Día 27: Falling in love with you [Parte 2]
Día 27: Cita de noche
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El auto se detuvo una vez que llegó a la dirección que le proporcionó al taxista, se quedó en el asiento de atrás unos segundos hasta que vio al hombre del volante que lo observaba por el retrovisor, sintiendo la presión de bajarse. Suspiró por lo bajo y pagó la tarifa de su viaje, aún pensando seriamente en decirle que lo lleve de regreso.
No quería estar ahí, pero lo habían obligado.
Se bajó del taxi y miró detenidamente el lugar que tenía enfrente considerando todas sus opciones para intentar salirse de esa situación sin quedar mal, pero por primera vez lamentó ser tan correcto y caballeroso. De otra forma la hubiera dejado plantada sin ningún remordimiento, pero Lee lo había atacado donde sabía que debía hacerlo.
Un día atrás a Lee le pareció una brillante idea conseguirle una cita.
―¿Tienes algo que hacer mañana?
Neji negó sin verlo realmente, estaban en su cuarto viendo una película y prestaba atención a la pantalla. Solían reunirse de esta forma una vez al mes o cuando sus agendas lo permitían. Se llevó unas cuantas palomitas a la boca.
―Perfecto, tienes una cita mañana.
Neji desvió la atención de la pantalla hacia su mejor amigo que tenía una sonrisa cómplice en el rostro. Permaneció viéndolo unos segundos y se sentó más derecho.
―Es una mala broma, ¿cierto?
Lee se quedó sonriendo tan animadamente que se dio cuenta que su rostro dejaba entrever que no era una broma y que no estaba jugando en lo absoluto.
―Puedes hacer lo que quieras, no iré.
―Neji jamás ibas a atreverte con la chica de la cafetería y necesitas seguir. ― Aquello fue como un golpe bajo.
Sin embargo, no le importaba lo que Lee pensaba o hiciera, él estaba bien con la dinámica y la forma en la cual se estaban llevando las cosas, no necesitaba ayuda en cuestión de mujeres. Además, no iba a interesarle ninguna otra que no fuera Tenten, pasara lo que pasara.
―Ya esta hecha la cita, tienes que ir... a menos que quieras dejarla plantada, esperándote.
Neji al inicio se dijo a si mismo que lo haría, pero mientras las horas pasaban y Lee le mandó la dirección, decidió que no era muy propio de si mismo hacer algo como eso. Acudiría y le diría las cosas claramente, que no le interesaba una relación romántica y que su amigo se metía en cuestiones que no le incumbían.
Por eso ahora, a pesar de sus nulas ganas de estar ahí, ingresó al restaurante llegando a la recepción casual y minimalista, siendo recibido por una mujer que sonreía cordialmente.
―Alguien esta esperándome... tengo una reservación ― Se corrigió a si mismo. ― Neji Hyūga. ― Lee le había dicho que había hecho la reservación a su nombre.
Había llegado quince minutos tarde por el trafico en la ciudad. Todo hubiera sido más fácil si hubiera llevado su propio auto, pero no quería verse en la obligación de ofrecerse a llevarla a casa cuando fuera directo al punto de terminar toda esa cita absurda. Pero una gran razón era que no quería estar ahí. Odiaba ser tan correcto a veces.
―Si, ahora lo guiarán a su mesa.
Intentó oponerse al decir algo como que no iba a demorar mucho, pero esperó a una empleada que le dijo que lo siguiera de cerca y cuando pasaran el cuarto tendría que tomarlo del hombro. Neji levantó la ceja al escuchar eso sin comprender bien a que se refería.
Hasta que se hizo la oscuridad y el entendimiento llegó como una pelota de beisbol golpeando su cabeza. Entendió que lugar era ese y se sintió completamente frustrado por como Lee había armado todo esto. Un restaurante sensorial, aquel del cual había leído en un articulo de hace meses. La idea de su amigo era tal vez conocer a la chica antes de verla físicamente y juzgarla. No es como que las apariencias le importaran, pero de esa forma te permitía conocer mejor a la persona.
Lee se había tomado tantas molestias absurdas...
A veces parecía conocerlo tanto y a veces parecía que no, considerando que sabía su postura, el molestarse para que todo saliera bien era innecesario, nada cambiaría su postura.
―Aquí esta ― Tomó la mano del Hyūga y la colocó en el respaldo de la silla.
Neji corrió la silla un momento inseguro y un tanto incomodo, no le gustaba para nada no tener el sentido de la vista, se sentía torpe y que sus planes cambiaban drásticamente. No podría llegar, decirlo y salir de ahí. Tendría que seguir todo lo que el restaurante incluye... y para salir de ahí debía tener cuidado o terminaría chocando con otra mesa. Comenzó a analizar las opciones restantes que tenía.
―En breve traeré sus bebidas y un poco más tarde la comida.
El Hyūga sintió su boca hacer cosquillas por querer decir algo al respecto y cancelar eso. Pero lo consideró. Si la mujer enfrente suyo había ido ahí por él, tal vez esperaba todo esto. Respiró profundamente cuando su sentido auditivo escuchó la tela moviéndose y pensó que la mesera se había ido. Entonces consideró en quedarse y al final mencionar su posición actual, aunque no por ello dejaba de sentirse incomodo. No le gustaba la oscuridad absorbente ni el no poder verla.
