18°
La UA se había vuelto un internado con mucha seguridad. Los frecuentes ataques de los villanos y el reciente retiro de All Might había sido un detonante para todo esto; todos los estudiantes de todos los años y especialidades debían mantenerse en la escuela, para tenernos supervisados. Claro que tenía sus puntos buenos y malos: ya no podría visitar a la liga de villanos siempre que quisiera, pero al menos podría pasar más tiempo con mis compañeros y completar mi misión.
Ahora debíamos hacer un aburrido y tedioso examen para tener nuestra licencia provisional, para tener el derecho de defendernos si algo malo sucede... Pero era realmente algo estúpido, con o sin silencia nos habíamos defendido o si no, hubiéramos muerto desde hace un buen rato. Pero eso no les importaba mucho ya que igualmente nos hicieron tomar ese examen.
—Tengo nervios, ojalá no sea muy difícil... — Kirishima, quien estaba sentado cerca mío, parecía deprimido. Tenía su mentón apoyado sobre su puño y miraba a la nada
—Oh, tranquilo. Seguro te irá muy bien, ¡recuerda que eres un héroe muy genial! — al decir eso, coloqué mi mano sobre su hombro y luego le di un suave y amigable golpe
—G-Gracias por los ánimos — respondió con la misma sonrisa. Yo en ese momento le pasé unas cuantas feromonas, las suficientes como para que pensara en mi el resto del día.
Las prácticas fueron algo tedioso, ya que, aunque tenga buena condición física, mi quirk no sirve mucho para luchar, así que tuve que entrenar mi cuerpo por mi cuenta para no ser una inútil. Pero lo peor no fue eso, si no lo que vino después: el examen no fue nada fácil, las escuelas enemigas sabían de nuestros quirks e imagino una forma de contrarrestarlos...
—¡Jin, ¿te parece ir juntos durante el examen?! — mientras bajábamos del autobús, Kirishima me sorprendió con aquella pregunta
—¿Hm? Claro... ¿Porqué no? — sonreí en respuesta. Acomodé el bolso en mi hombro, pero era algo pesado por todas las cosas que llevaba.
—¡Genial! — dijo, sonriendo y mostrando los colmillos — ¡Deja cargo eso por ti! — sin esperar alguna respuesta mía, tomó mi bolso y lo cargó junto al suyo
—No es necesario que hagas...
—¡Claro que lo es, un hombre debe hacer esto por la chica que le-! — antes de terminar, se mordió la lengua y se sonrojó ligeramente — ¡Por su equipo, si, su equipo! V-Vamonos
Es algo obvio lo que quería decir ahí, capto la indirectas y estoy consciente de sus sentimientos por culpa de mi quirk... Pero bueno, si eso evitaba que cargara mi bolso... Es un buen quirk.
Tras unas breves introducciones de otros chicos de las escuelas enemigas, entramos a los vestidores. Kirishima me había dado mi bolso, pero al momento en que lo abrí, descubrí que no era el mío, si no el de kirishima . Solté un suspiro y volví a cerrar el bolso, no teníamos mucho tiempo para cambiarnos y ahora gracias a esto, perdería unos minutos en lo que iba al vestidor de los chicos... Pero bueno, mis ojos lo agradecerían.
Tomé el bolso y salí de los vestidores no sin antes decirle a las chicas a donde me dirigía; los vestidores de chicos no estaban muy lejos así que volvería pronto. Al llegar, toqué la puerta y enseguida fue abierta por justamente Kirishima
—J-Jin — él ya estaba sin camiseta así que pude admirar el increíble esfuerzo que había dado su entrenamiento. Yo, sin ninguna pena, recorrí con la mirada desde sus brazos, hombros y abdomen; él sintió aquella mirada por lo que pronto sus mejillas se pusieron rojas — ¿P-Pasa algo?
—Te equivocaste de bolso — levanté la mirada y el bolso al mismo tiempo. Yo sonreí de lado y me mordí ligeramente el labio — Dudo que mi traje te quede, además de que si uso el tuyo... Se me vería todo. Aunque a ti te queda genial
—¿Q-Qué...? — estaba sonriendo ligeramente pero podía ver el nerviosismo en su mirada.
