Día 26: The winter soldier
Día 26: Armado/Deseo
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Ingresó por la ventana del tercer piso de un limpio movimiento, aterrizando en el piso de la forma sigilosa que le representaba. Caminó por el lugar con un solo objetivo en la cabeza, aquel que le habían impuesto, con clara imágenes en su cabeza y sin poder resistirse. Una vez que era plantada la idea en su cabeza no se detenía hasta lograrlo.
Se movía por designo, ordenes claras y sin que nada más cruzara su mente más que estrategias para lograr su cometido, ya que los pensamientos humanos o sensaciones eran un elemento que te hacían vulnerable, si no los tenías, eras el arma perfecta.
Un arma letal, sin alma y con la capacidad de alcanzar cualquier objetivo.
Armado únicamente por su brazo bionico de vibranium para erradicar cualquier peligro que podrían pensar era prudente de desaparecer. Además del suero del super soldado corriendo por sus venas que le brindaba una super fuerza y resistencia. Lo que todo país quisiera. Un soldado para usar en misiones que gente normal no podría llevar a cabo.
Ahora mismo se desplazaba sigilosamente por el lugar, rastreando al hombre que se había ocultado en el edificio en un pobre intento de huir de las personas que buscaban asesinarlo. Huía de él a pesar de que sabía que nadie podría esconderse del soldado del invierno.
Escuchó un sonido a la distancia y se pegó al muro para pasar desapercibido, aunque no vio a nadie, tal vez había sido una confusión. La orden era matarlo y salir de ahí sin ser visto. Mataría a la persona que se le atravesara en su camino, pero encubrir la sangre era difícil, su especialidad era hacer el trabajo y salir de ahí, jamás lograban vincularlo con esas muertes.
Se encaminó hacia el final del pasillo, que según la información era ahí donde se encontraba y súbitamente sintió un golpe estridente y contundente en la parte trasera de la nuca, que afectó su sentido del equilibrio. Intentó componerse y atacar pero con rapidez un segundo golpe llegó a su cabeza y cayó al suelo inconsciente.
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Se levantó súbitamente de su posición quedando sentado y mirando a su alrededor, buscando una amenaza o asesinar a cualquiera que estuviera a su alcance. Había cometido un error que podría haberle costado la eficacia de su cometido. Debía arreglar las cosas prontamente.
Vio enfrente de él, en la penumbra a una mujer sentada a varios metros de distancia, con sus piernas envueltas con sus brazos y siendo atraídos hacia su cuerpo. Un arma siendo sujetada por su mano derecha. Se mantuvo quieto unos segundos, analizando la situación en la cual estaba.
Intentó moverse pero el sonido de la cadena le hizo notar que estaba amarrado de piernas y la mano derecha en la cabecera de la cama. Decidió que era momento de acabar eso de la forma menos pacifica y levantó su brazo de vibranium para atacarle. Sin embargo, no tenía su brazo.
Sus ojos malva buscaron en la habitación y lo vieron reposando en la mesa a un lado de la mujer.
¿Cómo lo había desarmado de esa forma?
No recordaba que algo así hubiera pasado y mucho menos que lo hayan sometido de tal forma que no lo hubiera notado.
―¿Quién eres? ― Habló rompiendo el silencio que había entre ellos.
―Mejor tu respóndeme ― Ella dejó caer sus piernas hacia el suelo y caminó un paso hacia el. ― ¿Qué estabas buscando?
El hombre abrió la boca en un intento de contratacar y no con la intensión de responder, sin embargo fue consciente en ese momento que la neblina que había invadido toda su mente durante tantos años que se mantuvo sirviendo de forma involuntaria a la unión soviética, ya no estaba.
Se quedó de piedra intentando comprender que era esa claridad en su mente que le hacía pensar por su propia cuenta. Siempre se había visto ajeno a su cuerpo, como si hubiera una neblina o una capa oscura nublando todos sus sentidos, ahora esta había desaparecido lo cual lo tenía sumamente confundido y perdido por primera vez en su vida.
