Día 29: Warmness on the soul [Parte final]

Día 29: Fantasía

Canción: Warmess on the soul

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Azotó el mostrador de madera que tenía adelante, mirando con cierta ferocidad a la mujer que estaba detrás, quien tragó saliva al ver su rostro estoico. La rubia se quedó de pie, intentando pensar las palabras adecuadas.

Neji necesitó cinco segundos viendo como el auto se alejaba para determinar que no podía aceptar que su vida terminara de esa forma, no cuando estuvo tan cerca. Era bastante testarudo y justo ahora haría todo lo posible para lograr aquello que había decidido.

Salvar a aquella castaña que tanto le había costado encontrar.

Entendía perfectamente que anteriormente nunca había hecho nada para intentar salvarse de ese destino inminente, jamás la había buscado, ni lo había intentado. Pero justo por eso mismo, es que al ver el auto avanzar con su voz resonando en su cabeza mientras extendía la mano hacía él, Neji Hyuga decidió por primera vez en su vida hacer algo al respecto con el tema de su destino.

Por ella, por una alternativa diferente a la muerte en solitario como pensaba. No pensaba dejarla ir con tal facilidad.

Decidió movilizarse antes de perder el auto de vista, fue a exigir al aeropuerto por algún protocolo de acción, por que sabía que algo así no podía ser posible que solo pasara una sola vez. Si había pasado un par de veces, sin embargo, no actuaban en respuesta a ello, por que no estaba en su jurisdicción.

―¿Estas jodiendome? ― El Hyūga estaba realmente enojado y más por la calma en la cual tomaban esa situación. Parecía un punto irrelevante.

El copiloto, Kiba, había intentado calmarlo tomando su brazo y pidiéndole que baje la voz. Pero Neji simplemente lo fulminó con la mirada, a lo cual el castaño retrocedió con las manos alzadas, por que sabía que si volvía a tocar al piloto terminaría en el suelo.

―Lo siento señor, pero no estamos en condiciones de hacer nada. Podría intentar con la policía, pero... no creo que cuente con mucha suerte. Así son las cosas aquí.

Odiaba demasiado esa aceptación de lo hechos sin la posibilidad de hacer algo para cambiarlo. Era lo que les habían impuesto a toda la humanidad y volverla a escuchar con algo tan importante le enfermaba. Fulminó con la mirada a la mujer detrás del mostrador y dio la vuelta, intentando considerar sus opciones.

Tomó su teléfono y marcó el número que había obtenido, jalando su corbata hasta deshacer el nudo, sintiendo como de alguna forma le impedía respirar bien. Escuchó el tono de marcado y como respondía una voz aburrida al otro lado de la línea.

―Habla Neji Hyūga., de la procuraduría general de justicia, número de placa 351736019 me comunico por una situación de secuestro que ocurrió en el aeropuerto de la ciudad. ― Estaba un poco nervioso al respecto por haberse ido por personificar a alguien, sin embargo, la desesperación lo dominó. ― debido a su incompetencia ante este infortunio y por su negativa a acudir cuando se ha solicitado ayuda. ― La mujer de mostrador había dicho que habían accionado la alarma pero habían pasado veinte minutos y no hubo rastros de ninguna unidad.

Todos estaban acostumbrados a dejar pasar esas cosas, pero él no lo haría. Su reloj biológico estaba corriendo y tenía un día para poder encontrarla y tocarla. Por que no era suficiente con tenerla enfrente, debían estrechar sus manos al menos, que ambas almas tuvieran ese contacto para detener su inminente muerte.

Aquella que, si podía hacer algo para evitar que sucediera, lo haría.

Aún recordaba el rostro de miedo de la castaña, su pequeña lucha y el arma apuntada en su cara. Sentir como se alejaba hasta que la conexión sensorial se rompió, fue tal como si le hubieran quitado algo importante, algo que necesitaba. Y ese vacío que dejó lo estaba asfixiando.