De fondo escuché varios gritos y burlas de los otros miembros de nuestro salón, pero los principales eran Mineta, Denki, Sero e Iida que los regañaba
—¿Podrías pasarme el mío? — continúe.
—¡Ropa interior de chica! — escuché el grito de Mineta. Al comprender lo que sucedía, abrí los ojos de golpe y aparte a Kirishima de la puerta.
—¡Regresala! — grité. Ya me encontraba dentro del vestuario de chicos, y para este punto ya no me quejaba tanto: la primera vez fue cuando entré al baño de chicos por accidente durante el viaje...
—¡Señorita Jin, no debe entrar al vestuario de chicos! — gritó Iida
Yo lo ignoré por completo y me acerqué al enano con bolas en la cabeza, lo levanté, tirandolo del cuello de su camiseta y le arrebate mi ropa interior; tampoco era algo tan provocativo ni lindo, solo ropa interior normal, lo mismo con mi traje, no quería romperme la cabeza ideando un traje que probablemente no llegue a usar.
—¡Damela, damela! — se quejó
La mirada de todos los ahí presentes estaba sobre mi y mi ropa interior. Muchos de ellos avergonzados, otros mirando a otro lado y algunos mirando atentamente lo que sucedía ahí.
Kirishima, Bakugo y Todoroki son los que me miraban fijamente, estaban avergonzados de ver aquella prenda pero... Todoroki ya había visto más que eso, así que tampoco me importaba mucho.
Solté a Mineta y regresé la prenda a la bolsa, la tomé rápidamente y salí del vestuario sin decir más. Al llegar al vestuario de chicas, me preguntaron como me había ido; obviamente estaba molesta, no solo por la escena que hice con Mineta, si no por mi mala suerte de no haber podido admirar las buenas vistas
—¿¡Y porqué mierda vienes tu!? — Bakugo se detuvo a escasos centímetros de mi rostro, obviamente molesto
—Kirishima me invitó, ¿algún problema? — volteé a ver al pelirrojo, luego le sonreí — ¿Acaso ya no me toleras? Cuando estábamos juntos en el sótano fuiste muy...
—¡C-Callate! — antes de yo poder terminar mi frase, él me cubrió la boca con su mano
—¡Mh, mh! — frunci el ceño levemente. Bakugo usaba sus guantes, pero igualmente le dejé un beso en la palma de su mano, aprovechando que tenía su mano sobre mi boca
—¡M-Maldita...! — apartó la mano y se la limpió en el pantalón.
—B-Bueno, creo que deberíamos irnos... — Kirishima me tomó de la mano y me alejó de él.
La tensión entre ambos se sentía, y tristemente yo era la que estaba en medio de los dos, pero por suerte Kirishima me había salvado de eso, aunque sea por ahora...
Nosotros tres, junto a Denki que se unió al último minuto, nos separamos del resto del grupo y nos fuimos a explorar por nuestra cuenta; Bakugo iba por delante, yo junto a Kirishima y Denki detrás nuestro. Se podría decir que éramos un buen equipo, aunque Bakugo siempre hacía difícil las cosas.
—Con tu quirk debería ser fácil hacer que pases, ¿no? — al haber estado en total silencio hace unos minutos, la voz de Kirishima rompió el hielo
—Pues si, aunque es difícil acercarme a la persona y besarla
—¿Besarla? — repitió Denki, con una sonrisa en sus labios — ¡Podría perder si quieres! ¡Me ofrezco como sujeto de prueba!
—Oh vamos Denki — reí —. Kirishima se pondrá celoso ~
—¿C-Celoso? ¡C-Claro que no! — se detuvo en seco y empezó a reír de manera nerviosa
—A ustedes puedo darles besos siempre que quieran, no solo por esta prueba ~ — al decir eso, ambos se sonrojaron de oreja a oreja, Denki con una sonrisa y Kirishima con una adorable expresión.
—¿¡Podrían callarse!? — Bakugo se detuvo igualmente y yo al no estar pendiente del camino, terminé chocando contra su espalda — ¡Haran que todo el mundo se entere de que estamos aquí!