De hecho la mujer que estaba en la mesa no había hablado y pensó si esperaba que él lo hiciera, posiblemente no lo conociera y solo lo había visto de vista. Y ahí comenzó a considerar quien era y que esperaba de todo esto considerando que Lee la había invitado en su nombre. Quien sabe que cosas le había inventado para hacerlo.
―Todo esto es muy extraño ¿no? ― Una risa ligera resonó enfrente suyo. ― No pensé que te gustaban estos sitios, Neji.
Neji sintió como su corazón se detuvo súbitamente mientras sus labios se entreabrían por la impresión. Su musculo cardiaco latió desquiciado en su sitio, las fuerzas y su propia voluntad huyeron de todo su cuerpo. Se quedó mirando al frente, a la plena oscuridad intentando visualizar algo inútilmente.
Lee era un desgraciado hijo de...
Todo su cuerpo reaccionó al reconocimiento de esa voz y esa risa, esas que había escuchado tantas veces en los últimos seis meses y que podría escuchar toda una vida.
―¿Tenten? ― Se le salió sin más, sin pensar en sus palabras.
―¿Acaso esperabas a alguien más? ― Su tono reflejaba duda y repentinamente el tono animado de su voz desapareció.
―¡No! ― Habló rápido y atropellado, nervioso por primera vez en su vida. ― Es solo que...
Dejó la frase inconclusa sintiéndose bastante estúpido. Odiaba a Lee por haberle hecho esto. Sabía perfectamente que lo había hecho para tomarlo con la guardia baja. Sabía que él era vulnerable a Tenten y justo ahora la tenía enfrente, no podía verla pero todo su ser estaba reaccionando a ella con más intensidad que en restaurante.
Estaba en una cita con ella, y más increíblemente había aceptado. Eso significaba lo que creía ¿no? Su mente comenzó a dar muchas vueltas rápidamente ¿debió haberse arreglado más? ¿ como vendría vestida? ¿Cómo se veía con la ropa fuera del trabajo? Sabía la respuesta sin verla, muy seguramente se veía encantadora. Se maldijo a si mismo por haberla hecho esperar y se sintió aún peor al pensar que casi la dejaba plantada y eso era algo que jamás se hubiera perdonado.
Escuchó una risa que lo trajo a la realidad, esos pensamientos habían ocupado su ente unos segundos.
―Vaya, jamás pensé que podrías ponerte nervioso. ― Su voz sonaba tan seductora. ― Entiendo ahora a Lee.
Por un momento se sintió un cobarde. Sabía que Lee había actuado por que él parecía que no daría ningún paso nunca. Lo forzó a hacerlo y claro, entendía por que no le había dicho las cosas. Su cabeza ahora mismo estaba colapsando. Aunque un aviso hubiera sido bueno.
―Es solo que no había encontrado un momento adecuado.
―¿Acaso no ibas a la cafetería por el buen café que preparamos? ― Habló animada con un tinte de ofensa y luego se rió.
Quiso realmente que hubiera la luz suficiente para poder verla reír y disfrutar cada uno de sus gestos como solía hacer en la cafetería. Pero el no verla a la cara ayudaba a mantener la calma. Todo eso había sucedido tan rápido y aún no lograba asimilarlo.
La mesera llego con las bebidas y las dejó a un lado, moviendo ambas manos para que tomaran las copas. Neji dio un trago rápido sintiendo un vino tinto agradable en la boca. La tenía algo reseca y eso ayudaría un poco.
―Bueno Neji, que te gusta además de ir a leer a la cafetería.
El sintió la palabra "tú" cosquillar en su lengua pero se dio cuenta que eso sonaría bastante mal. Habló un poco de si mismo, que había terminado la carrera de arquitectura y estaba ejerciendo en ese momento. Habló de cosas banales y sin importancia, de forma contundente, no solía hablar demasiado de si mismo y hacerlo sonaba bastante arrogante.
Neji se quedó en silencio un momento pensando que tal vez debió decir más cosas que libros, películas o las cosas aburridas que solía hacer. Sabia que no era nada interesante y más en comparación con ella que era tan...inmensurable. Le devolvió la pregunta tras intentar llenar el silencio entre ambos que no era tenso ni incomodo.
―¿Qué me gusta? ― Pareció pensarlo un momento. ― ¿Además de ti?
Neji se atragantó con el vino que había ingresado a su boca y tocio un par de veces hasta recuperar la compostura ¿Qué era lo que había dicho? Su pecho se hinchó inexplicablemente con una calidez abrumante, pero la escuchó reír del otro lado de la mesa. ¿lo estaba haciendo apropósito?
―Vamos Neji ¿acaso no era bastante evidente?
Neji aceptó satisfecho al pensar entonces que el uso del labial de Tenten si había sido por su presencia y el que parecía bastante animada si era por su presencial. Sin embargo, ¿Cómo debería reaccionar a eso? Jamás pensó que ella fuera tan... directa.
