La lluvia caía sin piedad sobre las calles de la ciudad. Izuku Midoriya, una sombra de lo que alguna vez fue, se arrastraba por un callejón oscuro. Su cuerpo estaba magullado, sus huesos rotos. Los héroes, aquellos que debían proteger a los indefensos, lo habían dejado en este estado. ¿La razón? Su quirkless, su falta de poderes sobrenaturales.

Había sido un acto de valentía, una elección impulsiva. Izuku había intentado proteger a una chica, una joven asustada que había escapado de un grupo de villanos. Sus ojos habían encontrado los de ella, llenos de gratitud y miedo. Y él, sin pensarlo, había intervenido. Pero los héroes no vieron su valentía; solo vieron su falta de quirk.

Los golpes habían llovido sobre él. Los héroes, con sus poderes destructivos, lo habían dejado en el suelo, sangrando y roto. "Los quirkless no tienen lugar en este mundo", habían dicho. "No mereces ser un héroe". Izuku había sentido la impotencia, la rabia, la traición.

Ahora, en ese callejón, se aferraba a la última chispa de su voluntad. La venganza. Esa palabra resonaba en su mente como un mantra. No podía quedarse de brazos cruzados. No podía permitir que los héroes siguieran pisoteando a los indefensos. No podía olvidar la mirada de la chica, su agradecimiento silencioso.

La piedra tallada que había encontrado en el edificio abandonado estaba en su bolsillo. Sus símbolos brillaban con una luz inquietante. All For One. El poder prohibido, la oscuridad que lo consumiría. Izuku sabía que no había vuelta atrás. Pero no le importaba. Si los héroes no lo protegerían, él se protegería a sí mismo.

Y entonces, como si respondiera a su desesperación, la piedra emitió un resplandor. Una figura apareció ante él: Akira, un joven de cabello oscuro y ojos penetrantes. Akira era la manifestación de su poder, la personificación de la oscuridad que lo rodeaba.

"Izuku, eres el elegido", susurró Akira. "Posees el quirk de All For One. Juntos, cambiaremos el mundo. Pero recuerda, las sombras nunca olvidan."

Izuku tomó la mano de Akira, y en ese momento, sus destinos se entrelazaron. La oscuridad se cerró a su alrededor, y el mundo tembló. ¿Qué precio pagarían por su venganza? ¿Qué secretos ocultaban las estrellas?