—Agh, ¡por fin terminó! — solté un largo y fuerte suspiro cuando entré al bar donde estaba mi hogar

Kurogiri estaba como siempre, detrás de la barra preparando alguna bebida o simplemente limpiando los vasos. Tomura estaba sentado en una de las sillas de la barra, parecía estar pensando en algo.

Me senté a su lado después de dejar la mochila en la barra y dejé caer mi mejilla sobre la fría barra. Me sentía muy débil después de haber estando tirando feromonas como loca todo el día

—Dame algo fuerte, Kurogiri... — dije con una voz cansada

—Aún eres menor de edad, no creo que debas...

—Mooh, ¡pero a Tomura si lo dejas! — grité a la vez que golpeaba la mesa con mi puño

—Él es mayor de edad, además ni si quiera pide nada... — dejó de limpiar el vaso y lo dejó en la estantería detrás de él

—Él parece más infantil que yo — murmure mientras lo veía de reojo.

Seguía sin decir nada, algo que me molestó así que me giré hacia él y le quité la mano que cubría su rostro. Estaba realmente serio y metido en sus pensamientos o eso fue hasta que vio mi rostro frente al suyo.

—Volviste... — susurró poco después

—Pues claro que si idiota, ¿Acaso creías que me iba a quedar allá o que? — dejé la mano que le quité sobre la mesa y apoyé mi mentón sobre mi puño — Deberías dormir más, ¿sabes? Esas ojeras no hacen juego... Además, ponte algo de crema, agua... Lo que sea. No le gustarás a ninguna chica a este paso...

—Eso no me importa — dijo soltando un gruñido. Tomó la mano y se la volvió a colocar en la cara — Ya sabes lo que pienso sobre eso, no tengo tiempo para eso y... ¡S-Solo tu eres mi jugador dos!

—Claro, claro.. Pero sabes que debemos dejar esta relación incestuosa, ¿sabes? — volví a soltar un suspiro y miré a Kurogiri, por suerte ignoraba lo que decíamos.

Verán... Como había dicho, si que era una relación incestuosa, aunque ni siquiera éramos hermanos de sangre. Habíamos crecido juntos, nos empezamos a llevar muy bien, y bueno... Tenía que practicar mi don, gracias a Tomura pudimos averiguar muchas cosas sobre mi quirk : pudimos averiguar cuanto "por ciento" se necesita para ciertas acciones, también vimos los efectos secundarios que causaría en mi y finalmente, la forma más "poderosa" de mis feromonas.

Es algo realmente vergonzoso de decir pero... Fue una orden de All For One, así que la cumplimos. Tuvimos sexo como mínimo hace unos meses, ahí fuimos capaz de saber algo importante de mi poder : al estar en un momento de "excitación" o "felicidad" libero más feromonas de lo normal, lo que hace más efectivo mi don.

Pero ahora... Nuestra relación era algo extraña. Aunque había dejado de darle feromonas a Tomura seguía siendo muy... Amoroso conmigo, aún no se si es porque queda una pequeña porción de mi poder dentro mío o él... Mejor no pensar en eso.

—Tengo hambre... ¿Hay algo que comer? — voltee a ver a Kurogiri

—¿Crees que se cocinar? — dijo con una expresión que según yo era de molestia.

—No se porque me molesto en preguntar — me levanté y miré a Tomura — ¿Vienes?

—No tengo de otra — igualmente se levantó y me siguió escaleras arriba

El primer piso consistía en un bar, pero si subias las escaleras te encontrabas con nuestro "departamento", aunque solo consistía en una cocina, un baño y las habitaciones de los 3. Tomura y yo fuimos a la cocina; saqué todos los ingredientes para hacer un delicioso y sencillo sandwich, pero él al ver lo que haría, se molestó

—Oh vamos, ¿no sabes hacer algo mejor? — dijo molesto

—Entonces, señorito Tomura, cocinate algo tú — le respondí con el mismo tono de molestia —. Estoy muy cansada para preparar algo "delicioso", ¿sabes cuantas feromonas tuve que esparcir todo el día?

Terminé de preparar los sandwiches de ambos y justo cuando le iba a entregar el plato, Tomura se puso detrás mío y me abrazó por la espalda. Estos tipos de "cariños" se habían vuelto habitual entre nosotros desde que eso sucedió, pero no lo habíamos vuelto a hacer.

—Jin... ¿Podemos volver a hacerlo...? — no esperaba eso de él para nada.

Me pude dar cuenta sin si quiera verlo que se había quitado la máscara ya que pude escuchar su voz en mi oído, una voz demasiado "grave" para él. Dejé los platos ahí y me voltee a verlo, puse mis manos en sus dos mejillas y con los pulgares hice presión en las comisuras de sus labios para que así hiciera una sonrisa, algo espeluznante, pero una sonrisa después de todo.

—Aún pareces un niño, y eres mucho mayor que yo... — dije soltando un suspiro. Acerqué su rostro a mis labios y le di un suave beso en los labios — ¿Es eso lo que deseas?

—Si... — mi quirk lo hizo hablar con la verdad.

—De acuerdo — puse mi mano en su pecho y lo empujé un poco para así poder separarme de él  — Primero come, luego me daré un baño y... Haremos lo que quieres.

—S-Si... — respondió enseguida.

Dejé los platos con los sandwiches en la isla [Así se le llama a la mesa que se encuentra en el centro de la cocina] y me senté frente a Tomura.

Comimos en silencio, quizás por la tensión que sentíamos en ese momento, aunque el más avergonzado era él en realidad...

Cuando eramos pequeños solíamos llevarnos como hermano y hermana, teníamos casi la misma edad así que siempre jugabamos y entrenabamos nuestros dones juntos, aunque recuerdo que desintegró mi muñeca favorita cuando me negué a jugar con él.... ¡Pero bueno!

Conforme empecé a aprender más de mi quirk, fue cuando tuve que practicar con él por orden de All For One. Primero con pequeñas dosis de feromonas, al principio le pedía favores como: " dame esto", "haz esto", "di esto", pero luego tuve que subir el tono; mi don tiene algo que ver con el "amor", entre más amor se sienta por la otra persona, o entre más subido de tono sea el pedido, funcionaria mejor ya que mis feromonas se hacen más potentes en esos instantes así que seria capaz de perdirles más que un simple favor.

Así que cuando llegó el momento de inscribirme a la UA, probamos el último paso: ¿Qué sucedería si ustedes se besan? ¿Qué tan potente sería si tu y él tienen...?

Así fue la primera vez que ambos hicimos eso, o por lo menos, yo lo hice consiente de lo que pasaría.

Éramos más que hermanos ahora, aunque técnicamente nunca lo fuimos.