Capítulo 1°: Arco I parte I
Arco I: Parte I
Tu ausencia es más grande que un dinosaurio, que todos los dinosaurios del mundo juntos.
—Juan Gelman.
Yoongi no había pensado en esto demasiado, él definitivamente debió pensar un poco más, definitivamente.
No estuvo inconsciente mucho tiempo. Él podía calcular más o menos la cantidad de tiempo que transcurría con base en la actividad del reloj IA 1.0, pero no estaría nunca seguro porque el tiempo en el territorio era calculado de una forma muy específica, lo cual podía diferir...del resto del universo.
No se sintió como mucho tiempo, de todas maneras, pero la gente inconsciente no sabe nada acerca del tiempo.
Había sentido que algo lo absorbía y —escucha, esto es importante— no fue una idea metafórica, él realmente, realmente, fue absorbido como si un ser celestial hubiese comprado una pajita —de metal, por el medioambiente y porque el plástico no resistiría— la hubiese colocado sobre su costado y hubiese succionado a Yoongi por ahí.
Debió haber dolido, como solo puede doler ser absorbido por una pajita celestial. Sin embargo, Yoongi había perdido la mayor parte de la sensibilidad en su piel debido a todo el entrenamiento del ejército y los masajes relajantes que daba su hermana que —obviamente— no eran relajantes.
Por otro lado, la experiencia le sirvió para aprender que un alma puede tener algo parecido a la sensación física lo cual complicaba exponencialmente el viaje por la grieta temporal porque cualquier cosa podía salir mal y su alma terminaría desgarrada. Lo que lo hizo pensar en lo que, posiblemente, sintió Seokjin, lo que generó algo de empatía.
Ligeramente.
Hubo algo de ingravidez antes de la pérdida de conocimiento y, luego, solo despertó porque la IA había gritado algo en su oído. Él no estaba seguro de qué. Yoongi era un poco sordo porque una vez un generador explotó muy cerca y estuvo varios días teniendo alucinaciones auditivas del tipo que no eran divertidas.
Bien, decir que despertó había sido una exageración, estaba consciente, sí, pero no podía abrir los ojos y eso le dio tiempo para digerir.
De acuerdo, era claro que había accedido a su cuerpo de este mundo y que su alma se había adaptado a él. No tenía que adherirse a nada porque técnicamente era la misma alma, sin embargo, había cosas que aún podía hacer como absorber los recuerdos de su cuerpo y comprender un poco su situación actual.
Absorber sonaba mal, era más bien recuperar. Porque se supone que su alma debe conocer cada recoveco en el que se había metido, incluso si eran diferentes escenarios que se desarrollaban al mismo tiempo. Era él mismo, en diferentes espacios.
Yoongi no estaba seguro de entenderlo correctamente, pero le importaba poco. Casi todo importaba poco cuando tu alma había sido estrujada por un agujero infinitesimal porque estabas de duelo por tu mejor amigo muerto.
Casi todo, excepto, quizá su hermana, y también Seokjin, y el escritorio de su oficina porque había sido de su padre y sus pequeños soldados que aún estaban aprendiendo a manejar los aerodeslizadores.
De repente quiso llamar a su hermana y quejarse de la vida y de Kim Seokjin, pero ninguna cosa sería posible y tuvo que recordarse por qué hacía esto y en definitiva la conclusión era: por el arroz agrio, por su epitafio y por ser llamado pequeño amor, que era ridículo, como el propio Seokjin.
Bien, bien. Estaba en el cuerpo de alguien llamado Min Yoongi, lo que era obvio porque era él. Y sus recuerdos estaban tan desordenados que Yoongi tardó un tiempo en entenderlo todo y, cuando lo hizo, él se quiso matar.
Matarse de una forma dolorosa y en frente de mucha gente para generar escarnio público.
Matarse horriblemente y de manera definitiva sin oportunidad de resucitación.
Había ido a parar a un mundo donde tenía dieciséis años.
Que. Puta. Jodida. Gran. Noticia.
No importaba qué universo fuese, el Yoongi de dieciséis años siempre sería el peor Yoongi que pudiese existir.
Él estaba seguro, él se conocía.
No solo era un desastre hormonal con crecimiento tardío, además era condenadamente estúpido para tomar decisiones y era desagradable como la mierda para interactuar con otras personas y le estaban diciendo que estaba en esa etapa otra vez. ¿Cómo se suponía que iba a sobrevivir si este cuerpo ya había tenido dieciséis años de ventaja para arruinar su vida?
Dame un jodido respiro.
Yoongi había visto en sus recuerdos que estaba solo como un champiñón, así que no había posibilidad de que mágicamente conociese a Seokjin y ya fuesen amigos y todo se resolviese tan fácilmente como cultivar papas.
Y vio que era bastante como un perdedor, además, como seguramente serían todos los Yoongi de dieciséis años.
¿Lo peor?
Yoongi estaba atado a las percepciones de este cuerpo, ¿Quién lo iba a detener de enamorarse de dos de cada tres púberes que viera por la calle? ¡Que horrible! ¡Que escándalo! El peor Yoongi era el hormonal Yoongi.
Suspiro.
¿Debería comenzar a llorar?
Estaba, además de todo, en la primera Tierra. ¡Jódeme!. La primera Tierra era algo así como una bomba de tiempo para el desastre, ni siquiera estaba seguro en qué dinastía había aparecido, pero los registros de los Hermanos Mayores hablaban de demasiadas guerras y traiciones como para que importara.
Pero bien, bien.
Silenciosamente escribió en su lista de cosas por las que Kim Seokjin tendría que pagarle.
Luego hubo otro periodo en el que Yoongi se congeló y quiso llorar mientras revisaba meramente los recuerdos a los que podía acceder.
Este cuerpo tenía una madre...
Tenía una madre y un padre y un abuelo que vivían en la misma casa con él y una hermana mayor que vivía en los dormitorios de su universidad. Él sabía que tenía un gato, una bicicleta y una mochila llena de basura y que aún no tomaba alcohol lo cual era la peor noticia del mundo.
Una madre, un padre, un abuelo, una hermana mayor, un gato, una bicicleta, una mochila... Eran todas cosas que había tenido alguna vez y luego ya no tuvo más y todo era como una broma mal elaborada, como toda su vida.
Cuando por fin pudo abrir los ojos, lo primero que vio fue una ventana abierta.
Y era oscuridad afuera, pero no un negro profundo y desolado como la nada sino un azul profundo con parches de luz que sostenía un gran círculo casi completo en el centro de su panorama. Y había pequeñas, diminutas manchas blancas que parecían salpicadura de pintura y era real y casi tangible la necesidad de extender su mano y...comprobar.
¿Esto es...?
El cuerpo entero de Yoongi estaba congelado y era difícil respirar y sus ojos estaban tan abiertos que ardían y no sabía si se estaban humedeciendo o se estaban secando, quizá porque quería llorar o porque solo estaba abrumado y era un poco como una persona ya enloquecida.
Y extrañaba a Seokjin, y extrañaba a su hermana y no había alcohol para él para asumir todo lo que estaba haciendo porque, aparentemente, no lo había pensado demasiado.
Había un cielo sobre su cabeza, sobre el techo de la casa que habitaba, y era azul, no negro, era purpura y casi lila en el borde. Había un borde, un límite, que se extendía muy lejos. Había colores, no era negro y no era la nada y el vacío, era varios colores a la vez y había luces.
Luces en el cielo.
