Capítulo 24: El verdadero Fénix.
Un rugido azoto los oídios de Emma, quien abrió sus ojos antes de protegerse del torrente de fuego que surgió enfrente de ella, aquella magia tomo forma de pilar ascendiendo por el cielo tornando las nubes de un rojo intenso, siendo Emma lanzada hacia los aires sorprendiéndola.
-Es imposible... él no... ¿Cómo puede tener tanto poder?
Exclamo usando magia para caer con delicadeza sobre un techo de una casa.
"¿Papá, de verdad mi abuelo era tan fuerte?"
Recordó cuando era una pequeña niña, escuchando las historias de su padre.
-Cuando "él" despertó su poder, la gema del fuego le entrego su magia a través de un pilar de fuego...
Susurro pronunciando las mismas palabras que su padre le había contado, sus manos se paralizaron por un instante, antes de empuñarlas, arqueo sus cejas observando como del cielo comenzaban a descender brazas las cuales desaparecían al tacto.
-Imposible... debía ser yo... yo soy quien debió ser elegida.
Hablo empuñando sus manos con gran ira, aspiro con enojo mirando hacia Rohei, observando como el pilar de fuego empezaba a disiparse, un aura carmesí ardiente cubría al joven caballero ígneo, sus ojos rojos ardían como el fuego, su cabello liberaba brasas ardientes cada vez que se movía.
-Pero la gema del fuego te escogió a ti, nuevo fénix.
Pronuncio siendo la primera persona en ver el despertar de Rohei como guardián, algo que le hizo enfurecer desde el fondo de su corazón.
-Apuesto que sigues siendo debilucho, [¡Dragón danzante!].
Exclamo juntando sus dos manos invocando un dragón danzante atacando rápidamente a Rohei. Sin embargo el hechizo impacto contra la nada creando una gran cortina de humo.
-Maldición, donde esta.
Se preguntó sintiendo el poder mágico de Rohei, escaneando la calle desde la altura, entonces giro hacia la derecha en donde habían luchado encontrándolo corriendo hacia sus armas con una mirada ardiente.
-[Fuego].
Exclamo Rohei tan pronto noto la presencia de Emma agitando su brazo derecho lanzando tres llamaradas hacia la maga, quien sonrió estirando su brazo derecho para detener una de las bolas de fuego, la cual estallo en su contra lanzando los escombros del techo hacia atrás y hacia los lados, Emma logro resistir el golpe manteniendo su postura, sin embargo su guante se había quemado rebelando la palma quemada de su mano, su rostro sonriente había sido reemplazado por una mueca de dolor.
"Imposible... su poder mágico aumento más de lo que esperaba".
Pensó mirando su mano con sorpresa, observando la quemadura resultante borrando permanentemente su sonrisa burlona.
- ¡No creas que seguiré siendo blanda contigo, mocoso insolente!
Exclamo agitando su brazo derecho regresándole el mismo hechizo, creando una lluvia de fuego.
Rohei corrió con todas sus fuerzas pateando el suelo liberando una gran cantidad de calor, esquivando las bolas de fuego sin mirarlas, no entendía bien el que había pasado, una magia diferente a Blood Warrior corría por sus venas, le entregaba poder, fortalecía su cuerpo a niveles que él solo había soñado.
Aquella nueva magia que le inundaba tampoco combatía contra su magia familiar, seguía presente, impulsándolo hacia la hoja radiante, necesitaba esa arma si quería hacerle frente a Emma, no lo controlaba completamente, no sabía sus límites, pero de algo estaba seguro, su cuerpo no lo resistiría por demasiado tiempo.
- [Castiga los males y purifica con tus llamas] ¡Lanzas de fuego!
Escucho Rohei observando a su derecha una serie destellos, decenas de lanzas doradas envueltas en fuego cayeron desde los techos de la casa, los ojos de Rohei se abrieron saltando hacia los lados esquivando las lanzas conociendo bien su potencia, dejando que estas golpearan el suelo sin activarse.
-¡Crees que eres rápido! ¡Intenta escapar a esto! [¡Trueno!]
