004. the plan

𖥔₊˚ 🔮 ALLURE OF DARKNESS
CHAPTER FOUR — ACT ONE
❝ EL PLAN ❞

━━━━━━━━━━

Dan y yo reíamos mientras Tanner gritaba suplicando atención. Si en clases nadie lo escuchaba, ¿qué le hacía pensar que aquí sería diferente?

Cuanto más lo ignoraban, más nos reíamos.

Podría hacer esto todo el día.

—Un momento, un momento. ¡Alto! —finalmente, todos quedaron en silencio—. Hay que ser honestos, en el pasado dejábamos que otros equipos vinieran a nuestra escuela y nos aplastaran, pero eso cambiará hoy. Tenemos sangre nueva que abrirá la ofensiva, y voy a decirles esto: hace mucho que no veía a alguien así, con manos así. Denle un aplauso a Stefan Salvatore.

—¡Vamos, golden boy! ¡Pateales el trasero! —grité, y todos se unieron a los gritos mientras Stefan me dedicaba una sonrisa.

—¿Será cierto? —me susurró Dan mientras aplaudía—, eso de que tiene buenas manos.

No pude evitar soltar una carcajada.

—Pregúntale a Elena. —le susurré de vuelta.

—A nuestros seguidores que han esperado que tengamos una victoria, tengo que decirles: ¡Los Timberwolves tienen hambre!

Los gritos eufóricos no tardaron en oírse nuevamente.

Dan y yo nos miramos confundidos al ver a las personas reunirse en un círculo mientras gritaban "¡Pelea! ¡Pelea!". Caminamos hacia ellos y vimos a Jeremy y Tyler en el suelo, lanzándose puñetazos.

—¡Oye, idiota! —grité hacia Tyler. Logré tomarlo del brazo, pero él me empujó, aunque sin mucha fuerza. Supuse que no sabía que era yo, porque sus ojos se abrieron de par en par, y el enojo en su rostro desapareció, reemplazado por un pánico evidente.

—Alycia... yo... —su voz tembló.

El golpe fue lo suficientemente fuerte como para derribarme, y las personas ya me estaban mirando confundidas. ¿Les dará la cabeza para pensar que soy un vampiro? De día heroína y de noche chupasangre de animalitos, Alycia Gilbert.

Negué con la cabeza, optando por dejarme caer al suelo soltando un falso quejido. Al parecer, eso solo empeoró las cosas, ya que Jeremy me vio en el suelo, y solo lo enfureció más, pues empujó a Tyler de manera agresiva.

A todo esto, creo que debería ser actriz.

Dan corrió preocupado hacia mí y me levantó del suelo.

—Ya es suficiente. —espetó Stefan, separando a los pedazos de cavernícolas.

Tyler volteó hacia él, aún más enojado, y le dio un fuerte golpe en el abdomen. Stefan ni siquiera se movió ni se quejó, dejando a Tyler totalmente atónito.

—¿Estás bien? —me preguntó Dan.

—Sí, no te preocupes.

—¡Jeremy, no! —levanté la cabeza al escuchar a Elena gritar. Jeremy había agarrado una botella rota y la lanzó hacia Tyler. Sin embargo, Stefan fue más rápido, apartó a Tyler del camino y puso su mano enfrente, recibiendo la cortadura—. ¡¿Qué te sucede, Jeremy?! —gritó Elena, para luego voltear hacia mí—. ¿Estás bien, Aly?

—¡No! —Elena, Jeremy y Dan voltearon preocupados—. ¡Este pantalón era nuevo y ahora quedó estropeado! —los tres negaron con la cabeza de manera divertida, aunque yo no le veía la gracia.

Elena se giró hacia Stefan, preocupada.

—¿Estás bien? —él sonrió y asintió para no preocuparla—. ¿El corte es profundo? ¿Qué tan malo es? —Elena tomó sus manos, pero no había ningún corte—. Pero... lo vi —susurró, confundida.

Stefan sacudió la cabeza.

—Falló. No es mi sangre, ¿ves? Estoy bien. —dijo, mientras limpiaba su mano.

—No, no. Yo... lo vi. Te cortaste la mano.

—Elena, quizás viste mal. En ningún momento vi que Stefan se cortara la mano. —interrumpí.

No me gustaba tratar a mi hermana como demente, pero era por su bien, ¿no?

[...]

Dan se quedó apoyando al equipo mientras, por órdenes de Elena, fui al estacionamiento a buscar el botiquín de primeros auxilios para curar a Jeremy.

—¡Alycia! —escuché la voz de Tyler y lo vi caminar hacia mí. Continué mi camino, ignorándolo—. ¡Alycia, espera!

—¡Aléjate de mí, Tyler! —grité, sin detenerme.