Seokjin...
Seokjin, estoy viendo la luna.
No había pasado mucho tiempo desde la última vez que Yoongi lloró y pensó que ya se había sacado, pero esa noche lo hizo hasta que se quedó dormido sin darse cuenta, sabiendo por primera vez lo que era la noche, habiendo visto una luna y unas estrellas y que el cielo podía contener luces y no un abismo invertido infinito y extrañando...extrañando dolorosamente, hasta que el dolor se hizo nada y las estrellas en el cielo nada y su consciencia nada y dejó de llorar, pero incluso en su sueño, siguió extrañando.
⭒⭑✷✧✷✧✷☾✧✷✧✷✧⭒⭑
—¡Yoongi! ¡Vas a llegar tarde!
Yoongi no debería sorprenderse, había tenido horas para pensar y adaptarse.
No debería, pero aun así lo hizo.
¿Cuándo fue la última vez que escuchó esa voz?
Yoongi no era alguien dado a muchas reacciones. Se habían atenuado, mitigado, casi todo en su vida era demasiado ligero, imperceptible. No demasiado de nada, las cosas explotaban mientras parpadeaba y algunas cosas que dolían se le olvidaban con facilidad, todo pasaba subrepticiamente por su vida como pequeñas caricias de aire artificial.
Por eso no sabía cómo se suponía que debía estar reaccionando.
¿Quizá debería llorar? ¿Salir de la habitación en la que apenas había reparado y comprobar? ¿Huir?
El Yoongi de dieciséis años era el peor Yoongi porque era hormonal, no podía beber alcohol aún y era irritable y perdió a sus padres y su abuelo no había podido soportar el dolor y su hermana había enfermado y su gato se había escapado y no podía encontrar su mochila porque había golpeado a Kim Seokjin en la nariz y la había lanzado lejos y nunca la volvió a encontrar.
Yoongi ya no quería abrir los ojos, a la mierda Kim Seokjin, él quería volver con su hermana y extrañarlo todos los días hasta que se le olvidase cómo se extrañaba a una persona y no tener que vivir esta mierda de nuevo.
Pero Yoongi era masoquista ¿De acuerdo? Y tenía muy poco sentido de la autoconservación.
Tuvo que recordarse que estaba en la primera Tierra. Sus padres no tendrían que ir a la frontera, no existía el Instituto de Investigación, no había Kim Seokjin...no por el momento.
Esto era...temporal.
Y temporalmente, aunque fuesen solo algunos segundos, podría volver a ver los rostros que, lastimosamente, ya había comenzado a olvidar. Temporalmente podría abrazarlos. Temporalmente podría escuchar sus voces, aunque fuesen regaños. Era todo temporal.
—¿Vas a salir por voluntad propia o te hago salir?
El cuerpo entero de Yoongi se estremeció y cerró los ojos con mayor fuerza en protesta. Olviden todo lo que había dicho, él no estaba jodidamente preparado para esto.
Hacía un poco de calor, la ropa de dormir era ligera y se pegaba a su cuerpo delgado que apenas había comenzado a crecer. Horas atrás, cuando había llegado, miró a su alrededor lo mejor que había podido, pero la verdad era que no había visto nada más allá de la ventana abierta y se sintió...un poco a la expectativa.
Estaba a punto de divagar en otro pensamiento cuando la puerta se abrió de una patada y se escucharon pasos fuertes en la habitación y sintió que su cuerpo era sacudido con la fuerza de una madre enojada y él quiso llorar porque habían pasado años, años, desde la última vez que fue zarandeado por su madre.
—¡Deja de hacerte el muerto! —Y su voz era tan fuerte y tan bonita como la recordaba. Y se escuchó un maullido y la tos de su abuelo en algún lugar de la casa y una olla a presión pitando y la voz grave de un hombre que decía:
—No lo sacudas hasta morir, aún nos tiene que mantener en la vejez.
1.0 dijo en su oído: Bienvenido a la primera Tierra.
⭒⭑✷✧✷✧✷☾✧✷✧✷✧⭒⭑
Quizá había estado abrazando a su padre demasiado tiempo, le dolía un poco el cuerpo.
Su padre no parecía notar nada extraño mientras bebía su café y dejaba que la mejilla de Yoongi se pegara incómodamente a la tela de su camisa y su madre seguía hablando de cómo Yoongi siempre desperdiciaba el desayuno.
Yoongi juró que jamás despreciaría nada que su madre le diera y se había embutido una tortilla de huevo del tamaño de su palma y casi lloró —de nuevo— porque él nunca había comido tortilla de huevo. De hecho era la primera vez que veía un huevo de gallina y resolvió que cuando volviese al territorio haría lo posible por clonar gallinas a base de los fósiles porque ¿Cómo es posible que su gente no pudiese comer esto?
Aunque su hermana lo mataría si se enterase de lo que estaba haciendo. Luego lo reviviría para matarlo una vez más. Y así hasta que su enojo se pasase lo cual tardaría años porque era muy rencorosa.
En la comunicación que le había dejado solo había dicho que se tomaría un tiempo para llorar la pérdida.
Lo más probable era que Yunji supiera que estaba mintiendo, pero también sabría que, al menos en ese tiempo, no querría ser molestado.
Le regalaría una gallina fosilizada para pedir su perdón.
El abuelo veía yoga sentado en el sofá, con el gato sobre el regazo. Y el gato era café y Yoongi tenía la leve impresión de haberlo llamado Patata porque era del color de las patatas. Él era un hombre simple.
—¿Irás en la bicicleta? —preguntó su madre, que era casi idéntica a cómo era su hermana en la actualidad y su padre hizo una mueca que al parecer siempre hacía porque la bicicleta de Yoongi había sido armada por él mismo.
Ahora, hasta Yoongi sabía que esa cosa no sería segura y que lo más probable era que se desarmaría en cualquier momento. Así que su madre dio su mirada, era esa mirada que le decía algo a su padre que generalmente solo él podía entender, entonces su padre suspiraría y era el suspiro de tendré que estar de acuerdo contigo. Y lo siguiente que Yoongi supo fue que papá Min, que estaba a nada de convertirse potencialmente en un hombre calvo, dijo:
—Te llevaré en el auto.
Y mamá suspiró, era el suspiro de agradecimiento.
Auto.
¿Qué en el mundo era un auto?
Sea lo que fuese, seguramente era una alternativa más eficiente a la bicicleta/arma suicida en potencia.
Y solo en ese momento, mientras restregaba su rostro en el brazo de su padre que intentaba tomar de nuevo la taza de café, al igual que como Patata restregaba su cabeza en la palma de su abuelo, Yoongi pensó...que tenía que ir a la escuela.
A la maldita escuela.
La escuela que estaría llena de adolescentes y maestros posiblemente más tontos que él.
Con un montón de información que no sabía de la tierra y las normas sociales actuales y la democracia y las hormonas.
1.0 dijo: [Eres un genio, la escuela no debería preocuparte].
Sí, bueno, cállate.
[Hay más probabilidades de encontrar a Seokjin en lugares...que tengan gente, ya sabes.]
Gracias, cállate.
Él era consciente de eso, también de que, si bien era probable que Seokjin tuviese más o menos su edad, no era una verdad absoluta. Él podía estar en cualquier parte del planeta, que no era una completa tierra inhóspita lo que significaba un campo de acción imposiblemente enorme, y podía tener cualquier edad, cualquier nombre incluso, quizá una apariencia diferente, ¿Cómo podría saberlo?
