04


Algunos de los hombres que custodiaban la casa habían ingresado al lugar sosteniendo sus armas en caso de que alguno de los que presenciaban la tortura intentara hacerle daño a su jefe.

—Es una lástima que decidieras atacarme, pero es más decepcionante que incluso hablaras con tu marioneta en mi propia casa en donde hay infinidades de cámaras y micrófonos —el hombre abrió los ojos ante la información que todos ahí desconocían.

— ¿Cómo es posible? Se supone que la casa estaba limpia no habías agregado nada excepto esa horrible fuente —el doncel soltó una risa irónica.

—Cuando mi hermano murió por su estúpido y papá declaro que sería su heredero no fue difícil saber que todos ustedes no me querían en el puesto lo que para mí quería decir que intentaría enviarme con los ángeles —en doncel señalo una mesa que también estaba fijada al suelo en donde llevaron a Alonzo para recostarlo.

—Antes de que tomara el puesto me asegure de tener al menos seguridad en casa, cada centímetro de este lugar tiene cámaras que son monitoreadas en tiempo real además de que todo queda grabado —el doncel se acercó hasta Alonzo en la mesa donde le habían colocado algunas cosas interesantes en sus extremidades.

—Sé que sus ansias por desaparecerme son grandes casi abismales me atrevería a decir sin embargo eso importa una mierda porque yo soy su líder su deber es obedecerme y respetarme independientemente de si puedo o no parir a un hijo que desde siempre ha sido su puto problema —Ninguno protesto porque sabían que era verdad —Estaban seguros de mi incompetencia que me subestimaron y creo que he sido demasiado tolerante con todos, pero he llegado al límite de mi paciencia, Santino procede como te explico el doctor —el hombre se acercó hacia Alonzo para hacer lo que su jefe demandaba.

El primer grito de dolor se escuchó cuando Santino le disloco la muñeca al hombre, pero eso solo era el comienzo. Las órdenes de Gun habían sido claras quería que el bastardo sufrirá y teniendo en cuenta que el ataque le había dislocado el hombro él dislocaría cada extremidad de Alonzo y aunque le hubiera encantado hacerlo personalmente no podía ejercer tanta fuerza por su condición actual por lo que Santino era el encargado de hacer el trabajo sucio además del conocimiento que lo hizo recibir del doctor para que el torturarlo no muriera en el proceso.

Alonzo sufrió y mucho le habían dislocado las muñecas los brazos el hombro las piernas los tobillos incluso la cadera prácticamente todo el cuerpo le dolía como la mierda además no podía moverse y cuando lo hacía se volvía insoportable.

Todo el proceso fue observado por el padre de Alonzo además de su hermano mayor sin que pudieran intervenir sabiendo que su hijo cometió una gran equivocación no al atacar si no en dejar que lo descubrieran y conforme a las reglas no podían hacer nada.

—Es triste dejar que solo mis hombres se diviertan con Alonzo —el doncel se acercó al cuerpo en la mesa que no podía moverse y que lo miraba con un gran odio.

—Espero que te pudras en el infierno —Alonzo gruño esas palabras —Seguramente te encontraré ahí, pero como irás primero me saludas al diablo —dejo caer un pequeño mazo que se usaba en la cocina para golpear la carne.

El golpe fue lo suficientemente fuerte para que gimiera de dolor cuando se impactó en su costado, los hombres de Gun sabían que el doncel no se molestaba casi nunca en llenarse las manos de sangre o al menos torturar a alguien, pero al parecer su jefe estaba realmente enojado para que tuviera tanta saña con esos dos.

Gun tenía planeado lo que haría con Alonzo y sería un mensaje para todos sus enemigos internos o externos, pero ahora quería dejar descansar al hombre antes de que el espectáculo iniciara porque él sería la gran estrella.

—Dejaré que descanse para su espectáculo final son bienvenidos a quedarse o a irse lo que más les guste, pero si vuelven a planear un atentado en mi contra no solo iré tras el cerebro de tan estúpida idea sino que me aseguraré de desaparecer a toda su familia y si no creen que sea capaz mi hermosa madre podrá comentarles porque usa el ridículo pañuelo además de mis marcas —les dijo levantando las manos observando algunos rasguños que Carina le había hecho.

El doncel se retiró dejando a todos ahí abajo y Santino indico que se llevaran a Alonzo pera prepararlo para lo que su jefe tenía planeado y la verdad era que lo compadecía.





