Un sugar
- ¿Quieres algún dulce Camí?.-
- Realmente ya me has comprado muchas cosas tío Bruno...- Nervioso mire la bolsa que traía en mis manos, eran dulces, gomitas, pulceras entre otras cosas.
- Sabes que no es una molestia para mí comprarte cosas.- Puso su mano en mi cabeza revolviendo mi cabello.
- Por ahora estoy bien, gracias.- Estaba nervioso, actualmente por el beso que tuve con él y por su carácter posesivo de hace unos momentos.
- Hey mira, ahí hay más dulces ¿Quieres unos?.- Antes de que pudiera responder mi tío se fue a comprar los dulces, suspiré cansado la gente del pueblo nos veía raro.
Bruno volvió hacía mi metiendo los dulces a la bolsa.
- Tío Bruno, los demás se sentirán celosos.- Dije divertido y era verdad, Antonio y los otros se sentirían celosos de no ser consentidos como yo.
- Bueno puedo sastifacerlos con algunas cosas pero tú eres especial para mí.- De nuevo sentía ese cosquilleo.
- Buuh.- Bufé.- Tío Bruno ¿Hay algo que quieras hacer?, La gente no necesita de nuestra ayuda al parecer.- Estaba aburrido a parte quería jugar algunas cosas antes de volver a casita.
- ¿Quieres ir al lago?.
- ¡Sí!, Andando.- Corrí divertido haciendo que el tío bruno también corriera, no podía creer que el tuviera una velocidad increíble al igual que una agilidad para esquivar y saltar ramas de árboles u arbustos.
Llegamos cansados por suerte en la bolsa teníamos algunas bebidas, la mía era de manzana la de él era de uva.
Tome asiendo en el pasto, la tierra estaba fría para un día caluroso cómo este.
El tío Bruno me levanto haciendo que me sentará en su regazo, amaba que hiciera eso.
- Me gusta que estés así Cami.- Tomo de su refresco, veía como su mandíbula se tensaba.
- S-si...- Seguí tomando de mi refresco.
- ¿Sucede algo pequeño?.- Con su mano derecha agarro mi mejilla, me sonroje al instante.
- No, no sucede nada tío Bruno.- Dejé la pena atrás y me acurruque más en su pecho, sentía sueño.
- ¿Quieres volver a casita?.- Acarició mi cabello levantándome para cargarme en sus brazos.
solo asentí dejándome llevar por el momento, la gente murmuraba "De seguro es su sugar, ya sabes esos tipos que le compran todo a sus presas." Me sentí enojado pero después de todo no sería tan mal tener un Sugar como el tío Bruno...
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