Pero era que Yoongi realmente...
Yoongi realmente no podía imaginar una realidad en la que Seokjin no fuese su amigo, en la que no pelearan y discutieran y se propusieran matrimonio en broma y comieran asqueroso arroz agrio que era, posiblemente, su cosa favorita en el mundo.
Así que él tenía fe de poder encontrar rápidamente a Seokjin.
Cuando se estaba terminando de preparar con lo que recordaba que era su uniforme escolar y su padre por fin se bebía por completo su café, le preguntó a la IA acerca del escaneo.
1.0 era increíble, su mejor trabajo hasta el momento, era casi una extensión de su cerebro con mejores funciones, entre ellas: acceder a cualquier red.
Mira, si podía manejar la matriz madre que soportaba todo un campo magnético artificial, las redes poco protegidas de los Hermanos Mayores no serían nada.
[Hay demasiados Kim en el mundo, me tomará demasiado tiempo. ¿Quieres añadir un nuevo criterio de exclusión?]
—No. Añade a los criterios de inclusión su primer nombre con variantes de Seokjin, Seok Jin, Seok-Jin con guion o solo Jin.
[Se ha reducido a un tercio, me seguirá tomando más tiempo. Los hermanos mayores...son demasiados]
—También existe la posibilidad de que sea un ermitaño, o haya cambiado su nombre.
[¿Quieres cambiar al escaneo facial?]
—Alterna, has ambas cosas.
[Laboralmente, eres un jefe horrible. Para todo lo demás...también].
Yoongi bufó: —¿Te parezco alguien a quien le importa eso? Solo procura no quedarte sin baterías.
[...]
Entonces, un auto era un medio de transporte bastante lindo y Yoongi no podía creer que en el territorio hubiese bicicletas y no autos. En el territorio solían transportarse por medio de la matriz o con aerodeslizadores que eran problemáticos, pero los recursos eran insuficientes para tener autos que consumían combustible. Si Yoongi se permitía tener la mente abierta hacia los Hermanos Mayores, estaba bastante impresionado por los autos en su diseño, pero no eran prácticos para el territorio, así que descartó la idea de ellos y se subió como si lo hiciese a diario, aunque haya golpeado su cabeza porque era malditamente bajo.
—¿Ya pensaste en lo que harás para el festival de la escuela? —Su padre conducía muy bien, Yoongi se estaba quedando dormido en el asiento del pasajero, pero no quería dejar de mirar a papá Min.
—¿Eh?
—Si no te empeñaras en ser castigado no tendrías que pensar en pasar tu domingo en ese festival horrible.
—No se supone que digas festival horrible. Eso no es darme aliento.
—No quiero darte aliento, quiero que escarmientes al punto de volverte monje.
—¿No quieres nietos?
—Serán unos mini tú, que probablemente me harás criar.
—El padre emperador es sabio. El padre llegará a la ascensión espiritual de conocer a su hijo como la palma de su mano. Este sujeto está profundamente impresionado por la sabiduría del padre emperador.
Papá Min rio cuando Yoongi, claramente desviando el punto, hizo un saludo de puño contra palma y colocó su rostro de estoy siendo serio como un monje que habla de la ascensión espiritual.
Su padre golpeó la parte de atrás de su cabeza luego de medio minuto —¡Sé serio! Intento ser un padre responsable aquí, y nunca me lo dejas fácil.
Suspiró. Yoongi no estaba ni siquiera seguro de saber de lo que estaba hablando. Al parecer había sido castigado por volarse de clases. Solo se voló una clase ¿Bien? Porque quería ir a ver el partido de baloncesto que estaba justo en su horario de química. Y él lo hizo porque definitivamente suena como algo que él haría. Y suena como algo que él haría sin sentirse culpable así que obviamente se voló de clases sin siquiera ocultarlo.
Lo hizo públicamente como cuando robó el cadáver de Jin.
Lo que seguía sonando malditamente mal.
Así que, por supuesto fue castigado para hacer lo que nadie quería hacer que era ayudar el domingo en el festival de la escuela y, como su suerte siempre era tan graciosa, le tocaba hacer parte del grupo que tenía que presentar algo.
En sus recuerdos pudo ver que cuando se lo dijo a sus padres, su madre se rio tanto de él que tuvo que recostarse en el sillón para no ahogarse y llamaron a su hermana para burlarse y ella dijo algo así como: Te lo mereces, por tonto.
Y le dieron una charla sobre cómo, si se iba a escapar de la escuela, tenía que hacerlo a escondidas y, en general, las cosas malas no se hacían públicas porque era idiota.
El abuelo había dicho que no deberían enseñarle esas cosas y que se estaban perdiendo todo el punto de la enseñanza. Pero Yoongi entendía los circuitos cerebrales de su familia y supo de inmediato que toda la charla era para hacerle ver que no debería hacer cosas malas porque era tonto y siempre iba a resultar castigado.
—¿Crees que debería recitar poesía?
—¿No es acaso un festival de ciencias?
—La poesía es una ciencia en sí misma.
—Entiendo tu punto, pero te ganarás otro castigo, has una mini bomba
—¿Cómo es que una bomba me evitará otro castigo?
—¿Qué tal un volcán? Estoy seguro de que la mitad de estudiantes hará que sus padres hagan un volcán, así que pasarás desapercibido, pero tendrás que hacerlo tú.
El resto del camino, que no fue demasiado largo, no lo suficientemente largo, lo pasaron discutiendo acerca de Patata y su mala costumbre de llevar a su novia al techo del abuelo para restregarle a todo el mundo que su vida sexual era activa, y hablaron sobre cómo Yoongi le había dicho la semana pasada que quería tener una novia, un novio o una bicicleta nueva y era su forma de amenazar a su madre porque por supuesto no le iban a regalar una bicicleta.
Yoongi no tenía sentido de la auto conservación
Entonces llegaron a la charla de si era cierto que no le importaba si era novia o novio —lo cual no era una conversación para tener en un auto a las siete de la mañana— y Yoongi dijo que moriría virgen así que su padre no debía preocuparse por eso. Pero su padre se preocupó todavía más y le preguntó si alguien le había roto el corazón a su hijo.
Y Yoongi dijo que había sido alguien llamado Kim Seokjin y que si lo veía alguna vez debía darle un golpe para vengar la dignidad rota de su hijo. Su papá no le creyó, porque Yoongi era un mal mentiroso y ahora creía que definitivamente "Kim Seokjin" era el nombre de quien le gustaba a su hijo.
Y era un hombre. Mamá Min iba a llorar.
—No me gusta Kim Seokjin. Él tiene que casarse con Yunji.
—¿De qué diablos estás hablando? ¿Desde cuándo tú hermana está a favor del matrimonio? ¿Estás jodiendo conmigo?
—Papá, lenguaje —dijo, imitando la voz irritante de Seokjin, y su papá frunció el ceño porque una de las cosas que más le molestaba pensar era en que su pequeña Yunji —que ya iba a la universidad— se involucrara sentimentalmente con alguien que obviamente no la iba a merecer.
Pero su padre no conocía a Seokjin, seguramente su hermana tampoco. Para Yoongi, después de Yunji y sus padres y su abuelo, Seokjin era la mejor persona del mundo, ¿Quién podía decirle lo contrario? Era el único que se merecía a su hermana.
El pensamiento se sintió algo incómodo. Quizá fue porque era demasiado temprano por la mañana. Por lo general, a esta hora Yoongi estaba yéndose a dormir.
