De fondo la canción sonaba, tus dedos golpeaban al ritmo de la canción el volante, mientras cantabas en un tono bajo y conducías con los ojos pegados a la autopista; yo simplemente te observaba en silencio. Octubre se nos había resbalado de nuestras manos en un momento del tiempo.

    —¿Por qué no cantas? ¿No la conoces?

    —Claro que la conozco, simplemente no me encanta—me encogí de hombros, restándole importancia.

    —Todo mundo ama a Bruno Mars. Es incluso un clásico de ¿2010?. Anda, canta conmigo—dijo sonriendo mientras regresaba la canción desde el inicio y por primera vez despegó la mirada la autopista para mirarme a mi.

    Cantó la primera parte de la canción y luego guardó silencio para que yo cantara.

    —"Gave you all I had and you tossed it in the trash. You tossed it in the trash, you did. To give me all your love is all I ever ask. 'Cause what you don't understand is...".

    —"I'd catch a grenade for ya"—cantamos al unísono.

    Seguimos cantando mientras conducía al norte del estado, ya que es donde vivía su hermana; fue como un pequeño escape.

Durante la canción me miraba y se acercaba de vez en cuando para besar mis labios. Aún no podía entender como esa salida al café había terminado así. Estaba por conocer a su familia. El otoño lo había hecho de nuevo, me había dado un obsequio con nombre y apellido: Chris Evans.

Aun puedo recordar cómo caían las hojas tintadas de naranjas y amarillos al suelo, cayendo y creando el camino perfecto para que cualquier persona pasara. El otoño no era mas que un simbolismo de que hay cambios y que a pesar de que perdemos cosas, siempre nos augura un futuro resplandeciente.

    Entramos al pequeño pueblo. Había gente corriendo por todos lados. Personas comprando caramelos para darlos por la noche, chicos de mi edad corriendo buscando algún disfraz de última hora o bebidas para una grande fiesta de Halloween y adultos que simplemente caminaban disfrutando su día. De no estar con Chris en aquel momento, lo más probable es que a esa hora estaría preparándome con el resto de mis amigas para una de esas fiestas, porque es lo que la gente de mi edad hace y disfrutamos, sin embargo, estaba ahí con él.

Yo estaba completamente concentrada en lo que pasaba fuera del auto, pero él no le prestaba atención en lo absoluto.

    —¡Frena!—grité y fue cuando me percaté donde estaba su atención; sus ojos estaban mirándome a pesar de que su pie seguía presionando el acelerador. Casi pasó la luz roja, pero logró frenar a tiempo—. Nueva regla—, reí—. Los ojos siempre en la autopista si no queremos morir.

    —Siempre que te tengas a mi lado, sé que estaré seguro aunque no mire la autopista—golpeé su hombro.

    El sentirse especial... te hace sentir eterno, cuando en realidad no es más que un efímero momento en el tiempo, no más que un sentimiento pasajero. Y él tenía el don de hacerme sentir especial la mayor parte del tiempo.

—Habló en serio. Pudimos tener un accidente.

Se hizo el silencio durante unos segundos, el cual después se vio interrumpido por la voz de Chris.

—Mi mamá... ella está emocionada con el que vinieras—declaró pasando su mano por la frente, parecía frustrado—. Ella y mis hermanos... sobre todo Scott... ellos tienden a humillarme.

    —Creo que te conozco lo suficiente para que no te humillen cosas superficiales, Chris.

    Su mirada regresó a mi, esta vez acompañada de una sonrisa.

    —Te amo—, fue ahí, la primera vez que lo dijo. En el auto de camino a casa de su hermana. Mi corazón se desenfrenó y no había forma de ralentizarlo y la realidad es que tampoco quería.

Me incliné sobre la palanca de velocidades y uní mis labios con los de él, aún usaba barba, lo cual hizo que ante el contacto de nuestros labios, mis mejillas sintieran la característica picazón cuando la barba tocan tu piel.

El auto detrás de nosotros tocó la bocina indicándonos que ahora la luz estaba en verde y podíamos avanzar. Me separé de él y retomó su camino a casa de su hermana.

Cruce contigo la puerta, tú mano aún entrelazada con la mía. El viento del exterior que nos seguía por la puerta era frío. A pesar de que no estaba en mi propia casa, el ambiente que ya irradiaba la reunión de la familia se sentía como mi hogar, de alguna manera.

    —Quítate la bufanda y déjala por ahí—me dijo mientras soltaba mi mano—. Están todos en la cocina y ahí hace un calor infernal.

    Obedecí y dejé mi prenda sobre el sofá para después seguirlo. Él pasó su brazo por mis hombros, era un abrazo con el que le gustaba caminar conmigo. Cuando entramos a la cocina que conectaba con el comedor vi el resplandor de su familia.

    Su hermano estaba en la cocina con su pareja y las parejas de sus hermanas, su madre estaba sentada en el comedor acompañada por sus hijas y los niños corrían por todo el lugar.

    Los más pequeños al verlo llegar corrieron a él abrazándolo y gritando: "tío Chris". Él los abrazó de vuelta y luego se separó.

Ante el anuncio de los niños de que Chris había llegado todos se giraron a mirarnos. Tu brazo ya no estaba sobre mi, lo cual me dejaba un poco aislada de la situación.

—¿Quién es ella, tío?—todos los presentes siguieron el hilo de la conversación que el niño había comenzado.

—Ella es... —me miró un instante guardando silencio—, su nombre es Monet. Es una amiga—sonreí a pesar de lo extraño de la situación. Imaginé que quizá no quería emocionar a los pequeños formalizando una relación que apenas comenzaba... desde hacía casi un mes.

—Una amiga—bufó Scott—.Mi hermano es un cretino, ya sabemos que eres su novia—se acercó a mi ofreciéndome una cerveza—. ¿Puedes beber?—me preguntó.

—En teoría no. Mi cumpleaños es hasta diciembre, el 24 de Diciembre. Aún tengo 20, así que legalmente no puedo aceptar tu bebida.

Chris cretino está saliendo. Y honestamente pensar en lo que viene me emociona, me aterra, me entristece, me... todo hahaha.

A pesar de eso y a pesar de que igualmente la historia se alarga en capítulos voy a procurar actualizar ¿diario?

Personalmente me sentí herida por cómo Chris presentó a Monet, pero qué decirles... es la vida que le tocó vivir y yo soy la culpable de lo que la pobre vive.

Quizá... no es Chris Mr Casually Cruel, pero yo si es Marianné Mrs Casually Cruel. Hahaha okay, that's enough, nos leemos mañanita.