Emma exclamo estirando su mano invocando un trueno desde las nubes justo delante de Rohei, impactando contra el suelo crenado una explosión lanzándolo hacia atrás, haciendo que golpeara una lanza de fuego, creando una segunda explosión lanzándolo nuevamente hacia el frente cayendo cerca de su espada.
Emma sonrió mirando a un Rohei herido, sin dudarlo extendió su mano hacia él, lista para expulsar un gran hechizo.
- ¡[Ardan llamas del inframundo] Fuego!
Exclamo Rohei girando sobre su espalda para extender sus manos hacia Emma, disparando le una potente llamarada tomándola por sorpresa en un instante, arqueo sus cejas empuñando sus manos.
-¡Nunca podrás hacerme nada con ese hechizo! [¡Dragón danzante!]
Grito invocando aquella magia creando un gran dragón engullendo la llamarada de Rohei mientras avanzaba hacia el caballero, amenazando con engullirlo.
Pero ya era tarde Rohei había tomado su espada.
-Técnica de caballero ígneo [Atravesar].
Pronuncio empuñando su espada con sus manos, flexiono sus rodillas respirando profundamente mirando a los ojos del dragón.
"Antes no pude hacerle nada, era mucho más débil, pero ahora".
Trago saliva realizando un tajo contra el dragón danzante, dividendo aquella magia en dos, dispersándose en el aire ante la atónita mirada de Emma.
Sus poderes mágicos estaban equilibrados, sin embargo la maga seguía teniendo la ventaja, Emma lo sabía, mientras mantuviera la distancia podría ganar, pero si Rohei la alcanzaba estaría en serios problemas, no podía darse el lujo de permitir que volviera a acercarse.
- [Desciende espada de las estrellas, enciende tu llama infinita, concédeme el poder de la guerra]
Pronuncio con una voz seria extendiendo su brazo derecho mientras vigilaba los movimientos de Rohei, quien buscaba con la mirada una forma de alcanzarla.
Las llamas envolvieron el brazo de Emma como serpientes, uniéndose en su palma formando una esfera llameante.
-Espada fulgurante.
Suspiro empuñando aquella magia formando una espada de fuego brillante, no dudo ningún segundo en agitarla hacia Rohei lanzando dos tajos seguidos liberando su magia devastadora.
Desde el punto de vista de Rohei, pareció haberse formado una x con el fuego, acercándose hacia él, rápidamente sujeto su espada colocándola hacia atrás estirando su brazo izquierdo hacia el frente invocando muro de fuego en un instante, logrando defenderse de aquella magia, pero solo había sido el primer embate. Emma continúo realizando un ataque detrás de otro agitando su espada con odio, liberando llamarada tras llamarada, impactando el escudo de Rohei.
Cada golpe hacia que el muro retrocediera un poco, hasta llegar a la mano de Rohei quien se esforzaba por mantener el escudo el cual empezaba a agrietarse, cada impacto empezó a sentirse en todo su cuerpo mientras era empujado hacia atras por la fuerza de cada embestida mágica.
-Ese es tu único buen hechizo ¿eh?
Pregunto Emma con enojo, completamente indignada lanzo esta vez la espada completa hacia Rohei, impactando y atravesando el hechizo defensivo desde uno de sus bordes impactando contra una casa detrás del caballero ígneo, reduciéndola a escombros con una potente explosión.
Usando el humo Rohei se impulsó pateando el suelo con fuerza, lanzándose hacia adelante, antes de dar un gran salto con todas sus fuerzas, su pie agrieto el suelo mientras se impulsaba hacia el cielo alcanzando en un instante el techo en el cual Emma se encontraba, quien al verlo aqueo sus cejas levantando su mano izquierda haciéndola brillar en un tono verdoso.
- [¡Pulso Aéreo!]
Exclamo invocando una poderosa corriente de viento arrancando las tejas del techo lanzándolas hacia Rohei junto con la magia, levantándolo bruscamente por los aires lanzándo al caballero hacia atrás, mientras intentaba bloquear de los escombros protegiendo su rostro con sus brazos.
- [Asciende desde el centro de la tierra, calienta el ojo del dragón, exhala tu aliento corrosivo]
Justo cuando miro a Rohei caer al suelo coloco un pie delante del otro, bajo su cuerpo levemente flexionando sus rodillas, extendió sus brazos hacia el frente juntándolos, esto mientras cientos de burbujas la rodean moviéndose hacia las palmas de sus manos formando una esfera de agua la cual desprendía cierto vapor.
