la graduación.
Me hablo con cierta tristeza en su voz, pareciendo querer realizar una pregunta, sin embargo, se contuvo abriendo sus labios nuevamente para continuar hablando.
–Ellos son muy buenos, me han enseñado mucho, me recordó a nuestra época como aprendices.
Soltó un suspiro mirándome a los ojos antes de abrazarme.
–Seguramente ellos deben odiarme por hacerte llorar.
Dije dándole una suave caricia a su pelo, haciendo que ella levantara su cabeza mirándome y asintiendo levemente.
–Una disculpa, pero seque algunas de mis amigas quieren matarte...
–No creo merecerme menos.
Respondí mostrando una sonrisa algo culposa, aunque estaba seguro que me lo merecía, sin embargo Luna seguía mirándome con un rostro triste, estudiando mi corazón.
–Roe... hacía mucho tiempo que no te veo llorar ¿qué paso?
Me pregunto haciendo que me detuviera recordando a mis compañeros, recordando el dolor que sentí y la risa de Emma, la cual hacia que mi sangre hirviera de ira, pero la tristeza era mayor.
–Todo lo que había conseguido lo perdí, mis amigos murieron luchando junto a mí, se sacrificaron y no pude vencer al enemigo, amigas como Erika y Mary fueron secuestradas, y Lucy...
Respondí conteniendo mi frustración, pero al mencionar a Lucy sentí como algo presionaba contra mi pecho, ¿Cómo había permitido que algo le pasara?
Luna me miraba con preocupación, tomando mis manos suavemente dándome fuerzas para no caer nuevamente en el dolor.
–Aun así...
Mire a Luna con seriedad, no la mire decidido, empezando a avanzar hacia mi habitación.
–Hay cosas que puedo recuperar.
Luna me sonrió al respecto soltándome y estirándose mientras empezaba a caminar a paso algo rápido.
–Rohei, revisemos tu estado.
Hablo mientras yo intentaba apresurarme para alcanzarla.
***
– ¡Nivel 12! ¡Más 40 de ataque! ¡Más 38 de magia! ¡¡Más 54 de habilidad!! ¡Más 39 de resistencia! ¡Más 36 de velocidad! ¡Tú total aumento 207 puntos en total!
Exclamo Luna mientras seguía observando lo que el estado de Rohei revelaba, él tampoco podía ocultar su sorpresa no tenía las palabras para expresar lo que estaba ocurriendo.
– ¡Rooooeeee, has despertado una segunda magia y algunas cosas más!
– ¿Qué?......... ¿¡QUUUUUUEEEEEEEÉ!?
Exclamo Luna sin poder contener su emoción y Rohei le respondió completamente desconcertado.
– ¡Vamos dime cuales son!
Exclamo Rohei interesado por escuchar las palabras de Luna, quien siguió leyendo aquella hoja teniendo que sentarse sobre la cama por un instante, limpiando el sudor frio de su frente con un pañuelo.
–Tienes una nueva habilidad, parecer ser de refuerzo...
– ¿Habilidad de refuerzo?
–Así es, el nombre de esa habilidad es "Fury" incrementa la fuerza, la magia y la velocidad del usuario, dice que se alimenta de la ira para convertirla en poder... perfecto para ti que siempre has sido de un carácter explosivo.
– ¡Oye!
El ambiente se había relajado incluso comenzaban a hacer bromas los unos a los otros. Luna mostraba una sonrisa traviesa mientras seguía observando el estado de Rohei.
–Bueno te será útil, en especial conociéndote... pero sigamos con lo demás, las magias.
Rohei la observo encontrándose sentado sobre una silla junto a una mesa de trabajo.
–Has despertado Fire Soul, dice que es la...
–representa la conexión entre el guardián y su gema, ya me habían contado sobre estas dos...
Completo Rohei, mirando hacia su brazo derecho recordando las palabras del general Igor.
–La última es una magia de lanzamiento rápido, "muro de fuego".
–Esa la aprendí ayer justamente, mis amigos me ayudaron a usarla y me sirvió para salir con vida.
–Y pensar que antes te negabas a aprender un nuevo hechizo... pero parece que sigues igual.
Luna mostro una sonrisa un tanto forzada, mientras Rohei negaba al respecto, ahora se sentía diferente, ya había cumplido con las condiciones puestas por Bernan.
