00.
Con el bebé ya en casa, y a pocas horas de empezar las clases, la casa en la que ahora vivía Dawn era un auténtico caos. Seymour y Thea se preocupaban de que la casa estuviera protegida para que el bebé, una niña, a la que habían llamado Kory, no se hiciera daño, aunque solo tuviera dos semanas.
Spencer, por su parte, se ocupaba de que Starr se sintiera lo más cómoda posible con la llegada al instituto. De hecho, lo tenía todo planeado, si alguien preguntaba quién era Starr, dirían que es una prima que se había mudado con ellos, de manera que nadie haría más preguntas.
De camino al instituto, Spencer le recordaba todo lo que tenía hacer y decir si le preguntaban de dónde venía y quién era, ya que, al aprender inglés, Starr se quedó con un acento británico, ya que era donde se suponía que tenía que aterrizar su nave, no en Nueva York.
-Recuerda, no puede hablar ni de que eres de otro planeta, ni de eres de la realeza, y mucho menos podrás usar tus poderes, ¿de acuerdo?
-No entiendo porque no puedo, en Tamaran, no hay que avergonzarse de quien eres. Y menos si eres de la realeza.
-Lo sé, Starr, pero esto no es Tamaran, y aquí... Digamos que no tenemos muy buena relación con la gente que viene de otros mundos.
-Oh...
-Vale, bienvenida a Midtown High. La chica miró el edificio en frente suyo y su mirada recayó en una chica rubia que se acercaba a Spencer.
-Hola Spence, ¿vas a presentarme a tu nueva amiga?
-Hola Winnie, esta es mi prima, de Londres, Dawn Starr Novak.
-¿Novak?
-Sí, es que es una prima lejana.
-Ah... Bueno, Dawn, bienvenida al instituto.
-Gracias.
-Me tengo que ir, he dejado a Peter solo, y Flash está de mal humor.
-Uh, mejor vuelve con él.- la rubia se despidió de ambos adolescentes y salió corriendo a ayudar a un chico moreno, que estaba siendo molestado por uno rubio.
-¿Quién es ella?- preguntó Dawn.
-Es Gwendolyne, aunque llámala mejor Gwen. Es mi mejor amiga, mejor dicho, es mi única amiga, aparte de Peter.
-¿Puedo yo también ser tu amiga?
-Ya lo eras desde que te conocí.
-A vale. En Tamaran no te haces amigo de alguien hasta que has matado por esa persona.
-Aquí no es necesario eso.- empezaron a caminar hacia dentro, pero alguien le dio un empujón a Spencer.
-Spencer, el curso ha vuelto a empezar, así que el acoso también...- dijo un chico, este moreno, y un año mayor que el rubio.
-Hola Ricky.- Spencer suspiró, el moreno se percató de que Starr estaba al lado.
-Hola, preciosa, soy Ricky Bowman, un placer.- le agarró la mano y la besó, pero Dawn la apartó.
-Eugh, de donde yo vengo, lo que le has hecho a Spencer se castiga, con la muerte o con cinco años de servidumbre.
-¿Qué cojon...?
-Es broma, Ricky, está practicando para una obra de teatro.
-Espero Bullock, prepárate, porque aún me quedan dos años, y te prometo que serán horribles. Para ti, claro está, para mí serán muy divertidos.
-¿Por qué dejas que te haga eso?- preguntó la pelirroja, reiniciando su caminata hacia el instituto.
-Mírame, soy la mitad de su tamaño. Además, si dejo que se meta conmigo verbalmente, no lo hará físicamente.- a Starr le creció una ira en el interior que consiguió reprimir.
-En Tamaran, yo también tenía a mi propio Ricky Bowman. Era mi hermana, Calisto Ander Novak Tsu' Karry. Desde niña, ella sintió celos de mí. Yo había nacido con los poderes de un tamarano, pero ella no, y era la mayor, por lo que nuestros padres, decidieron dejarme a mí el trono en vez de a ella, y en un arrebato de celos, me vendió a nuestro enemigos.
-Cielos...
-Pero eso solo me hizo más fuerte. A lo que voy, es, que no dejes que él se meta conmigo, y que si lo hace, aprendas a salir más fuerte de ello.
En Educación Física, Starr era la gran novedad, todo el mundo se interesaba por ella, por lo que agradeció cuando Gwen se le acercó y espantó a todo el mundo de allí, la estaban empezando a agobiar, y eso no era nada bueno con sus poderes.
-¡Hola! Eres Dawn, ¿verdad?
-Sí, ¿tú eres Gwen?