El jefe de los Balastro estaba ingresando en el territorio de los Phunsawat ambas familias habían tenido tensiones, bueno realmente las tensiones eran con cierta parte de la familia y que ahora Renzo Balastro el jefe estuviera reuniéndose con Gun era insólito.

Semanas atrás reno se había comunicado con Gun para exigirle al violador de su hermana menor que apenas tenía quince años quien resulto ser miembro de la familia el doncel se había descolocado por el hecho y también exigió información.

La chica había sido atacada luego de que los Balastro se negaran a una unión por medio de matrimonio con los Phunsawat algo que Renzo sabía no había sido aprobado por el doncel lo que significaría problemas sin embargo todo rastro había sido borrado y en casa de los Balastro solo había llegado una carta que no les dio indicios de quien la había mandado.

El doncel le había comentado que encontraría al culpable y se lo entregaría y aunque Renzo lo quisiera asesinar sabía que para eso debía de tener la aprobación de Gun, pero este solo le había permitido torturarlo no dándole el permiso al no saber quién era y como eso afectaría toda la mediana paz que mantenía.

Pero minutos atrás el propio doncel se había contactado con ellos para simplemente decirles que lo había encontrado y que lo recogiera en su casa lo que para balastro era una clara indicación de dos posibles situaciones: lo emboscaría o había algo más que un simple violador.

Cuando ingreso en la residencia de los Phunsawat comprobó que era la segunda opción viendo como un cadáver con el apellido de la familia en su pecho era trasportado hacia una furgoneta, pero su vista se desvió hacia la entrada de la casa en donde lo que observo lo dejo desconcertado.

Había un hombre que tenía una peluca rubia, llevaba maquillaje muy bien aplicado y por dios su vestimenta era ni siquiera tenía manera de describirla llevaba un pequeño choquer de color rosa pálido llevaba lencería una muy sexy si estuviera en una mujer, pero el hombre era ancho y alto lo que deformaba la imagen.

El conjunto era azul y se notaba que lo habían adaptado para que en el área superior se mirara bien porque obviamente no había pechos, pero eso no le quitaba que el color le favorecía y que la transparencia del pequeño corcel era linda, en la parte de abajo llevaba solo un pedazo de tela trasparente que estaba unida a varios tirantes que se abrazan a la cadera del hombre además llevaba unos tacones de bailarina exótica sin contar que llevaba medias azules hasta un poco arriba de las rodillas que terminaban con un lindo cinto delicado.

Pero la imagen de la visión del hombre no era lo desconcertante si no el hecho de que era sostenido por cuerdas que no sabía cómo estaban incrustadas en su cuerpo o atadas, pero lo que importaba era que colgaba de ellas como marioneta y en efecto eso era.

Observo como los hilos se movieron y el cuerpo humano se movió haciendo una reverencia y luego dándole la vuelta levanto el brazo para indicarles que pasaran, Renzo observo el trasero del hombre era blanco y muy grande para un hombre no doncel, pero eso no evito que le diera una sonora nalgada.

El trasero del hombre estaba descubierto solo siendo sostenido por tres tirantes el primero se metía entre ambos glúteos y los otros dos estaba bajo estos en un apoyo para levantarlos y que se viera más atractivo.

—Gun debe de estar muy creativo —menciono divertido y en eso apareció Santino en el lugar.

—Continúe señor Balastro mi jefe lo está esperando —el hombre lo hizo observando la cara del hombre marioneta que no abrirá los labios en lo más mínimo y que tampoco se le marcaba el pene en la vestimenta por lo que frunció el ceño.

El doncel estaba en su jardín observando quien sabe qué cosa cuando Renzo llego hasta él tomando asiento junto a Gun en la pequeña terraza cuando diferentes bebidas se posaron ante él y bueno el tomo solo agua por precaución.

—Asumo que conociste a mi puta personal —Renzo recordó al hombre en la entrada — ¿Te refieres a? —dejo la pregunta al aire viendo el asentimiento que lo confirmaba.

— ¿Qué pudo haberte hecho el pobre hombre? —la media risa de Renzo causo que Gun negara divertido el hombre siempre había sabido cómo hacer que liberara sus tensiones.

—Él fue el responsable de mi ataque cuestiono mi posición por toar un pene en mi culo además es el responsable de nuestras tensiones profesionales claro —Balastro apretó con fuerza el vaso que casi lo quiebra.

— ¿Fue él? —el castaño asintió y un gruñido junto con un golpe en la pequeña mesa que estaba ahí se escuchó.