La charla quedó ahí, porque era demasiado temprano para hablar de amor no correspondido, dijo su padre.
Cuando papá Min por fin logró deshacerse de él, Yoongi encaró su destino con total valentía como cuando le dieron un arma por primera vez y fue tan pesada que casi se cae de boca, pero lo resistió y apretó la mandíbula y pensó que era bueno en ello hasta que tuvo que hacer la prueba de esfuerzo y se desmayó.
La misma terquedad, la misma valentía. Yoongi miró el plantel educativo y sintió que era más terrible que su primera ida a la frontera.
Los adolescentes daban más miedo que la tierra inhóspita.
Había muchos de ellos y hablaban muy alto y, gracias al cielo, parecía tener una estatura promedio así que podía ocultarse bien.
Sobre su cabeza, el sol comenzaba a verse por el horizonte casi completamente. Él lo vio, todo el proceso, había comenzado como a las seis de la mañana. Si los ojos de los primeros humanos no fueran tan sensibles, él habría mirado fijamente todo el tiempo.
Yoongi nunca había visto nada con tanta claridad y nada era tan hermoso como los colores por la mañana y la calidez sobre su piel y el tono cálido — cálido, él no sabía mucho de eso — que el sol les daba a las cosas.
Supo, entonces, cómo de diferente era el tiempo. Era relativo, pero en la tierra lo contaban por el cielo. Entonces era de noche porque no había sol y era de día porque había sol. En el territorio tenían un gran reloj mecánico y luego llegó la matriz. Le dio la sensación a Yoongi de que no estaba calibrada porque las horas en la primera tierra se sentían más cortas. O el tiempo, sencillamente, se sentía más rápido para diferentes circunstancias.
Le gustó más la luna que el sol, sin embargo, porque el sol brillaba demasiado y no le dejaba ver fijamente. Pero la calidez le gustó a su piel acostumbrada al frío.
Era miércoles, pensó mientras buscaba su salón de clase con base en su memoria física y solo se enfocaba en sus zapatos incómodos. Los miércoles solían ser días agotadores para él porque casi siempre presentaba informes esos días y, en las escuelas, los miércoles, al ser mitad de semana, parecían medio alterar a los estudiantes con expectación porque llegase el fin de semana.
No entendía el concepto de fin de semana, si tenía que ser honesto.
[Tu primera clase es inglés.]
¡¿Qué mierda?!
Se detuvo.
Bien, Yoongi tenía algo de conocimiento sobre lenguas antiguas, pero no era demasiado profundo, y en definitiva el Yoongi de dieciséis años sería malo en eso si la falta de recuerdos sobre esta clase era un indicador. El idioma actual no era un problema porque este cuerpo sabía leer y escribir correctamente y lo había hablado toda su vida, pero... ¿Inglés? ¿En serio?
Al menos la IA existía y existía internet y no tendría que pasar demasiada vergüenza o meterse en problemas. Podría llevar su clase en paz mientras el escaneo continuaba y encontraba a su estúpido amigo que había decidido morir.
...Yoongi pensó demasiado pronto.
El salón de clases parecía una celda con hacinamiento. Era como del tamaño de su oficina, pero, mientras su oficina era solo de él, aquí habían como treinta pequeños humanos con grasa de bebé en sus rostros y demasiadas ideas peligrosas en la cabeza: había alguien encima de un pupitre con la cabeza peligrosamente cerca de un ventilador de techo y había alguien intentando saltar al tablero con los zapatos en la mano... no parecían la especie más inteligente, si Yoongi tenía algo que decir.
Cuando entró casi nadie giró su cabeza, solo había un chico alto [básicamente una cabeza por encima de la suya] en la esquina opuesta a la puerta que llevaba el cabello muy bajo y miraba en su dirección con tanta furia que distorsionaba su rostro.
[Parece alguien que podría matarte por diversión].
Yoongi pensó que esa persona que lo miraba seguramente odiaba sus tripas.
Genial. Su primer día en una escuela y ya había alguien que lo quería enterrar vivo debajo de alguna baldosa suelta para que su espíritu quedara penando en la escuela y se convirtiera en una de esas historias que tienen todas las escuelas y hospitales del fantasma de alguien que murió en un salón o el cadáver de cualquiera que fue enterrado en el cementerio que estuvo antes en ese mismo lugar.
Yoongi no quería penar, así que decidió evitar a esta persona y sentarse lo más lejano posible, pero antes de que pudiese completar su magnífico plan, una mano salió disparada de algún sitio y lo empujó en la dirección opuesta.
—Min, ¿Qué haces? Ese es mi lugar.
—¿Eh? —La persona que le habló era una chica menuda de cabello corto y Yoongi creyó que era realmente bonita y tenía una voz dulce y suave y carajo, las hormonas.
—Sé que Won y tú no se llevan bien, pero no puedes cambiar de compañero de asiento hasta fin de año.
El cuerpo de Yoongi se puso rígido porque por supuesto, por supuesto, esta era su suerte. Sonriendo con dolor, lo que hacía que pareciera que había pegado una mueca incómoda en su cara o que tenía estreñimiento, asintió hacia la chica con reticencia y caminó como un prisionero al campo de fusilamiento, agarrando su mochila con fuerza y con valentía, ¿De acuerdo? Él era muy valiente.
Esta persona apodada, llamada o apellidada Won se veía como esos soldados que Yoongi sabía que serían un dolor en el culo, pero que no podía llamar al Capitán y decir algo como que no quería a los nuevos reclutas solo porque le daban mala espina.
Bueno, ahora era una situación parecida y tampoco podía llamar al director de la escuela y decirle que expulsara a un estudiante porque lo miraba mal.
No me agradas, vete de mi escuela. Bueno, suena a algo que él diría.
Era extraño, por otro lado, si el cuerpo original compartía asiento de clases con este tal Won, ¿Por qué no parecía tener ningún recuerdo de él? Y mientras se acercaba con lentos y tortuosos pasos hacia su pupitre intentó revisar toda su memoria si es que eso era físicamente posible.
Y encontró algo.
Al parecer este tal Won era transferido de otra clase y llevaba apenas unos días en su salón. Mismos días que Yoongi había estado escapándose y/o durmiendo en clase.
Que desperdicio de Yoongi de dieciséis años.
Y entonces la razón por la que parecía querer profanar las tumbas de sus antepasados era porque el primer día que se conocieron, y único recuerdo coherente que Yoongi tenía de la situación, esta persona Won lo había saludado cortésmente y Yoongi no había respondido, entonces Won se había enojado y lo había empujado porque era un jodido temperamental hormonal igual que Yoongi.
En su defensa —de Yoongi, no de Won— parecía que en todas las realidades Yoongi sería medio sordo, y en parte no había escuchado del todo el saludo de Won y como Yoongi era un pan de Dios, había decidido ignorar la situación. Entonces cuando Won lo empujó sin razón, Yoongi respondió y los dos fueron castigados con limpiar el salón antes de salir de clases.
Eso había sido hacía una semana y Won seguía mirándolo como quien se come la última porción de arroz agrio.
Yoongi no entendía por qué ser tan rencoroso.
Con Seokjin solo se había necesitado una lucha y luego habían sido amigos inseparables.
Aunque, a decir verdad, tampoco era que quisiera tener otro amigo así, se sentía casi como una traición.
