Maestro | One shot |
Esté capitulo no afectará a la historia, tendrá escenas sexuales, aquí Bruno no es tío de Camilo en cambio es su maestro.
- Qué fastidio.
Lanzo su mochila al pasto, normalmente se reunía en el campo con mirabel, dolores y Mariano un chico de universidad.
- ¿Qué pasó?.
Preguntó la hermana del chiquillo.
- Es mi maestro...No puedo soportar esta sensación en mi.
- ya follatelo amigo.
Mariano dejo de hablar con Mirabel para concentrarse en el hermano menor de su novia dolores.
- ESQUE NO PUEDO.
- YA PERO TAMPOCO NOS GRITES.
- TÚ ESTAS GRITANDO.
- ¿POR QUÉ ESTAMOS GRITANDO?.
Mariano pregunto haciendo reír a los otros.
- ¿Cuál es tu fantasía con el maestro de biología?.
Preguntó mirabel haciendo sonrojar al menor.
- B-bueno..yo..quiero que el me embista duro y que bueno yo yo...quiero que me folle la boca...ya saben..
- JAJAJAJAJA.
los mayores rieron fuertemente.
- ¿De qué carajos se rien?.
- Mira atrás tuyo.
Dijo mirabel para después escapar con los otros.
- ¿Eh?.
Camilo volteo para encontrarse a su maestro de biología, Bruno lo miraba asombrado y enojado.
¿Como un niño de tan solo 16 años puede pensar así de su maestro de 50?.
- Camilo, ven conmigo al aula de castigo.
- ¿Q-Que..?
El menor fue arrastrado hasta el aula de castigo de biología.
- M-maestro...
- Llamaré a tu madre Camilo madrigal.
Mierda fue lo único que pensó aquel chiquillo, ¿Cómo iba a librarse de esta?.
Pensó en las películas de adultos acordando que las colegialas seducían a su maestro así que...¿Por qué no intentarlo con su maestro favorito?.
- Maestro Bruno...
Dijo Camilo para ponerse a lado de la silla del mayor.
Este lo miro confundido.
- ¿Qué sucede Camilo?.
Se tenso al sentir una mano viajar por su pierna.
- por favor no le diga a mi madre, ¿Qué tal si arreglamos las cosas?.
Se encimo en el regazo del mayor, este lo miro molesto.
Trato de bajarlo más sin embargo Camilo estaba aferrado a él.
- ¿¡Puedes bajarte de una vez Camilo madrigal!?.
- Oh vamos no grites.
Puso su dedo en los labios del maestro.
- ¿No te gustaría arreglar las cosas, maestro?.
Empezó a mover sus caderas en círculos, dios se sentía tan bien.
Podía sentir la hombría de su maestro entre su culo, esto era perfecto para él.
- A..ah m-maestro~♡.
Comenzó a saltar encima de la polla, Bruno se dejó llevar por su necesidad.
De todas formas también le traía ganas al chiquillo, quería follarselo contra su escritorio y claro que lo haría.
- Maldito mocoso.
Sujeto las caderas de Camilo fuertemente haciendo que este pegará un chillido.
- Quítate el pantalón.
Ordenó viendo cómo el menor apresurado se quitó su pantalón como pudo con toda ropa interior también.
No iba a mentir, tenía un cuerpo deleitoso y muy esbelto.
Su piel bronceada hacía verlo más atractivo, su pene goteaba presemen dando a entender que quería ser tocado.
Con una sonrisa maliciosa, beso los labios del menor. Atrayendolo más a él.
Su lengua recorría el interior de la boca de su alumno mientras que sus manos pellizcaban un pezón y la otra rozaba la entrada rosada.
- M..Maestro..♡.
Gimió al sentir un dedo adentrarse en él.
- ¡A-ah! ¡Maldición, espera!.
Bruno solo embestía con dos dedos la estrecha y caliente entrada de Camilo, disfrutando los gemidos de este.
Siguió besando el cuello dejando marcas que durarían en borrarse, tal vez una semana.
- A-ah, más, quiero más...Bruno follame por f..favor.
Se aferró al torso de este para frotar su pene en la entrepierna de bruno.
Con tranquilidad y burlesco se despojo de sus prendas lentamente admirando la frustración de su pequeño.
Mordió su labio al ver cómo el chiquito bajo hasta su pene, para después agarrar la cabellera y jalarla bruscamente haciendo que Camilo tragara toda su polla ahogándose en el acto.