―No lo sé. ― Soltó la verdad de sus labios.
Se dejó caer en lo que parecía una cama y miró el techo un largo rato, intentando pensar quien era él y que era lo que había estado haciendo durante todo este tiempo. Imágenes de sus manos siendo manchadas de sangre venía a su cabeza. Detuvo a voluntad esos recuerdos y se entretuvo viendo las motas de polvo volar a su alrededor. No recordaba un antes de todo eso, no se recordaba a sí mismo.
No supo cuánto tiempo estuvo ahí viendo a la nada, pero fue consciente que la mujer estuvo evaluándolo con detenimiento, haciéndole preguntas de vez en cuando en una dinámica hostil.
En algún momento esa mujer lo soltó, aunque su arma la tenía bastante cerca y había ocultado su brazo. Lo había hecho al descubrir que efectivamente él no tenía ningún recuerdo, tal vez ella dedujo que aquel golpe en su cabeza desconectó algún tipo de cable. O tal vez pensaba que estaba fingiendo, por eso seguía teniendo el arma cerca suya.
Pero él no iba a hacer nada al respecto y mucho menos contra ella, por que no tenía ninguna motivación al respecto. Por primera vez en mucho tiempo podía decidir por su propia cuenta. Y eso le asustaba un poco, ya que se encontraba perdido ante esa situación.
La mujer no volvió a preguntarle al respecto, pero, ambos sabían quien era, aunque nunca dijeron aquel sobrenombre en voz alta.
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Tenten no recordaba cuanto hace que no había dormido, los primeros días habían sido extremedamente difíciles. Por que no sabía que esperar de aquel hombre que había visto en el pasillo del edificio donde vivía moviéndose sigilosamente sabiendo que no ocultaba la mejor de las intenciones. Pensó en entregarlo, sin embargo, sabía que no sería buena idea.
Por lo cual estuvo monitoreándolo durante bastantes noches, donde él parecía cerrar los ojos en un intento de dormir. Ella se quedaba enfrente suyo, con arma en mano, intentando pensar que debería hacer.
No pensó que el capturarlo la llevaría a tenerlo como rehén o una cosa como esa. Y más por que de pronto el pareció tan... tranquilo que tal parecía que había alucinado todo lo del pasillo. No decía nada, no se movía demasiado y solo miraba el techo. Parecía dormir y ella misma se acercaba para comprobar si era eso o si se había muerto.
Se le había salido de las manos, ella era una simple detective que había sido suspendida de su trabajo por un malentendido y meterse con gente poderosa que era intocable. La habían borrado del departamento un tiempo, por lo cual estaba frustrada y justo ahora disponía de mucho tiempo libre. Por eso pensó que sería buena idea capturar al hombre que se movía sigilosamente por su edificio.
Por lo cual al inicio estuvo rompiéndose la cabeza sobre que es lo que debería hacer, la situación se le había salido de las manos. Hasta que una noche, cabeceaba un poco por el cansancio que dominaba sus ojos, una voz la puso en modo de alerta.
―No voy a matarte. ― Habló ese hombre por primera vez en varios días.
Esa simple frase dejaba entrever que sabía que ella no había descansado en todo ese tiempo y le indicaba que podría hacerlo tranquilamente. Siendo un detective sabía que esas palabras podrían ser falsas y eso era lo que quería. Sin embargo, por alguna razón, le creyó.
Se salió del cuarto cerrándolo adecuadamente y durmió un par de horas. Se sorprendió cuando por impulso se levantó y abrió la puerta con rapidez, encontrándolo de la misma forma. Mirando al techo con esos ojos malva exóticos.
Esa actitud la hizo confiar por primera vez en todos esos días, de haber querido escapar de ella, lo hubiera hecho en esas horas que estuvo durmiendo. Por que huir de aquellas esposas y cuerda era tarea sencilla para él aún sin tener su brazo biótico, ese era su trabajo, a fin de cuentas.
