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Habían algunas reglas que cumplir una vez que estuvieran arriba.

1- Nada de babosas

2- Nada de lanzadoras

3- No pueden decir de dónde provienen

4- No pueden subir nada a Babosanet.

5-No le pueden decir a nadie de Bajoterra todo lo que vieron allá arriba.

6- Cualquier duda respecto a lo que vean deberán consultar únicamente a Eli de forma discreta.

7- Evitar peleas...

—Eli ya entendimos, no somos niños.

Decía Trixie mientras se alistaba para irse, ya algo cansada de que Eli repitiera las reglas una y otra vez.

—Sabemos comportarnos, estoy seguro de que nada malo pasará.

Afirmo el asiático ya listo en el marco de la puerta, vestía los mismos pantalones pero le quitó las rodilleras y se cambió los zapatos por algo mas "similar" a los que había en la superficie, según Eli claro, arriba traía puesto una camisa negra de manga larga. Cada uno llevaba un bolso ni tan grande ni tan pequeño, algunas prendas eran lo que traian dejando espacio para cualquier cosa que quisieran llevar de allá.

Si se preguntan, a Junjie una vez que estuvieron en confianza él les relato sobre la superficie. Pero para su sorpresa la Banda ya sabía de su existencia e inclusive el mismo Eli era de allá. Al principio le costó creerles ya que ni él creía por completo en la existencia del mundo de arriba. Al final aquél secreto sólo quedó ahí, sin tocar mucho el tema hasta hoy.

Podían ir desde cualquier lado de Bajoterra al descenso sin ningún problema, asi que partirían desde la sala hasta las alcantarillas. Según Eli, era mejor ir al rededor de las 4 de la mañana para evitar ser vistos hasta llegar a la casa del tio del Shane.

Aunque Junjie compartiera la emoción con los otros dos lanzadores, Trixie era quien más le entusiasmaba la idea, es decir ¡Al fin conocería aquel mundo! Podría ver aquella esfera de fuego en el cielo y mejor aún ¡La luna!

El Shane por otro lado estaba que se mordía las uñas de los nervios. No se arrepentía de la idea pero sólo esperaba que tuviese todo bien calculado para evitar inconvenientes.

—¿Estamos listos? —Pregunto el Shane ya cambiado. Traía puestas las las mismas ropas de cuando vino a Bajoterra.

—Todo listo —Afirmo la Sting. Ella  llevaba una camisa verde manga 3/4,  el pantalón era el mismo de siempre pero sin las rodilleras.

Los tres se colocaron en el centro de la sala, Eli extendió el aparato al centro y Trixie y Junjie pusieron sus manos sobre la esfera, una vez listos, cerraron los ojos y el aparato desprendió su característico brillo hasta que las figuras de aquel trio de humanos ya no se encontraban en la sala del refugio Shane.

Cuando abrieron los ojos, se esperaban encontrar algún paisaje sorprendente pero para su pesar, sólo se encontraron con un no muy agradable olor y poca iluminación.

—Eli ¿Dónde estamos? —Pregunto Junjie mirando los alrededores.

—No es como lo imaginé —Comento Trixie

—Estamos justo en la entrada al descenso.

Reveló Eli, efectivamente a sus espaldas estaba el botón que revelaba el pasaje a Bajoterra.

—Siganme.

La pelirroja y el asiático siguieron al Shane, después de un rato llegaron al lugar por donde deben subir.

—Hay una escalera aqui, traten de hacer el menor ruido posible y mantengan la cabeza abajo una vez que estemos arriba —Indico el chico colocando la escalera debajo de la tapa de la alcantarilla—. ¿Tienen sus suéters con capucha?

Ambos asintieron con la cabeza una vez puestos la prenda indicada. Junjie sostuvo la escalera mientras Eli subía a asegurarse de que no hubieran personas cerca, es decir, sería muy llamativo ver a un trio de jóvenes salir del alcantarillado a altas horas de la madrugada ¿No?

Una vez que el Shane asegurara el perímetro, Trixie fue la siguiente en subir quedando de último Junjie. Colocaron la tapa en su lugar y como indicó Eli, mantuvieron la cabeza baja hasta llegar a donde vivía anteriormente el Shane.

Para gracia del trio, tan sólo había que cruzar la calle para llegar, conveniente su tío vivía bastante cerca del descenso.

Se pararon fuera del umbral, Eli les pidió que mantuvieran silencio. Tocó la puerta, nada. Tocó nuevamente, no veía movimiento en el interior. Tocó una tercera vez, una luz proveniente del interior le dio a entender que había alguien.

Un adulto mayor, de barba gris casi blanca, algo obeso y un poco más bajito que Eli fue quien les abrió la puerta, aún no terminaba de abrir sus ojos.

—¿Quién es? ¿Si sabe que son casi las cinco de la mañana? —Decia soñoliento aquél hombre.

—¿Tío?

—...¿Eli?

El señor abrió los ojos asombrado sin poder creer a quien tenia en frente, abrió la puerta completamente y abrazó a su sobrino, Eli con cariño le devolvió el abrazo.

—Pense que ya no volverías

—Te explicare todo adentro ¿Nos dejas pasar?

—¿"Nos"...?

Se separó de su sobrino y vio a los otros dos acompañantes, inmediatamente entendió y los dejo pasar.