- Mierda, sigue así hermoso.
Siguió follando con ritmo marcado la boca pequeña y húmeda de su alumno, admirando la vista que tenía.
Un Camilo sudado, sonrojado, sin ropa, sus rizos pegados en su frente por su sudor, sus ojitos cafeses mirándolo y su lengua afuera para que solo su pene entrara a su boca sin ningún problema.
Dejo de follarle la boca al sentir un cosquilleo en su parte baja, con un movimiento brusco puso a Camilo con el pecho pegado en su escritorio.
Sin esperar respuesta metio su hombría en la entrada de éste, haciéndolo gritar de placer y dolor.
- ¡Ah! ¡Mierda, más, quiero más!, ¡Por favor follame~♡!.
Sonriente Embistió al niño, su ritmo era fuerte y brusco.
No tenía compasión por el culo de su alumno, dejo mordidas en su cuello para seguir jalando de los pezones y nalguearlo hasta dejar sus nalgas rojas y moradas.
Tenía moretones en su cuello, en sus caderas, en sus nalgas, en su clavícula y su pecho está lastimado.
Tenía chupetones en un pezón y en el otro lo tenía casi sangrando de ser jalado mucho.
Pero no le dolía, más bien lo disfrutaba.
Quería que lo siguiera golpeando y azotandolo contra el escritorio.
- Maldita puta.
Bruno levantó al menor para ponerlo contra la ventana que daba directo al campo, estaban en un segundo piso así que no había problema.
- ¡E-espera, no quiero esto!.
Su llanto era de desesperación, no quería ser visto de esta manera.
Estaba siendo embestido bruscamente haciendo que perdiera la razón.
Sus ojos estaban en blanco, su lengua estaba a fuera manchando de saliva su barbilla.
Unos pequeños corazones eran su pupilas demostrando placer.
Sus gemidos aumentaron al igual que los del mayor.
Estaba llorando, estaba llorando de placer.
- ¡P-para, p...por favor!.
El mayor tocaba su próstata, eso lo hacía sentir tan bien pero a la vez el dolor en su vientre aumentaba.
El pene de Bruno estaba remarcado en su estómago, se podía apreciar como entraba y salía.
Y Bruno solo apretaba su estómago ocasionando más placer y dolor.
- ¡Carajo, me voy a venir!.
Bruno advirtió al chiquillo.
Este solo gemia de desesperación, su orgasmo lo tenía tan mal.
Sus piernas estaban temblando al igual que todo su cuerpo.
Sus pezones estaban húmedos y su pene goteaba presemen.
Arqueó la espalda al tener su primer orgasmo.
- ¡A-ah, mierda follame más!, ¡Follame más duro, bruno~!.
Bruno soltaba gemidos roncos, la entrada del menor apretaba su pene de una forma tan placentera.
Así que aumento más rápido y dando estocadas más fuerte en la lastimada próstata del menor.
Entre gritos, gemidos y llantos Camilo se corrió de nuevo manchando la ventana.
Bruno apretó las caderas del menor dejando sus dedos marcados entre otros moretones y mordidas.
Se corrió adentro del chiquillo, este salió del interior observando como Camilo se desplomaba en el suelo.
Las piernas no dejaban de temblarles, todavía seguía teniendo pequeñas contracciones ocasionando que su llanto aumentará.
- Maldita sea...limpia la ventana yo limpiare el escritorio y vístete.
Sonrió malicioso al ver que Camilo solo podía llorar de placer al escuchar como su querido maestro lo regañaba.
- ¡P-por supuesto que sí!.
Abrió sus piernas y estiró sus brazos dando a entender que quería ser follado de nuevo.
Quería ser destruido, vaya error.
Se estaba volviendo a un adicto al sexo que tenía con su maestro, lo hacía tan bien.
Lo dejaba temblando y teniendo contracciones, esta no fue la última vez que lo hicieron.
Lo hicieron varias veces en diferentes lugares, ocasionando un pequeño romance entre su maestro y él.
Ahora eran pareja en secreto y obviamente no le importaba reprobar en biología.
Sabía que con una buena mamada y una buena follada, habría pasado de año con una calificación perfecta.
Eso implicaba tener sexo cuando al mayor se le antojaba, y le gustaba eso.
Le gustaba ser follado bruscamente y ser lastimado por su querido Maestro de biología.
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