Parte sin título 2
Por otra parte, en un pequeño de la empresa, el joven inspector estaba calificando a los empleados de la planta baja de la empresa. El peli-gris en cuanto vio el expediente del nuevo empleado no pudo evitar sonreír, ése chico era bastante curioso. Había tenido un promedio similar al de Asuka Langley, sin duda era muy bueno en su trabajo, quizás el único problema que tenía era su falta de confianza. Un tanto curioso, Kaworu encendió el ordenador e investigó acerca de él. Estaba a punto de investigar sobre él se abrió la puerta, era otro de los inspectores de área, Ryoji Kaji.
-Hola qué tal te fue. ¿Alguna empleada al que bajarle el sueldo?
-No en realidad. Todos hicieron un buen trabajo.
-¡oh! ¿Dijiste todos? ¿No el área textil era de pura mujeres?
-Lo era. Entró un chico al área b. Se llama Shinji Ikari.
-¿un chico que sabe coser? Qué raro.
-Bastante. Pero es muy bueno, casi al nivel de Asuka. Solo le falta más confianza.
-Vaya, creo que puedo hacerlo entrar en confianza.
-Qué ni se te ocurra. Señaló Kaworu.-Se nota a leguas que ese chico es muy tímido.
-Aguafiestas. Además a ti no te interesa salir con nadie. Qué más te da si le invito una copa. Dijo Kaji burlón.
-No hagas una estupidez, Kaji. Le regañó Kaworu.
-Je, je. Si no te animas puede que te lo gane. Dijo su amigo acercándose a él, revolviendo su cabello.
Kaworu soltó un bufido mientras que Kaji se alejaba cerrando la puerta con gran ímpetu con esa so sonrisa descarada, siempre era lo mismo. Cada que Kaworu ponía los ojos en algún chico, Kaji ya le estaba coqueteando y se lo quería llevar a la cama. Aunque al peli-blanco le molestaba en cierta manera de que su amigo quisiera ligarse a todos los hombres que a Kaworu le interesaban, la razón por la que el peli-blanco se negaba a salir con alguien iba más allá de un mero capricho o indecisión. Pues ahora no se sentía mentalmente listo para entablar una relación. Sin embargo, aquel chico llamado Shinji, no podía negar que le había llamado la atención. Al final de tan laboriosa jornada, Kaworu esperó las afueras de su despacho para ver salir a Shinji en compañía de su amiga de lentes con quien conversaba alegremente. El joven peli-blanco suspiró al verlo: "Así que Shinji Ikari" se dijo.
Al llegar a casa, Kaworu se quitó la corbata y los zapatos, fue a una cajita la cual estaba justo al lado del reloj de bolsillo, para dejar allí lo que había ganado de sueldo. Aún no era suficiente, necesitaba ahorrar un poco más.
-¿Eres tú, hermano? Inquirió una voz femenina.
-Sí soy yo. Dijo Kaworu.
De entre la habitación, apareció una chica de cabello azul celeste corto, con una sonda nasogástrica, vestida con un largo camisón rosa pálido, iba acompañada de otra chica más joven. Kaworu miró a ambas mujeres.
-Hola Diana. ¿Cómo está?
-Bien.- Hoy jugamos cartas. Le dijo ella.
-Me alegro.
La chica de nombre Diana le sonrió a Kaworu y luego volteo a mirar a la chica peli-azul, se abrazaron, y la joven se despidió del peli-gris y de su hermana. Los dos hermanos se quedaron solos mientras que Rei con mucho trabajo se colocaba en la mesa del comedor, Kaworu la miró mientras que Rei le daba una sonrisa comprensiva. A Kaworu le daba mucha tristeza el tener que ver a su gemela de ese modo, completamente débil, con ese tubo en la nariz, apenas pudiendo caminar . Maldecía a sus padres ludópatas, habían derrochado el dinero en esos malditos juegos de apuesta, descuidando a sus hijos, creyendo que la fortuna de la familia duraría para siempre, cuando murieron los dejaron con un montón de deudas, las cuales Kaworu apenas y podía pagar. Luego se vino la enfermedad de Rei, Kaworu necesitaba trabajar de otra manera, por lo que tuvo que trabajar en otra fabrica en el turno nocturno. Era por esa razón por la que no se animaba a salir con nadie. No podía darse el lujo de tener una pareja cuando su hermana lo necesitaba ahora más que nunca. Rei se daba cuenta de ella por lo que le preguntó.
-Kaworu. ¿Estás bien?
-Claro que estoy bien. Le aseguró.
-Sabes que conmigo es difícil engañarme.
-Ja, ja. ¿Algo de telepatía entre gemelos? Inquirió Kaworu.
Rei le dio una media sonrisa traviesa, la cual se parecía bastante a las que él solía dar. Con solo unos gestos, la chica peli-azul le invitó a Kaworu a que le dijera qué le pasaba.
-Llegó un chico nuevo al área de textil.
-¡oh! ¿y es bueno?
-Demasiado. Incluso creo que mejor que Asuka. Obtuvo una puntuación perfecta.
-¿y? Qué te preocupa.
-Qué Kaji quiera ligárselo. Apenas acaba de entrar, y ése descarado ya quiere ponerle las manos encima.
Rei miró a su gemelo, y un tanto traviesa le dijo.
