-Pov Tn___-
El hospital estaba en silencio, pero mi mente no lo estaba. Los pasillos, siempre vacíos a estas horas, no ofrecían consuelo alguno. Desde mi cama, miraba al techo, mis pensamientos enredados como los cables de las máquinas que me rodeaban. Mi cuerpo sanaba más rápido que el de los demás, pero me había negado a usar mi regeneración completamente. Necesitaba tiempo. Tiempo para pensar, para procesar todo lo que había sucedido y para decidir mi futuro.

Las voces en mi cabeza no me dejaban en paz. Desde que el "All for One" se había convertido en parte de mí, susurraban constantemente. Eran voces llenas de tentaciones oscuras, ofrecimientos de poder que no quería ni necesitaba. No podía permitir que me corrompieran. Tenía que ser más fuerte que ellas, pero la verdad era que estaba agotada.

Nadie sabía que estaba en este hospital, o al menos casi nadie. Solo Aizawa, All Might, y un pequeño grupo de personas de absoluta confianza conocían mi paradero. Para el resto del mundo, era una incógnita, alguien que había caído bajo el peso de su propio poder y que ahora estaba en el limbo. ¿Era una amenaza? ¿O una aliada? Ni siquiera yo sabía la respuesta. Lo único que sentía con certeza era el peso de esa incertidumbre sobre mis hombros. Me estaba asfixiando.

Entonces, mis pensamientos volvieron a aquella noche. La noche en que me escapé de esta misma habitación. Midoriya seguía sin despertar, y yo no podía seguir cargando con el "One for All". Nunca había sido mío para empezar. Esa noche, desobedecí todas las órdenes. Me infiltré en la sala donde estaba Midoriya, rodeado de máquinas, inconsciente, su rostro pálido y lleno de heridas. Me arrodillé junto a él, mis manos temblando mientras tocaba las suyas.

"No puedo mantenerlo más tiempo", me repetí una y otra vez. Sabía que no había sido justo para ninguno de los dos. Intenté devolvérselo. Cerré los ojos, concentrándome en el flujo de poder, en la energía que sentía vibrar dentro de mí, que no me pertenecía. Cuando finalmente logré sentir cómo el peso comenzaba a liberarse, supe que había hecho lo correcto. Aunque Midoriya aún no había despertado, el "One for All" había regresado a su legítimo portador. Ahora, era cuestión de tiempo.

La puerta de la habitación se abrió suavemente, sacándome de mis pensamientos. Aizawa y All Might entraron. Ambos me miraban con una mezcla de preocupación y seriedad. Sentí cómo mi corazón se aceleraba.

—Tn___, ¿cómo te sientes hoy? —preguntó All Might, con esa voz tranquila que solía ofrecer consuelo en momentos de incertidumbre.

Respiré hondo, sin querer mostrar lo confundida que realmente estaba. —Estoy... bien —respondí, aunque mi voz traicionaba mi mentira—. ¿Cómo están los demás?

Aizawa, siempre directo, me respondió sin rodeos. —Están mejorando. Todos, excepto Midoriya. Aún no ha despertado.

Un nudo se formó en mi estómago al escuchar esas palabras. Sabía que no podía ocultar lo que había hecho. No podía seguir con este secreto.

—¿Todavía no? —susurré, mi voz apenas un murmullo.

All Might se acercó un poco más, sus ojos llenos de preocupación. —No. Los médicos dicen que es cuestión de tiempo. Aunque... —hizo una pausa, mirándome directamente— algo ha cambiado en él. "One for All" parece estar de vuelta. Eso nos da algo de tranquilidad.

Sentí que mi corazón daba un vuelco. Ahora era el momento. Debía decirles lo que había hecho.

—Yo... —dudé un momento, tragando saliva—. Yo se lo devolví. La noche en que me escapé de mi habitación y me encontraron en su habitación. No podía seguir con ese poder. No era mío... así que lo devolví. No sé si lo hice bien, pero lo intenté.

El silencio que siguió fue casi ensordecedor. Aizawa y All Might se miraron entre sí, pero no había sorpresa en sus rostros. De hecho, All Might esbozó una pequeña sonrisa, algo que no había visto en mucho tiempo.

—Hiciste bien, Tn___ y lamentamos en la forma en que te tratamos esa noche. —me dijo All Might, con una calidez en su voz que no esperaba—. Ese poder no era una carga que debías soportar. Saber que lo has devuelto a Midoriya nos da esperanza. Ahora solo queda esperar que él despierte.

Aunque sus palabras me ofrecían un alivio momentáneo, todavía quedaba mucho por enfrentar. El "All for One" seguía dentro de mí, un peso oscuro y constante que no desaparecía.

Aizawa, siempre pragmático, se sentó junto a mi cama. —Sabemos que no elegiste llevar el "All for One". Entendemos si quieres deshacerte de él.

Sentí que el aire en la habitación se hacía más pesado. El "All for One" había sido una maldición, pero también un recordatorio constante del peligro que podía representar. Para el mundo, seguía siendo una amenaza en potencia. Podía escuchar las dudas y el miedo en las palabras de otros héroes, las miradas que me lanzaban. No importaba cuánto lo intentara, siempre sería vista con recelo. Incluso yo tenía dudas sobre mí misma. No podía permitir que este poder definiera quién era.

—Quiero... —empecé, con la voz entrecortada—. Quiero eliminarlos. No quiero que nadie más sufra por mi culpa. No quiero arriesgarme a perder el control.

All Might asintió, su expresión comprensiva. —Eri puede ayudarte con eso. Puede revertir los efectos del "All for One" y eliminarlo de tu sistema. También podemos quitar otros poderes si es lo que deseas.

El escalofrío recorrió mi columna. No les mencioné el poder de Dabi. Había adquirido su poder de una manera que aún me costaba explicar, y sabía que si lo mencionaba, querrían eliminarlo también. Pero no podía permitirlo. Había algo en ese poder que no podía abandonar, una conexión con Dabi que no quería romper. Era como una promesa que debía proteger, aunque nadie lo supiera.

—Sí, quiero eliminar el "All for One" y cualquier otro poder que considere peligroso —respondí cuidadosamente—. Pero... quiero pensar un poco más sobre que pasará luego de eso.

Aizawa me miró por un momento, frunciendo ligeramente el ceño, pero finalmente asintió. —Es tu decisión, Tn___. Lo más importante es que tomes la decisión que consideres correcta para ti y para los demás.

All Might me ofreció una sonrisa cálida, más relajada ahora que conocía la verdad sobre el "One for All". —No estás sola. Estamos aquí para apoyarte en lo que decidas.

Sentí un alivio inesperado. Sabía que el camino que me esperaba sería largo y difícil, pero al menos no tendría que enfrentarlo sola. Tenía aliados, tenía amigos que me apoyaban.

—Gracias —dije, mi voz más firme que antes—. Prometo que no los decepcionaré.

Aizawa y All Might se marcharon, satisfechos con mi determinación, dejándome sola una vez más con mis pensamientos. Aunque sabía que la sociedad aún no había tomado una decisión sobre mí. Para muchos, era una heroína. Para otros, una bomba de tiempo. La verdad era que no tenía muchas opciones.