–Luna... he tomado una decisión.
– ¡Espera! ¿¡A que te refieres!?
Exclamo Luna mientras miraba los ojos de Rohei, era una mirada decidida la cual hizo que ella se sonrojara momentáneamente.
–Pronto... tan pronto como me recupere partiré de Paradise.
Hablo mientras suspiraba y se dejaba caer sobre el sillón mirando hacia el techo.
– ¿Adónde iras?
–Volveré a Crescend... entre mis planes están ir a ver a mi padre, pero mi razón es otra.
Con cuidado él quito sus vendas de su pecho revelando la marca del ave en llamas.
–Ahora el imperio debe saber que tú eres el guardián de la gema del fuego... es casi seguro que te negaran la entrada.
Hablo Luna mientras miraba el cuerpo de Rohei completamente preocupada.
–No te preocupes por eso...la razón es para reunirme con nuestro hermano, Bernan también es un guardián.
– ¿Que?
Luna se sorprendió, aunque su sorpresa había sido menor que cuando vio de primera mano cuando Rohei fue elegido, aun así su sorpresa era el hecho de que dos de sus amigos de la infancia eran guardianes, otra cosa era que Rohei no tenía por qué mentir.
–El día de la graduación...... hable con él, nos reunimos ya en la noche y hablamos de varios temas... lo más importante es que él quiere que nos reunamos todos los guardianes.
–El guardián de la gema del agua, el guardián de la gema de la tierra, el guardián de la gema del aire y el guardián de la gema del fuego... ¿Por qué quieren reunirlos a todos?
–Seguramente tú no lo presenciaste... pero al final de la ceremonia apareció un ser el cual se hacía llamar el "iluminado", durante el tiempo en que estuvo hablo sobre crear una nación que uniera a todas pero también nos declaró la guerra.
–Lo escuche, recuerdo que mis compañeros mencionaron algo al respecto ¿Por qué no lo detuvieren tan pronto como apareció?
–Ninguno podía moverse, su propia presencia era aplastante, no solo aplastaba tus esperanzas aplastaba tu corazón, aplastaba tu alma... hubieron dos guardianes en escena, pero ninguno pudo hacer algo... solamente un paladín pudo hacerle frente.
– ¿Lo derrotaron? ¿Murió?
Pregunto, pero Rohei negó con su cabeza mientras miraba hacia sus manos, estas temblaban Luna también se percató de ello, pero en ese entonces Rohei empuño sus manos.
–El iluminado sigue con vida, pero... durante su estadía el mato a una persona, un caballero superior al nivel 40, lo que uso fue un hechizo prohibido, "Muerte"... todos lo vimos todos los sentimos, por esa razón la seguridad en todo Paradise se aumentó, por esa razón Paradise estaba sumida en el miedo.
Luna escucho atentamente cada una de sus palabras, pero podía sentir el miedo en su voz, no podía creerlo, pues todo este tiempo había estado encerrada en su habitación.
–Probablemente los guardianes somos los únicos que podemos detenerlo... pero no solos quiero que me acompañes, tu magia podría ayudarnos.
La mente de Luna literalmente exploto, no sabía ni siquiera que decir al respecto, esto también hacia que su mente se confundiera más de lo que ya estaba. Enredaba su pelo con su mano, lo peinaba, rascaba su mentón simplemente intentaba encontrar una respuesta sincera.
–Creo que...
Rohei dudo por un momento, quiso retractarse para no ponerla en peligro.
– ¡Acepto! ¡Iré contigo!
Exclamo Luna dando una respuesta rápida.
–Bueno... Me alegra que aceptaras, creo que será mejor partir en uno o dos días, quisiera partir lo más rápido posible.
–Lo mejor sería en dos días, eso nos daría tiempo de descansar y obtener todo lo necesario para el viaje, estoy segura que para ese momento estarás mucho mejor.
Luna hablo con un poco de tranquilidad mientras daba su punto de vista a Rohei, entonces soltó un suspiro para mirar hacia Rohei con seriedad.
–Pero será una locura hacerlo solos, el viaje a Crescend y lo que viene después podrí ser muy peligroso.
Hablo Luna mirando hacia Rohei con seriedad, pero ante aquel acto Rohei pensó por un momento.
