Día 14: Two reflections into one [Parte 2]
Día 14: Libre
[Continuación y culminación del día 9 del prompt del Espejo]
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―¡Neji!
El Hyuga parpadeó regresando a su realidad, siendo consciente de que Asuma, el residente a cargo de los internistas, le hablaba con insistencia y con cierta molestia en el rostro. No lo había estado escuchando, no cuando le decían ordenes directas de sus labores en el día.
―Lo siento ―Se sintió avergonzado por verse obligado a disculparse ante él.
Hace un par de días que no había podido concentrarse porque sus sentidos y su propia cabeza estaban en todos lados menos en las acciones que debía hacer. Se movía de forma monótona, intentando hacer lo mejor posible, siguiendo las tareas en el hospital, haciendo lo que tenía que hacer y maldiciendo por un momento las extenuantes horas en el hospital.
Porque cuando la vio, ahí en la cama postrada y su reflejó con cierta vergüenza en el rostro, lo único que quiso hacer es salir lo antes posible de ahí, mientras la avalancha de emociones lo invadía y buscar una respuesta de la chica en el espejo. Sin embargo, se vio a la tarea de mantener la compostura, porque había empezado recién una jornada de 40 horas en el hospital, justo en ese momento apenas llevaba 8. En ese momento simplemente encapsuló las preguntas que gritaban por brotar de sus labios y desvió la mirada del reflejo de la ventana.
Una vez que saliera, podría intentar extraer información al respecto, o al dar con una explicación razonable de las señas de la chica. Que ahora mismo sabía que se llamaba Tenten Natto, 24 años, que había tenido un accidente de...
―¡Hyuga!
Sacudió la cabeza regresando nuevamente a la realidad, sintiéndose deficiente ante la segunda llamada de atención en un corto periodo de tiempo. Nuevamente se disculpó sin saber que decir o que frase podría disminuir su descuido.
―¿Sucede algo en tu casa? Has estado particularmente descuidado y no necesito a un interno con la cabeza en otros lados. Podría poner a un paciente en peligro por eso.
Lo sabía, realmente sabia eso. Si no se concentraba en lo que hacía, podría costarle la vida de algún paciente por la mala administración o diagnóstico, a fin de cuentas, la gente ponía su salud en sus manos.
―Algo así...― Frunció el ceño al sentirse extraño ante esa frase.
En su vida no había sucedido absolutamente nada, ni mucho menos con su familia, nada que lo involucraba a él. Sino que todo se centraba en ella, en ella, la chica del espejo. No había podido tener un descanso para poder procesar la información que había querido tener hace un mes atrás y menos poder hablar con ella de alguna forma. Que era lo único que venía a su mente una y otra vez.
Era una persona que necesitaba tener las cosas claras y en orden en su cabeza, aunque ya tenía las respuestas que necesitaba... lo que le perturbaba en realidad era el que había querido hablar con ella y ver que estaba bien, tenía una gran necesidad de verla. No entendía que haría al tenerla en frente pero eso calmaría la ansiedad creciente.
―Tal vez deberías irte a casa, arreglar aquello que te perturba y volver mañana en la noche, luego hablaremos sobre la devolución de las horas.
Neji abrió los ojos de golpe, parando sus pensamientos, mirando al residente Sarutobi.
―No, no tengo ningún problema... ― ¿Acaso lo estaba descartando y tendría que buscar otro hospital?
―No te preocupes, no tendrás problemas por esto. Los tendrás si te quedas y pones en peligro alguna vida, así que, nos veremos mañana. ―No estaba sugiriendo, era una orden directa, con ese tono de voz autoritario y brusco que solía usar con todos los internos.
Sin más, dio media vuelta alejándose de un Hyuga confundido ¿decía la verdad? No tendría por que mentirle al respecto, pero de todas formas todo esto podría ocasionar algún cambio de perspectiva sobre su desempeño, a fin de cuentas, las cosas y problemas debían quedarse en casa. Frustrado dio la vuelta, no podía argumentar nada, ni arreglarlo de otra forma en ese momento. Solo demostrándolo luego de todo esto.
Subió a su auto que estaba estacionado a las afueras del hospital y sus ojos inmediatamente se fueron hacia el espejo retrovisor. Pero por primera vez en todo este mes, ella no estaba ahí. Lo cual lo alertó de sobremanera ¿acaso ya no podría verla más? No, eso no sería posible, no cuando estaba por alcanzarla. Confundido por la molestia de no tenerla observándolo por el espejo, se movió por las calles a gran velocidad.