—¿Qué me ves? —Despertándose de su aturdimiento, Yoongi se dio cuenta de que había estado todo este tiempo de pie frente a su escritorio, escaneando a Won sin disimulo con 1.0 por lo que, por supuesto, nadie podía entender qué estaba haciendo.
Bien, una cosa que venía con este cuerpo adolescente era que no era tan consciente de sí mismo y de su alrededor como cuando estaba en el ejército y era peligrosamente fácil de distraer.
[Si me permites una aseveración...] Cállate.
—Te estoy analizando.
—Vete a la mierda, Min.
—Gracias, justo estaba a punto de sentarme a tu lado.
Won gruñó y apartó la mirada hacia la ventana a la vez que Yoongi se sentó y comenzó a pensar demasiado fuerte.
1.0 había sido construida por él en épocas de guerra, antes de que el Rey Séptimo muriera y los rebeldes que querían acabar con la monarquía estuviesen planeando ataques contra la matriz porque era algo así como: o nos prestan atención o acabamos con todo. Lo que era, literalmente, acabar con todo, porque sin la matriz la vida en la tierra inhóspita era casi imposible de mantener.
Habían logrado ser medianamente escuchados y apaciguados por las reformas del ejército, que no tenía la misma connotación que en la primera tierra, así que estaba lleno de científicos en los altos mandos y toda la gente como Yoongi que no tenía vida.
Eran, sinceramente, mejor que el rey Séptimo, porque todos odiaban ser oprimidos, todos amaban a quien los mantenía a salvo.
Pero estaba esa situación en la que seguía habiendo gente inconforme que, bueno, Yoongi podía entender. El ejército era mejor que el rey Séptimo, pero seguía siendo un ejército.
Entonces comenzaron los ataques hacia ellos y Yoongi mejoró la IA incluyendo la función de reconocimiento de ondas que, básicamente, le permitía escanear a cualquier ser viviente o con movimiento que estuviese a un kilómetro a la redonda, calculando su dirección casi exacta y permitiéndole saber, en su mayoría, si era amigo o enemigo, porque la magnitud y naturaleza de las ondas se podía diferenciar fácilmente.
No era de extrañar, entonces, que pudiese sentir las grandes oleadas de intensiones asesinas que Won enviaba en su dirección incluso si seguía manteniendo su cara de perra en reposo.
Por alguna razón, Yoongi tenía la ominosa sensación de que esta escuela estaba llena de gente con odio en su corazón.
⭒⭑✷✧✷✧✷☾✧✷✧✷✧⭒⭑
La primera hora fue inglés. La maestra era una mujer joven que casi desordenó las hormonas de Yoongi, casi porque lo primero que dijo fue: —Min, es un milagro que no te encuentro durmiendo en mi hora.
Y hubo pequeñas risitas y Yoongi, sinceramente, se rio también porque eso es algo que él haría en esas situaciones hasta que la risa de la profesora fue la más fuerte porque Yoongi respondió: —Solo por usted.
Y Won murmuró por lo bajo algo como: —¿Por qué hoy estás hablando?
Yoongi se dio cuenta de que estaba completamente fuera de personaje, al parecer.
La primera hora pasó fácilmente y Yoongi se sorprendió de lo fácil que era el inglés cuando 1.0 era quien respondía. Luego tuvo matemáticas por las siguientes horas lo cual fue extraordinariamente sencillo para él y, de nuevo, parecía que todo el mundo se sorprendía porque el día de hoy Yoongi estaba haciendo algo.
Si él no contaba su baja caracterización de sí mismo, Yoongi podría decir que la escuela no era tan mala.
El primer día pasó sin pena ni gloria y la chica que se sentaba en la entrada era la única que hablaba amablemente con Yoongi incluso si este último apenas y respondía porque ella hablaba muy bajo y Yoongi era muy sordo.
Su padre no lo iría a recoger, como todos los días al parecer, así que Yoongi tendría que tomar el autobús de la escuela que lo dejaría bastante lejos de su casa, o caminar o tomar transporte público.
La idea del transporte público era interesante, pero Yoongi no estaba seguro de poder lidiar aún con esa situación sin tener demasiada información de la época actual, así que decidió caminar, recordando el trayecto que habían tomado en auto por la mañana.
El sol se desplazaba como si estuviese atado por una cuerda, y las nubes, que hacían sus propios movimientos y se veían suaves y como pelusas que le recordaba un poco al cabello de su abuelo, reflejaban la luz en distintos tonos del espectro de colores cálidos, y a medida que el tiempo pasaba, se tornaban fríos, con un poco de lila en todo el naranja y rosa y amarillo.
De repente tuvo hambre.
Se había saltado el almuerzo en cafetería porque había olvidado tomar su dinero y todavía le costaba un poco imaginar un almuerzo sin arroz agrio. Así que caminaba medio moribundo mientras charlaba en silencio con 1.0 camino a su casa, ideando nuevas estrategias para buscar a Seokjin.
Su instinto le decía que, al menos, debía estar en la misma ciudad. Su instinto o su desesperación. Pero no quería descuidarse, así que el escaneo de la IA se tomaría algo de tiempo porque, mierda, la primera Tierra era enorme.
A mitad de camino, 1.0 se quedó en silencio por unos segundos.
[¿Qué haremos...si no podemos encontrarlo?]
Yoongi no dijo nada, sin embargo, 1.0 sabría de cualquier manera su respuesta. Dentro de todas sus conjeturas, dentro de todos sus métodos investigativos, Yoongi nunca dignificó una hipótesis que no apoyara el resultado que esperaba obtener.
Entonces pensar en lo que haría si esta idea suya no resultaba era una pérdida de tiempo.
Cuando llegó a casa, sus padres aún no habían llegado de trabajar; Patata caminaba entre las piernas del abuelo quien estaba inclinado sobre una especie de vieja computadora portátil, riendo.
—¡Yoonie! ¡Estás aquí! Ven a saludar a tu hermana, estamos teniendo una video comunicación.
—Video llamada, abuelo, pero, ¿Sabes qué? Video comunicación suena igual de bien—desde los pequeños parlantes del aparato, la inconfundible voz de su hermana mayor se filtró, y Yoongi sintió burbujear en su pecho la extraña sensación de calidez que había estado teniendo todo el día, como una emoción casi desconocida, demasiado fuerte para su austero cuerpo.
—¡Noona! —gritó casi sin poder evitarlo, y corrió, atrapando a Patata en el camino y sentándose en el brazo de la silla de su abuelo, inclinándose hacia el calor de su cuerpo y compartiendo la misma sonrisa fácil.
El rostro de su hermana, un poco distorsionado, se veía casi feliz, como no la había visto en mucho tiempo, mientras compartía su comida en llamada con el abuelo y le contaba sobre las cosas aburridas de su universidad.
Su hermana era cinco años mayor que él. Cinco años que siempre se habían notado mucho desde el primer momento, más que todo cuando había surgido lo de su compromiso con Seokjin, que era seis años menor que ella y había sido algo así como un golpe para su orgullo y su firme decisión de que su vida no dependiera de un matrimonio y menos un matrimonio con un escuincle que terminaría de criar.
Aún con todo, con el tiempo, ella y Seokjin se hicieron amigos cercanos, lo suficiente como para que al final a ninguno de los dos les importara si tenían que casarse en algún punto.
En la pantalla, su hermana tenía una pequeña sonrisa tranquila en el rostro.
—Yoon, ¿Cómo fue el día en la escuela? ¿Te metiste en problemas hoy?
—No los suficientes.