Él rápidamente me alcanzó y me detuvo, tomando mis brazos.

—Por favor, escúchame.

—¿Escucharte? ¿Escuchar qué? ¿Que se acabó lo tuyo con Vicki o que te arrepientes de haber golpeado a mi hermano? —exclamé, empujándolo en el pecho—. ¡Terminé con esto, Tyler! ¡Tu y yo terminamos! Ahora aléjate de mí

Tyler pareció comprender que no era el momento para disculpas, porque se alejó sin decir nada más.

Me limpié bruscamente la lágrima que bajaba por mi mejilla. Ni siquiera sé bien por qué estoy llorando. Sí, Tyler y yo nos lastimábamos mutuamente. Jugábamos juegos crueles y retorcidos solo para herirnos. Terminábamos y volvíamos constantemente, pero también había momentos buenos. Nunca me había sentido tan comprendida por alguien. Tyler me amaba incluso en mis peores momentos.

Tyler me hacía sentir amada.

—¡Maldito seas, Tyler Lockwood! —grité al aire. Suspiré profundamente
Una vez que encontré el botiquín, cerré la cajuela del auto y me encontré cara a cara con Damon.

—¿Qué haces aquí? —enarqué una ceja, sin ocultar mi irritación.

—Me escondo de Caroline —susurró, como si ella pudiera escucharlo.

—¿Y por qué te escondes de ella?

—Necesito un descanso. Habla más de lo que creí.

—Vaya, ya lo descubriste —le sonreí falsamente, sin disimular mi desinterés.

No es que odiara a Caroline...bueno, solo un poquito. Un poquito arto. Aunque me estoy esforzando mucho para que logre fijarse en Dan... aunque no se note mucho.

Paso a su lado para irme, pero él me detiene del brazo.

—¿Lo seguirás negando, Alycia? —preguntó, susurrandome en el oído.

—¿Seguir negando qué? —espeté a la defensiva.

Damon se acercó más, invadiendo mi espacio personal.

—Que me deseas —afirmó con su tono arrogante—. Te gusto. Te sientes atraída por mi. Piensas en mi aunque no lo quieras. Y ahora mismo me quieres besar.

Damon se inclinó hacia mí, y una extraña intensidad en sus ojos me dejó paralizada. ¿Estaba realmente a punto de besarme? Mi mente se llenó de confusión. No lo vi venir; jamás pensé que él cruzaría esa línea.

Cuando sus labios se acercaron a los míos, una ola de pánico me invadió. Esto no estaba bien. Damon no podía estar haciendo esto por las razones correctas. Sabía lo que Katherine había hecho, cómo había jugado con los sentimientos de los hermanos Salvatore.   ¿Acaso se creía que yo era igual que Katherine?

Antes de que pudiera procesarlo por completo, levanté la mano y lo abofeteé. El sonido resonó en el aire, rompiendo la tensión que se había acumulado entre nosotros.

Damon se quedó inmóvil, mirándome con sorpresa, como si intentara comprender lo que acababa de suceder. Sentí mi respiración entrecortada, pero me obligué a mantener la compostura.

—¿Quién te crees? —espeto con ira—. Mira no que que clase de jueguitos tenían ustedes con Katherine, pero déjame aclararte una cosa —mis ojos estaban fijos en los de él—, no soy Katherine, y nunca lo seré.

Me fuí del lugar dejándolo con la palabra en la boca.

[...]

Ya era otro día cuando reía mientras le daba un mordisco a mi manzana. Jenna maldecia una y otra vez al reportero de las noticias.

—Desgraciado. Infeliz —murmuró con enojo.

Creo que se le están acabando los insultos.

—¿Con quién habla? ¿Con quién hablas? —preguntó Elena levemente divertida, entrando a la cocina.

—Con el. —contestó tía Jenna a secas, señalando la pantalla de la televisión.

—También conocido como Logan "basura" Fell. —añado, riendo. Sabiendo a lujos y detalles la historia de Jenna y Logan.

—¿No sabes porqué me fuí de Mystic Falls? —preguntó hacia Elena.

—Imposible. ¿Fueron novios? —Elena rió—. Es lindo.

Yo bufé.

—Que malos gustos tienes, hermanita.

—No tiene nada de rescatable —añadió Jenna, apagando la televisión—. ¿Que vas hacer con eso? —preguntó al ver como Elena revisaba una pequeña caja.

—Ayer lo saqué de la caja de seguridad del banco. Mamá le prometió a la señora Lockwood que se prestaría al consejo de fundadores para su exposición.

—¿Ese es el anillo de la abuela Beth? —preguntó Jenna, girando el anillo en sus dedos

¿Quién carajos era la abuela Beth?

—Antes fué el anillo de la tatarabuela Mary.