-Geiser.
Rohei se levantó con mucho dolor escuchando esas palabras, viendo como un torrente de agua invierno avanzaba hacia el destruyendo los tejados, destrozando la madera con su chorro.
- [Muro de fuego]
Volvió a exclamar para defenderse recibiendo el impacto de inmediato, defendiéndose del golpe inicial, sin embargo el techo en el que se encontraba no resistió desmoronándose bajo sus pies, cayendo hacia el ático de aquella casa junto con un torrente de agua hirviendo, causándole quemaduras en algunas partes de su cuerpo que no estaban protegidas por su armadura, incluso en parte de su rostro.
Con dificultas se levantó, mirando el aura de sus brazos, sintiendo el dolor de la caída. Su fuego seguía ardiendo.
"Soy lamentable, ya no se contiene ese torrente de magia".
Pensaba intentando crear un plan para detenerla, maldiciendo el no haber aprendido algún otro hechizo con mayor potencia.
-...No, solo necesito más potencia.
Pronuncio mirando hacia arriba observando la destrucción que había causado la magia de su rival.
"Podría intentar... ese hechizo".
Pensó intentando llevar al máximo sus capacidades.
Desde el borde de una viga en lo que quedaba de un techo, Emma soltó un suspiro mirando como casi dos cuadras de casas habían perdido sus tejados, sin embargo seguía viendo el resplandor carmesí de Rohei.
-Ahora entiendo porque el sacerdote decía que matar a un guardián era difícil.
Hablo entre los dientes intentando contener su ira, dio un gran salto queriendo acortar la distancia entre ambos necesitando un tiro certero en su contra.
Tan pronto miro a Rohei comenzó a juntar magia para lanzar un hechizo, su cuerpo se envolvió en llamas mientras aterrizaba sobre un pilar de madera.
- [Dragón danzante].
Exclamo disparando su hechizo favorito en contra de Rohei, teniendo un tiro certero, mientras con su brazo derecho cargaba un segundo hechizo, sabia que dragón danzante no sería suficiente para eliminarlo.
- [¡Atravesar!].
Exclamo Rohei, activando su habilidad mientras daba un salto hacia adelante esquivando el dragón danzarte ante la mirada atónita de Emma, quien solo vio como Rohei corto de un solo tajo la viga donde se centraba, empezando a deslizarse cayendo hacia el piso, mientras la explosión del dragón danzante lanzaba a ambos hacia la calle destruyendo parte de la casa.
Los ojos de Emma se abrieron entiendo como su hechizo empezaba a perder el control, mientras sabia que su ventaja estaba por desaparecer, al tocar el suelo, ambos estarían a unos metros de distancia.
- ¡Maldito ladrón! [¡Estallido!]
Exclamo extendiendo su brazo derecho hacia el suelo, creando una explosión de fuego para detener su caída lanzándose nuevamente hacia el aire, mientras Rohei caía de pie.
- [¡Ardan llamas del inframundo!] ¡Fuego!
Exclamo casi de inmediato lanzando la llamarada con su brazo izquierdo, dándole al costado izquierdo de Emma lanzándola en dirección a la muralla, pero cayendo al suelo a unos diez metros de Rohei, rápidamente el caballero comenzó a correr hacia Emma levantando su espada para acabarla de un tajo.
- [Espada Fulgurante]
Grito Emma defendiendo su vida invocando su espada llameante logrando bloquear la espada de Rohei, ambos se miraron a los ojos con odio, sin embargo alguien odiaba más.
- ¡No subestimes a una iluminada!
Exclamo dándole una patada al costado izquierdo de Rohei, haciéndole perder el equilibrio de fuerza, siendo repelido por Emma, lanzando a su vez una llamarada al lograr agitar la espada lanzando a Rohei hacia atrás, permitiéndole a ella levantarse.
-Nunca lo hice.
Suspiro Rohei levantándose sintiendo su cuerpo arder, sus brazos con quemaduras, su rostro también mostraba una mirada desafiante, respiraba pesadamente, su fuego ardía con gran vigor pero estaba llegando a su límite.
