Están los que se aferran a la vida

Con uñas y dientes

Con llantos y desvelos

Están los que persiguen la vida

Con ansias y sueños

Con ilusiones y aliento

Están los que recorren la vida

Con tranquilidad y laconismo

Con paciencia y esperanza sin fin

Están los que se sientan junto a la vida

Con melancolía y nostalgia

Con el corazón en la mano y memorias escritas en el alma

Hay otros que sueñan la vida

Con fotos y canciones en el techo

Con ideas extrañas y puntos muertos

Hay otros que persiguen la vida

Con ciudades de papel en las manos

Con aspiraciones sin sentido en apariencia

Y hay otros como yo que no hacen ni lo uno ni lo otro

Que no tienen rumbo, sin embargo no esperan ni avanzan

Pululan en un aroma extraño, ni dulce ni amargo

En una caza interminable, que no tendrá respuesta ni salida

Una botella que esperaba ser llenada con flores secas y piedrecitas

Que terminará como empezó, vacía.