—Aigoo, ¿Qué te hace ser tan descarado?
—Que la hermana mayor será exitosa y siempre tendrá dinero para resolver mis problemas.
—Audaz de ti pensar que una vez que tenga dinero me acordaré de tu nombre.
—La hermana es sabia, este indigno hermano siempre estará agradecido de mendigarle —respondió sin vacilar, aun utilizando su voz de monje en espera de la ascensión.
Se sentía igual... igual a como había sido su vida más de una década atrás.
No pudo evitar obligarse a recordar que todo era temporal.
Temporal, como absolutamente todo.
Y antes de que pudiera hacer algo al respecto, pasó una semana.
Dicha primera semana pasó así: 1.0 no había hecho progresos y él había mirado en sus tardes libres en casi todos los lugares de la ciudad sin encontrar rastros de Seokjin, excepto por el día del festival de ciencias en el que presentó un volcán mal hecho que le ganó una mirada de resignación de su profesor titular.
A Yoongi no le importó porque aún no había encontrado a Seokjin, y cualquier otra cosa podía esperar.
Parecía que no tenía redes sociales o al menos no usaba su nombre, lo cual era bastante predecible, y sus esperanzas de no tener que hacer algún viaje estúpido con una fuga poco planeada se estaban yendo por el desagüe.
En la escuela, Won seguía siendo un imbécil rencoroso, pero seguía siendo un chico de dieciséis con claros problemas de temperamento y un claro síndrome de octavo grado que no había dejado ir como para que Yoongi le diese importancia. Y luego su hermana mayor llamó y dijo que visitaría el próximo fin de semana, que era en tres días, y sus padres estaban planeando ir de paseo a las afueras de la ciudad en un pequeño parque que tenía cabañas para alquilar y un lago bonito y árboles y naturaleza en sí.
Pero solo irás con nosotros si dejas de intentar desarmar el lavaplatos cada vez que necesitas una pieza para cualquier cosa que quieras construir luego, había dicho mamá Min.
Yoongi estaría casi emocionado si no sintiera que su desespero crecía cada vez más. Su estado de ánimo cada vez más ansioso, lo suficiente como para no saber ocultarlo.
¿Cómo pasaba el tiempo en el Territorio en comparación de la Tierra? ¿Su hermana habría encontrado ambos cuerpos ya? ¿Cuánto tiempo podría mantener la conexión con su cuerpo?
La idea de quedarse atrapado en este lugar... no era tan mala, pero...
Yoongi sacudió la cabeza, alejando el pensamiento. Era miércoles nuevamente y el día seguía pasando lentamente con normalidad tortuosa.
Hasta que llegó la hora del descanso y 1.0 estaba terminando por fin la primera ronda de escaneo con la cual tendrían éxito o fracasarían y tendrían que encontrar otras maneras de buscar a Seokjin que no fuese por su rostro o su nombre, lo cual sonaba como algo jodidamente imposible.
Yoongi ya no tenía uñas para morder y la bengala parecía no dar signos de presencia. Él sabía que era probable que la bengala no estuviese físicamente allí porque el objeto se había quedado en su laboratorio en el territorio, pero él había conectado a Seokjin a esa bengala como se había conectado a sí mismo a la suya y a 1.0 y había conectado ambas malditas cosas como para poder encontrar a Seokjin en algún momento.
Solo que no pensó que estaría en la primera Tierra, ni que esta fuese tan grande, que hubiesen tantas personas, tantas redes, tantos lugares. ¿Cómo podría encontrar a Seokjin?
Había pasado una semana, si era optimista, una semana también había pasado en el territorio. Podría mantener ambos cuerpos en el laboratorio por un par de meses antes de tener que regresar con o sin este fragmento de alma.
Golpeó su rostro contra el escritorio sobresaltando a muerte a Won a su paso porque él debió pensar mejor todo esto.
Era solo que...
|Yoongichi eres tan estúpido, hombre. ¿Qué clase de razonamiento de mierda es ese? Si somos amigos, somos amigos, ¿Qué mierda es eso de las relaciones públicas y de mantener la distancia por lo que dice el público? En serio, Min Yoongi, eres imbécil. Si vuelves a desaparecer por tanto tiempo voy a ir personalmente a cazar tu culo pálido y será mejor que tengas una mejor explicación que esa... Somos familia ¿No es así? Incluso a la tierra inhóspita iré a buscarte ¿A dónde no iría a buscarte? ¿Cómo puedes pensar que aceptaré esto? Bastardo arrogante, no sé cómo es que sigo insistiendo en el matrimonio contigo|
Yoongi no quería pensar en la pequeña posibilidad de que todo estuviese siendo en vano, que realmente Seokjin había desaparecido y él no había podido hacer nada. Era un pensamiento poco práctico.
Sacudió su cabeza sobre el escritorio, lanzando lápices y papeles al piso, asustando a Won nuevamente quien tenía un temperamento de mierda y, en general, era una persona de mierda y ya se estaba preparando para golpear a Yoongi.
Justo cuando el brazo de Won estaba subiendo para darle una paliza, Yoongi se levantó y se sentó derecho, girando su rostro hacia el más alto con una mirada en blanco —No haría eso si fuera tú.
—Carajo —Won, asustado un total de tres veces por las reacciones repentinas de su compañero de asiento, se estaba preparando mentalmente para abrir una disputa en la dirección de la escuela solicitando un cambio de curso nuevamente.
[El escaneo está culminando sin éxito. ¿El general tendrá otro plan de acción?]
—Deja de ser una pequeña mierda y dime qué hiciste del trabajo que tenemos que entregar mañana. Realmente no me importa tu promedio y tampoco necesito de tu maravilloso e híper desarrollado cerebro para terminar la tarea, pero estoy intentando seguir el camino de la iluminación y ser amable al preguntar.
Won le dio esa mirada de la que estaba bastante acostumbrado ya y se parecía un poco a la mirada que le daba su hermana de no puedo creer que esté escuchando tu mierda que también se podía interpretar como estoy preocupada por tus funciones cerebrales.
—Ya lo hice, pero lo dejé en casa.
—Idiota, te dije que tenías que traerla porque debía tener la misma letra.
—¿Por qué no trajiste la tuya? Tu letra es horrible, pensé que habíamos acordado que sería yo quien pasaría a limpio el documento.
Maldito maestro de matemáticas que no aprecia el valor de los trabajos digitalizados.
—¿Puedes ir a mi casa para buscarlo?— Yoongi suspiró y siguió mirando con ojos muertos.
—¡¿Por qué no puedes ir a la mía y llevarlo si voy a ser yo quien pase el trabajo?!
—No voy a perder el tiempo, ya te dije que puedo hacer todos los ejercicios solo ¡¿Quién necesita de quién?!
El salón estaba en completo silencio mientras ellos intercambiaban gritos, pero ya nadie decía nada, porque al menos Yoongi estaba hablando y tenían una semana de costumbre. Ahora, gracias a ellos, se había abierto un micro negocio de apuestas dirigido por Choi, la chica que siempre estaba cerca de la entrada y que a Yoongi le pareció bonita.
Las apuestas siempre eran sobre quién sedería primero y casi todos apostaban por Won porque Yoongi era testarudo y Won tenía un temperamento de mierda explosivo.
Al final, como casi todos los días, Won aceptó ir a la casa de Yoongi.
Pero, entonces, sucedió una cosa que parecía un chiste.