-Préstame un poco de tu poder... gema del fuego.
Pronuncio el caballero ígneo empujándose hacia el frente reduciendo la distancia en un paradero atacando a Emma con su espada, un impacto entre atravesar y la espada fulgurante provoco un destello de fuego, chispas volaron por los aires encendiéndose.
Sin embargo no detuvo la embestida de ataques, uno tras otro, intercambiaron tajos en una danza de fuego, en fuerza Rohei la superaba por poco, en velocidad estaban igualados, pero, Emma llevaba la delantera en poder mágico.
Emma apretaba sus dientes intentando a toda costa retroceder, pero sin poder alejarse de él, no se lo podía quitar de encima, ni distraerse ningún segundo, ni siquiera pensar en usar algún hechizo.
Pero Rohei tampoco estaba atacando siempre, a diferencia de la lanza, Emma parecía ser excelente en la espada, al igual que Rohei parecía ser su mejor arma fuera de la magia. Su estilo era parecido al de los caballeros de Runus, su fuerza aunque menor que la de Rohei era superior a la que se esperaría de alguien de su complexión, sin mencionar que la diferencia de fuerzas era apenas perceptible.
Parecían opuestos, talentosos en las mismas cosas, pero eligiendo lo contrario al otro, Rohei escogió la espada sobre la magia y Emma escogió la magia sobre la espada.
Por ello, a corta distancia...
-Yo tengo la ventaja ahora.
Proclamo Rohei, dando una estocada contra el brazo derecho de Emma abriéndole una herida profunda, haciendo que ella gimiera de dolor.
-No... yo la tengo... [¡Hidra navaja!]
Exclamo en ese instante, lanzando aquel hechizo con su mano izquierda, disparando un chorro delgado de agua a gran presión atravesando la pierna derecha de Rohei, haciéndole perder el equilibrio.
Sin perder el tiempo Emma ataco cambiando su espada llameante a su mano izquierda atacando con una estocada, del cual apenas Rohei pudo defenderse, logrando desviar el golpe con la hoja radiante, pero recibiendo un corte ardiente en su brazo izquierdo. Siendo Emma inmediatamente repelida por Rohei quien la empujo hacia atrás. Sintiendo un gran dolor en su pierna impidiéndole moverse, manteniéndose apenas de pie.
Ambos se miraron a los ojos con enojo, empuñando cada uno sus armas, sabiendo que se encontraban cerca del final.
La hechicera arremetió primero impactando contra la espada de Rohei, liberando una explosión de fuego con cada impacto, el caballero ígneo pretendía defenderse logrando bloquear cada impacto, mientras intentaba flexionar sus rodillas, sintiendo el dolor sobre su pierna impidiéndole montar una defensa férrea, siendo empujando hacia atrás casi perdiendo el equilibrio con cada golpe. Pronto la agilidad de Emma supero la habilidad de un Castelar.
Emma ataco el estómago de Rohei con una patada empujándolo hacia atrás, haciendo que pierda la concentración, la maga no se detuvo pues realizo un segundo golpe ahora con su espada, atacando desde arriba forzando a Rohei a protegerse, pero fue vencido, la espada llamante corto su ceja derecha bajando hasta su mejilla quemando la piel a su paso, mientras lanzaba la espada de Rohei al suelo.
-Muere falso fénix.
Exclamo Emma mientras daba una estocada atravesando un costado de Rohei, justo debajo del sus costillas.
Pero había sido agrede.
- ¡YO SOY EL VERDADERO!
Grito Rohei atacando a Emma quien había bajado la guardia, su puño envuelto en llamas golpeo el estómago de Emma rompiendo su armadura, mientras era lanzada con fuerza hacia atrás golpeando el suelo con su espalda.
La mano derecha de Rohei quedó doliendo sintiendo el impacto contra el acero, se encontraba quemado por su propio fuego, pero se mantenía de pie.
Por su parte Emma vomito tras el golpe mirando en el suelo una mezcla de su sangre, su rostro se deformo de ira.
"¿Cómo podía pasar esto?".
Pensaba mirando hacia Rohei, quien avanzaba hacia ella.
"¿Cómo puedo perder ante alguien tan débil?".