Él era el soldado del invierno, una leyenda urbana, que nadie que viviera había visto.
Si él te veía, no vivías para contarlo, por eso cuando la simple idea de que él podría ser ese ser del que solo se hablaba a voces, sin pistas o pruebas, pensó que era una completa locura. Pero el brazo biótico y sus singulares ojos le dejaban en claro que era bastante seguro que lo fuera, aunque él no fuera a decirlo en voz alta.
Además, parecía que los golpes que le había dado con el bat de beisbol le habían borrado la memoria o lo habían hecho menos...letal. Lo cual la hacía dudar un poco si él era el soldado o no.
Aunque estaba mintiéndose, por que sabía que lo era, todo su ser se lo decía.
Fue luego de ese suceso que decidió soltarlo, tentando a la suerte de que pudiera rebanar su cuello, aunque lo había desarmado. Él sacó las piernas a un lado de la cama y miró alrededor de la habitación con más rango de visión. Tenten decidió darle algo de comer y tomar. Al inicio el pareció dudar unos momentos.
―No esta envenenado. ― Habló más fríamente de lo que esperaba.
El sonrió un poco ante esa frase, tal vez por la ironía de la situación y comió tranquilamente, tal vez un poco confuso al respecto, pero parecía más... vivo y consciente.
De esa forma se desató una rutina bastante singular entre ellos, donde comenzaron a pasar el tiempo juntos como si fueran compañeros de departamento. Él la buscaba todo el tiempo con la mirada, perdido al respecto y Tenten lo guiaba a realizar cosas bastante mundanas. Lo incitó a bañarse, mientras ella buscaba alguna ropa normal que el pudiera usar además de aquel traje tan extravagante, que decidió ocultar en el fondo del armario. Consiguió un poco de ropa de segunda mano que pensó que podría venirle él por su complexión, dudaba que su propia ropa le quedara además que...no quería verlo desnudo por ahí, tal vez a él no le importaría, pero a ella sí.
Ella sonrió cuando lo vio salir vestido con una camiseta básica gris y unos jeans, se veía tan normal, tan humano que cualquiera que lo viera no pensaría que era una leyenda urbana. Había logrado dar con la talla adecuada, no es como si hubiera pasado mucho tiempo viendo su cuerpo pero, realmente lo estuvo vigilando de cerca durante tanto tiempo que se familiarizó con su corporeidad.
Él comenzó a hablar más cuando Tenten comenzó a tratarlo más cálidamente, acostumbrada a su presencia y más cuando comprobó que efectivamente él no pensaba matarla. Había dejado el arma en su cuarto y pasaban sus tardes viendo alguna película que él parecía desconocer.
Decidió devolverle su brazo cuando Tenten decidió llevarlo consigo al supermercado y él pareció pensarlo durante un tiempo, tal vez por lo que ese brazo biónico significaba. Ella lo ayudó a ponérselo en esa ocasión.
―¿Cómo me lo quitaste?
― Sé algo de mecánica, no fue bastante difícil una vez que estuviste inconsciente.
Y una vez que abrieron las puertas a salir juntos a la vida cotidiana y cuando Tenten comprobó que él no huyó en la primera oportunidad cuando pudo hacerlo, comprendió que él había decidido estar con ella hasta que pudiera saber que hacer con su vida.
―Pudiste huir... ¿Por qué no lo hiciste? ― Mencionó Tenten luego de que regresaron de comprar los víveres que necesitaban, ahora dos estaban comiendo de ellos.
El pareció pensárselo durante gran rato, hasta ella misma pensó que no respondería, hasta que ella estaba de espaldas metiendo todo en las alacenas, su voz profunda resonó.