Escuchó el otro lado un ruido estridente, como si el auricular se haya caído y levantado rápidamente.

―Oh, comisionado... ―Dudó un largo rato. ―Unos oficiales estaban en camino. ― Sabía estaba mintiendo.

Pero habló por hablar por el tono enojado que Neji había usado, sabía que sus palabras causaban un impacto en las personas, por la frialdad que solía usar de forma normal y aún más cuando estaba enojado.

―Se supone que hay oficiales asignados a esa zona... ¿puede pasarme sus nombres y matriculas para pasar el reporte para su destitución? La ausencia de su labor es inaceptable.

Se sorprendió a si mismo ante sus palabras, por que estaba yendo muy lejos con su mentira, pero necesitaba sonar convincente si quería que alguien se movilizara. Él no tendría éxito de saber a donde fue llevaba la mujer y mucho menos de enfrentarse a toda una organización. Necesitaba una clase de apoyo. Y un poco de colección no estaba mal.

Un silencio al otro lado de la bocina lo recibió y sabía que el hombre tras la bocina estaba pensando como actuar a continuación.

―Señor, estamos a sus ordenes para lo que necesite.

Llegó la respuesta que necesitaba y un ligero alivio lo invadió. No podían oponerse a una autoridad mayor y más cuando había sido testigo de algo tan "grave" como eso.

―Necesito dos unidades y varios de sus hombres para recogerme en su aeropuerto e ir a la base del trafico de esencias, lo antes posible.

Sabía que todos en la ciudad sabían cual era su base de operaciones, por que posiblemente se mantenían lejos para evitar ser usados para ese negocio. Aún no entendía como había gente viviendo ahí con ese peligro latente a cada esquina, suponía se habían adaptado.

Colgó el teléfono para meter aún más presión y dejar marcado en que situación estaban. Sabía llegarían en unos minutos. Había sido audaz como nunca y logró lo que se proponía. Se fue al baño del aeropuerto, deshaciéndose de su abrigo de piloto, el sombrero y se recogió las mangas de la camiseta blanca hasta los codos. Buscó en su billetera su licencia de piloto, para usarla como placa, si le pedían verla. Aunque dudaba que le preguntaran al respecto.

Dos patrullas llegaron a las puertas del aeropuerto y la mujer en el mostrador se asombró de ver a los uniformados ahí, lo cual dictaba que no solían verlos de forma frecuente.

Neji se acercó con gran decisión a una patrulla, siendo saludado con una inclinación y unas palabras atolondradas que salieron de la boca de uno de los oficiales. Suponía que había sido uno de los que debió llegar hace media hora. Sin responder a su saludo, se acercó al auto subiéndose en el asiento delantero, más específicamente del copiloto. Algo un poco extraño por que solía ser el piloto desde hace unos cuantos años.

Uno de los oficiales se subió en el asiento de junto, encendiendo el auto.

―¿Seguro que quiere ir?

―¿Esta desafiando mis ordenes?

El hombre a su lado desvió la mirada de la aperlada que lo miraba con gran fiereza. Puso en marcha el auto mientras indicaba en los intercomunicadores a la patrulla que lo seguía de cerca las ordenes del comandante. Entrar a discreción, una emboscada, arrestar a los que pudieran con la mayoría de los rehenes. Un tono de duda se escuchaba, por que sabían que significaba el meterse a la boca del lobo. Iban a haber muchos muertos ante ese enfrentamiento contra la mafia que dominaba la ciudad.

Neji trago saliva ante esa perspectiva, de estar poniendo en peligro la vida de muchos oficiales. Pero despejó esa idea de su mente. Se suponía que ese era su deber, proteger a las personas y detener a esa mafia que colonizaba cada vez más el mundo. Podía estar seguro de que mucho de los oficiales se habían unido a la fuerza para detener a esa mafia por que se habían llevado a algún ser querido. Sin embargo, el miedo colectivo era más fuerte.