–No lo había considerado... pero tienes toda la razón, Josef podría ayudarnos, además necesitaremos más poder mágico así que considerar invitar a Mateo sería buena opción...
–¡¡Espera!! ¿¡¡Cómo que no lo habías considerado!!?
Pregunto Luna confundida por lo que Rohei le había dicho.
–Es la verdad... no lo considere ni por un segundo, pero ahora estoy seguro que será más fácil con ellos, gracias por la idea.
– ¿Qué?
Al escuchar estas palabas los ojos de Luna se hicieron puntos, mientras su voz se desvanecía en la sala. Rohei estaba confundido, mostrando la misma cara que Luna. Pero no paso mucho tiempo para que Luna viera todo el panorama.
–Bueno, realmente creo que es esa una mejor idea... aparentemente el aeropuerto fue destruido, y con ello toda posibilidad de usar barcos voladores, nosotros apenas hemos superado el nivel 10, ir solos es un suicidio, Josef y Mateo podrían sernos de ayuda.
Hablo Luna dando una razón concreta a Rohei, aunque de entre todo lo que Luna había dicho hubo una cosa que llamo su atención.
– ¿Con que el aeropuerto fue destruido?
Hablo dejando un suspiro, para luego ponerse de pie.
–Creo que era algo que debía ocurrir... ya no creo que importe...
En ese momento él miro hacia la puerta y suspiro.
–Luna... crees que.
–Si quieres ver la ciudad puedes hacerlo desde la ventana, no te dejaran salir.
Rohei soltó un suspiro, percatándose de su condición, apenas y podía caminar asique tampoco podría salir.
–Paradise ha perdido su belleza, muchos soldados perdieron la vida.
Rohei no respondió a esas palabas, solo apretó sus manos y su mandíbula, luego apoyarse contra el respaldo.
–Pero, si quieres ver a alguien, tal vez sea buena idea ver a Carlos, recuerdo que quería hablar contigo cuando despertaras.
Esas palabras sorprendieron a Rohei quien de inmediato se puso de pie.
–Iré a verlo ahora mismo.
***
Caminaba junto a Luna recorriendo el ala este de la casa, llegando a las habitaciones de invitados y de servicio, en el camino me detuve pudiendo ver desde la ventana el jardín interior, notando que este se encontraba en mal estado teniendo marcas de fuego en el césped, así como varios jarrones rotos. Sin embargo lo que más me llamo la atención fue ver como una parte del techo se encontraba roto.
–Debió ser una batalla muy dura, es un milagro que la casa siga en pie.
Comento Luna entrelazando sus dedos con los míos, asentí sin imaginar que podría haber causado tal daño.
Proseguimos nuestra marcha, luna me llevo hasta un comedor donde normalmente se reunían los guardias de la casa, sin embargo ahora solo había una persona sentada a la mesa, Carlos, el segundo al mando de Dimitri, en le encontraba revisando unos documentos los cuales tenía apilados sobre su estante.
Carlos era un hombre joven de cabello rubio y ojos almendrados, al igual que yo era un caballero ígneo, se había desecho de su peto, hombreras y guantes, buscando estar más cómodo mientras escribía informes, dichas partes se encontraban en una equina acomodadas junto a sus armas y el estandarte de la turba.
–Parece que no has sufrido ningún daño grave Carlos.
Hable saludándolo, pues aparte de algunos rasguños en su armadura parecía estar intacto.
–Rohei... no pensé que despertaras tan pronto, me alegra verte recuperado.
Levanto su cabeza saludándome con algo de frialdad, para luego buscar una hoja con un informe.
–Hasta ahora, de tu escuadrón solo se tiene constancia de tres supervivientes, Samanta, Ivonne y por supuesto que tú.
Enumero mostrándome el documento, donde se mostraba un informe, así detallando que nuestro grupo había sido exterminado.
–Erika fue secuestrada, solo confirmo la muerte de Lucas, Santiago y Sebastián.
Sentí una gran tristeza al ver el nombre de Roberto y la frase muerte confirmada, Emma no había mentido.
–Ivonne se encuentra aquí también pero no ha despertado según las sirvientas, ¿puedes decirme porque razón estaban separados ambos grupos?
–Tomamos la decisión de dividir nuestras fuerzas, Ivonne daría un rodeo a una cuadra para atacar a un grupo enemigo por la retaguardia, pero... ellos nunca regresaron.