―Cada una de mis acciones habían sido controladas sin que tuviera oportunidad de oponerme, era una simple arma durante tanto tiempo que ya no sé cómo actuar de forma humana. Ahora mismo no se que es lo que quiero. ― Las palabras casi terminaron atoradas en su garganta, pero por primera vez en los meses que estaba con ella, se obligó a si mismo a decirlas.
Tenten dio la vuelta y se acercó hacía el, tocando su pecho ligeramente, sonriendo abiertamente.
―Eres libre de decidir que hacer con tu vida ahora. ― Lo miró fijamente a los ojos, aunque eso siempre fue bastante difícil por la seriedad que encontraba en ellos. ― Solo espero que ahora mismo quieras lasaña, que eso cenaremos.
Dio media vuelta y siguió guardando las cosas en su lugar, Neji se quedó observando sus movimientos unos instantes, extrañado de la calidez que gobernaba su estomago al verla sonreír de esa forma.
Una vez que su interacción hubiera mejorado, Tenten parecía encargada de hacerlo disfrutar las pequeñas cosas que ella podía darle. Una buena comida, él mismo disfrutaba los sabores como si fuera la primera vez que comía. Escucharla reír abiertamente al ver la televisión de cosas tan absurdas, hablar hasta el cansancio de temas profundos. Verla abrir la ventana del balcón para disfrutar el sol matutino y el sonido de las aves.
Su atención del hombre era cada vez más y más presente hacía la mujer que disfrutaba la vida a pesar de haber sido suspendida de su trabajo y todas las cosas que había vivido hasta el momento. El asesinato de sus padres, razón que la motivó a entrar al departamento de policías para encontrar al hombre que había hecho eso, varias veces había puesto su vida en peligro por su trabajo y secuestros por la misma gente que ella buscaba. Reía bastante a pesar de todo eso y lo trataba con tanta familiaridad y con normalidad que la sensación de calidez era cada vez más fuerte y presente en su interior.
―Recordé mi nombre. ― Soltó un día sin más, mientras veían una película de romance en la televisión.
Tenten se había levantado a buscar un tazón de frutas y chocolate para comer en el último tramo de la película, se dio la vuelta al escucharlo.
―¿Y?
Caminó hacia el sillón donde él estaba, con ambos tazones en la mano, los dejó en la mesa pequeña que tenía adelante del sillón y lo miró con sumo interés, curiosa por cualquier mínimo recuerdo que el pudiera tener, aquellos que no eran malos. Siempre le ponía tan atenta a él cuando eso sucedía. Era la dinámica que habían desarrollado, si él recordaba algo que quisiera compartir, algo de su antigua vida antes de ser quien era, ella lo escuchaba hasta que terminaba de contarle. Él mismo se sentía mejor cada que le decía esas pequeñas cosas, que Tenten las tomaba con gran importancia.
―Neji Hyūga .
La chica sonrió un poco pensativa mientras tomaba una fresa del tazón y la sumergía en el chocolate que tenía a un lado, la mordió un poco sin despegar los ojos del hombre enfrente suyo.
―Si va contigo.
Ella fijó de nuevo su mirada a la televisión en la escena final de la película cuando la pareja se encontraba después de tanto y se besaba apasionadamente. Neji observó la escena un momento y fijó su mirada en la fémina que tenía a un lado, fijándose más de la cuenta en sus labios abriéndose al morder la fresa y como un poco de chocolate había terminado en la comisura de sus labios.
―Oh, no te he preguntado ¿quieres? ― Tenten sumergió la fresa en el chocolate y se lo ofreció para que pudiera tomarlo o morderlo.
Era bastante sencilla y confianzuda al respecto. Pero en ese momento él no estaba pensando en eso, no en esas fresas. Se inclinó un poco.
Tenten dio por hecho que mordería directamente de su mano, lo cual la hizo poner un poco nerviosa al respecto. A pesar de "vivir" juntos, ambos respetaban el espacio personal de ambos, es más, él siempre ponía el doble de espacio entre ellos.