Se dirigieron al cuartel de la policía donde estuvieron horas buscando voluntarios para el operativo y trazando un plan para poder sobrevivir a la masacre que se acercaba. El jefe de policía, comunicó toda la información que se tenía sobre el cuartel de esencias, su centro de operaciones a las afueras de la ciudad y la forma en la cual se manejaba todo el procedimiento.

Adquirían las esencias por un incensario recolectando el mayor número y enviándolas hacia donde eran requeridas. Tenían pedidos grandes que enviaban a todo el mundo. Mayormente conseguían a la gente de otros países o condados cercanos, sin tocar a la población de la ciudad. A menos que un pedido se le saliera de las manos como que el tiempo se les venía encima. En esos momentos dejaban su política de "respetar" a la ciudadanía que les daba de comer y los dejaba vivir tranquilos y tomaban a la primera persona que veían.

Y si contaban con la suerte, como ahora, de que un avión llegara al aeropuerto, era aún mejor. Por eso siempre estaban monitoreando los aviones que llegaban para cumplir con sus entregas. Y justo cuando habían estado desesperados el avión de Neji llegó a sus tierras. Neji maldijo en su interior, la había entregado en bandeja de plata a esos traficantes.

La operación comenzó a tomar forma luego de unas horas cuando toda la información salió a la luz. Llegarían e irrumpirían con la ventaja del factor sorpresa de su parte. Con todos los hombres armados que pudieran, disparando sin detenerse a considerar arrestar a nadie. Y traer consigo a todas las personas que estuvieran aún con vida.

Ellos no capturaban a un gran numero de personas y los mantenían ahí unos días. Los usaban con rapidez, desechando la piel y borrando la evidencia lo más pronto posible. Neji tragó saliva cuando escuchó algo como eso. ¿Cuánta probabilidad existía de que la castaña siguiera viva? La idea de pensarlo le asustaba. Solo podía aferrarse a la idea hasta que viera su cuerpo inerte. Aunque de verdad prefería no hacerlo. Y la simple pregunta era estúpida, por que si ella estuviera muerta, el mismo lo estaría, su propia alma se lo hubiera indicado.

Esa era toda la seguridad que tenía, que aún no llegaban hasta donde ella para tomar su esencia.

Antes de darse cuenta los oficiales comenzaron a moverse con rapidez, le fue entregada un arma que le resultó pesada. Pero que sin pensarlo la colocó en el cinturón de sus pantalones. Un chaleco anti-balas y todos se dirigieron hacia los vehículos.

¿Qué podría pasar si se enteraban que era un simple piloto de avión desesperado por no perecer en un día? Sacó su móvil un momento para ver los mensajes de Kiba de que debían salir ese mismo día o estaría en problemas ¿Por qué estarían en problemas? ¿No entendía que la situación de ahora era mucho más importante que lo que sus superiores podrían decir? Frunció el ceño y en ese mismo momento sus ojos malva se fijaron en la fecha.

Jodida mierda.

El miedo lo abrumó de golpe al ver que el tiempo se le había escapado de los dedos sin darse cuenta, lo cual era aún más frustrante. Eran las diez de la noche, estaba a dos horas de su fatídica muerte. Un chillido en su oreja lo hizo perderse en su miserable destino. ¿De verdad todo había avanzado tan rápido?

Entendió en ese momento el mensaje de iba de que podría estar en problemas. Se referia a los planes que Neji había tenido sobre su muerte. Que buscaba llegar a casa antes de que pasara y no pilotear hasta que su corazón se detuviera. Ahora mismo solo había dos posibilidades. O encontraba a la castaña y la tocaba en las próximas dos horas o alguien debería enviar su cadáver a casa.

El sonido del reloj resonó en sus orejas con ruido y sus manos sudaron ante una reacción biológica de ver más cercana su muerte. Su pecho dolió un poco. Se suponía que se había preparado para este momento desde hace tiempo, sabía que moriría, lo había aceptado. Entonces ¿Qué era este ritmo cardiaco descontrolado?