—Tío, ellos son Trixie y Junjie.

—Es un placer conocerlo señor Shane —Dijo Trixie con una sonrisa ¡Estaba en frente del mismísimo Gimo Shane! ¡El Shane antes de Will! Era como una leyenda la persona en frente de él.

—El placer es todo mio señorita —Respondio Gimo con una sonrisa—. Tomen asiento, en un segundo vuelvo con ustedes.

Tras decir eso fue a la cocina un momento, Eli cerró las cortinas para evitar miradas chismosas (y por querer mantener la sorpresa, ya saben, el Sol) mientras Junjie y Trixie inspeccionaban el lugar con la mirada.

En la entrada habia una sala-comedor y al fondo se encontraba la cocina, su única división entre el comedor y la cocina era una isla tipo mesón. Las paredes eran azules, algunas decoraciones eran blancas con marrón, había también una escalera que llevaba al segundo piso. Los muebles, a vista de los evidentes extranjeros, no le eran muy diferentes a los que habían en Bajoterra, salvo aquella pantalla plana de color negra que estaba al parecer, pegada a la pared, cerca habían unos estantes con libros y fotos de cuando Eli era pequeño y alguno que otro adorno pintoresco. El suelo era de cerámica color crema y la luz del lugar era blanca.

Los chicos dejaron sus bolsos en la entrada y se sentaron en la mesa, ambos aún recorrían con la mirada el lugar. A fin de cuentas, no podían ocultar su asombro. Ya se habían quitado el sueter con capucha y se sentaron en la mesa en espera del Shane mayor. Eli acompaño a su tío a la cocina dejando a Trixie y Junjie en la sala.

—Se que tengo mucho que explicar —Empezo la conversación Eli—. Y sé que no debería haber traído a nadie de Bajoterra...

—Eli, sabes más que nadie que la superficie y Bajoterra no deben conocer la existencia del otro —Hablo Gimo con un tono severamente enojado—. ¿Por qué los trajiste?

—¿Sabes? A diferencia de ti y papá yo si decidí confiar en mi equipo —Bajo la mirada, sabia que era riesgoso, pero no se arrepentía—, asi como ellos confían en mi yo tambio decidí hacerlo, al igual que tú y papá, ellos son mi familia, y la familia no se guarda secretos.

"Secretos" un golpe un poco bajo para un ex protector de cavernas. Gimo comprendía a Eli, sabía que a pesar de comprender, no le gustaba que entre familia se guardara secretos. Soltó un suspiro pesado.

—Bueno, si tú confías hasta este punto en ellos... —Dirigio la mirada a aquel par de jóvenes que se encontraban en la mesa, quienes hablaban entre si— yo también lo haré.

—Gracias tío —Dijo con una sonrisa Eli, Gimo le devolvió el gesto—. No nos quedaremos por mucho, te explicaré la situación.

Gimo llevo unas tazas de café para acompañar y mantener el ambiente, Eli le ayudo, una vez los 4 juntos Eli se dispuso a explicar cómo llegaron y las condiciones de aquella visita y hablaron un poco respecto a cómo era todo en Bajoterra ahora: Blakk, las mejoras en las lanzadoras y MecaBestias, la llegada de Junjie, Kord, Pronto, entre otros temas triviales. Siguieron hasta que se dieron las 6 de la mañana.

—¿Saben? Si se apresuran podrán ver el amanecer —Comento Gimo dando un sorbo a su taza.

—¿Amanecer? —Pregunto extrañado Junjie sin entender a que se referia.

—¡Cierto! —Recordo Eli—. Vengan, vamos arriba, les aseguro que les encantara.

Junjie y Trixie se miraron de reojo, aun sin entender a qué se referían los Shane, siguieron a Eli al segundo piso. El chico saco otra escalera que los llevarían al ático, dentro había un montón de cajas apiladas y algunas cosas viejas pero eso era lo de menos importancia.

—Siganme, por aquí.

Eli abrió una ventana y ya se podía avistar algo de claridad en el cielo, el chico salió por la ventana y subió completamente al techo, Trixie y Junjie no dudaron al seguirle ahora con cierta emoción al imaginar lo que podría ser.

Ya arriba, los extranjeros miraban el cielo con cierta maravilla, los colores captaron rápidamente su atención. Pero a sus espaldas estaba el verdadero espectáculo.

Ni bien se dieron la vuelta un resplandor captó completamente su mirada: era el Sol

—Jaja, no lo vean directamente, les dolerá los ojos

Comento divertido Eli al ver la cara de sus amigos, la sorpresa no se las quitaba nadie, estaban embobados ante tal espectáculo.

—Esto es el amanecer, es cuando el Sol sale —Explico Eli.

—¿Cómo que sale? ¿Se fue a algún lugar? —Pregunto Trixie estirando su brazo para tapar un poco el resplandor y poder enfocar su vista.

—Despues te lo explicaré mejor, pero digamos que cuando el sol sale el día inicia, después de oculta y se va para dar lugar a la noche.

—Fascinante —Dijo casi sin habla Junjie—. No lo entiendo, pero es increíble.

—Y no han visto nada. —Revelo divertido Eli—. Vayamos a comer, tenemos un largo día y quiero que conozcan todo lo que hay aquí.

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