Respondí inmediatamente, ante lo cual Carlos anoto cada una de mis palabras.
–Fuimos atacados por una enemiga, una maga poderosa... era parte de los invasores, no pudimos haber nada para derrotarla.
Hable apretando mis manos con todas mis fuerzas, conteniendo mi frustración al recordar esos eventos.
–Entendido... lamento mucho escucharlo.
Soltó un suspiro pesado apoyándose contra el respaldo de su silla.
–Tuvieron suerte, varios escuadrones fueron eliminados en esta área, por lo menos la perdida de nuestra turba no fue tan grande, los otros grupos sufrieron pocas bajas, tendremos que buscar nuevos miembros.
Me comento casi pronunciándolo al aire.
–¿Por cierto, no es que sea de mi interés, pero no esto debería estar haciéndolo Dimitri?
Pregunte sintiendo curiosidad, pues era un trabajo que ambos debían realizar, era muy raro no ver al capitán de la turba ausente.
–No puede, recibió malas noticias, ahora está en el cementerio.
Por unos instantes guarde silencio, no conocía mucho de Dimitri, pero, entendía que no estaba en la mejor situación, no sabía que había pasado, solo lo compadecía y le entendía.
–Se lo que es perder a la familia, ¿puedes darle el pésame de mi parte?
–Podrías hacerlo tú mismo, dependiendo de cuento tarde en regresar.
Me respondió Carlos sin mucho interés, en definitiva parecía no tener ganas de hablar, claro quien las tenía en estos momentos.
–informo que me iré de la ciudad en pocos días, le enviare una carta al general Igor, el entenderá.
Hable dándole la espalda empezando a caminar hacia la puerta mientras Luna me seguía.
–¡Detente ahí!
Exclamo levantándose de golpe de su asiento mirándome con claro enojo.
–No puedes irte así como así, eres un caballero ígneo de Paradise, ahora más que nunca necesitamos a todos.
Hablo Carlos caminando hacia mí, por respeto me gire para verlo a la cara.
–Escúchame con atención Rohei Castelar, como caballeros debemos ayudar a la reconstrucción de la ciudad, me importa una mierda lo que tengas o no que hacer, esta emergencia va más allá de cualquier asunto personal.
Luna arqueo sus cejas con algo de enojo, parecía estar por hablar pero la detuve.
–No es un asunto personal, tampoco creas que quiero alejarme de mi responsabilidad como caballero ígneo, ¡no es algo mundano como piensas!
Exclame enfrentándolo, no entendería, no debía saber la verdad, pues no sabía si podría confiar en él, ya el duque Fernández me lo había dicho.
–¿Entonces qué quieres que piense? Ahora mismo soy tu superior, te ordeno quedarte aquí y ayudar como todos los demás.
Empuñe mis manos, pues no era como todos los demás, tenía una responsabilidad diferente, más grande a comparación a una ciudad, a esta ciudad que tanto amaba, después de todo quería ayudar a reconstruir mi hogar.
–Cuanto quisiera poder obedecerte, pero es algo que tu ni nadie puede evitar.
Le respondí abriendo la puerta siendo Luna la primera en salir, sin mirar atrás pero preparada para cualquier acción.
–¡Si sales de esta sala sin obedecerme quedaras expulsado de la turba! ¡Es una advertencia!
Exclamo Carlos completamente furioso, ya no respondí mas, simplemente nos retiramos cerrando la puerta detrás de nosotros. Nos alejamos inmediatamente sin decir ninguna palabra mientras escuchábamos las maldiciones de Carlos a la distancia.
–El... de verdad lo hará, pero no entiende quien eres en realidad.
Hablo Luna con un tono bajo, me enojaba tener que dejarlo de esta forma, que pudieran pensar mal de mí, pero, era algo que debía hacer.
Cerré mis ojos y aspire con fuerza antes de soltar un suspiro pesado, intentaba limpiar mi mente, alejar cualquier pensamiento negativo.
–Ya no importa, pensé no pensé que me expulsaría...
Pronuncie mientras continuábamos caminando, sintiéndome agobiado.
–Creo que debo aprovechar para despedirme de una compañera.