Llegó a su departamento con rapidez, cerrando fuertemente la puerta del auto. Estaba frustrado, confundido y enojado por todo lo que había pasado en estas horas. Le enojaba tanto como todo esto le había afectado a estos niveles.
Cuando la vio, Lee tuvo que pasar el mano enfrente suyo para hacerlo reaccionar cuando no apartó la cara del paciente. En ese momento, le había estado preguntado varias veces que es lo que había ocurrido, preocupado por su reacción. Neji se había excusado diciendo que no se sentía muy bien, posiblemente por el hambre. Justo en ese momento estuvo a punto de decirle que es lo que pasaba, que veía a una chica hace más de un mes en el espejo, siguiéndolo a todas partes. Pero se mordió la lengua, sabía que una vez que las palabras salieran de su boca parecería un completo loco. Eso o Lee festejaría al respecto por su triunfo de tener razón, aunque no era ese el caso.
Aunque cuando fueron a la cafetería no probo bocado alguno, sentía el estomago revuelto.
Desde ese momento no había encontrado a la castaña en los reflejos...lo cual ahora mismo le preocupaba. Entró a su cuarto y se posicionó frente al espejo, sin tener nadie a su espalda, lo cual fue un golpe en su pecho. Frunció el ceño.
―Tenten ― pronunció como un susurro.
Su nombre hizo cosquillar su boca, era la primera vez que lo decía en todo el tiempo que se conocían. La estaba llamando hacía él, por primera vez, en vez de querer que se fuera de su vida. La vio aparecer tímidamente tras suyo, como si hubiera estado a sus espaldas, con el dolor tangible en sus ojos castaños, acompañado de vergüenza.
Neji sintió como su pecho se contrajo al verla tan... vulnerable. Un impulso por estrecharla en sus brazos lo embriagó y levantó un poco sus extremidades. Sin embargo, cuando notó que tal acción era ridícula en ese momento, los dejó caer a los lados nuevamente. Presionó sus labios entre sí, sintiéndose impotente.
―¿Hace mucho estas así? ― Soltó la pregunta, aunque ya sabía la respuesta.
La chica en el espejo simplemente asintió mirando al suelo con el rostro afligido.
―Soy el primero con el que has podido interactuar en cinco años ¿cierto?
La chica con los chongos en la cabeza asintió, por eso tal vez se había aferrado a él durante todo este tiempo. Se sintió mal por primera vez, por que él la odio tanto al inicio y desprotricaba de su presencia todo este tiempo y ella solamente quería relacionarse con la única persona en todo el mundo que podía verla, sentirse viva.
Aunque estaba más muerta que viva. Por un accidente mientras practicaba alpinismo, en el monte Fuji o eso es lo que Lee le mencionó mientras iban al comedor luego de esa ronda donde Neji la encontró postrada en la cama. Eso había sido hace cinco años, donde sufrió una caída de más de quince metros de altura. Su compañera había intentado actuar rápido al verla caer y desplomarse inconsciente y rodar un par de metros. Fue atendida con la mayor rapidez que la distancia al hospital más cercano pudo ofrecerle. Operada de urgencia para detener su hemorragia interna, además de múltiples heridas a órganos internos. Lo más preocupante es que se había golpeado la cabeza al caer y aquello determinó todo.
Habían detenido la hemorragia interna y rescatado cada uno de sus órganos. Sin embargo, Tenten después de la operación jamás despertó y los doctores luego de varías pruebas y estudios, no pudieron determinar qué es lo que sucedía con ella. Desde ese momento ha permanecido en el hospital, postrada en una cama. Sin esperanzas reales a que despertara.
Neji vio como el lado inferior de la chica tembló un poco y dio la vuelta, dándole la espalda. No podía ni imaginar lo duro que había sido para ella todo esto y más el ver su cuerpo consumirse poco a poco. Un sentimiento amargo llenó la boca de su estómago al observarla a través del espejo, tan frágil como el cristal.
Él la salvaría, haría lo que fuera necesario para traerla consigo.
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Estaba ante la amplia mesa de la sala de diagnostico con muchas hojas dispersas por todos lados. Algunos libros enfilados haciendo una pequeña torre, el sonido del reloj sonando en la pared del fondo. Neji Hyuga inclinado ante los papeles, leyéndolos una y otra vez, intentando buscar algo a lo cual aferrarse, algo que pudiera darle alguna pista para poder avanzar.
