23°
—Nejire, ¿me podrías hacer un pequeño favor ~? — la chica estaba delante mio, bebiendo de su jugo gracias a una pajita
—¡Claro! ¿Qué clase de favor? — dejó de beber y sonrió de oreja a oreja
—Me gustaría pasar tiempo con Tamaki, pero es difícil encontrarlo solo, ¿sabes? Siempre está con ustedes dos o en clases
—¿Tiempo con Tamaki? ¡Oh por dios, ¿te gusta?! ¡Por supuesto que te gusta!
Antes de que siguiera gritando y que medio salón se enterara de eso, le cubrí la boca.
Todos los ahí presentes eran del aula de tercero ya que yo había ido a su salón durante la hora del descanso para hablar con Nejire; además, Tamaki y Mirio habían ido a comprar su almuerzo así que no estaban ahí.
—Shh, es secreto, ¿si? Por favor no se lo digas a nadie, mucho menos a Mirio — una vez la peli celeste asintió, aparte mis manos y me volví a acomodar en el asiento.
—¡Claro, soy buena guardando secretos! — asintió nuevamente. Una vez se "tranquilizó", sus ojos brillaron e hizo puño sus manos — ¡me encargaré de crear un asombroso plan para que estén juntos!
—¡Muchas gracias! ¿Porqué no empiezas diciéndome que cosas le gustan?
—¡Si, si! Le gusta comer takoyaki, estar a solas, le gusta pasar tiempo con Mirio y también le gusta -
—¡Hola chicas! ¿De qué habían? — Mirio llegó de sorpresa junto a Tamaki, quien bebia de un jugo
—¡De cosas que le gustan a Tamaki! — respondió Nejire — Jin me preguntó por cosas que le gustan porque a ella también le gust-
—¡Nejire! — volví a cubrirle la boca para evitar que dijera cualquier otra tontería
—D-Digo, ¡le gusta el takoyaki! — corrigió — Y le estaba diciendo que a Tamaki también le gusta Ji-
—¡N-Nejire! — Tamaki apretó con fuerza la cajita de jugo que estaba bebiendo hace poco, causando que todo el jugo entrara de golpe a su boca y al ser demasiado, parte de este cayó en su mano y camiseta. Sus mejillas se habían inflado de una manera muy tierna y graciosa, lo hacía parecer una pequeña ardilla con esos cachetes y mejillas rojas
—¡Wow, cuidado con eso Tamaki! — Mirio soltó una risita y retrocedió unos pasos para no ensuciarse
—O-Oh no... — una vez bebió todo el jugo que pudo de su boca, miró el desastre que había causado en su camiseta
—Ay Tamaki — me levanté del asiento y le quité la cajita de jugo de las manos — Necesitas cambiarte esa camiseta. Ven, te acompaño
—¿Q-Qué? N-No es... Y-Yo puedo ir solo — su temblor empezó a rodear su cuerpo cuando sintió que toqué su espalda y lo empecé a llevar fuera del salón
—Es muy necesario, vamos — giré mi cabeza hacia Nejire y le guiñe el ojo, ella hizo lo mismo y empezó a reír. Ahora, solo deseaba que no le dijera nada a Mirio y que el momento que había creado para mí sin querer, diera sus frutos.
—P-P-Pero... M-Mirio... — mientras era arrastrado por mi, volteó a ver de reojo a Mirio, quien únicamente le levantó el pulgar en señal de aprobación
—Anda, vamos. No muerdo, Tamaki — dije en broma, mientras seguía avanzando — ¡Pero tu puedes hacerlo siempre que quieras ~!
—¿Q-Qué? ¿P-Porque te...? — antes de terminar, su cara se puso roja como un tomate; yo reí ante su adorable expresión y al mismo tiempo alcé una ceja
—Al parecer el "inocente" Tamaki entendió la indirecta, ¿será que eres un pervertido en el fondo? — para este punto, ya nos encontrábamos saliendo de la UA, dirigiéndonos rumbo a los vertidores del gimnasio
—¿P-Pervertido? ¿Q-Qué? ¡N-No! ¿Porqué dices...? — ya no sabía que responder, lo había puesto tan incómodo hasta el punto en que Tamaki quería volverse invisible o algo por el estilo
—Tranquilo, es una broma — reí nuevamente y me detuve frente a la puerta de los vestidores de los de tercero — Justo ahora no debe haber nadie... ¿No?
—C-Creo que no...
—Bien, ¡entonces entraré contigo! — coloqué ambas manos en mi cintura, para demostrar mi seguridad. Luego, abrí la puerta del vestidor y antes de escuchar alguna respuesta de Tamaki, yo entré — Wow, es muy parecido al de las chicas... Que decepción
—E-Ey... No creo que debas entrar al.. V-Vestidor de chicos — él entró detrás mio y cerró la puerta — N-Nos regañaran si ven que entraste
—Tranquilo, ¡puedes decir que te obligué! Te creerán, enserio — me senté en el asiento que se encontraba en medio del pasillo y seguí con la mirada a Tamaki — ¿cuál es tu casillero?
—E-Este... — señaló el casillero que justamente estaba abriendo
—¡A ver.... ~! — me levanté del asiento de un salto y me asomé en el suyo. Pese a ser ropa de deportes, olía muy bien y a un suave perfume. Tomé una camiseta blanca y sin miedo alguno, la acerqué a mi nariz y empecé a olerla — Mhg~ huele a Tamaki ~
Al pobre chico pareció darle un corto circuito o algo por el estilo, ya que hasta sus orejas se pusieron rojas y enseguida se dio media vuelta. Su cabeza no tardó en estar contra un casillero y su cuerpo en temblar
—¿Hm? ¿Sucede algo? — reí por su tierno gesto. Me acerqué a él y le entregué su camiseta — Toma, a este paso también olerás a jugo de uva todo el día, será mejor que te cambies y te limpies o... — me puse de puntillas, acerqué mis labios a su cuello y lo lamí; un ligero sabor a uva recorrió mi boca, algo que me hizo querer más.