No, en serio, era casi una broma. Yoongi ya casi lo esperaba porque su suerte era tan jodidamente graciosa, por supuesto que lo era. Por. Supuesto.
El reloj, que era la unidad física alterna de 1.0, comenzó a titilar en su muñeca y su voz mecanizada alarmantemente parecida a la suya se escuchó en el oído de Yoongi como un ejecutor de programa, calmada, con pausas, tomando las neuronas de Yoongi entre sus inexistentes y holográficos pies para pisarlas sin piedad y dejarlo en blanco.
1.0: El objetivo ha sido discriminado. Descargando información. Objetivo encontrado: Jeon Seokjin, quince años, segundo año de la secundaria capital de bellas artes. Hijo adoptivo de Jeon Jungwuk y Jeon Sun Hee, hermano adoptivo de: Jeon Wonwu, dieciséis años, Jeon Jungkook, diecinueve años. Dirección de residencia: Calle Maple #1198. ¿Desea ejecutar algún comando?
Jeon Seokjin.
Jeon Wonwu.
Todo el cuerpo de Yoongi se congeló y su rostro se giró rígidamente hacia su compañero de asiento mientras sentía que el corazón se le desplazaba hacia la boca y su lengua se inflamaba y sus ojos se expandían.
Won lo miró con sospecha y comenzó a alejarse lentamente del asiento.
Había una cosa graciosa, muy graciosa, sobre la vida y el destino y la suerte y Yoongi en general, de dieciséis años, hormonal y estúpido, quien tomó el cuello de la camisa de Jeon Wonwu de dieciséis años, temperamental e igual de estúpido, compañeros de asiento, y lo zarandeó como solo zarandeaba mamá Min cuando Yoongi no salía de su cama a tiempo.
—Eres un idiota, dándote por vencido tan rápido, ten carácter, si quieres que sea yo quien vaya a tu casa debes hacer lo posible porque yo vaya, no me la dejes tan fácil, hombre, ten agallas, ¿Sabes qué? Iré a tu casa, porque me apiado de tu dignidad, porque soy un hombre noble sin motivos ulteriores que espera enseñarte a ser un hombre con voluntad —Cada palabra, un movimiento de vaivén, frases que se escuchaban sin signos de puntuación y la cabeza de Won como un trampolín vertical con riesgo de un traumatismo cerebral por contragolpe, casi no se podía ver por la velocidad de los giros de su cuello.
—¡Min Yoongi voy a matarte!
En el salón de clases se escuchó una inhalación general por parte de los que habían perdido la apuesta por la decisión de último minuto de Yoongi.
⭒⭑✷✧✷✧✷☾✧✷✧✷✧⭒⭑
Yoongi se retorcía las manos frente a su pecho.
Era la tercera semana de octubre en esta Tierra. Estaba atardeciendo y era uno de esos días en los que, al parecer, la tierra cambiaba de estación o algún desastre parecido y, a pesar de que una semana atrás Yoongi había estado cocinándose en sus propios jugos por el calor, había comenzado a hacer frío.
Para el original Yoongi estas temperaturas de la tierra no serían nada, sin embargo, su cuerpo actual era una cosa diferente, así que había tenido que salir envuelto en una cosa gigante que había sido un abrigo en sus mejores épocas y una bufanda alrededor de su cuello que era tan grande que cubría casi hasta su nariz.
Bien, no era que fuesen demasiado grandes, era que Yoongi acababa de entrar a la etapa de crecimiento óseo, de una forma tardía porque la puntualidad nunca había sido su fuerte.
El abrigo era verde oliva y su bufanda era rojo carmesí, así que parecía un árbol de navidad mientras miraba furtivamente hacia la puerta de la casa de los Jeon, escondido detrás de un arbusto a media cuadra.
Tenía las puntas de los dedos enrojecidas y las orejas y la nariz se sentían frías porque quizá al final si había necesitado los guantes y el gorro que se negó rotundamente a usar o, quizá, porque estaba nervioso.
Nervioso era un eufemismo en toda regla.
1.0 estuvo mandando advertencias de que su pulso era más rápido de lo saludable durante la última hora que fue el tiempo que le tomó a Yoongi juntar su mierda, ir a casa, tomar la tarea y dirigirse a la dirección que Won le había dado, así que probablemente moriría en medio de la calle fría mientras decidía si dar un paso o no.
La IA le había resumido la información que había encontrado.
Seokjin, en efecto, era el hermano menor adoptivo de Won y alguien llamado Jungkook y estudiaba en la escuela de artes de la capital donde era un estudiante becado y extremadamente popular y por supuesto la suerte de Yoongi era tan graciosa de que aun así no lo había encontrado en una semana entera.
Estaba el factor del apellido, por supuesto, pero aun así sintió el ligero rasguño de auto recriminación por sentir que no había hecho lo suficiente.
En todo caso...
En todo caso lo había encontrado y se preguntó si debería estar sintiendo alguna clase de emoción y no esa sensación de mirar todo a través de una película transparente. Como si tuviese algodón en el cerebro.
La calle estaba desierta y las puntas de los árboles habían comenzado a cambiar de color mientras algunas hojas caían de vez en cuando hacia el suelo, haciendo pequeños movimientos de vaivén en su caída, acumulándose en las aceras como un recordatorio.
Seokjin... ¿Estaría allí?
¿Habría visto el cielo y el sol y la luna y las estrellas?
Por supuesto que sí, probablemente habría mirado hacia arriba a diario, sin ser realmente consciente de que ellos realmente nunca habían visto luces en el cielo. Y eso era bueno, pensó, era realmente bueno.
Se convenció de dar un paso y luego otro mientras pensaba. Won tenía una personalidad de mierda así que probablemente tomaría las hojas de sus manos y le cerraría la puerta en la cara sin dejarle oportunidad de nada más, así que tendría que arreglárselas para permanecer el tiempo suficiente como para ver a Seokjin.
Y cuando lo viera... ¿Qué?
Aún no tenía manera de recuperar el trocito de alma directamente, tenía que confiar en encontrar la conexión con la bengala. Así que primero tenía que asegurarse de mantenerlo cerca y, bueno, Yoongi tenía un ego enorme, él pensaba que sería extremadamente fácil. Era Seokjin ¿De acuerdo? Seokjin siempre sería su amigo, no importaba la realidad de mierda que fuese.
Entonces hoy, si veía a Seokjin...
Yoongi se detuvo en la puerta, con los ojos abiertos hacia el picaporte de cobre y la respiración atascada en algún punto entre sus pulmones y su garganta.
¿Qué haría?
La pregunta se repitió, una y otra vez dentro de su cabeza, como un ratón dentro de un laberinto buscando el trocito de queso que le habían mostrado antes, sin realmente saber si el queso estaba allí o no. ¿Qué haría? ¿Qué pasaría? ¿Qué le diría?
Seokjin, ¿Cómo ha sido tu vida?
Seokjin, te he extrañado un poco, mi hermana no es tan divertida como tú.
Seokjin, te he encontrado, me hiciste falta, ¿Podemos volver a casa ahora? ¿Puedo ir por los demás pedazos de tu alma? ¿Puedes...volver?
Seokjin. Eres un imbécil.
Y moriste.
Y fue tu culpa.
Y quizá la mía.
Y lo odié.
Y te extrañé.
Con un estremecimiento, Yoongi volvió a la realidad y estiró su mano, flexionó su puño y tocó la puerta, lastimándose un poco por el frío, y siendo realmente estúpido porque frente a su nariz había un picaporte.