La comida llegó en ese momento y les explicaron donde estaban los cubiertos y que tuvieran cuidado con la salsa, que picaba un poco. Él olfateó un poco intentando saber que era y probó un bocado dificultosamente. No veía que era lo que estaba tomando con su cubierto.
―Debo admitir que la ausencia de luz me da más valor del que piensas que tengo, no soy tan directa de forma normal.
Entendió que el hecho de no verlo la hacía más segura de si misma y era algo compartían en común.
―Prefiero la luz, con ella puedo verte.
La escuchó tocer repetidamente y extendió la mano por la mesa en un intento de llegar hasta ella y saber que estaba bien.
―¿Estas bien?
―Si, es solo que...no puedes decir algo como eso y esperar que no reaccione.
Neji imaginó en ese momento las mejillas de la mujer teñidas de rojo y maldijo a la oscuridad de no haber sido espectador de aquel panorama tan encantador. Entonces su mano aún extendida sintió un roce, tan ligero que por un momento pensó que lo había imaginado. Sin embargo, sintió unos dedos entrelazándose con los suyos y como una corriente subió por su cuerpo, se estremeció ante esa caricia.
Sintió como tímidamente ella apartó su mano y siguió comiendo mientras retomaba el tema sobre sus gustos y que hacía en su tiempo libre fuera de la cafetería. La platica fluyó bastante bien considerando que él no solía decir mucho, pero Tenten se encargaba de hacerlo hablar.
La cena terminó demasiado rápido o eso pensó el Hyūga la mesera les comentó que podrían pagar la cuenta en la recepción por la ausencia de luz en el comedor. Se movieron hacía la entrada y Tenten entrelazó la mano del hombre con total naturalidad. Encajaban tan bien que Neji la presionó y sintió el calor acrecentarse en la boca de su estomago.
Se hizo la luz con violencia cuando pasaron una cortina oscura y Neji, sin dudar, dirigió la mirada hacia la chica a su lado que parecía un poco aturdida por la luz del lugar. Se estremeció por completo al ver aquella ropa que se sabía de memoria y había detallado hasta el cansancio.
Tan sencilla pero que a su criterio la hacía ver jodidamente encantadora.
Suspiró profundamente intentando contener a su musculo cardiaco que parecía salirse de su lugar. La recepcionista lo trajo a la realidad y se acercó para pagar la cuenta, a pesar de que la mujer preguntó sobre su experiencia él fue particularmente mezquino.
No le importaban esas banalidades, no ahora que la tenía a su lado y más cuando ella se percató de su mirada intensa y desvió la mirada avergonzada. Tal vez recordando sus palabras en el restaurante. Neji sonrió ligeramente y se alejó de la recepción, saliendo del lugar y sintiendo el aire acariciando su rostro. Eran pasadas las once de la noche pero no quería irse a casa y se lamentó por no haber traído su auto. Volvió a mirarla, caminando a su lado.
―Esa ropa...
―Oh, Lee sugirió muy animadamente que podría traer la misma ropa que... ― Se detuvo pensando un momento en sus palabras.
Era evidente que entendería que Neji había visto su fotografía antes, aunque no podía saber que verla en la galería era su pasatiempo favorito.
Parecía que su cabeza maquinaba las cosas con lentitud por que hasta ahora había comprendido lo que había detrás de todo esto. Tenten miró al hombre enfrente suyo que se veían tan bien con ese tipo de ropa, casual pero no podía concebir alguna vestimenta que no le quedara bien, no a él.
Le había sorprendido tanto cuando Lee vino un día antes diciendo que Neji se moría por ella pero que era particularmente muy nervioso para invitarla a salir. Ella pensó que estaba jugando al inicio, pero a pesar de eso aceptó a la idea de la cita. Verlo ahí de pie, con los orbes malva fijos en ella, mirándola con tanta intensidad y calidez, con algo presente tan fuerte que su pecho dolía satisfecho. Entendió que Lee no estaba mintiendo ni mucho menos exagerando.
Neji observó como sus mejillas se tiñeron de un adorable color rosado y llegado a ese punto comprendió que tenía que hacerlo o no se lo perdonaría jamás. Dio un paso acortando la distancia, sus nudillos acariciaron la mejilla femenina, apartando el mechón de cabello que siempre tenía en el rostro y unió sus labios con los de ella.
Una descarga abrumante invadió su pecho y algo explotó en su interior, incrementándose más y más. Sus labios eran tan suaves, tan dulces, tan cálidos que pensó que jamás podría dejar de besarlos. No los de ella, no cuando los había visto durante tanto tiempo y había probado ese elixir adictivo.
Ahora que había probado un poco de ella, no la dejaría ir nunca.
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¡De esta forma se termina esta idea tan dulce y encantadora entre estos dos! Como había mencionado la idea principal eran 5 capítulos, pero decidí recortar la idea e implementarla en estos dos días, amando como me quedó el resultado a esta idea tan...singular. El restaurante sensitivo es algo que quería hacer hace tanto, un elemento unico que no había usado.
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