Había visto un poco de esperanza en ese muro gris que se había alzado en su interior, una luz cercana que tenía una risa encantadora. El auto deteniéndose de golpe lo trajo a su realidad, donde en algún momento se había subido a una patrulla y habían llegado al cuartel general de trafico de esencias.

Miró al hombre a su lado y observó la decisión en sus ojos azules, había llegado el momento de hacer algo por ese pueblo en decadencia humana.

Escuchó como más unidades eran llamadas al área de encuentro y se sintió nervioso, con el estomago revuelto. Estaba a punto de meterse a un fuego inminente con la vaga esperanza de encontrar a esa mujer viva. No sabía como se llamaba y había movilizado a toda la ciudad por esto. Pero su tiempo estaba terminándose con rapidez y debía moverse si quería respirar.

Los oficiales comenzaron a moverse alrededor del gran edificio de piedra que tenían enfrente, con las espaldas pegadas a los muros. Neji iba por detrás del jefe de policía que le indicaba a sus hombres moverse. No sabía si por el valor que les nació en ese poco tiempo o por impresionarlo a él, un falso comisionado.

El jefe de policía asintió con la cabeza y con brusquedad forzaron la puerta de madera grande irrumpiendo con violencia. Los cañones de las armas comenzaron a resonar por todas partes y las balas volaban por todos lados. Gritos y quejas, además de maldiciones llegaban por todos lados del sitio. Neji se quedó en su sitio pasmado un par de segundos que parecieron más largos, sintiendo la frialdad del metal de su arma entre las manos e impulsado por algo desconocido, tal vez su negativa a morir, se adentró al lugar, cubriéndose con una mesa cercana. Los policías refugiados por diferentes lados y disparando, avanzando por el lugar. Disparaban con todo lo que tenían y se cubrían intentando evitar las balas. Había hombres caídos regando su sangre por el suelo. Permanecieron en ese tipo de estancia durante uno largo rato en un intento de que alguno retrocediera. Neji sentía el tiempo avanzar con gran velocidad. La adrenalina subiendo por sus venas y el coraje cobrando vida. Necesitaba moverse, ahora, debía hacerlo.

Neji se levantó de su sitio observando la situación, a los traficantes retrocediendo y el decidió correr hacia donde se encontraban, observando como habían tomado rehenes entre ellos para usarlos de escudos humanos. Un brillo en su periferia le reveló el incensario.

Con arma en mano e inclinándose lo más posible se acercó, llegando a la puerta siguiente viendo a los policías siguiendo a un grupo por el lado derecho. Neji en ese momento observó su orbe destellar con fuerza y sus ojos malva miraron al lado izquierdo observando como un solo hombre se alejaba con incensario en mano y con la otra llevaba a alguien de rehén. Todo su cuerpo reaccionó siguiendo a aquella persona que se alejaba con rapidez.

Mientras avanzaba con rapidez, observó cada vez más cerca la espalda del hombre. El lugar era un laberinto de tuberías, estrecho e iluminado por focos que estaban colocados a escasos metros entre ellos. Brindaban una penumbra que podría confundir a cualquiera. Sin embargo, Neji fue guiado por el orbe que brillaba con gran intensidad reaccionando al suyo. El cabello castaño asomándose y la voz que había escuchado en el avión le confirmó que era ella.

Escuchó a ese hombre maldecir, tal vez por la pelea que la castaña le daba por intentar librarse del agarre. Parecía intentar golpearlo y resistirse a seguir avanzando. La chica se movió en un ángulo extraño y golpeó al hombre con fuerza, quien retrocedió violentamente, hasta detenerse.

Neji fue consiente de como el incensario que aquel hombre sostenía salió volando de sus manos, hacia atrás, cerca de su ubicación. Se detuvo al ver aquella acción.