Sin embargo, Neji pasó a un lado de la mano que ella le ofrecía y pasó su dedo por la comisura de sus labios, retirando el chocolate y llevando su dedo a su boca, sin quitar la mirada de los ojos castaños que brillaban ante ese acercamiento y sorpresa. El Hyūga fijó su atención en los labios de color melocotón de la mujer, se inclinó un poco más y la besó.
Como una caricia, un susurro y con toda la delicadeza que alguien como él podía ofrecerle.
Eran aún más suaves de lo que había imaginado, más cálidos y más jugosos. Sentía una extraña presión en su pecho, el calor comenzaba a incrementarse y se descontroló cuando, luego de unos instantes Tenten le correspondió, intensificando el besó, con el corazón intentando salirse por su boca.
Él no paró de besarla y ella no quería que lo hiciera.
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Neji estaba teniendo pesadillas, donde sus pecados del pasado lo atormentaban más de la cuenta. Siempre solía tener malos sueños, donde revivía una y otra vez lo que había hecho, matando gente inocente que había estado en el momento y lugar equivocado. Pero esa noche parecía bastante infernal. Se levantó exaltado y golpeando con su brazo biónico la mesa que tenía a un lado, tirando un vaso de agua que estaba encima.
La puerta se abrió en seguida revelando a una Tenten con un pijama de tono rosado, unos tirantes con un ligero escote y unos shorts bastante cortos que dejaban en ver sus largas piernas. Eso le hizo recordar por un instante que la única noche donde no había tenido pesadillas había sido cuando se besaron, una semana atrás.
Luego de eso su interacción volvió a la normalidad, aunque Tenten siempre parecía con la intención de decir algo. Neji se sentía aún más nervioso a su alrededor. En el inicio por toda la confusión en su cabeza le impedía pensar en ese tipo de cosas. Luego de acostumbrarse a ese estilo de vida, la forma en la cual ella lo trataba y la calidez que iba incrementando en su interior, fue cuando fue consciente de que era una mujer bastante atractiva. Con cualquier cosa que se pusiera, se veía encantadora.
Su cuello moreno que siempre estaba adornado en un collar con un dije de flor, los mechones de su cabello acariciando su rostro. Hace mucho tiempo que no sentía absolutamente nada, mientras estuvo en servicio, pero ahora mismo sabía que era un hombre. Un hombre que estaba comenzando a reaccionar ante ella y por lo cual la había besado.
Pero se arrepintió al instante, no por el mar de emociones que desató en su interior, sino por que él era una mala persona, era un ser despreciable que se había sumergido en lo más bajo y oscuro del mundo. Ella era tanta luz que temió que, si volvía a repetir alguna de sus acciones, la terminaría arrastrando junto a él, y no iba a permitir algo como eso.
Esperaba encontrar que hacer con su vida y salir de ahí, antes de que pudiera hacerle algún daño.
Sin embargo, sus buenos deseos se quedaban en eso y usaba su fuerza de voluntad al respecto. Como lo había admitido tiempo atrás, era un simple hombre que no podía evitar sentir un abrumante deseo por esa mujer que parecía cada vez más fascinante.
Se dejo caer en la cama, quitando a regañadientes la mirada de la figura femenina, que parecía dispuesta a seguir tentándolo.
―Pareces más inquieto... ¿quieres hablar al respecto? ― El negó una vez.
La vio dudar en su lugar, jugueteando con su cabeza que caía como cascada por su espalda.
―¿Te ayudaría si me quedara contigo? ― Su tono de voz fue tan ligero, pero sabía que le había costado bastante decirlo.
Neji se quedó de piedra en su lugar y la miró unos instantes, teniendo una guerra mental en su cabeza, sobre que era lo que él quería y que sería lo más adecuado. Sabía que su sola presencia lo tranquilizaba, manteniéndolo a raya, sin embargo, sabía que no podía tenerla cerca y controlarse al mismo tiempo.