—¡Auch! Por lo menos nosotros no estamos gritando como tu... — acaricié mi nariz, que había sido lastimada por aquel impacto y miré al rubio — ¿Sabes? Extraño cuando eras amable conmigo...
—M-Maldita nerd... ¡Deja de mencionar eso!
Yo empecé a reír y únicamente me di media vuelta. Esta bien, no hablaría al respecto pero tarde o temprano me vengaria de él.
Había sido una larga pelea contra los estudiantes de otras escuelas, pero por fin habíamos logrado pasar la primera ronda; mientras que yo trataba de descansar, Kirishima se me acercó con un pequeño sonrojo y nerviosismo en el rostro.
—¿Sucede algo? — alcé una ceja. Estaba muy cansada en ese momento como para hablar con él, pero ya que estaba aquí...
—Q-Queria decirte algo importante... ¿Podemos... Hablar en privado? — su mano derecha la llevó a su nuca mientra su mirada estaba en el suelo
—¿Hm? Claro... ¿Sucede algo? ¿Te sientes mal? — me puse de pie y me acerqué al pelirrojo. Me puse de puntillas para estar más cerca de su rostro y así poder tocar su frente — Estás muy caliente y rojo... ¿Acaso te enfermaste por culpa del quirk del tipo de la otra escuela? Ser convertido en albóndiga no es algo que pase todos los días.
—¡N-No es eso! — respondió enseguida, negando con las manos — S-Solo ven, ¿si? — tomó mi mano, la que hasta hace pocos segundos estaba sobre su frente y me llevó a uno de los pasillos en los que no había nadie.
Mientras me llevaba a ese pasillo, de reojo observé al resto de mi salón : Todoroki y Bakugo me miraban con cara de enfado
—¿Necesitabas algo de mi? — volví a preguntar. Yo me recargue contra la pared y coloqué mis manos detrás de mi espalda; mis piernas me dolían demasiado y apenas podía mantenerme en pie
—B-Bueno... Sonará algo tonto pero... Pero...
Lo miré a los ojos, para ponerlo aún más incómodo, y aunque por fuera mantenía una expresión neutra, por dentro me moría de risa. Su adorable cara y sonrojo hacían que solo quisiera darle muchos cariños y besos; pero bueno, el amor que siente por mi es por... Mi quirk.
—Creo que tu me... — su mirada iba desde mi rostro hasta el suelo y luego nuevamente hacia mi, si que le costaba confesarse — M-Me... Me gustas, ¡se que nos conocemos desde hace muy poco pero me gustas en verdad!
—O-Oh.. — claro que me esperaba algo así, pero no tan pronto y... Creo que esta es la primera confesión como tal que tengo de un chico...
—N-No tienes que responder justo ahora... Te daré... Todo el tiempo que necesites. S-Solo quería decirte esto... ¡No iba a poder seguir mirándote a los ojos si no lo hacía, esto es lo que haría un verdadero hombre! Se declararía y... Protegería con su vida a su amada...
—Kirishima... — trague saliva y repetí el mismo gesto que él hizo :mirar al suelo y luego a él.
Con algo de vergüenza, tomé su mano y la coloqué en mi mejilla, con mis dos manos acaricié con suavidad esa mano y le sonreí al tierno pelirrojo.
—Necesito pensar en una respuesta, ¿si? Como tu dijiste, hace poco nos conocimos y... Necesito meditarlo.
Justo cuando creí que todo acabaría ahí, Kirishima sonrió un poco y en un rápido movimiento, juntó nuestros labios en un cálido y tierno beso. Duró unos cuantos segundos hasta que se separó y sonrió un poco.
Su rostro seguía hecho un tomate, pero al menos sonreía, orgulloso de robarme un beso en lo que esperaba mi respuesta.
—¡E-Esperare tu respuesta! — se alejó unos pasos de mi y salió corriendo rumbo al salón principal.
Yo me quedé ahí, con las mejillas rojas y mi mano derecha sobre mis labios, como si con el simple tacto recordaría la sensación de aquel cálido beso.
Y aunque aún no sentía más que amistad por Kirishima, mi corazón latía velozmente; la sensación de ser amada era algo que anhelaba demasiado, aún si era falsa...
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