[Estás un poco fuera de tu mente]
¿Un poco te parece?
Desde dentro de la casa no se escuchó sonido alguno y ya estaba comenzando a maldecir a todos los antepasados de Won. Este idiota, ¿No debería estarlo esperando?
Yoongi estornudó porque la bufanda picaba su nariz y con la inhalación se tragó algunos trocitos de lana sueltos y sus ojos picaron porque Yoongi era así de hábil para echarse a perder a sí mismo y no pudo creer que sería del tipo de persona que podría morir de una forma tan estúpida.
Titular de noticia: Estudiante local muere asfixiado por un trozo de lana de medio centímetro.
Cuando por fin pudo dejar de ahogarse y hacer de sí mismo un desastre, Yoongi recompuso su abrigo, su bufanda, tapando la mitad de su rostro y, envolviendo su mano con la tela sobrante de sus brazos, tocó nuevamente la puerta, con mayor fuerza esta vez.
—¿Yoongi-ssi?
Desde atrás se escuchó una voz. Era a la vez extraña y familiar como todas sus incongruencias lo eran, no demasiado lejana, tampoco demasiado cercana.
Las hojas de los árboles seguían cayendo, y el frío seguía helando sus huesos, y sus ojos seguían enrojecidos por su intento de ahogarse anterior. El sol seguía ocultándose lentamente, y en general, el mundo seguía siendo como era, sin ningún cambio demasiado brusco, sin embargo, para Yoongi, hubo algo dentro de sí que cambió en ese momento, solo que no se dio cuenta... no se daría cuenta.
Yoongi giró su cuerpo rígidamente hacia la voz a sus espaldas y físicamente pudo sentir cómo el aliento dejaba su cuerpo.
Seokjin.
Jeon Seokjin tenía quince años y era más alto que Yoongi. Tenía el cabello castaño, un poco demasiado largo, que casi cubría sus ojos y sus orejas rojas por el aire helado. Sus ojos se veían grandes y brillantes en su rostro pequeño y tenía una sonrisa fácil, la sonrisa de siempre, colgando de una esquina de sus labios, apenas ahí.
Su abrigo era negro, casi tan grande como el de Yoongi en su cuerpo delgado y no tenía bufanda, pero sí guantes y un gorro que aplastaba su cabello.
Y tenía los ojos abiertos.
Y respiraba.
Y estaba vivo.
Estaba allí.
—Eres Yoongi-ssi ¿Verdad? Won me dijo que vendría a dejar una tarea.
Sonrió un poco más amplio, una sonrisa educada. Sostenía una bolsa de mercado mediana entre sus dos manos y balanceaba ligeramente los pies, mirando con expectación, como si esperase una respuesta, porque obviamente esperaba una.
Pero Yoongi estaba teniendo un momento allí, ¿De acuerdo?
Él no había dimensionado la magnitud de la impresión que había dejado en él el haber visto el cuerpo sin vida de Seokjin.
Quizá no había pensado demasiado, tal vez lo había ignorado con demasiada fuerza porque estaba lo suficientemente ocupado ideando formas de encontrar a su amigo como para prestarse a sí mismo atención.
Y creyó, ingenuamente creyó, que ya se lo esperaría. Vería al Seokjin de este mundo con naturalidad y haría lo que tendría que hacer, regresaría y retomaría su tarea de nuevo.
Pero entonces Seokjin estaba frente suyo, mirándolo como se mira a un desconocido, respirando, con los ojos abiertos, vivo.
—Oye, oye, ¿Estás respirando? ¡Inhala y exhala! ¡Inhala y exhala!
Antes de que Yoongi pudiese procesar lo que estaba pasando se dio cuenta de que, oh mierda, no estaba respirando. Entonces inhalo con demasiada fuerza y la bufanda se pegó a su boca y otro trozo de lana se coló, pero esta vez por su nariz, y Yoongi estornudó y dijo lo más elocuente que pudo pensar cuando Seokjin trotó los pocos pasos que lo separaban de Yoongi:
—Está bien, está bien, a veces se me olvida respirar.
Seokjin se congeló a medio paso y su expresión no cambió demasiado cuando respondió —Bien, yo a veces tengo ese efecto en las personas —se encogió de hombros, mirando nuevamente en dirección a Yoongi y su expresión cambió nuevamente, esta vez a una de consternación —Está bien, ese no es el efecto ¿Por qué...por qué estás llorando?
Porque te extrañé, imbécil. En realidad...en realidad, al parecer, lo hice.
⭒⭑✷✧✷✧✷☾✧✷✧✷✧⭒⭑
—Entonces Won dejó a un lado sus responsabilidades por ir a jugar futbol ¿Entendí?
—Básicamente
—Y te dijo que le hicieses el favor de pasar el trabajo completo.
—En efecto.
—Bastardo.
—Nunca mejor dicho.
Yoongi estaba sentado en la sala de estar de los Jeon.
Inmediatamente después de que se puso en ridículo a sí mismo, Seokjin lo invitó a pasar sin mediar más palabras y le sirvió un vaso con agua mientras Yoongi ponía alguna excusa básica de que las dos lágrimas que cayeron por sus ojos fueron producto del estornudo y su falta de respiración previa.
Lo cual indirectamente no era mentira.
Luego Seokjin le explicó por qué Won no estaba y no habían dicho más palabras.
—No es justo que tengas que hacer el trabajo por él.
—¿Quién dijo que lo haré? —Quitándose el abrigo, Seokjin le dio la espalda a Yoongi, pero este último casi estaba seguro de haber visto el brillo diferente en sus ojos. Era esa mirada de Seokjin. Una que conocía bastante bien y que se sorprendía de encontrar en un mundo tan diferente.
Él tenía eso de parpadear lento, enfocar sus ojos, pasear la mirada, que podía hacerte sentir importante o hacerte sentir incómodo como la mierda. Era una mirada astuta, la hacía siempre que analizaba y calculaba a una persona. Yoongi solo la reconocía por los años de costumbre que pasaron en el pabellón del ejército donde se hicieron más cercanos. La mirada, que hacía en determinadas circunstancias, había sido perfeccionada por años y años de personas intentando aprovecharse de sus antecedentes, de traiciones, de luchas, de conocer el mundo inhóspito.
Esa mirada... ¿Aquí?
Yoongi tuvo un recuerdo, uno muy lejano, y se mordió la parte interna de la mejilla.
—Entonces, pequeño hermano, ¿Cómo te llamas? —preguntó, a sabiendas de que no recibiría la respuesta que esperaba.
Muchos años atrás, cuando se vieron por segunda vez y pelearon y luego se hicieron amigos, habían hecho eso de hacer las paces y comenzar de cero presentándose como la primera vez mientras ambos cumplían su castigo en el pabellón.
Yoongi había hecho la misma pregunta y Seokjin había respondido "¿Yo? Soy Seokjin...tu futuro esposo". Había sido su primera broma y, también, había sido la primera vez que Yoongi había respondido a una...de hecho había sido la primera vez que alguien había bromeado con él.
—¿Yo? Soy Seokjin...es un placer.
No había sido la misma respuesta, pero, en ese momento entendió que al igual que aquella vez, la sonrisa de su rostro no había sido por las palabras de broma de la otra persona, había sido solo...por la otra persona.
Y el pensamiento lo golpeó con la misma fuerza con la que se movían las locomotoras.
⭒⭑✷✧✷✧✷☾✧✷✧✷✧⭒⭑
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top