Las noches a su lado eran cálidas a pesar del gélido clima del otoño. Siempre me abrazaba para calmar el frío y me encantaba.

De fondo se reproducía una película que había elegido Chris. Se trataba de dos jóvenes que tenían un romance en el hospital, nada realmente especial. Después de qué pasó la mitad de la película, había perdido el hilo pensando en otras cosas.

—No quiero salir de tus brazos nunca—admití acariciando su brazo que estaba reposado en mi cintura abrazándome.

—Entonces no lo hagas—dijo dejando un corto beso en el punto donde se unía mi mandíbula con mi cuello sin despegar la mirada de la pantalla, a diferencia de a mi, a él realmente parecía haberlo atrapado la trama.

—¿Sabes? He comenzado a pintar algo para la casa. Está en el estudio de la escuela—dije después de estar pensándolo todo aquel rato, inicialmente quería que fuera una sorpresa, pero al final creí que sería bueno compartirlo con él.

—¿Podré verlo?—preguntó mientras bajaba el volumen de la televisión para prestarme atención.

—No, no me gusta que vean mis pinturas antes de que las termine. Siento que me da mala suerte y termino abandonándola antes de terminarla. Me ha pasado antes. Claire o Padmé entraban a mi habitación sin avisar y veían alguna de mis pinturas en el caballete y al instante ya no quería seguir pintándolo. Siento que en el momento que alguien lo ve comienza a analizarlo de más y le quita el significado que yo quiero darle para darle el que él o ella quiere. Y a pesar de que así es el arte, me gusta darle significado yo primero.

—Eso es bastante profundo—dijo recargando sus labios en la parte trasera de mi cabeza, pero sin realmente besarme.

—Tal vez lo es.

—¿Por lo menos puedo preguntar qué es?—preguntó después de unos segundos en los que ambos guardamos silencio y todo lo que escuchábamos era el murmullo de la televisión, que a pesar de ser bajo, aún era lo suficientemente claro.

—Nosotros. Pero en dos colores, con todas sus tonalidades. Prometo que será algo lindo.

—¿Puedo preguntar por los colores?

—Azules y Rojos. Tú eres el rojo, porque amarte es como el color rojo. Es... explosivo, es ardiente, es alegre, es fuerte.

—¿Todo eso? Wow. No sabía que amarme implicaba todo eso—rió levemente pronto guardando silencio un segundo—. ¿Y tú por qué eres azul?—dijo después.

—Azul... azul es el color de la tranquilidad, el control, la paz, protección, confianza y credibilidad.

—Siempre creí que el azul era uno de los colores más tristes que había.

—También está vinculado con ello—dije con una mueca; la realidad del porque había elegido el color azul para mi había sido eso. Ya que dentro de mi sabía que si lo perdía, me sentiría azul. Me sentiría triste.

—Yo te veo como el color anaranjado.

—Solo lo dices porque te recuerda a mi cabello—dije y ambos reímos.

—Eso suena bastante correcto.

—El anaranjado es lo exótico...

—Eres exótica—me interrumpió riendo.

—También es la alegría...

—Pensé que el amarillo era la alegría.

—Christopher Robert Evans, ¿acaso estás sacando tus deducciones de colores en base a los personajes de Intensamente?—pregunté girando en sus brazos para mirarlo a los ojos. Mis ojos estaban entrecerrados y los retaban a contestar de manera implícita.

—Si, lo siento—rió besando la punta de mi nariz—. Es estúpido, pero si estoy haciendo eso.

—En realidad no hay porque pedir disculpas. Los colores de los personajes si tienen mucho que ver con la psicología de los colores. No es estúpido—sonreí.

—Entonces, diciendo eso... admites que te ves como una persona azul—me encogí de hombros y moví mi cabeza indicando que si, no había porque esconderlo.

—Si. La mayor parte del tiempo me veo como el color azul. Padmé en realidad es el naranja que hablabas antes.

—Bueno, siempre voy a amar y atesorar todas tus tonalidades de azul, Monet. A partir de hoy se va a convertir en mi color favorito.

—¿Lo prometes?

—Lo prometo. Y también prometo intentar cambiar ese color. El azul no queda contigo. Así que prepárate para hacer otra pintura cuando eso ocurra.

—Estaré más que preparada—dije abrazándolo más fuerte—. Gracias por eso.

    —No tienes porque agradecerme.

    —Quiero pedirte algo.

    —La ultima vez que pediste algo bailamos como Steve y Peggy. ¿Qué cruza tu cabeza esta noche?—preguntó acariciando mi rostro.

    —Si alguna vez terminamos... o aunque no lo hagamos—dije apretando los ojos, en realidad no quería pensar en estar lejos de Chris—. ¿Juras que recordarás todo muy bien? ¿Todo lo que hemos pasado hasta ahora y aquello que nos falta?

    —Prometo que lo recordaré todo muy bien. Será mi secreto mejor guardado. ¿Y tú?

    —Lo juro. Juro que recordaré todo muy bien.

    Y ahí estábamos de nuevo. Cuando nadie tenía que saberlo. Esa noche decidiste guardarme como un secreto, pero yo te atesoraba como un juramento.

    Envuelta en sus brazos, después de hablar sobre los colores de ambos. Habíamos hecho una oración sagrada y juramos recordarlo todo muy bien.

Capítulo cortito pero, considero que se dejaron algunos buenos ¿mensajes ocultos? En este capítulo. Bueno, de hecho a lo largo de los capítulos se han dejado varios que funcionarán como premoniciones para los capítulos de más adelante.

    A pesar de ello, creo que en este parecieron quizá un poco más de ellos, idk.

    Ya avanzamos al 3:52 minutos de la canción. Nos restan 6:05 minutos. Ahora, dicho esto, quiero comentarles que algunas partes de la canción se adelantarán para dar contexto a la historia.

    Igualmente pueden ver que ya nos acercamos a la mitad de la canción y con ello de la historia y no han dejado de apoyarla y les agradezco enormemente por ello.