Sintió como le dolía la espalda y se dejó caer en el respaldo de la silla, dejando caer la cabeza y mirando hacia el techo. Cerró los ojos, el peso sobre sus hombros le abrumaban. Tenía un par de horas libres en el hospital mientras Kakashi salia de una operación donde Lee estaba asistiéndole. Eso le daba tiempo suficiente para sumergirse en ese caso. Como había estado haciendo durante cada segundo que tenía libre durante una semana entera ¿o tal vez había sido más?
No recordaba en especifico hace cuanto llevaba esa rutina, no recordaba hace cuanto no dormía. Estaba acostumbrado a no hacerlo, en el hospital siempre estaba en movimiento, sin embargo, solía dormir un par de horas antes de realizar sus deberes. Justo ahora, esas horas se había dedicado a analizar ese caso, evaluando cada punto, cada síntoma y cada detalle. Esperando encontrar algo que Asuma no haya visto, lo cual justo ahora era imposible.
No había encontrado absolutamente nada, nada que le indicara hacia donde moverse.
Observó la puerta de cristal del otro lado y la vio de pie ahí, mirándolo con detenimiento con un rostro de absoluta preocupación, intentando de decir tanto en su mirada. Hizo un gesto con la mano que indicaba "dormir" o eso fue lo que el genio entendió.
―Ahora no. ―Dijo al aire, pero le respondía a la chica.
Tenten frunció los labios, hasta terminar en un puchero, algo que la hacía ver adorable en vez de generar algún tipo de presión en él.
Se sumergió en las hojas, leyendo por milésima vez el todo el expediente clínico y la intervención que habían realizado. Nada difícil, todo había resultado bien. No tuvo reacción a la anestesia y no sufrió algún derrame o paro respiratorio. Entonces ¿Qué es lo que andaba mal?
―¿Qué es lo que tienes? ―Más que nada habló al viento, pero sabía que ella lo escuchaba.
Desvió sus orbes malva hacia la puerta de cristal nuevamente, con la espalda adolorida y empezando a ser consciente de sus ojos pesados. Había comido algo ligero y su organismo pedía algo más. Suspiró frustrado ¿acaso estaba logrando algo? Por que no sentía que así fuera, sentía que mientras más leía, menos lógica tenía el hecho de presentar algo como esto. Ella no debió entrar en estado de coma, no debía sufrir tal afectación a menos que algo en la operación saliera mal y había sido un éxito.
El sonido de su móvil lo hizo reaccionar, era Lee saliendo de la operación. Acomodó todos los papeles que tenía en la mano, documentos que justo ahora no tenían relevancia en el sector de diagnóstico, era algo que él estaba haciendo. Cerró las carpetas, deteniendo esto un momento.
Por el reflejo del espejo pudo ver como ella parecía sentada en la silla de alado mirándolo fijamente, con el rostro contraído. Sus dedos picaron por querer estirar la mano y tocarla, por que el reflejo indicaba que estaba al alcance de su mano. Aunque Neji sabía que no estaba ahí y si él no hacía nada, no lo estaría. Tenten podría pasar atrapada en su cuerpo el resto de su vida o hasta que su cuerpo aguante. No sabía cual de las dos opciones le asustaba más.
Justo ahora le extrañaba como alguien a quien nunca había visto en persona y mucho menos la haya escuchado hablar podría preocuparte de tal forma que dedicaba cada momento que podía a intentar hacerla salir de su encierro. Ellos eran extraños, no debería importarle ¿cierto? Hace unos meses no sabía de su existencia y cuando llegó, no la quería cerca. Pero su compañía absoluta en todo este tiempo, sus gestos que solía dedicarle, todo eso parecía haber hecho su presencia...tolerable. Y antes de darse cuenta ya la buscaba cada que podía. Ahora su presencia le tranquilizaba, le parecía...necesaria. Por eso semanas atrás cuando descubrió su estado y no verla en cada reflejo junto a él le asusto.
No podía visualizar ahora estar sin ella.
La miró fijamente y la castaña hizo un solo movimiento con la mano con una expresión rara en el rostro. Un quejido o incomodidad. Es momento fue suficiente para algo en la cabeza del Hyūga se prendiera automáticamente, como una revelación, una idea fuertemente cobró vida en su cabeza. Se incorporó de golpe inclinándose ante la mesa y buscando aquello que necesitaba.
Debía buscar alguna forma de comprobar su teoría, y sobre todo que alguien creyera en eso.
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―¿Qué?
