Único
Jeon Jungkook, un cantante bastante reconocido, no sólo por su talento para tal carrera, si no también por su precioso visual.
Un cuerpo corpulento y deseable, tatuajes que llenaban sensualmente su brazo derecho desde hombro y espalda, hasta los nudillos de sus largos dedos. Unos muslos de infarto y un perfecto eightpack en su abdomen.
Todo esto sumado a la belleza y sensualidad en su rostro junto con sus expresiones hacían que cualquiera que lo supiera apreciar babeara por él.
Se había convertido en alguien egocéntrico y narcisista, pero... ¿Quién lo culpa? Si él está en todo el derecho de serlo y tiene muy merecido aquellas miradas fogosas y llenas de lujuria que todo el staff de su empresa le otorgaba.
Sobre todo un guapo pelirrojo a cargo de su maquillaje, que se le ha insinuado muchas veces desde que llegó para convertirse en su maquillista. Y no estaba nada mal. Tenía unas caderas que lo volvían loco con solo verlo caminar, una cintura tan pequeña que no podía evitar imaginar sus manos alrededor de éstas y apretarlas para que se amoldaran entre ellas. Unas nalgas muy voluptuosas que sólo lo llamaban para morderlas y abofetearlas, llenarlas de marcas y terminar follandolo como tanto quería.
Pero sabía que si se acostaba con él pelirrojo de nombre que no recordaba, en la empresa que era el único lugar en donde se veían, este sería despedido por lo que prefería mirarlo y guardar su imagen en su memoria para después ir a su camerino o al baño y masturbarse con aquellas imágenes mentales que tenía. No iba a negarlo ni tampoco podría (sinceramente), el chico lo tenía en la palma de su mano y el daría lo que fuera por pasar toda la noche con aquel sensual muchacho.
[°°°]
Kim Taehyung, maquillista profesional y un loco obsesionado con ser follando tan salvajemente por el joven y guapo idol del que se hacía cargo al ponerlo más bello de lo que era aún.
No hay mucho para decir de él, sólo que simplemente entró a trabajar como parte del staff de Jeon Jungkook para poder así acercarse al mayor y lograr su objetivo.
Un día, después de un concierto dado en la ciudad natal del cantante, este llegó a su casa para poder así descansar de su ajetreado día. Soltó el micrófono que yacía en su mano y cerró la puerta detrás de sí.
Pero para su mala suerte, lo que menos tenía era sueño. Paseó por toda su casa buscando algo para hacer y solo se encontró con pizza recién traída a su departamento.
Su manager lo había llamado tan solo unos minutos atrás diciéndole que había encargado pizza y que llegaría a su casa allá en Busan. Cuando se dispuso a abrir la puerta para poder obtener su comida chatarra, no esperó encontrarse con un sensual pelirrojo vestido en prendas delicadas pero sumamente sensuales.
Una pequeña falda de tablones que apenas tapaba sus glúteos en color blanca con dos rayas negras, dejaba ver así sus largas piernas y una lencería negra que iba desde bragas que dejaban mucho por desear, ligas y las medias que daban hasta donde las botas dejaban ver, un top con lentejuelas que opacaba al suave pero lindo maquillaje que poseía el rostro del pelirrojo.
Y para finalizar, en su cuello llevaba una gargantilla que era prácticamente una correa, en color plata. Orejas (que Jungkook no sabía de qué animal eran) y unos aretes que brillaban. En sus manos se posaban las dos cajas de pizza y una sonrisa coqueta en sus labios.
Jungkook tardó dos segundo en reaccionar, después de habérselo comido seis veces con la mirada. Jaló de él y lo adentró a la casa. No esperó para quitarle las pizzas y lanzarlas al sofá más cercano, lo estampó contra la puerta ya cerrada y atacó su boca como si la vida se le fuese en ello.
El joven Kim subió sus manos hasta el cabello azabache y gemia gustoso por los labios que hacía mella en los suyos. Tanto tiempo esperando para esto y ahora tenía al cantante subiendo su pierna para poder frotar ambas erecciones juntas.
Jungkook se separó e hizo el intento de tomar aire pero Taehyung lo tomó por la parte posterior del cuello y unió sus bocas de nuevo, salvajemente introdució su lengua en la cavidad bucal del contrario pero Jeon lo paró.