La vio presionar sus propios labios y dar media vuelta, dispuesta a irse. Fue consciente que su silencio podría malinterpretarse como un rechazo indirecto. Sin pensarlo más, la sujetó de la mano, evitando de esa forma que se fuera. Acción que pareció ponerla nerviosa.
Ella se acostó en la misma cama con cierta timidez, una faceta que el Hyūga no había presenciado en ella. Y de forma natural Tenten se acostó en su pecho, sin mirarlo en ningún momento. Sabía que podía escuchar sus latidos alterados por su cercanía, aunque ninguno mencionó nada al respecto.
Neji mantuvo sus manos lejos de su cuerpo, en un intento desesperado de intentar no pasar la línea delgada que quería mantener, él saldría pronto de su vida. Lo haría. Cerró los ojos dejándose llevar y durmió profundamente, sin ninguna pesadilla que lo atormentara.
Al despertar ella ya no estaba a su lado y los cristales en el piso tampoco, cosa que le sorprendió al no haberse dado cuenta, había dormido tan profundamente que no había escuchado nada. Se levantó sin camisa para ir al baño, encontrándola en la cocina preparando el desayuno. Parecía radiante y tarareaba alguna canción entre sus labios. Lo vio pasar y simplemente le sonrió, como si no hubiera pasado nada entre ellos.
Pensó que tal vez lo había alucinado, ella acudiendo a su cuarto para consolarlo de sus pesadillas.
Tenten al verlo pasar no pudo evitar perder su mirada en el torso desnudo, aquel en el cual se había apoyado en la noche y por el cual no había podido dormir adecuadamente. Sentir su calidez, los latidos de su corazón y su tranquila respiración había sido demasiado para ella. Su corazón latió desquiciado durante tanto tiempo que pensó que el la había escuchado. Pero él durmió pacíficamente y verlo con el rostro tan relajado, la hizo calmarse un poco. Su dedo había acariciado ligeramente su pecho y su abdomen, sintiendo su zona intima reaccionar ante él. Él mismo, entre sueños más tranquilos, la atrajo más hacia su cuerpo, lo cual se sintió tan bien.
Estaba tan bueno, y había esperado tanto a que el hiciera otro movimiento, acción que nunca llegó. Tal parecía que aquel beso nunca había pasado o él decidió ignorarlo. Por eso decidió ella misma hacerlo aunque era difícil teniéndolo alrededor todo el día. Y con esa mirada malva encima suyo siempre, le costaba imposible ignorarlo. Y más cuando ya había probado esos labios masculinos que despertaron una corriente eléctrica en su cuerpo que aún no lo abandonaba.
Neji supo que lo de la noche anterior había sucedido cuando llevó el desayuno a la mesa enfrente de la televisión para comer, lo sacó a colación, sin mirarlo a los ojos.
―Si mi presencia te relaja en las noches, yo podría... ― Dejó salir aunque cortó la frase al beber un poco de jugo.
―Estaré bien, no te preocupes.
Vio como el rostro de la mujer se contraía dolorosamente, tal vez debería dejar de ser tan directo, la había rechazado nuevamente, se sintió mal al respecto.
―No sabía que había sido tan malo... si tu no quieres no tendrías que... ― Miró las imágenes en la pantalla pero parecía indiferente.
―No importa que es lo que yo quiera Tenten, sino lo que sea mejor para ti. ― Sin pensarlo tanto, soltó sus inquietudes.
Lo lamentó al ver como la mujer volteaba a verlo y se sentaba de frente a él, con la expresión más sorprendida en el rostro de lo que esperaba. Tal vez debía intentar controlar más sus palabras, pero con ella le costaba un poco. Tal vez era momento de irse y descubrir ahí que es lo que haría con su vida.
―¿Todo esto es sobre mí?
―Siempre ha sido sobre ti.