Neji se quedó en su sitio un poco nervioso, había abordado a Asuma en el comedor, mientras salía de una operación de seis horas. Su rostro fatigado e irritable demostraba que no era el mejor momento de salir con algo como esto, sin embargo, siendo médicos no había un momento libre. No dijo nada, en señal de demostrar que hablaba en serio.
―Por supuesto que no. ― Se rió sarcásticamente y mordió su baguette arrancando un buen pedazo.
―Doctor Sarutobi...
Estaba yendo en contra de todos sus principios y de su propia personalidad al estar ahí de pie, intentando convencer a su residente en jefe a una locura que ni el mismo estaba seguro. Pero se mantenía firme ante su decisión, debía hacerlo, por ella.
El mencionado frunció el ceño y dejó su comida en el plato, con la confusión y molestia en su rostro.
―Neji, ¿acaso el asistirme en esta operación te afectó? ― Volvió a morder y masticó lentamente mientras no apartaba los ojos del interno. ― No me hagas cambiar de opinión sobre ti, Hyuga.
El interno sintió la intención filosa de esas palabras y todo su interior quiso retroceder en respuesta, por que sabía que si todo esto salía mal, su cabeza iba a correr. Había trabajado tantos años para llegar hasta ahí y ahora mismo estaba poniendo todo eso en juego.
―Usted dijo que esperara al termino de la operación para poder hablar. ― El mismo sentía sus ojos cerrarse.
Había estado más de veinte horas en servicio, más seis horas en la operación donde asistió al Doctor Sarutobi, no había dormido en todo ese tiempo. Su cuerpo mismo imploraba por un par de horas en la zona de descanso para el personal del hospital. Pero sus ideales eran más fuertes que cualquier cosa. El mismo sabía que tendría esa operación horas antes y pudo descansar, sin embargo, se ocupó en el área de urgencias ante una emergencia.
Asuma rio fuertemente mientras volvía a morder su comida y veía fijamente como el Hyūga, por muy genio que decían decirle, había salido con una cosa como esta en el peor de los momentos posibles, cuando él moría de hambre. No demostraba que fuera listo.
―No realizaremos un electrocardiograma y un angiograma a un paciente que ha estado en estado de coma durante años.
―Pero señor, nunca encontraron que es lo que estaba mal con ella.
Sarutobi tomó un largo trago a su bebida y se limpió con una servilleta mientras daba el ultimo bocado a su baguette y sin mirar al interno enfrente suyo salía del gran comedor hasta el balcón, donde encendió un tabaco. Se percató en ese momento que había sido seguido, molestó por su insistencia.
―Neji, es un caso cerrado, no había razón para que ella no despertara. Yo mismo la operé hace cinco años cuando llegó. A veces suceden estas cosas, el cuerpo no resiste.
El Hyūga sintió el humo acariciando su rostro cuando Asuma exhalo, arrugó la nariz ya que no le gustaba ese aroma. Pero él solía fumar mucho y más cuando salían de alguna operación. Era su método para relajarse y soportar la carga de trabajo.
―No hubo muerte cerebral, aún existe algo que podamos hacer. ― Vio al hombre con una cara de fastidio y decidió presionar aún más. ― ¿Cuántos casos en el departamento de diagnóstico he fallado?
Lanzó la pregunta esperando el efecto que logró en el residente, que meneó el cigarrillo en los labios, mirando de forma recelosa.
―Déjeme probarlo con un estudio y si no encuentro nada, dejaré el tema enterrado. ― Soltó eso con tanta arrogancia que Asuma levantó las cejas.
Estaba apostando demasiado ante eso, por que estaba seguro que encontraría algo, algo que cinco años atrás no pudo encontrar nadie más. Pero si se equivocaba no podría volver a intentar nada para salvarla, temió en ese momento de sus palabras, sintiéndose estúpido por haber sido tan petulante al respecto.
―Bien Hyuga, una única oportunidad. ―Aunque parecía que ese aire arrogante le gustaba a Asuma.
Neji asintió, tenía una oportunidad, una única oportunidad y no iba a desperdiciaría.
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―Has estado bastante raro, Neji ¿sucede algo?
Parpadeo regresando a la realidad y jugueteó con lo que había en su plato, pensando en que no tenía hambre. Tenía el estomago revuelto por como se había movido los acontecimientos en estos últimos días.
Una vez que adquirió el permiso de Asuma, se movió tan rápido como el papeleo para los estudios le fue concedido. Realizando los estudios el mismo para no encontrar error absoluto en todo esto. El electrocardiograma le indició que el corazón era descartado y que se encontraba en correcto funcionamiento. El angiograma comprobó su teoría, que había un coagulo en una artería importante de la cabeza. Por la posición en la cual se encontraba fue difícil encontrarlo. El mismo puso el cuerpo de perfil para poder visualizarlo como había pensado.