Rasgo el suelo con sus uñas rompiendo algunas.
"¡no permitiré que siga humillándome!".
Exclamo dentro de si levantándose con dificultad mirando a su rival herido, pero no derrotado.
-Ahora intenta bloquear esto...
Susurro dando un salto hacia atrás impulsada por magia de viento elevándose hasta caer sobre una de las almenas la muralla, observo a Rohei desde arriba, sabía que no podría moverse.
- ¡Te demostrare todo mi poder!
Curo su brazo derecho leventemente hasta poder moverlo, luego junto sus manos entrelazando sus dedos apuntando hacia el frente.
Rohei se paró con firmeza delante del miro mirando hacia la figura de Emma, con todas sus fuerzas estiro su brazo hacia ella.
"No me pueda nada que perder, debo hacerlo ahora o nunca".
Apretó sus dientes mirando con enojo hacia la muralla.
"Debo abrirme por completo al fuego, mentalizarme, imaginar lo que quiero".
Cerró sus ojos exhalando fuego por su boca, imaginando aquel hechizo, el único que podría superar a su oponente.
- [Señor de los volcanes].
- [Maestro de las llamas].
Ambos iniciaron un canto, siendo envueltos por una corriente de fuego, sin perderse de vista, pero ninguno equivalía.
- [Abre tus alas levántate de tu lecho].
- [Hijo del alba y el ocaso].
Los brazos de Emma se cubriendo de fuego formándose un pico frente a sus manos.
- [Ruge liberando tu fulgor carmesí].
- [Déjame liberar tu cuerpo].
Emma comenzó a llenarse de energía trazando una sonrisa mostrando sus colmillos, las llamas de sus brazos se extendiendo formando unas alas.
- [¡Déjame ejecutar tu venganza!].
- [Muéstrame el poder de tus llamas].
Emma completo su hechizo primero formando un ave de fuego frente a ella, liberando un gran calor.
- ¡Muere ante el verdadero fénix! ¡Ave del paraíso!
Exclamo pronunciando el nombre idle hechizo disparándolo.
- [Engulle con tu calor abrazador] Dragón de ceniza.
Pronuncio Rohei, su fuego descontrolado estallo formando una enorme cabeza de dragón abriendo sus fauces y enchuleto el ave en llamas, por un instante todo quedó en silencio observando Emma atónita como su hechizo mas poderoso había sido dispersado.
Mientras Rohei se esforzaba por contener el poder de un hechizo superior a sus capacidades.
Las llamas se desataron, el hechizo de Emma detono dentro del dragón de ceniza, liberando una enorme explosión de fuego abrazando con varias casas lanzando a Rohei y Emma hacia atrás, destruyendo parte de la muralla, dejando en su lugar un cráter de gran tamaño.
Emma se levantó sobre el pasto observando el daño de la muralla, intento dar sin salto, pero apenas pudo levantarse del suelo, su magia se había terminado.
Al otro lado, Rohei se encontraba inconsciente, sobre un charco de sangre, apenas respirando.
Los barcos voladores levantaron vuelo mientras una suave lluvia caía sobre la ciudad herida, los incendios comenzaron a apagarse, los soldados enemigos restantes fueron derrotados, pero una sensación de derrota inundo Paradise.
***
Dimitri cabalgo con el resto de su escuadrón buscando al de Rohei o cualquier sobreviviente, encontrándose con un enorme cráter, ahí mismo, protegido por las alas de coco se encontraba Rohei, inconsciente, pero vivo.
No fue el único, pues a unas calles de distancia, los graznidos de un faisán, llamaron la atención de un grupo de caballeros.
Quienes al llegar se encontraron con una faisán con las plumas quemadas llamando desesperadamente por ayuda, mientras protegía el cuerpo quemado e inconsciente de Ivonne.
De aquel escuadrón de 10, solo 3 habían sobrevivido, y una había desaparecido, al igual que cientos de jóvenes mujeres.
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La batalla a terminado, y con ello el fin del libro, sin embargo, pero, aun queda algo mas por contar antes dé terminar. el epilogo empieza ahora ¿listos para llorar un poco mas?
Esperen el capitulo siguiente la próxima semana.
Gracias por leer.
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