-POV Izuku Midoriya-
Todo era oscuro. El vacío absoluto me envolvía, pero de alguna forma, no estaba solo. Sentía presencias, las voces de los antiguos portadores de One For All, llamándome desde las sombras, empujándome a despertar. Pero, ¿por qué? ¿Por qué tenía que volver?

Poco a poco, el peso sobre mi cuerpo comenzó a desvanecerse, y mis ojos se abrieron lentamente. Al principio, la luz me cegó, y una sensación de confusión me invadió. Intenté recordar cómo había llegado allí, pero mi mente estaba nublada. ¿Qué había pasado?

—¿Dónde estoy?— pensé, luchando por enfocar la vista.

Y entonces lo vi.

—All Might...— susurré. La figura frente a mí me resultaba familiar y reconfortante. Se encontraba sentado junto a la cama, observándome con una mezcla de preocupación y alivio.

—Izuku... finalmente has vuelto,—dijo con una sonrisa, pero sus ojos reflejaban un agotamiento que no pude ignorar. Parecía haber estado esperando durante días.

—¿Cuánto tiempo estuve fuera?—Mi voz sonaba ronca, como si no la hubiera usado en semanas.

—Unos días,— respondió All Might, pero antes de que pudiera preguntar más, él se adelantó. —¿Cómo te sientes? ¿Puedes moverte? ¿Sientes el One For All?

El One For All... Cerré los ojos y traté de concentrarme, buscando esa chispa de poder dentro de mí. Al principio, no sentí nada, y por un momento, el miedo me envolvió. ¿Lo había perdido? Pero luego, allí estaba. Esa fuerza familiar. Estaba débil, pero podía sentirla.

—Creo... creo que lo tengo de vuelta.—dije, algo aliviado.

All Might asintió, aunque pude notar que algo lo inquietaba.

—Es gracias a Tn___,— dijo con un tono más serio. —Ella fue quien te devolvió tus poderes hace unos días.

—Tn___...— Su nombre hizo que me incorporara, a pesar del dolor que recorría mi cuerpo. Necesitaba saber si estaba bien. —¿Dónde está ella? ¿Está bien?

El rostro de All Might cambió, y de repente, el aire en la habitación se sintió más pesado.

—Izuku... Tn___ está en otro hospital,— dijo, eligiendo cuidadosamente sus palabras. —La están vigilando.

—¿Vigilando?—pregunté, sin entender. ¿Por qué la estarían vigilando?

All Might suspiró.

—All for One es una amenaza para la humanidad... también saber que tenía vínculos con la Liga de los Villanos no es muy bueno que digamos.

Sentí que el aire abandonaba mis pulmones de golpe. No podía ser cierto. —¡Eso no es posible!— exclamé, el corazón latiendo descontroladamente. —¡Ella no es una villana! ¡Ella nos ayudó! ¡No puede ser cierto!

Mi pecho se agitaba con rapidez. Todo lo que había hecho por mí... no podía estar relacionado con los villanos.

All Might intentó calmarme, pero no podía quedarme quieto. Las palabras rebotaban en mi cabeza. No importaba lo débil que estuviera, no iba a dejarla allí sola. Luché por levantarme, ignorando el dolor en mis piernas y la debilidad en mis músculos.

—Izuku, ¡espera! Necesitas descansar— Su voz se desvaneció a medida que salí al pasillo. Mi mente estaba nublada, llena de preguntas y angustia. Tenía que encontrarla.

Cada paso era una batalla. Mis piernas temblaban incontrolablemente con cada movimiento, y sentía mi piel arder bajo el sudor frío. El dolor punzante en mi cuerpo me recordaba lo frágil que era en ese momento, pero no podía detenerme. No hasta encontrarla.

Fue entonces cuando escuché voces familiares.

En un rincón del pasillo, pude ver a mis compañeros de la Clase 1-A conversando con Aizawa. No me habían visto aún, y me acerqué lo suficiente para escuchar lo que decían.

—...es un alivio que Eri haya aceptado en rebobinar los poderes de Tn___,— dijo Aizawa, con su tono tranquilo. —Si no fuera por eso, no sé qué opción podía darle a Tn___.

Mi mente se quedó en blanco por un segundo. ¿Rebobinar sus poderes? ¿Qué demonios está sucediendo?

Me acerqué más, sin poder contenerme.

—¿Qué?—pregunté, llamando la atención de todos. Mi corazón latía más rápido mientras los observaba, algunos con caras de alivio, otros con miradas nerviosas. —¿Qué le pasó a Tn___? ¿Por qué necesitó la ayuda de Eri?

Aizawa me miró con calma, pero sus ojos reflejaban una seriedad que me inquietaba profundamente.

—Midoriya, el poder de Tn___ es una amenaza. Su poder es inestable y peligroso. Eri nos va ayudar a que la Tn___ sea una chica normal otra vez.

"Amenaza." Esa palabra se quedó flotando en el aire. ¿Cómo podía Tn___, quien me había devuelto el One For All, ser una amenaza? No podía aceptar lo que estaba escuchando.

Volví a mi habitación en silencio, cada paso me pesaba más. El dolor en mis músculos palidecía en comparación con la presión que sentía en mi pecho. ¿Cómo había permitido que todo esto pasara sin hacer nada? Había estado demasiado tiempo inconsciente, y ahora Tn___ estaba atrapada en algo que no comprendía.

All Might me siguió, su voz sonaba calmada, pero su rostro denotaba preocupación.

—Izuku, sé que esto es difícil para ti. Pero tienes que entender que es por el bien de todos.

¿Por el bien de todos? Mi frustración creció como un nudo en mi garganta. No lo entiendo. ¿Cómo puede ser ella una amenaza?

—No lo entiendo, All Might. ¡Ella no es como ellos! —grité, mientras mis manos temblaban de frustración. —No puedo quedarme sin hacer nada. Es su cuerpo, su decisión.

All Might bajó la cabeza por un segundo, antes de responder en voz baja.

—Ella estuvo de acuerdo en hacerlo.

¿De acuerdo? Lo miré varios segundos, intentando descifrar si lo que decía era verdad. ¿Ella realmente había aceptado perder su poder? Algo no encajaba. No podía ser cierto.

Apreté los puños con fuerza, sintiendo las lágrimas comenzar a acumularse en mis ojos. Me sentía impotente, atrapado en una situación que no comprendía por completo. All Might intentaba explicarlo una y otra vez, pero nada de lo que decía lograba convencerme. Yo la conocía. Sabía que no era una amenaza.

—No puedo quedarme aquí. Tengo que salvarla. No importa lo que cueste.

All Might me miró en silencio, sin saber qué más decir. Pero yo ya había tomado mi decisión. No importaba lo que dijeran. Tn___ no era una villana. Y haría lo que fuera necesario para demostrarlo.