El traficante maldijo y miró hacia atrás notando que había sido seguido y observando la esfera cilíndrica deteniéndose en el pasillo. Ambos hombres miraron el objeto y levantaron la mirada observándose unos segundos a los ojos. Teniendo la misma idea en la cabeza.

Al mismo tiempo ambos se movieron con rapidez para alcanzar el incensario. Neji lo tomó entre sus manos y alzó la mirada unos segundos escuchando la descontrolada carrera cardíaca en sus oídos. En unos segundos vio al hombre acercarse con una mirada asesina y aún así su mirada malva se dirigió hasta atrás, encontrando la mirada castaña unos segundos.

―Huye― No sabía si su voz había salido o solo había movido sus labios, pero la chica pareció captar la idea.

O eso le pareció, ya que no se detuvo a comprobarlo, solo acertó a dar la vuelta e irse corriendo con el objeto en mano para evitar se atrapado. Tenía que distraerlo el tiempo necesario para que no regresara por la chica y esta pudiera huir. Aunque todo su organismo le decía que debía volver con ella, buscarla. Pero la situación le hacía imposible hacerlo.

Se movió por el laberinto de pasillos y escucha como uno de los tubos tras suyo es impactado por una bala. Tragó saliva al saber que aquel hombre tenía un arma y que iba a morir de una manera que no esperaría. Su cabeza comenzó a moverse con rapidez mientras siguió doblando y doblando por los pasillos en un intento de perderlo. Pero el hombre lo seguía de cerca. Se movía arbitrariamente y en zigzag para no ser atrapado.

Dobló una de las esquinas y vio una oportunidad destellante, tomó aquel objeto brillante y dio la vuelta sobre sus pies, tomando vuelo con los brazos para acertar un buen golpe. El tubo en sus manos se movió con rapidez y justo terminó a atinarle al hombre que venía tras suyo, golpeándolo con gran fuerza en la cabeza. Aquel hombre cayó al suelo inconsciente.

Neji lo movió con su pie para comprobarlo y lanzó el tubo lejos de él. Pateo el arma que había caído de manos del traficante y respiró profundamente por primera vez en toda la noche. Apoyó las manos en sus rodillas e inhaló y exhaló lentamente. Decidió moverse, siguiendo sus propios pasos para poder salir de ahí.

Intentó mirar la hora en su reloj de mano pero el orbe en su bolsillo le llama aún más la atención. Estaba parpadeando de una forma extraña. Lo sacó y lo detuvo entre sus manos observando unos momentos. Parecía como si se estuviera apagando.

Un latido doloroso llenó su pecho y es cuando sus orbes malva viajaron hacia el reloj. Tenía cinco minutos. Tragó saliva mientras sintió un extraño entumecimiento en el cuerpo. Recio a negarse a haber estado tan cerca de salvarse, le ordenó a sus piernas moverse. Un paso a la vez, y otro, hasta que sin darse cuenta ya se encuentraba corriendo. Regresando sobre sus pasos.

Intentando recordar si ese era el camino y dudando sobre todo lo que había hecho hasta el momento. La respiración agitada salida de entre sus labios y su cabeza intentando viajar a toda velocidad, convenciéndose de que podría hacerlo. De que toda esta peripecia absurda había valido la pena. Cerró los ojos mientras aumentaba la velocidad. Sus pulmones doliendo por el esfuerzo o por que se estaba quedando sin aire.

La visión malva comenzó a tornarse borrosa y era aún más difícil moverse. Se obligó a si mismo a seguir dando vueltas, seguir avanzando. Intentó ver su reloj, pero su visión no era para nada clara. Sus piernas perdieron fuerza y cayó al suelo, con torpeza.