-Así es. ¿Cómo te vas acostumbrando al nuevo instituto?
-Sí, aunque es muy diferente a la educación de donde yo vengo. Allí, en vez de enseñar con la teoría, se enseña con la práctica. Por ejemplo, historia no se explica, se recrea.- dijo la pelirroja, recordando como ella y su mejor amigo de Tamaran recrearon las guerras Greykianas para su clase de historia tamarana.
-¡Stacy, Novak, dejad de parlotear y venid aquí!- el profesor de educación física las llamó, y ambas se acercaron.- Bien, nos toca hacer defensa personal, por lo que, durante las próximas ocho sesiones, practicaremos cómo defendernos, y para eso, necesito dos voluntarios.- Ricky y Starr fueron los primeros, el chico para poder pegar a alguien, y la chica emocionada por participar.
-Bien, Bowman, atacarás a Dawn, y ella tendrá que defenderse, luego, veremos qué errores ha cometido y cómo podría mejorarlo.
-Oh, que bien me lo voy a pasar.- Starr, que estaba distraída, no vio la barrida de piernas que Bowman le hizo, por lo que se cayó de culo al suelo.
Entre risas, Ricky, avanzó hacia ella con la intención de seguir molestándola, pero lo que ocurrió a continuación lo tomó completamente por sorpresa. Dawn, reaccionó con rapidez. Desde el suelo, giró su cuerpo y aplicó un movimiento para inmovilizar la pierna de Ricky, haciéndolo perder el equilibrio y caer.
Rodó por el suelo hasta levantarse, al igual que Bowman. El gimnasio seguía en silencio, con todos los ojos fijos en Dawn y Ricky. Ricky, furioso y con el orgullo herido, intentó acercarse rápidamente para encararla, pero ella le agarró del brazo y le volvió a tirar al suelo.
-¿Crees que puedes conmigo? espetó, levantándose y dando un paso hacia ella, pero su movimiento fue impulsivo y torpe.
Dawn, sin titubear y con la serenidad de alguien que conoce su fuerza, esquivó su avance. Aprovechando el impulso de Ricky, giró su cuerpo con fluidez y le aplicó una llave de karate perfecta. En cuestión de segundos, lo inmovilizó en el suelo, controlando su brazo con firmeza pero sin lastimarlo.
Los murmullos comenzaron a llenar el gimnasio. Los compañeros, atónitos, miraban a Ricky, ahora completamente indefenso bajo el control de Dawn. El profesor finalmente intervino, pero no antes de que Ricky, avergonzado, murmurara un débil "me las pagarás".
-Vale, esto ha sido un claro imprevisto, pero bueno, hemos visto la buena táctica que ha tenido Dawn para defenderse. ¿Alguna pregunta?- y toda la clase levantó la mano.
Esperando a que Spencer la recogiera al final de clase, Starr oyó unos ruidos en el callejón de al lado, por lo que se acercó y vio a un chico rubio molestando a otro moreno. El moreno, era muy delgado, llevaba gafas y por su mochila llena de libros, era claramente un buen estudiante.
-¡Eh, déjale en paz!- gritó Starr.
-Parker, ¿es esta tu novia imaginaria?- preguntó el rubio.- Pues es mona...
-Tengo un nombre, y de donde yo vengo, el nombre tiene poder.
-¿Ah sí, y cómo te llamas?
-Dawn Starr Novak Tsu' Karry.
-Bueno, pues antes de que también te lleves una paliza por mi parte, te recomiendo que nos dejes a Peter y a mí en paz.
Starr se cabreó, y pudo notarlo en sus manos, que empezaron a desprender mucho calor, por lo que le agarró el brazo al rubio, para que soltara al moreno, pero en vez de eso, lo único que soltó fue un alarido de dolor. El rubio salió de ahí, con su camiseta chamuscada, y Dawn se acercó a Peter.
-¿Estás bien?
-Sí, gracias, pero no tenías porque hacerlo, podría haberte hecho daño.
-Ya le habría gustado. Soy Dawn Novak, Prin... Prima de Spencer Bullock.
-Ah, ya. Gwen me ha hablado de ti, soy Peter. Parker, amigo de tu primo.- ambos se quedaron mirando unos momentos, pero Spencer corrió hacia su "prima"
-Starr, veo que ya has conocido a Peter.
-Sí...- ambos se siguieron mirando.
-Nos tenemos que ir ya, hasta mañana Peter.
-¡Adiós Spence, adiós Nova!- los chicos se marcharon, cada uno por su camino.
-¿Te acaba de llamar Nova?
-Creo que sí.
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