Al mismo tiempo aproveché para pasarle una ligera cantidad de feromonas a Tamaki. Cuando hice eso, su cuerpo empezó a temblar y me volteó a ver con timidez; yo aproveché para relamer mis labios y disfrutar de la última sensación del jugo de uva.
—¿Quieres que te ayude a vestirte también? — tomé sus manos y le entregué la camiseta blanca. Sus manos temblaban y él apenas podía articular una palabra coherente, pero únicamente negó — Bien, no te ayudare, ¡pero me quedaré aquí!
—¿E-Eh....?
—Claro, no puedo desaprovechar estar oportunidad — me volví a sentar en la banca y me crucé de piernas — Anda, ¡se nos acaba el tiempo!
—P-Pero... — se colocó la camiseta blanca sobre su hombro y se quedó dudando unos segundos en si empezar a desabotonar su camisa — ¿N-No crees que no es correcto?
—No recuerdo que haya ninguna norma que diga que no se puede ver a los chicos cam-
—A-A ti... Te gusta Mirio, ¿no? — por primera vez, me miró a los ojos
—¿Hm? ¿Porqué dices eso? — esto se me salía de las manos; cada vez que interactuaba con un chico, no podía dejar que los otros supieran de mi relación con él, eso me haría las cosas difíciles
—A-Ayer... Los vi saliendo de su habitación y luego salieron de los dormitorios... — el valor con el que había podido mirarme a los ojos, desapareció y bajó la mirada
—O-Oh... — me levanté del asiento y tomé las mejillas de Tamaki con mis dos manos — Solo le pedí que me enseñara a luchar. Ayer fue muy humillante rendirme, así que necesitaba una revancha, y tuvo que ser en la noche ya que es cuando ambos estamos libres..
—¿E-Enserio?
—¡Claro! ¿O quieres que a la próxima te invite a salir en la noche? — reí — Aunque tus ataques son de largo alcance, no es igual a mi forma de luchar
—N-N-No, no quisiera... N-No tengo el valor de golpear a una... C-Chica
—A una chica, ¿o a mi? — dejé de sostener sus mejillas y únicamente las acaricié con mi pulgar
—Y-Yo... — sus mejillas se pusieron calientes, lo podía sentir
—Tranquilo, dejaré que respondas eso luego ~ — aproveché para besar su mejilla y me separé — ¡Así que ahora cámbiate!
—¿E-Eh? ¿A-Aún sigues con eso?
—¡Si! — solté una risita traviesa y señalé su abdomen — Podrás parecer muy tímido y "pequeño", ¡pero seguro eres muy fuerte!
—¿E-Enserio crees eso...?
—¡Por supuesto! De eso no tengo ninguna duda, Tamaki ~
—G-Gracias... — una pequeña sonrisa apareció en sus labios y bajó su mirada. Al poco tiempo se armó de valor y empezó a desabotonar su camisa, Tamaki tenía un muy buen torzo marcado y musculoso, pero debido a su complexión delgada, casi no se apreciaban con la ropa, muy a diferencia de Mirio.
Yo me le quedé viendo embobada, casi babeando y sin apartar la mirada ni por un segundo. Tamaki sintió aquella mirada penetrante en él, por lo que se sonrojó y rápidamente se dio media vuelta; pero al hacer eso, pude apreciar mejor los músculos de su espalda y pude seguir babeando
Rápidamente se colocó la camiseta blanca de deportes y me volteó a ver. Su mano derecha estaba sujetando su otro brazo y lo frotaba repetidas veces, como una señal de timidez y ansiedad
—Buenas vistas ~ — reí y me levanté. Aproveché para hacer el típico gesto de limpiarme la baba frente a él y hacerlo lucir más obvio — No me arrepiento de nada ahora
—J-Jin...
—¡Tranquilo! — solté una risita y señalé la puerta con mi pulgar — Nadie nos miró. Y por cierto... ¿Te gustaría salir algún día ~?
—¿S-Salir...? ¿A-A dónde?
—Hm... No se, a donde quieras
—T-Tengo pasantias con el señor Fat en la noche, n-no creo que pueda...
—¡Entonces iré a visitarte!
—¿V-Visitarme? Pero eso es... N-No es necesario que hagas algo así por... Alguien como yo
—¡Es muy necesario! ¿Cuándo será la próxima vez que pueda verte en tu traje de héroe? ¡Una oportunidad de uno en un millón! No me lo perderé
—N-No es que me vea genial con mi traje ni nada por el estilo... — miró hacia sus pies
—Tsk, Tamaki, te ves genial con todo — negué con mi dedo y con mi cabeza — ¡iré a verte!
—B-Bien..
—Es más, dame tu número
—¿Mi número? — enseguida me miró
—¡Si! Así podremos hablar más, me agrada hablar contigo.
—Te agrada... ¿Hablar conmigo? — hizo una pausa — ¿A-Alguien... Te dijo que me dijeras eso?
—¡Claro que no! — frunci el ceño. Me acerqué nuevamente al chico y me acerqué a su oído — Nunca te diría una mentira ~
Además de aquel susurro, mordí ligeramente su oreja puntiaguda, solo para provocar alguna tierna expresión de él, expresión la cual logré fácilmente. Tamaki se había mordido el labio y apretado los puños
—Es hora de irnos, Ta-ma-ki~. No quieres llegar tarde a clases, ¿verdad ~?
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