¿Quién era la tatarabuela Mary?

—Miren, la gallina acaba de salir de su nido. —dije burlonamente cuando Jeremy entró a la cocina.

—Cállate —me lanzó una manzana y lo agarré en aire—. ¿Desde cuando tienes buenos reflejos? —cuestionó con burla mientras se ganó junto a Jenna, observando la caja.

—Siempre tuve buenos reflejos —susurré, realmente ofendida.

—¿Cuánto creen que valgan estas cosas en E-bay? —preguntó Jeremy, observando un reloj.

—No lo vas a averiguar. —Elena se lo arrebató de las manos.

—Esas cosas son de mamá y papá. No puedes simplemente regalarlas.

—No voy a regalarlas. Es un préstamo, Jeremy.

Bajo del taburete con un salto. Me acerqué a Jeremy y lo abrazo por la cintura. El pasa sus brazos por mis hombros depositando un beso en mi cabello.

El timbre sonó y Elena fué abrir lapuerta con una boba sonrisa.

—¡Dejen la puerta abierta! —grito al ver como Elena prácticamente arrastra a Stefan a su habitación.

Me había rendido con ese par.

—¡En cinco minutos te quiero aquí abajo, Elena! —siguió Jeremy.

Nos miramos y soltamos una carcajada.

[...]

Elena, Jeremy y yo estábamos cenando cuándo el timbre suena nuevamente. Con pereza voy a abrir la puerta, ya que acostumbramos que el que esté más cerca de la puerta vaya.

Rodé los ojos al ver a Tyler apenas abrí la puerta.

—¿Que quieres, Tyler?

Noté como Tyler se tensó ante mi tono arisco.

—Vine a recoger una caja.

Tomé la caja que Elena dejó junto a la puerta y se lo entregué.

—Ten cuidado, trae cosas valiosas.

—Si, ten cuidado, idiota. —Jeremy se ganó a un lado mío, mientras que Elena del otro lado. Jeremy intentó salir, pero lo tomé del brazo, impidendole el paso.

—Oigan, no discutan ahora, chicos. —intervino Elena, para disipar la tensión que se había formado.

—Yo estoy bien, el es un patán.

—¿Te quieres quedar sin lengua, eh? —di un paso al frente

—Tu eres un patán. —espetó Jeremy, también dando un paso al frente.

Elena nos toma a ambos del brazo haciendo que retrocedamos.

—Eso era todo, Tyler. Dile a tu mamá que la veré esta noche.

—Adiós, patán. —decimos al mismo tiempo con Jeremy, cerrandole la puerta en la cara. Nos miramos unos segundos para después chocar puños.

—Inmaduros. —Elena niega con la cabeza mientras sube las escaleras.

[...]

—¿Estás demente, Stefan? Tu hermano es un psicótico. Lo que deberías de hacer es mandarlo a un psiquiátrico de vampiros.

Oye, Alycia, Damon me amenazó abiertamente sobre hacerle daño a Elena. Es simple, vas con el al baile y lo distraes. Yo haré el resto.

Mordí mi labio inferior mientras Stefan esperaba pacientemente mi respuesta a través del teléfono. Damon había matado a Tanner, y no conforme con eso, amenazó a Stefan sobre matar a Elena.

Ese tipo ya está causando dolor de cabeza.

—Ugh. Está bien. —accedí.

Caroline no iba ir al baile así que eso facilitaría las cosas. Daniel le hará compañía. Genial. Si esto sale mal me suicido.

Colgué el teléfono y llamé a Dan

—¡Dan! —exclamé exageradamente —. Tengo excelente noticias.

¡¿Vas a conocer a Jared Padalecki?!

—Ojalá. —solté un suspiro.

¿Y entonces?

—Caroline no irá al baile con Damon. Por lo tanto, estará en su casa, aburrida, triste y ya sabes, esas cosas. Asi que es tu momento; irás a su casa y le harás compañía.

¡Eso es... fabuloso!...espera, ¿tu con quién irás?

—Oh, bueno —solté una risa nerviosa. —Es...¿una larga historia?

Aly...

Dejé salir un suspiro, derrotada

—Con Damon Salvatore.

Bueno, eso es ¿genial? No lo sé. El es mayor y...

—Tranquilo, no es como si fuera a vender mi alma por esto. Es solo un estúpido baile. Además, claro, tiene una cara bonita, pero cuando lo vi, pensé: 'Dios, ese rostro... se ve como el tipo de error que arruinaría mi vida, y no de la forma divertida.

Honestamente, creo que necesitas terapia. Eres una masoquista.

[...]

—Alycia —chilló Carol Lockwood al verme en la entrada de la mansión —, te ves hermosa.

Lo sé. Lo sé.