-Te gusta el nuevo ¿no?
-¿Por qué lo dices?
Rei solo dio una media sonrisa, le quería decir algo a su hermano pero en ese momento le dio un tremendo ataque de tos, su gemelo se apresuró para atenderla. Kaworu corrió a la cocina para darle parte del medicamento a su hermana mientras la ayudaba a beber, tomando el vaso con bastante delicadeza. Cuando por fin estuvo más en paz, Kaworu le escoltó a su dormitorio, desearía poder quedarse con ella toda la noche, pero tenía que seguir trabajando para lograr costear los medicamentos de su hermana. De todas maneras, dejarla sola tanto tiempo no le gustaba en lo más mínimo pues temía que a Rei le pasara algo y él no estuviera allí con ella. Después de acostar a su hermana, el peli-blanco fue a la mesita para agarrar el reloj de su familia que estaba sobre el comedor. Era lo único que quedaba de la fortuna familiar después de que sus padres gastaran irresponsablemente el resto y los dejara en deudas. Mientras miraba distraídamente por la ventana pensando en aquel chico nuevo: Qué estaría haciendo ahora mismo, qué habrá pensado de él. Muchas preguntabas vacilaban en la mente de Kaworu, se habrá enamorado a primera vista de Shinji Ikari. El joven peli-gris deseaba quedarse vacilando entre sus pensamientos pero en ese momento tocaron a la puerta. Kaworu fue abrirla allí estaba el primo de Kaji con quien compartía el mismo nombre de pila. Contrario a su primo, Kaji era un chico agradable de rostro simpático y dispuesto ayudarlo en lo que sea. Era bastante desafortunado que su mejor amigo no se pareciera un poco a su primo.
-Hola Kaworu. Cómo estás.
-Hola Ryoji. Gracias por venir. Ven pasa.
El joven delante de él sonrió, por lo que Kaworu lo invitó a pasar. El joven peli-blanco le dio las indicaciones sobre lo que tenía que hacer en caso de que Rei se pusiera mal y el teléfono de su otro trabajo. El chico asintió y le dijo al mejor amigo de su primo que no debía preocuparse por lo que Kaworu se despidió, fue a tomar el autobús, mientras mentía el viejo reloj de su familia en el bolsillo. Cuando se subió al camión Kaworu se colocó en el asiento trasero del camión mientras sacaba de su mochila algo para leer hasta llegar a su destino. Kaworu se dispuso a leer, el camión comenzó a moverse. El joven esperaba que el resto del viaje fuese tranquilo sin embargo, no esperaba que en la siguiente parada una sorpresa inesperada tomó desprevenido al peli-gris.
Kaworu dejó de leer cuando vio subirse al camión al chico nuevo. Caminar un tanto retraído, los ojos del chico en un momento se toparon con los de él. Shinji estaba un tanto cohibido no sabiendo cómo reaccionar ante tal situación. Sin embargo, Kaworu le dio una sonrisa tranquila y le señaló el asiento vacío para que se sentara. Shinji no estaba seguro de aceptar tal ofrecimiento, después de todo era un superior. Kaworu por su parte, no le quitó la mirada de encima y le indicó que se sentara. El chico aunque al principio un poco escéptico terminó aceptando la proposición de Kaworu, Shinji fue a sentarse en el asiento vacío.
-Ikari. Hermosa noche.
-Inspector Nagisa. Buenas noches.
Kaworu le dedicó una sonrisa. El chico tan formal como siempre incluso en las horas fuera de la fábrica.
-¿Qué estás haciendo aquí? Inquirió.
-En realidad estaba buscando la calle de Shibuya, mis tíos me mandaron a comprar pan.
El chico le enseñó una hoja de papel donde tenía anotada la dirección. A Kaworu le pareció bastante raro que enviaran al chico a buscar pan tan lejos. Sin embargo, el chico parecía bastante confundido. Como se notaba que Ikari no era un citadino y tenía poca experiencia moviéndose en la ciudad.
-Es la siguiente. ¿Por dónde vives?
-En la calle de Akane ame.
-¡oh! En ese caso de regreso toma el camión de la ruta 3. Ése pasa por tu calle.
-Gracias inspector Nagisa.
-De nada. Le dijo el peli-blanco con una sonrisa.
Shinji no supo qué decir, los ojos de Kaworu eran bastante cálidos, a pesar de la extraña tonalidad color rubí de éstos. Por un momento los dos se quedaron viendo profundamente era como si nada importase excepto ellos. Shinji por su parte también sintió una especie de conexión con el inspector Nagisa. No obstante, debido al movimiento brusco del camión, Shinji cayó encima del regazo de Kaworu.
-¡oh! Vaya. Lo, lo siento.. inspector Nagisa.
-Je, je. Relájate no fue culpa tuya. Fue el camión.
-Yo de todas maneras lo siento, por favor no le diga al señor Fuyutsuki que..
-Oye. No pasa nada. Dijo sonriéndole.
Shinji solo asintió pero sus mejillas seguían rojas, cuando el camión se detuvo en su parada, el chico solo salió corriendo disparado. No quiso importunar al inspector Nagisa más tiempo, así que el chico se bajó corriendo hacia la parada sin voltear atrás. Kaworu lo vio salir a través de la ventanilla del camión: "Qué chico tan interesante"
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