—Alonzo es el hijo menor de buda planeo mi ataque y supongo que antes planeaba quitarme del medio con tu ayuda si se unía en matrimonio con tu gemela, pero como no aceptaste tu hermana fue el medio que tomo para desquitarse —el hombre solo llevo una mano a su cara exasperado.

— ¿Me lo entregarás? Aunque viendo como lo tienes me quitaste la diversión —Gun solo lo observo comiendo una fresa y lamiéndose los labios coquetamente.

—Te lo entregaré por supuesto y puedes matarlo o hacer con él lo que quieras servirá de ejemplo para los tuyos y los míos —Renzo se acercó al doncel llevando sus dedos a sus labios el doncel le entrego una pequeña memoria a lo que el contrario la observo enarcando una ceja.

—Seré directo Alonzo no está demasiado maltratado intente conservarlo bien ya sabes como muestra de paz para dejar las tensiones te diré que se siente como mierda porque tiene casi todo dislocado y un golpe al costado por compensación del que tengo yo además le corte el pene —el hombre le dio una mirada de reproche —No me veas así sé que probablemente lo quieras hacer tú, pero que yo un doncel le cortara el pene le daño más el ego de lo que lo hubiera hecho si fueras tú —suspiro sabiendo que era verdad y no podía negarlo.

—Al menos puedo hacerlo pasar por lo mismo que mi hermana —Gun lo observo disculpándose y eso no era algo que el doncel hacía.

—Debo confesar que durante un tiempo que pase con él dialogando hizo comentarios que me enojaron y lo tome —el hombre lo observo conteniéndose para que el asombro no cubriera su rostro ante lo dicho por el doncel.

— ¿Pusiste tu pene dentro de Alonzo? —asintió —Mierda eso no lo esperaba —sonrió en verdad el bastardo de Gun le había sonreído.

—No es algo que planee, pero estaba jodiendo que era un maldito necesitado así que lo hice mi puta y aunque soy un poco pequeño para un hombre de retaguardia virgen fue lo suficientemente doloroso, pero juro que no están tan maltratado aún puedes explotar esa zona —Renzo solo soltó una carcajada —Bueno está bien, pero que contiene la memoria —le dijo viendo como el doncel se levantaba y le hacía señales que lo siguiera y lo hizo llevándose la memoria.

Ambos ingresaron al despacho del doncel quien solo se inició a desabotonar la camisa bajo la mirada del hombre notando que bajo la ropa llevaba un vendaje.

—Un hombre no puede evitar gemir si le tocas su fuente de placer créeme yo sé de eso y bueno puedo presumir de que Alonzo gimió muy alto aunque no fuera consensuado, lo que hay ahí son sus gemidos puedes utilizarlo —el hombre asintió observando como el doncel le señalaba su pantalón indicándole que le ayudara.

—Aun estando lastimado pretendes que tengamos sexo —el doncel asintió y Renzo le retiro el pantalón —Nunca entenderé por qué quitarte toda la ropa solo para unos minutos de sexo rápido —el doncel le dio un empujoncito para que cayera sobre el sofá.

Gun se subió a ahorcadas sobre el contrario y comenzó a dejar suaves besos sintiendo como las manos de su amante recorrían sus muslos y trasero en suaves caricias placenteras.

—Nunca ha gustado tener sexo con alguna prenda —el doncel no admitiría que mantenía el hecho de que podía hacerlo así con solo una persona era patético decirlo en voz alta, pero era una forma de consolarse y de recordarse que nadie más llegara tan profundo como él, si sin dudas era patético.

—Estás comprometido —el bufido que salió de los labios del doncel le causo gracia a Renzo —Y yo estoy casado —la sonrisa divertida de Gun era algo normal cuando él mencionaba esos detalles.

—Eso nunca te ha detenido además odias a la bruja de tu mujer y mi futuro marido es solo un adorno para mí —Renzo negó divertido porque eran unos malditos imbéciles, pero como disfrutaban pasar esa clase de tiempo juntos.

—Supongo que el hombre a quien tanto amas no está en este mundo para que lleves una vida de esta manera —Ninguna palabra salió del doncel ante el tema y Renzo en verdad tenía curiosidad por saber.

Desde que iniciaron con su aventura ambos dejaron claros los términos no interferían con el otro personalmente así como tampoco dejarían que estar compartiendo cama nublara sus juicios en los negocios y en verdad lo llevaron bastante bien.

Renzo estaba casado, pero odiaba a su mujer y supondría que pronto moriría considerando que tenía cáncer, Gun estaba comprometido con algún desconocido, pero eso no le impedía buscar un amante de su preferencia.