Dije rascando mi nuca sabiendo que Ivonne estaba aquí, aunque estuviera inconsciente quería ver a alguien de mi equipo con vida.
–Ivonne seguramente ¿Quién es ella?
Me pregunto Luna cuestionándome con sus brazos cruzados y mirándome con algo de desconfianza.
–Una compañera de trabajo, me venció en un combate.
Comente sin darle mucha importancia mientras caminábamos, Luna se sorprendió levemente mirándome con duda y curiosidad.
–No es por desconfiar de la fuerza de otras mujeres, pero no creo que puedan derrotar a un experto como tú.
–Solo si yo me confié, claro falle a la regla número uno.
Respondí casi de inmediato estirando mis brazos hasta que sentí como estos tronaron, luna se quedó paralizada por unos instantes, juraría escuchar que ella me dijo idiota, a menos que solo fuera mi imaginación.
–Tu padre estaría muy decepcionado de ti y como una de sus aprendices, tengo todo el derecho de regañarte en su nombre.
Cerré mis ojos esbozando una sonrisa mientras avanzábamos, escuchando todos y cada uno de sus regaños, palabras que no estaban equivocadas.
–Tranquila, no volveré a cometer el mismo error, aunque necesitare aprender hechizos más poderosos.
–Bueno, por ahora mejora lo que tienes, muro de fuego apenas lo estas aprendiendo, aun puede fallar.
Sonreí cuando la conversación se hizo amena entre ambos.
Seguimos caminando por un tiempo buscando entre las habitaciones, incluso pidiéndole indicaciones a las sirvientas, aunque nos costó más de lo que esperaba, pues nadie parecía conocerla, parecía a ver varias chicas heridas confundiéndonos una y otra vez. Casi maldije mi suerte preguntándome donde estaba Carole en momentos así, hasta que después de una hora logramos dar con la habitación.
Al abrirla note dos figuras familiares, la primera fue Samara quien portaba su armadura sin su casco mientras hablaba con Ivonne, quien para nuestra fortuna había despertado, encontrándose sentada sobre la cama, en su rostro, brazos y cuello pude notar varias heridas y quemaduras, sin embargo Samara carecía de heridas incluso de golpes en su armadura pareciendo casi nueva, al abrir la puerta ambas se detuvieron mirándome.
–Roe.
Susurro Ivonne bajando su cabeza avergonzada.
–Me alegra ver que estas bien Ivonne.
Hable entrando a la habitación mientras luna me seguía mirando con cierta desconfianza a Samara.
–Discúlpeme, fui derrotada... a decir verdad no recuerdo mucho de la pelea.
Me contesto algo avergonzada, ocultando su frustración detrás de una sonrisa forzada.
–No fuiste la única, solo sobrevivimos cuatro, sin embargo Erika fue secuestrada.
Conteste su sonrisa se borró por un momento, incluso note sorpresa en el rostro de Samara quien parecía no saber sobre aquella noticia, las lágrimas corrieron por las mejillas de Ivonne.
–...Ya sabía sobre la muerte de Madeleine, te ruego que me disculpes sobre la muerte de Roberto... no hicimos lo que pudimos, pero... no logramos derrotarla...
Apretó las sabanas con sus manos cerrando sus ojos con fuerza, me acerque a ella bajando hasta su altura, la mire con tristeza.
–Ella era muy fuerte también nos derroto, ambos, no, los tres, sobrevivimos por un golpe de suerte.
Le comente con seriedad, pues era verdad separados no habríamos tenido oportunidad, Emma solo había jugado con nosotros.
–Es frustrante, muy frustrante... No quiero volver a sufrir una derrota como esta, Roe, debemos fortalecernos juntos, quiero superarme.
No dejo que ninguna lágrima más se le escapara, Ivonne hablo con decisión mirándome hacia mis ojos, ante lo cual desvíe mi mirada.
–Tendrás que hacerlo sola, Roe pronto saldrá del país.
Comento Luna con seriedad colocando sus manos sobre mis hombros haciendo que todo quedara en silencio.
–¿De verdad?
Nos preguntó Ivonne con algo de duda, pero sin parecer querer detenerme.
–¡Eres un cobarde! ¿¡Cómo es posible siquiera que estés pensando en irte!?
Exclamo Samara levantando la voz y acercándose para confrontarnos.