Al escuchar eso un alivio gobernó su pecho, por que el hecho de que aquel beso no se repitiera no era por lo que ella creía. Al inicio había pensando que no le había gustado o que simplemente estaba experimentando con ella sobre eso, o simplemente lo había hecho por hacer. Ante esas opciones no supo cómo reaccionar y decidió restarle relevancia, aunque le dolió. El gran tiempo que pasaban juntos, conocerlo más profundamente y verlo sonreír de vez en cuando, eso empezaba a originar algo bastante intenso en Tenten.
Ese beso había agitado su corazón como nunca antes y se había aferrado a esa demostración de afecto, la única que tendrían. Y ahora misma sabía que él había decidido contenerse por que su pasado lo atormentaba y pensaba que era una mala persona que no merecía estar con ella y mucho menos disfrutar de su compañía.
―¿Y no te importa lo que yo quiero?
―No soy una buena persona, Tenten. Mi pasado jamás será borrado.
Esa terquedad absoluta a dejar ser su vida miserable por que no merecía nada la hizo molestar bastante. Sin pensar demasiado en sus acciones, ella siendo tan imprudente como de costumbre. Pasó ambas piernas a cada lado del Hyūga , aprisionando sus caderas y sentándose a horcajadas en su regazo. Lo sintió quedarse de piedra ante ese movimiento. Acercó su rostro al de él y lo obligó a mirarla.
―No me interesa tu pasado, me interesas tú ahora, deja de ser tan condescendiente.
Con su dedo índice acarició levemente sus labios y aprovechando el valor que brotó de la rabia de menospreciarse, Tenten se acercó y lo besó con ferocidad. Con la impaciencia y ganas que había almacenado luego de aquel periodo donde habían fingido que nada de esto paso.
Lo besó con el corazón en los labios, esperando ser correspondida. Un sentimiento de satisfacción la llenó cuando sintió los brazos masculinos rodeando su cintura con exagerada delicadeza.
Neji sintió una explosión en su pecho al verla mirarlo de esa forma, un cosquilleo en sus labios cuando ella pasó su dedo ahí y lo besó tan intensamente que él demoró unos segundos en reaccionar. Sintiendo su interior derretirse ante esa caricia, la entrega de la mujer. Le correspondió con la misma desesperación y necesidad que ella le demostraba.
Intentó alejarse en un intento tonto y en contra de sus instintos de resistir, una alarma en su cabeza le decía que, si esto seguía de esa forma, ella saldría lastimada por su culpa. Sus ojos se encontraron con los de ella, tan brillantes e impregnados de tanto...sentimiento que fue un golpe duro nuevamente a su pecho.
Tenten volvió a besarlo, en un intento de convencerlo y que dejara esas ideas que hacía negarse a lo que importaba más. Acarició su cuello con la yema de los dedos e introdujo su lengua en la boca masculina, intentando encontrar la de él, que la recibió en un baile desenfrenado de deseo y placer.
Sintió la erección a través del pans de algodón que él usaba para dormir y su zona intima se estremeció al ver que el cuerpo masculino estaba reaccionando tanto como el suyo. Suspiró satisfactoriamente mientras Neji acariciaba su cuello con sus labios, tan delicadamente que disparó sus terminaciones nerviosas al colapso.
La mujer se levantó con una fuerza de voluntad tremenda al dejar ir el contacto que el Hyūga le estaba dando. Lo tomó de su mano bionica y tiró de él, para levantarlo y guiarlo hasta su habitación. Él la siguió sin apartar los ojos ni una vez de ella, lo cual la hacía poner más nerviosa. La duda que parecía habitar constantemente en los orbe malva había desaparecido, ahora solo podía apreciar una neblina de placer a la cual ambos se habían entregado. Una vez al lado de la cama, pasó sus brazos por el cuello masculino y volvió a besarlo, atrayéndolo hasta ella y cayendo en la cama, él encima suyo.