Aún recordaba sus manos sobre el cuerpo de la chica y como la primera vez había despertado cosas que le parecían inexplicables.
Una vez con los resultados habló con Asuma y este al ver los resultados, realizó los tramites necesarios para programar la operación. Seria en un par de días. Neji salía de descanso esa noche y volvía en la noche siguiente. Esa situación lo mantenía absorto de la interacción humana que no fuera necesaria para su labor.
Rock Lee mismo se sorprendió cuando tomó el caso de Tenten y le preguntó al respecto, más por ver la intensidad del genio hacía ese caso en particular. Neji simplemente minimizó todo, diciendo que le había parecido interesante, para no dar más explicaciones. Lee pareció no tan satisfecho, pero no volvió a preguntar. Hasta ese momento, por que eran evidentes sus nervios.
―¿Acaso es por tu primera operación?
Neji simplemente asintió, lo conocía bastante bien para adivinar esas cosas, aunque no sabía todas las implicaciones que había detrás. Se obligó a comer un par de bocados de su sándwich, tenía que mantenerse lo mejor posible. Esa noche se fue a casa con la ansiedad incrementándose en su interior.
Por que a fin de cuentas si era su primera operación, procedimiento que según Asuma se había ganado al diagnosticar a su paciente con eficacia. No lo haría solo, Asuma había tomado la responsabilidad de estar ahí por cualquier cosa que sucediera, aunque confiaba que todo saliera bien o eso decía.
Neji estaba tan emocionado e inseguro de toda esta sucesión de hechos, eso era lo que había estado buscando desde el inicio ¿no? Encontrar la razón por la cual Tenten estaba en estado de coma. Con un diagnostico seguro y el procedimiento programado ¿Por qué tenía tanto miedo? Ingresó a su habitación dejando sus cosas en el suelo. Porque si el fallaba en esto, si el resultado era negativo, todo por lo que se había esforzado hasta este punto se iría a la basura. La vida de Tenten estaba en sus manos y el creciente miedo de perderla, lo carcomía.
Siempre le entusiasmó la cuestión de su primera operación y más aún si esta salía perfecta. Pero justamente la primera operación que tendría era la de ella.
¿Qué pasaba si todo salía mal? No estaba permitido de ninguna forma que la intervención saliera mal, por él, por ella y por el anhelo de por fin tenerla físicamente enfrente suyo. Por que necesitaba verla y poder tocarla por primera vez y que ella estuviera consciente.
Apoyó el rostro en el espejo que tenía enfrente con los ojos cerrados dejándose llevar por un segundo por la gran responsabilidad que estaba sobre sus hombros. Era demasiado y le estaba costando contenerlo.
Su puño entró en contacto con el frio cristal a la altura de su pecho, mientras intentaba componerse. Sus orbes se abrieron al sentir con intensidad la presencia de ella y su corazón saltó de golpe cuando vio los ojos castaños tan cerca. Como si estuviera pegando su frente contra la suya. Con la mirada más intensa que le había dedicado en todo este tiempo, sus ojos encontrándose como si fuera la primera vez y tan cerca. Neji miró como la chica alzaba su mano y la colocaba abierta contra el puño que el hacía, en un gesto cálido. El Hyūga instintivamente abrió su mano y la apoyó contra el cristal, sobre la de ella. Casi pudo sentir el calor emanando del cristal y su cuerpo reaccionó a tal cercanía como si fuera real. Respiró profundamente calmando el huracán en su cabeza.
Sus reflejos en el espejo eran uno mismo, prometiéndose encontrarse pronto
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Sus manos moviéndose con precisión y sus labios se movían únicamente para sus instrumentos. El sonido del monitor que indicaba el latir de su corazón y su presión arterial. Pedía cada determinado tiempo que le dijeran cuales eran sus signos, estaba estable.
La presión en su cuello y sienes del médico aumentó, cuando el catéter estaba entrando, el momento cumbre y por el cual había estado esperando durante todo este tiempo. Cinco años donde ella había estado encerrada en su propio cuerpo y que, por ese estúpido juego, suponía él, habían conectado de alguna forma. Ella llegó a su vida y ahora lo único que podía pensar es que no quería perderla, no ahora, no de esta forma y bajo su mano. Por que de alguna forma había encontrado aquello que no sabía que buscaba, la había encontrado de la forma más improbable del mundo. Había llenado su vacía existencia y la había llenado sin siquiera haberla escuchado. Solo verla a través del espejo lo sabía sin dudar.