Llevaba un vestido rojo ajustado que combinaba con unos tacones negros, y mi cabello caía en rizos sueltos sobre mis hombros.

—Gracias, señora Lockwood. Este es Damon...un amigo.

Mis brazos estaban enganchados con los de Damon.

—Oh, bueno. Pasen

—Encantado de conocerla. He estado esperando esta fiesta durante bastante tiempo. —dijo Damon.

—Bueno, disfruten. —finalmente, la señora Lockwood se marchó a atender a sus otros invitados.

—¿Me vas a decir tus verdaderas intenciones, bonita? —Damon volteó hacia mi, mirándome con los ojos entrecerrados.

—¿Intenciones? —repliqué, fingiendo inocencia.

—¿Que tramas?

—Oye, solo no quería venir al baile sola, y fuiste mi primera opción —mentira—. Siéntete especial. —le guiñé un ojo y caminé al sitio de comidas.

Cuando llegué a la mesa de comida, me encontré cara a cara con Tyler. Su expresión cambió al verme y su mirada se endureció cuando notó a Damon acercándose por detrás.

—¿Qué haces aquí con Damon? —preguntó, con una mezcla de incredulidad y algo que parecía dolor en su voz.

Sabía que Tyler aún me amaba; lo veía en sus ojos, en la manera en que su mandíbula se apretaba al hablar. Y aunque yo también lo extrañaba, mi orgullo no me permitía ceder.

—Es solo un baile, Tyler —respondí, encogiéndome de hombros como si no fuera gran cosa—. Necesitaba un acompañante y Damon estaba disponible.

Él frunció el ceño, claramente insatisfecho con mi respuesta, pero no dijo nada más. Había un silencio tenso entre nosotros, lleno de palabras no dichas y sentimientos que ambos fingíamos ignorar.

—Alycia... —comenzó, su voz más suave, casi suplicante.

—No empieces, Tyler —lo corté, manteniendo mi tono firme, aunque por dentro mi corazón latía más rápido—. Y ya llevemos la fiesta en paz, ¿quieres?

Su mirada se suavizó por un instante, como si estuviera a punto de decir algo importante, pero Damon llegó a la mesa, y la oportunidad se esfumó. Sin una palabra más, Tyler asintió brevemente y se alejó, dejando en el aire una sensación amarga que no pude sacudir fácilmente.

[...]

—No te lo dije, pero te ves hermosa. —admitió Damon, acercándose a mí, con una copa de vino.

—Bueno, tu no te ves tan mal con traje. Me pregunto cómo encaja tu ego ahí.

—Ay, justo en el corazón. —hizo una mueca, agarrándose el pecho dramáticamente.

Solté una risa divertida.

Damon echó la cabeza hacia atrás, terminando el vino y dejándolo sobre una mesa.

—¿Le gustaría bailar, señorita Gilbert? —él se inclinó, esbozando una sonrisa juguetona.

Yo bufé. ¿Siempre andaba sonriendole a las chicas de esa manera? Era un idiota.

—Sería un honor para mí, señor Salvatore. —tomé la mano que me ofrecía.

Ahogué un grito de sorpresa cuando Damon me hizo girar para después apegar mi pecho a los de el, quedando a asi nuestros rostros a centímetros de cercanía. Apretó más su agarre a mi cintura, juntando nuestras manos y yo posicioné mi otra mano en su hombro..

Aparté la mirada de sus ojos, mirándo por detrás de sus hombros solo para encontrarme con la mirada de Stefan. Su ceño estaba fruncido, solo relajó su rostro al pillarme observándolo. Elevé una ceja a su dirección discretamente, el solo asintió.

—¿Sabes? Tanto baile me dió hambre. —con mi dedo, acaricié suavemente su hombro. Lo miré de forma significativa. Él me miró ligeramente sorprendido.

—Creí que Stefan te ha dicho su lema de la sangre. —se burló

—Siempre hay una primera vez para todo. —acerqué un poco más mi rostro al de él—. Además, podrías enseñarme a como hacerlo —susurré—. Estoy harta de las órdenes de Stefan.

Noté como los ojos de Damon brillaban de malicia.

—Si es lo que quieres... quién soy yo para impedirlo. —su tono era bastante escalofriante, como si estuviera orgulloso de corromperme.

¡Idiota!

—El primer paso es sencillo: elige a tu víctima. —sonrió maliciosamente. Fingo escanear la multitud de la fiesta.

—Ella. —digo, mirando a una chica pelirroja de tez morena.

—Ve por ella. Te esperaré en el jardín. —me guiñó un ojo para después besar mi mejilla.

Bueno, el plan estaba yendo a la perfección; llevo a la chica al jardín. Damon bebe de su sangre que contiene verbena y listo.

Sencillo.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top