–¡Primero nos haces desviarnos del camino para ayudar al duque Fernández! ¡Sorpresa Arturo murió intentando llegar aquí!
Grito con gran enojo estallando contra mí, golpeando mi pecho con su puño sin mucha fuerza.
–¡Luego haces que nuestro grupo se separe! ¡Vi como todos fueron derrotados mientras yo no podía hacer nada! ¡Si no hubiera sido por tu estúpido plan de rodearlos aun estaríamos todos vivos! ¡Estoy segura que cualquiera merecía más salir con vida de ese infierno que tú!
Me recrimino, tomándome de mi camisa, haciéndome sentir a un más miserable por la muerte de mis compañeros, sabía que tenía sus vidas en mis manos, sabía bien que había sido imprudente, pero-...
–¡Samara no mientas frente a mí!
Ivonne alzo la voz deteniendo a Samara, mostrándose muy enojada con su compañera.
–Te equivocas, Roe propuso ayudar al duque Fernández, pero fue Dimitri quien dio la orden de separarnos, del grupo principal, yo propuse el plan de rodar a los enemigos, yo no quise regresar cuando no encontrábamos una ruta... la muerte de nuestros compañeros no fue culpa nuestra... son cosas que pasan en la guerra.
La caballero ígneo hablo con su peculiar tono de voz, mostrándose seria mientras regañaba a su compañera, provocando que ella apretara sus puños con enojo, casi queriendo contradecirla, en consecuencia Luna sonrió colocándose frente a mí.
–Muy valiente culpando a Roe de culpable señorita Samara, pero ¿Qué se supone que hiciste tu para evitarlo?
En ese momento Samara se enojó empujando a Luna hacia atrás saliendo abruptamente de la habitación, azotando la puerta detrás de ella mientras maldecía en voz baja, tras verla irse Luna se burló de ella levemente, aunque Ivonne y yo la vimos con desaprobación, pus probablemente había tocado una fibra muy sensible en Samara.
–Lamento mucho eso, ella no es así, la conozco desde hace tiempo y es la primera vez que es tan grosera.
Comento Ivonne con algo de preocupación, a lo cual negué con mi cabeza.
–No importa, es su forma de ver el mundo, debió pasarla muy mal para ponerse así.
Hable cruzando mis brazos, a lo cual Ivonne suspiro mirándonos.
–... ¿Así que vas a irte? No te detendré ni preguntare el porqué, debes tener tus motivos, pero ¿A dónde iras?
Me pregunto, no supe si responderle, mire hacia luna buscando su ayuda pues no quería perder la confianza de Ivonne, y mucho menos que llegara a pensar mal, en respuesta, Luna asintió con algo de despreocupación.
–Iré a Skyland, será un viaje complicado, pero ya lo tenía previsto.
Respondí yendo directo al punto, Ivonne al escucharme pensó por un par de segundos, antes de mostrarse cabizbaja.
–Si ya estaba previsto pues no puedo detenerte, seguramente será triste para ti, Santiago, Sebastián, Lucas y Roberto no podrán acompañarte... te serian de mucha ayuda.
Asentí con algo de tristeza, pues tenía razón, su fuerza me habría sido de ayuda, pero no era solo eso, extrañaba a mis amigos, saber que no podría volver a verlos me dolía.
–Aun así no estaré solo, tengo a Luna a mi lado, y espero tener a algunos amigos más que me acompañen.
Comente intentando mostrar una sonrisa, Ivonne nos miró a ambos por unos instantes antes de suspirar.
–Quisiera poder acompañarlos, pero, no creo que sea una buena dejar la turba, además tampoco quisiera preocupar a mis padres.
–Eso sin mencionar tu mal estado, tardaras un tiempo en recuperarte.
Completo luna ante las palabras de Ivonne quien asintió casi de mala gana, para luego mostrar una sonrisa algo triste.
–Bien está decidido, me quedare aquí para fortalecerme, espero volver a verte pronto en la ciudad Rohei.
Hablo Ivonne extendiendo mi puño hacia mí el cual choque con una leve sonrisa.
–Claro, no me quedare atrás tampoco.
Ivonne habría sido una excelente añadido al equipo, pero, su decisión había sido rotunda, aun así prefería que se quedara en Paradise, presentía que en algún futuro necesitaría más aliados en Paradise.
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