Maldijo fuertemente mientras intentó levantarse, pero una debilidad absoluta llenó su cuerpo. Intentó arrastrarse por el suelo, aunque muy dentro suyo supo que era demasiado tarde. Su muerte inminente se alzaba con violencia y su vida comienza a pasar en su cabeza con rapidez. Pensando que siempre hizo todo lo que había querido, regirse por el destino absurdo que tenía toda la sociedad. Aunque le hubiera gustado morir en algún otro lugar que en el cuartel de aquellos tratantes de esencias.

Al menos su alma ya no podría servirles.

Al menos había conocido a aquella que había sido forjada para él, esa chica a la cual le hubiera pertenecido su alma en otras condiciones, a la que hubiera pasado toda su vida si tal solo la hubiera buscado por un momento...

Respiró profundamente, su ultima respiración mientras sus parpados se cerraban, dejando ir la luz de aquel foco destellante y con la figura de aquella chica en su cabeza con la sonrisa más encantadora que había visto y sus labios moviéndose diciendo su nombre una y otra vez.

Un calor abrumador inundó todo su cuerpo, obligándolo a abrir los ojos con violencia. Unos ojos castaños mirándolo con intensidad y con el ceño arrugado en gran preocupación. El alivio llegó a su rostro y sin esperar más, aquella chica se abalanzó, colocando todo su cuerpo sobre él.

Neji un tanto aturdido rodeo la cintura femenina ¿acaso había muerto y este era una especie de paraíso?

―Por poco, Neji Hyūga, por poco te perdía.

Su voz susurrando aquella frase en su oreja lo hizo estremecerse y sintiendo un calor más abrupto en el rostro. Intentó incorporarse con lentitud, aunque ella no parecía dispuesta a alejarse demasiado de él.

Sus ojos detectaron que seguía en el suelo, donde había perecido o eso pensaba y ella lo había encontrado con un poco de suerte.

―Te dije que huyeras.

La castaña se alejó con violencia mientras fruncía el ceño, le recordó tanto a él mismo.

―¿Y dejar que murieras? Tu rostro indicaba que no te quedaba mucho tiempo y si no venía a buscarte, estaría condenándome a mi misma.

La chica reveló el orbe que destellaba con fuerza en su cuello, Neji aún aturdido vio la suya en su mano, que brillaba con la misma intensidad. La observó un largo rato evaluando que no había tenido una deprimente muerte.

Alzó la cabeza volviendo a encontrar a la castaña a una distancia un tanto invasiva. Abrió los labios para decirle que debían irse, pero sin más sus labios fueron atrapados por los femeninos, en una danza desesperada y un tanto torpe. La calidez y humedad de la boca femenina golpeo fuertemente su pecho, desatando una gran calidez en la boca de su estómago.

Ella se alejó con una sonrisa avergonzada y Neji mismo no salía de su estupor. Sabía que tarde o temprano pasaría, pero justo ahora y en ese momento lo tomaba totalmente desprevenido.

―Llevo tanto tiempo queriendo probarte. ― Una sonrisa entre nerviosa y coqueta adornaba el rostro moreno. Sin embargo, se dio cuenta de lo que había dicho y desvió la mirada avergonzada.

Se levantó de su regazo, mientras el se levantaba del suelo. No lo ayudó y lo agradeció, tal vez ella intuía que tan orgulloso podía ser.

―Por cierto, soy Tenten, gracias por venir a buscarme.

Neji sonrió ligeramente, sabiendo que iría a buscarla hasta el fin del mundo, si así podría volver a probarla.

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¡Y con esto finalizamos esta trilogía! Espero que les haya gustado tanto como a mi al escribirla, este mundo nuevo con un poco de mitología en él y cosas fantásticas como el alma compartida.

Publicaré cada una de mis trilogías por separado de este mes Nejiten y esta especialmente tendrá una parte extra que quiero introducir para hablar un poco de su relación.

Siento demorar tanto en terminar el mes Nejiten, pero algunas cosas pasaron, que no estaban en mi control, sin embargo, el sábado termino de subir todas las historias.

¡Saludos y gracias por leer hasta acá!

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