—Lo que hicieron ayer estuvo fuera de lugar—dije mientras caminaba junto con Padmé y Claire al aula que compartíamos. Era nuestra última hora, un taller sobre historia del arte.

El frío viento no se había despedido de nosotros y se extendió hasta el día de hoy, con la diferencia que si te parabas un momento en el sol podías sentir la calidez que éste emanaba.

    —¿Qué hicimos exactamente? —rió Padmé—. Si todo lo has hecho tú sola. ¿O crees que no vimos como coqueteaste con Chris? Estuvo a nada de quitarte la bufanda ahí mismo.

    —Si no es que el resto de la ropa—dijo Claire a lo que yo respondí empujándola, mientras sentía mis mejillas encenderse en color rojo intenso.

—Es guapo—dije encogiéndome de hombros—. Pero es mayor, esa es una línea que no creo cruzar.

—¿Por qué no? Kristen dice que es buena persona. Además de que ya nos ha pedido tu número.

—¿Están jugando al cupido?—fruncí el ceño mientras sacudía la cabeza—. Eso no va a funcionar. Además estoy bastante bien sola.

—Necesitas salir con alguien. El que estemos nosotras en pareja y tu sola a veces suele ser incómodo. Por no decir siempre.

—¿Qué dices, Padmé? Eso no es cierto, tiendo a girarme a otro lado cuando están besándose para justamente no incomodarlos. De hecho, hasta me instale un par de juegos nuevos en el teléfono para tener algo más entretenido que hacer que mirarlos intercambiar saliva—mis dos amigas hicieron muecas de desagrado.

—¡Es exactamente lo que estoy diciendo! Basta de eso. No por nada le pedimos a Kristen que nos presentara a un amigo.

—Un amigo que me dobla la edad... literalmente—suspiré—. Él podría ser mi papá.

—Para ser justas, tu papá no es atractivo—la empuje levemente riendo—. Lo siento—, susurró—, pero es la verdad.

—Además es menor que tu padre, lo cual lo hace tener una edad adecuada pero mayor para que salgas con él—dijo Claire moviendo juguetonamente sus cejas, claramente tratando de convencerme que era una buena idea—. ¡Ah! Además el hecho de que sea mayor lo hace más maduro. Seguro que eso balancea todo. Si algo no funciona desde un inicio será maduro ante tu decisión.

—Analicémoslo... Es famoso, es atractivo y yo soy...

—Talentosa, hermosa, y muy pronto famosa, Monet Bronte-Quebert—me interrumpió Padmé.

    —De hecho, ayer Chris nos dijo que está interesado en comprar una de las pinturas.

—Son proyectos escolares, Claire. No están a la venta, son prácticamente basura.

—Es una excusa—dijo Padmé riendo—. Quiere verte de nuevo.

—Quizá lo dijo por compromiso. O quizá simplemente quiere una pintura económica para colgarla en la habitación de huéspedes.

    —Eso es extremadamente específico—mencionó Padmé mientras tallaba sus brazos para generarse algo de calor. El frío parecía incrementar a cada segundo.

—Seguramente hoy te llamará. Anoche le di tu número—dijo Claire, naturalmente tranquila.

Separé mis labios para protestar; sin embargo el timbre de mi teléfono me interrumpió. Era un número desconocido. Mis amigas al instante sonrieron con complicidad y me quitaron el teléfono contestando y poniendo el altavoz.

—¿Diga?

—¿Monet?

—Ella habla—mis amigas negaron al escuchar mis respuestas tan secas.

—Excelente. Por un momento creí que Claire me había dado el número de alguien más—rió y me fue imposible no sonreír—. Anoche hablando con ella le comenté que me gustaría comprar una de tus pinturas.

—Justamente me estaba comentando eso y le dije que las pinturas no estaban a la venta porque eran proyectos escolares. Pero supongo que podría obsequiarte la que te interesó o si quieres algo más personal...

—Ahora que lo mencionas... la pintura que discutimos anoche me interesa.

—Es mi retrato—dije con una mueca al prensar que un extraño me tuviera en alguna parte de su casa.

—Lo sé, espero que no te incomode.

—De hecho...

—Mira, si te hace sentir más cómoda podemos discutir esto. Ya que veo que no quieres dejarlo ir y yo tengo interés, podemos llegar a un acuerdo. Pagaría por él. ¿A qué hora sales de la escuela?

—Aún me queda hora y media de clases.

—Perfecto. ¿Conoces "Thinking cup"? Está en el centro. Es tranquilo y el café es muy bueno—miré a mis amigas y ellas asintieron con entusiasmo.

—Seguro...—respondí con una sonrisa—. Se llegar. Nos vemos más tarde.

—Perfecto, nos vemos más tarde—dijo colgando el teléfono.

Estacioné mi auto a una calle de distancia. A pesar de que el frío se calaba entre mi ropa, el otoño siempre fue mi estación favorita. Y el saber que al término de ella, en Diciembre cumplía años, 21 años para ser precisa, me emocionaba aún más.

Caminar en las calles repletas de hojas secas traían una pequeña chispa de alegría, pues me regresaba a pequeños momentos de mi vida que atesoraba. El otoño siempre me obsequiaba no solo sus colores, sino que también momentos inolvidables y por eso era mi favorita. Caminando hacia la cafetería pensé que lo más seguro es que esta oportunidad en realidad era uno de esos momentos que el otoño usualmente me obsequiaba.

Tan pronto cruce el umbral de la puerta sentí el calor de la calefacción. Mis ojos comenzaron a mirar por el lugar y al fondo, en la mesa más escondida es donde él estaba. Su mirada en el teléfono. Con precisión avancé a la mesa hasta estar frente a él.

—¿Puedo sentarme?—pregunté colocando mis manos en el respaldo de la silla vacía. Al mismo tiempo escuché como bloqueaba su teléfono, mientras lo reposaba boca abajo sobre su regazo. Su mirada se levantó hacia mí y sonrió.

—Esa bufanda... un día de estos te la robaré—, dijo con una sonrisa a la cual respondí con una de vuelta, finalmente tomando asiento frente a él.

No sé ustedes pero Chris se ha comportado... y demonios incluso a mí se me va a dificultar escribir a un mal Chris porque... por favor. Chris es muy lindo. Quiero decir, mírenlo:

Aún así y a pesar de todo seguirá el proyecto: Mr. Casually Cruel hahahaha.

Bien, me Gustaría saber que piensan hasta el momento y a pesar de lo que dice la canción que mas es lo que ustedes esperan que pase a continuación.

Sin más que decir y compartir, me despido y los veo en el siguiente acto.