Ambos estaban conscientes de que una relación amorosa no se desarrollaría entre ellos jodían activamente, pero sus sentimientos era solo por un buen rato nada más además era llevado en secreto sin embargo una complicidad tacita nació entre ellos ambos tenían comentarios negros acerca de las relaciones que el contrario mantenía llegando algunas veces a ser comentarios mordaces.

Y aunque ambos compartían su afición había un tema que el doncel siempre evadía cada que se presentaba y eso era el hombre del tatuaje que Gun tenía en su cuerpo más específicamente sobre su corazón lo único que sabe era que era importante y lo amo o aún lo hacía.

Con respecto a eso la curiosidad nunca fue saciada por lo que lanzaba comentario mordaz o sarcásticos para intentar cavar más en el asunto, pero como era de esperarse podría sacar más de una piedra que de Gun el desgraciado era como una tumba o como un cura con el secreto de confesión receloso de lo que cuidaba.

—No importa donde esta porque quien se meterá entre mis piernas eres tú no él —buen argumento se dijo antes de tomarle la boca.

Ellos eran lujuria, pasión y salvajismo era certero y placentero eran pocas palabras simplemente amantes.

Ambos se besaban con pasión y sus manos recorrían sus cuerpos con cierto nivel de velocidad porque no estaban demasiado tiempo solo era un momento para Gun de quitarle el estrés y para Renzo para celebrar que pronto alcanzaría su venganza.

—Quiero el dolor —le susurro Gun cuando su amante intento dilatarlo.

Renzo desabotono su pantalón y saco su miembro penetrándolo rápidamente y quedándose en esas acogedoras paredes un tiempo porque tampoco era una bestia sin sentimientos, cuando el doncel asintió Renzo inicio con las embestidas.

No eran rápidas y demasiado salvajes como siempre porque el doncel estaba lastimado así que la posición en la que estaban era bastante favorecedora para no lastimarlo sin necesidad.

Ambos trataban de no gemir demasiado alto porque no deseaban que los demás se enteraran de que ellos compartían orgasmos por lo que la mejor manera de callarse era besándose algo que estaban haciendo bebiéndose los gemidos contrarios y disfrutando del momento.

Minutos después ambos estaban bastante cerca por lo que Renzo inicio a buscar algo porque ninguno que ira estará lleno de semen cuando salieran así que cuando sintió como Gun apretaba su entrada en su pene y echo la cabeza hacia atrás mordiendo sus labios para callar los gemidos no pensó y tomo el vaso que estaba cerca.

Cuando el doncel se vino no noto que se había descargado en un vaso y al notarlo frunció el ceño viendo a Renzo quien solo se encogió de hombro y continuo embistiendo hasta que se sintió lo suficientemente cera para también descargarse en el mismo vaso.

—Eres un asqueroso aunque no entiendo cómo lograrse que no salpicara nada —comento viendo el vaso haciendo una mueca.

—Se puede decir que es un talento —Gun bufo y comenzó a ponerse la ropa viendo como su amante se quedaba en el sofá aun con el miembro afuera —Termínamos porque sigues mostrándolo orgulloso —su mirada bajo hasta su regazo dando una sonrisa ladeada.

—Está feliz de usado —el doncel rio quedito.

Cuando ambos salieron del despacho nadie sospecho de sus actividades ilícitas, Gun como buen anfitrión llevo a Renzo hasta la puerta viendo como metían a Alonzo en un auto, pero Gun quería echarle más sal a la herida.

—Extrañaré ese trasero —Alonzo movió su cabeza en dirección a Gun dándole una mirada de odio —Llévalo al infierno por mí —Una gran sonrisa se posó en los labios del rubio cuando escucho la petición.

— ¿Por qué no habla? Y como lograste que no se desangrara por haberle cortado el pene —eso era fácil de responder —Le pegue los labios luego de que gimiera como puta y con su amigo un doctor lo atendió según su diagnóstico vivirá unos días incluso puedes volver a colocar sus huesos, pero ahí es tu elección —claramente no lo haría por el simple placer de verlo débil y sin poder hacer nada para defenderse.

Lo que si haría será despegar los labios para escuchar sus gemidos de dolor.













El hombre débil se vuelve fuerte cuando no tiene nada, porque sólo entonces puede sentir la locura de la desesperación


-La compañía blanca, Arthur Conan Doyle










Creado: 23/10/2022

Publicado: 29/11/2022

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