—¿No quiere?—dijo Taehyung, mirándolo.
—No, si si.
—¿Mh?.
—Si, vamos a mi estudio. Allí es mejor. —Jungkook arrastró al pelirrojo hasta el final del pasillo abriendo la puerta y dejando que pasara para poder mirarle el trasero. Lo iba a follar ahí porque tiene vecinos exigentes y ese era el único lugar en toda su gran casa que no se escuchaba nada hacía el exterior. ¿Su meta ahora? Follarlo tan bien hasta que llorara de placer.
Escuchar los sonidos que salgan de su boca sin necesidad de callarlos. Quería que lo disfrutara al máximo. Tal y como él estaba dispuesto a disfrutarlo.
Taehyung estaba dispuesto a sentarse en uno de los pequeños sofás que yacían dentro de la estructura al que fue llevado pero esos no eran los planes del pelinegro. Jungkook sacó las computadoras de su escritorio y todo el equipo en sí, llevándolo hasta otra habitación de la que Taehyung no tenía ni idea pero tampoco le interesaba. Cuando ya estuvo todo desocupado Jungkook tomó al de cabello rojo por las caderas, sentandolo encima de la madera del escritorio y le dijo al odio:
—Aquí sucederá la magia. —antes de besarlo ferozmente. Sus manos no demoraron en ir hasta sus muslos, subiendo poco a poco e internándolas debajo de la falda que lo único que hacía era provocarlo y ahora estorbar.
Llegó hasta sus nalgas y no pudo evitar suspirar y luego separarse la boca contraria.
—¿Qué está mal? —preguntó Taehyung mirándolo a los ojos.
—Tú no. Muy al contrario—Tae rió al entender y sólo se acercó para besarle el cuello. —¡Es que mira! Nunca en mi vida me he acostado con alguien que tenga tan buenas nalgas.
—Pues siempre hay una primera vez, disfrutalas.
Jungkook gruñía al sentir la lengua de su maquillista en su cuello. Era sumamente espectacular la manera en la que Taehyung sabía lo que hacía. Tenía experiencia y eso era lo que más loco volvía a Jeon.
Una vez que Tae se separó y sonrió al ver el cuello blanquecino lleno de marcas rojas que en pocos segundos se tornarían morados, Jungkook lo tomó de la cintura y lo puso en el piso.
—Gírate.
Taehyung asintió y se giró, apoyando sus codos en el escritorio y brotando su culo en dirección a la entrepierna del mayor. Jungkook no pudo evitar darle dos nalgadas que resonaron en el lugar junto al grito que salió de la boca del muchacho que ahora soltaba leves jadeos al momento en que Jungkook dió un paso hacía adelante y tomó sus caderas para frotarlas contra su pelvis. Ambos gemian y se deleitaban con el lento pero placentero vaivén.
Después de varios minutos de hacer eso. Jungkook empezó a tocar por debajo de la falda.
—¿Puedo? —inquirió, refiriéndose a bajar las bragas negras que le impedían poder tocar debidamente al pelirrojo. El contrario asintió y las bragas junto con las medias y seguido de las botas, fueron a parar a una esquina del salón.
Jungkook tomó el (ya) duro miembro entre sus manos y se arrodilló para poder así sumergir su cara entre los grandes y esponjosos glúteos de Kim, palpó con su lengua la estrecha y rosa entrada que poseía y lamió.
Conforme la lengua de Jungkook se iba adentrando, Taehyung se desconocía entre todos los sonidos obscenos que salían de su boca. Él no era un virgen sin experiencia. Él había pasado por varios chicos antes por lo que aquella reacción que estaba teniendo le resultaba tan ridícula pero en su defensa, Jungkook sabía cómo hacerlo sentir jodidamente bien.
—Agh...
La lengua de Jungkook trasaba una larga y fina línea desde las bolas de Taehyung hasta su entrada, y terminó con su trabajo allí otorgando un casto beso a su entrada.
Se puso de pie para luego empezar a desabrochar su cinturón, y posteriormente sacar su pantalón junto con su ropa interior. Se acercó a Taehyung de nuevo y lo despojó de su top, dejando así al descubierto sus dos botones de gomita.
