All I Want For Christmas
Es tan ridículo e infantil que por culpa de mis padres, mi hermano y yo, hubiésemos tenido que mudarnos de casa e ingresar a una nueva escuela. Es más ridículo aún que me hubiesen cambiado en mi último año de secundaria, no les importó que reclamara por mis amigos y el desafío que sería para mí tener que integrarme a este nuevo lugar por tan poco tiempo.
Pero bien, solo será un año y podré seguir mis planes, irme a New York para estudiar en la Universidad de Artes, de momento tengo que continuar aquí y pasarla tan bien como pueda.
Han transcurrido tres meses y mi estadía en ésta escuela no ha sido tan mala. Tengo un par de amigos que son super cool, uno de ellos tiene una banda y me ha invitado a algunos de sus ensayos.
Creo que él es de lo mejor que me ha pasado en este lugar. Es dulce y tiene los ojos más bonitos que he visto en mi vida, eso sin hablar de su sonrisa. Su nombre es Frank y es el cantante y guitarrista de su banda. Es muy genial que él pueda hacer ambas cosas al mismo tiempo, yo no podría. Sé cantar pero ninguno de mis amigos lo sabe aún, algún día me gustaría estar en una banda también.
—¡Bien, jóvenes! —La maestra del taller de arte y cultura entra al salón e interrumpe mis pensamientos. Lleva un horrible suéter navideño y me es imposible no sonreír por lo bajo.
Un papel golpea mi costado y volteo a ver a Frank, una sonrisa burlesca plasmada en su rostro. Me señala el papel y yo asiento, lo tomo y leo que es lo que escribió.
"Apuesto a que no usarías un suéter tan feo en navidad…"
"Solo si me acompañas a hacer el ridículo"
"Es un reto, ¿Gee?"
Un carraspeo me obliga a dejar el papel de lado y alzar la vista hacia al frente. La maestra me miraba fijamente y la risa de Frank no se hace esperar.
—Joven Way, espero que lo que hablaba con Iero no haya sido tan importante como mi explicación. Y ya que tienen tanta disposición para la clase, serán los primeros en pasar para dar la demostración.
¿Demostración de qué?
—Quizás hagan un buen equipo y sean elegidos para participar en el Festival Navideño de Mari. Habrá un premio…
¿QUÉ?
Miro a Frank nuevamente y ya no se ríe, tiene la misma cara de no comprender nada igual que yo.
—Harán equipo con Toro y Fletcher. Tienen quince minutos para prepararse. Pueden ir a la sala de instrumentos a tomar el que más les convenga, pero Way, te quiero escuchar cantar.
Ray me toma del brazo para que me levante y los sigo afuera del salón por inercia. Van hablando de la oportunidad de participar y yo solo puedo sentir miedo por tener que cantar en frente de todos ellos. Puedo hacerlo, la abuela Helena me enseñó a cantar desde que era muy pequeño pero nunca lo he hecho en público.
Vamos por el corredor hacia la sala de instrumentos y yo observo un momento la nieve caer del cielo, tan fluida y natural, que es un deleite de observar. Yo también puedo ser nieve, que fluye y es natural. Puedo cantar y ser un deleite para los demás.
—Podemos tocar Silent Night —dice Ray mientras afina su guitarra.
—No, Ray, es muy aburrida… —le contradice Jarrod.
—Toquemos Jingle Bells —se burla Frank.
Y así discuten sin poder escoger ninguna. La muestra manda a llamarnos y descubrimos que nuestros quince minutos pasaron y ni siquiera pudimos escoger una canción. Haremos el ridículo más grande del mundo.
—Imagino que todos se saben, All I Want For Christmas —digo mientras ayudo a Jarrod a sacar la percusión.
—Yo si…
—También yo…
—Mi familia la escucha básicamente todos los días de diciembre, así que si.
—Okay, entonces esa será nuestra canción.
—Pero, ¿cómo haremos para tocar todos juntos, Gee? —pregunta Frank cuando estamos a punto de volver al salón.
—Es solo una improvisación, sino lo hacemos bien, no importa. Solo sintamos lo que estamos haciendo y ya —digo para convencerme más a mi que a él.
La maestra ha pedido que las sillas fueran movidas en un círculo alrededor del salón, el centro está despejado para nosotros y cuando yo me sitúo Al frente, cierro mis ojos y respiro, pienso en la nieve y en Los villancicos que he cantado con la abuela en cada navidad.
Ray está a mi izquierda y Frank a mi derecha. Ambos son buenos guitarristas, los he escuchado. Tienen un ritmo diferente y eso se acompasa muy bien cuando la melodía comienza. El ritmo que marca Jarrod es suave y me envuelve en calma y confort.
—I don't want a lot for christmas…
*
—Wow, Gee. ¿Porque nunca me habías dicho que cantabas así? —me pregunta Frank mientras caminamos juntos. La clase había terminado y nosotros habíamos clasificado al primer intento para participar en el Festival.
—¿Así como? —pregunto haciéndome el tonto.
—Así tan mágico. Tu voz es muy hermosa…
Siento mi rostro arder y ante esas palabras no puedo hacer ni decir nada. Mi corazón se calienta dentro de mi pecho e incluso lo dejo de sentir cuando la cercanía de Frank es tanta que sus labios están contra mí oído.
—Como tú… —susurra.
—Frankie… —digo despacio y muevo mi cabeza para verlo pero a cambio recibo sus suaves labios sobre los míos. Un roce simple pero que me hace sentir miles de insectos en mi cuerpo.
—Creo que deberíamos hacer de ese grupo una banda. Somos muy buenos juntos —dice cuando se aleja, pero no del todo. Cubre mi mano con la suya y continuamos caminando así, tomados de la mano bajo la nieve que continúa cayendo.
—Es muy buena idea —le digo—. Siempre he querido estar en una banda, pero, ¿qué pasará con tu banda?
—Las cosas no están yendo bien y siento que en este momento no quiero ser el líder de una.
—¿Quién será nuestro líder?
—Tú… y yo estaré ahí, contigo.
No puedo esperar a llegar a casa para contarle todo lo que ha sucedido hoy a mi hermano. Quizás, después de todo, no fue tan ridículo e infantil el cambio de escuela en el último año. Quizás, mi destino estaba aquí.
—¿Sabes? —le digo a Frank—. Una vez, mientras hablaba con mi hermano y soñábamos que algún día seríamos grandes rockstars, él me dijo que quería que nuestra banda se llamara My Chemical Romance.
—Es un nombre perfecto… y yo, seré el fan número uno, Gee, de ti y de la banda…
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