- Pss.. Camí, pss.- Bruno seguía haciendo sonidos de serpiente tratando de despertar al menor, cansado movió al chiquillo fuertemente haciendo que se despertará de golpe.

- ¡¿Que paso?!.- Me senté de golpe oh no cometí un grabe error, mi cabeza daba vueltas comenzando a marearme.

- Trataba de despertarte bonito pero realmente tienes el sueño pesado mijo.- estaba burlándose de mí?.

- lo siento señor que no duerme.- me levanté de la cama ignorando el hecho de que solo había provocado que se riera más de mí.

Peine mi cabello, pude observar por el espejo que el tío bruno estaba viendome "Que vergüenza" pensé.

- Tío Bruno ¿Ya casi es hora de comer?.- Trate de hacer plática.

- Si, es por eso que te estaba despertando Camí.- Ese maldito apodo me trae loco.

- Tío bruno...¿Puede repetir lo de ese rato?.- jugaba con mis dedos, me había gustado ese beso así que quería uno solo uno pequeño.

- ¿Qué cosa Milo?.- Genial, ahora se está haciendo el que no sabe.

- Lo que pasó en el callejón..

- Ni idea, ¿Puedes decirme que quieres que haga Camí?.- Me sentó sobre su regazo agarrando mis caderas.

- Tío Bruno por favor...

- Dilo, vamos Milo dime qué quieres que haga.- Suspiró en mi cuello, carajo se sentía extraño pero muy bien.

- Quiero que me beses...- Un beso brusco fue lo que obtuve, no fue nada suave pero era de mi gusto, lo único que podía hacer era sujetarme fuertemente de su cuello para no caerme de espaldas. Mis labios comenzaban a estar hinchados de tanto que Bruno los succionaba, remarcaba sus dedos en mis caderas sin duda eso iba a dejar una marca de ellos.

La puerta fue tocada bruscamente, "Carajo" era lo único que podía decir, estaba frustrado sinceramente a mi familia les encanta arruinar mis momentos más placenteros.

- T..tío Bruno, ah , pare..- El agarre en mi cintura se volvió más duro haciendo que gimiera de dolor.

- ¡Camilo, Bruno! ¡Habrán la puerta!.- Estábamos jodidos, era mi mamá.

Sentí como mi tío hacía un intento de separarse de mi, al final se terminó separando dejando expuestos a mis labios oh no, oh no, oh no, estaban hinchados y muy rojos.

- Ay.. perdón.- Bruno intentaba cubrirme con algo.

- ¡Camilo si no abres esa puerta haré que luisa la abra!.- Un relámpago sonó.

- ¿Pepa..que Sucede?.- Bruno había abierto la puerta.

- ¿Dónde está mi hijo?, Quítate.- Estaba enojado, ¡Había empujado al tío Bruno! Y bueno yo me estaba haciendo el dormido.

- Pepa...Lo puedes despertar.- Vaya actuación, conmigo actúas rudo y sin vergüenza pero con la familia actúas tímidamente y lleno de vergüenza.

- Está dormido?.- Su rostro era de confusión, dolores había entrado con papá Félix, chismosa fue lo único que pensé.

- ¡¿Está dormido!?.- Dolores grito quedándose estática, ella había y asegura aver escuchado al menor besarse con su tío.

- Guarda silencio lo puedes despertar...

- Mm..¿M-mamá, papá?.- Buena actuación, soy genial.

- Camí ven a comer si?.- Madre me besó la frente sacando a Félix y a dolores dejando solamente al tío Bruno. Los dos suspiramos.

- Eso estubo cerca...- Murmuré.

- Pero se sintió bien.- De nuevo me estaba besando el cuello.

- Hey hey sin vergüenza bajemos a comer.- Lo separe dejándolo con algunas ganas, todo estaba en orden y la comida transcurría normal eso estaba bien aunque..tenía que hacer algo con dolores no siempre podríamos estarnos librarnos de su oído perfecto.