Ambos se lamieron sus labios inferiores y se acercaron para comerse la boca una vez más. El corazón de Taehyung dio un brinco al momento en que Jeon dejó su boca para ir a uno de sus pezones. Lamió, mordió y chupó por varios segundos para después pasar al otro.
—Voy a prepart- —
—Oh, por favor. Ninguno aquí es virgen y estamos demasiado excitados para perder tiempo con eso de la preparación, fóllame de una maldita vez, Jungkook. Quiero sentirte.
Jungkook quedó boquiabierto por las palabras que aquel sexy chico dejó escapar y no creyó que eso lo podría poder al tope de calentura.
Tomó los hombros del pelirrojo y los empujó hacia abajo. Taehyung entendió rápido el claro mensaje que había recibido y tomó el miembro de Jeon, llevándolo hasta su boca (él yacía de rodillas), lamió la cabeza y la soltó para pasar a lubricar con su saliva la base del miembro.
Cuando volvió a meter la longitud a su boca Jungkook no perdió tiempo, tomando así algunos cabellos rojos entre sus dedos y guiando a Tae en un lento vaivén para después de varios segundos empezar a follarle la boca.
Un celular sonó.
Ambos se quedaron quietos en su lugar y Taehyung sacó el pene de su boca para sonreír avergonzado.
—Perdón, es el mío. —lo tomó del pequeño mueble en el que lo había dejado cuando llegó y contestó, era su hermano. —¿Qué necesitas?
Jungkook mientras tanto empezó a masturbarse.
—Pero estoy ocupado.
Jungkook pudo escuchar (por la cercanía entre ambos) como al otro lado de la línea le preguntaban a dónde estaba y qué hacía. Por lo que Taehyung respondió mirándolo y tomó su miembro para empezar a masturbarlo él.
—Seguimos aquí. Toda la moche.
Y sin más colgó.
—¿Te vas? —dijo mientras veía a Taehyung separarse e ir hasta el sillón de nuevo a dejar su celular. Negó con la cabeza el pelirrojo.
—No. Mantengamos la fiesta, en esta habitación toda la noche. No queremos ponerle freno a esto ¿O si?
Jungkook negó y tomó a Taehyung de sus muslos para llevarlo hasta una pared. Él iba a follarlo contra ella.
—Sostente fuerte.
Jungkook llevó sus dedos hasta su boca, escupió en ellos y lo usó para lubricar la cabeza de su miembro.
Él era salvaje pero no quería hacerle daño. Introdujo su la punta lentamente y Taehyung no se quejó en ningún momento y muy al contrario, solo jadeaba gustoso. Por lo que no demoró en empezar con las embestidas.
Las dos primeras fueron lentas pero precisas y Taehyung se quejó:
—¿No podrías hacerlo más rápido? Así me da sueño.
Jungkook rió y lo apoyó totalmente en la pared para después embestirlo duro y rápido.
Eran un manojo de gemidos y jadeos. Aruñones en la espalda del azabache.
—Me... Me duelen las piernas —dijo Jungkook y Taehyung le indicó que lo bajara y luego se sentara en el suelo con él en su regazo.
Jungkook obedeció y cinco segundos después ya tenía a Taehyung saltando sobre su polla. Se sentía tan bien como el agujero de Taehyung se expandía y se cerraba en su eje. Era tan placentero ver su miembro desaparecer entre aquellas nalgas que lo tenían loco.
Era sumamente excitante ver como Taehyung tocaba sus pezones a la vez en que saltaba y tiraba su cabeza hacia atrás. El nombre del cantante saliendo de sus labios como una suave melodia que ponía los vellos de Jungkook de punta.
Se vino dentro de Taehyung y este se paró para posar su miembro en los labios de Jungkook que le permitieron la entrada. Y así acabó en la lengua y garganta del cantante.
—Muy, muy bueno. —halagó el azabache.
—Listo. El santo remedio para que tu garganta funcione bien mañana en tu próximo concierto.
Se besaron.
•-•
En fin, saben, este lemon me gustó mucho jskajak espero que a ustedes también y quizás más adelante haga una versión extensa de este fic o si no quedará como One Shot ^^
Voten y comenten. ¡Yo los leo!
~Heidy
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