Neji abandonó los labios femeninos y comenzó a depositar pequeños besos en el cuello de la mujer, tan sutiles que parecían erizar su piel, sumamente sensible de cada uno de ellos. La prenda superior de Tenten desapareció y el Hyūga pasó la yema de sus dedos de su mano derecha, aquella que aún conservaba. Sintió la piel femenina de su torso, la textura y como vibraba ante ese pequeño roce. Acariciando toda la piel disponible, hasta alcanzar aquellas piernas que lo habían tentado con anterioridad.
Su mano derecha se perdió en la intimidad femenina y su lengua acarició los pezones que ya se encontraban levantados, la sintió arquear la espalda ante esos gestos y gemir por lo bajo. Estimuló su clítoris y atrapó sus labios nuevamente, sintiendo esa calidez en la boca, besándola con cierta urgencia. Sintió como se humedecía ante sus caricias, introduciendo un dedo sin dejar de estimularla.
La mano femenina buscó su entrepierna, sintiendo su erección a través de la ropa y comenzó a subir y bajar la mano, acción que desencadenó una oleada de placer que nubló un poco su trabajo. Succionó con la boca uno de sus pechos mientras su mano seguía moviéndose y desencadenando el placer en la mujer. Sintió su interior contraerse luego de unos minutos y su boca se abrió dejando salir un gemido bajo.
Unos segundos después la sintió removerse, poniéndose ella encima suyo y besándolo de nuevo, mientras con su mano lo estimulaba de arriba hacía abajo. Se movió lo suficiente para ella introducirlo en su interior y ambos gimieron por lo bajo, ante el reconocimiento de ambos y la conexión sexual que tenían. Tenten se movió a la par que Neji movía las caderas en movimientos lentos y profundos, en una entrega total por parte de ambos.
El clímax llegó totalmente satisfactorio y Tenten se recostó a su lado, mirándolo a los ojos, sonriendo mientras pasaba su dedo por su pecho, hasta que el sonido de sus latidos la adormeció. Neji la observó durmiendo en su pecho por un tiempo que pareció eterno.
Pensando en su idea de horas antes sobre que era momento de irse, salir de ahí antes de que todo se complicara. Él era el soldado del invierno al fin de cuentas y ella era una mujer que no merecía estar con alguien con las manos manchadas como él. Sin embargo, a este punto sabía que era imposible. No cuando esas mismas manos habían tocado cada centímetro de su piel, no cuando ella se le había entregado de tal forma, no ahora que su corazón le pertenecía a Tenten.
Ella le había dado el sentido que no sabía que estaba buscando, aquel sentido a su vida y sobre que era lo que quería. Ella era lo unico que había estado esperando durante todo este tiempo, por se había quedado tanto tiempo con ella. Pensando que debía buscar que era lo que quería, pero fue por que ya lo había encontrado, junto a ella. Tenten lo había convertido en alguien mejor, le había enseñado un mundo nuevo, ella lo había hecho sentir vivo por primera vez en tanto tiempo. Pensar en alejarse de su lado, era algo que no estaba dispuesto a hacer.
Jamás podría volver a irse de su lado, no ahora que sabía que ella era lo que quería.
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Se que siempre estoy diciendo esto pero realmente no saben como me emociono escribiendo de ellos y más ciertas ideas. Como ustedes disfrutan leyendo, yo lo hago escribiendo.
Esta idea me emocionó de sobremanera por que no se si ha sido evidente que me gusta bastante Marvel y justo viendo Falcon y el Soldado del invierno pensé que precisamente Bucky encaja muy bien con la personalidad de Neji. No son iguales pero una historia con Neji siendo usado como arma por la unión sovietica y que Tenten lo sacara de esa vida, no podía evitar hacerlo, es perfecto para ellos. A pesar de que me salió más largo de lo normal, disfruté muchisimo escribiendo sobre ellos de esta forma.
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