Por que podía verse a si mismo en ella, era su reflejo, a cada momento.
El sudor descendiendo por su frente, hasta que pudo alcanzar el coagulo y extraerlo con toda la lentitud posible. Levantó el rostro cerrando los ojos un momento, recobrando el aliento de la tensión del momento. Sus ojos malva visualizaron el monitor en la sala.
―Bien hecho, Neji.
Neji simplemente procedió a terminar el procedimiento mientras la tranquilidad inundaba su interior. Observó el rostro de la chica que permanecía inconsciente por la anestesia. Su pecho se movió cálidamente al imaginar como ella le devolvía la mirada de la forma que lo hacía en el espejo.
Pronto ya no habría un cristal entre ellos.
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El tiempo necesario para que el paciente se recuperara y ver que todo marchaba bien fue un martirio para el Hyuga. Se mantuvo moviéndose por el hospital realizando sus labores en urgencias y en consulta. Intentando distraerse, pensando en que todo eso había salido bien y que no tenía por qué ponerse nervioso.
Asuma lo había felicitado al salir, sabiendo que su actitud en el quirófano le había dado un par de puntos en su estancia en el hospital. Podrían considerarlo para futuras operaciones de manera positiva, no había sido un procedimiento fácil, el área de la cabeza era el más delicado y él había salido de eso con éxito.
El sonido de su bipper lo alertó y lo buscó sujeto a su cinturón, leyendo las letras en él. Caminó con rapidez al área de recuperamiento sintiendo las manos sudar por un momento. Cerca de la habitación vio la puerta abierta y notó el reflejó de la pared de cristal del fondo. Ahí reflejada pudo verla sentada en su cama, con la mirada perdida en el muro de vidrio.
Neji sintió un cosquilleo en las manos al entender que esa era la ultima vez que la vería reflejada y la primera que podría apreciarla con total nitidez de forma presencial.
Ingresó a la habitación, acción que llamó la atención del paciente en la cama, quien le dedicó una mirada desde su sitio.
Ambos pares de ojos se encontraron por primera vez luego de tanto tiempo.
Neji se acercó hasta estar a su lado, mirándola desde arriba y contemplando, sin percatarse que había contenido el aliento, por primera vez aquellos orbes castaños resplandeciendo de tal forma que dolía verlos. Pero el Hyūga no apartó la mirada y solo detalló su rostro aún más, observando como sus mejillas se coloreaban de un encantador tono rosado, que no pudo evitar admirar.
El medico escuchaba su corazón latir con fuerza y sus ojos se desviaron cuando en el monitor observó como a la par el ritmo cardiaco de la mujer se aceleraba. Tal vez debería dejarla descansar, pero había esperado tanto por verla que se quedó de pie ahí.
Y sin pensar, como solía hacer en cada momento de su vida, dio un par de pasos para quitar la distancia entre ellos, estiró su mano rozando con su dedo índice y pulgar la mejilla femenina. Su interior se regocijó al sentir la calidez de la piel, sintiendo la satisfacción total de saber que luego de contener sus deseos por fin podía tocarla. La sintió estremecerse ante su contacto.
―Ya era bastante abrumador que solo me vieras en el espejo... ― Dejó salir en un susurro y un poco ronca por no haber usado su voz en tanto tiempo.
A pesar de eso Neji sintió un golpe en estomago al escuchar el timbre dulce de su voz, era aún mejor de lo que había pensado. Ninguno apartaba la mirada del otro. El interno apartó su mano del rostro femenino, aunque ella entrelazó sus dedos con los de él.
―Neji... ― El que pronunciara su nombre valió toda la pena la espera. ―Quiero decirte tantas cosas... ― Tenten pareció dudar en su lugar, nerviosa ante su presencia.
El Hyuga le dedicó una sonrisa, sabiendo que estaba dispuesto a escucharla toda su vida.
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¡Y aqui termina esta historia! Se que llegué un poco tarde, pero estoy poniendome al día lo más rapido que puedo.
Tuve un ligero bajón de animos pero pienso terminar cada una de las ideas que tengo de este mes, espero que me sigan acompañando en cada uno de mis relatos e ideas fuera de lo norma.
No saben como me encantó desarrollarla y llevarla a su fin, espero que sea de su agrado y que dejen sus comentarios sobre que les pareció.
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