Me encontraba entre los brazos de Diego muy, muy cansada. Mi mente se encontraba echa un caos y los nervios pudieron conmigo, notaba sus manos sobre mi cabeza acariciándome los cabellos cariñosamente mientras nos encontrábamos en el sofá de los Cullen.

Todos decidían lo que hacer a partir de ahora no podían dejarme sola, pero los chicos no estaban dispuestos a dejarme con  los Cullen a solas, por eso de las disputas vampira-lobunas.

Poco a poco los ojos se me fueron cerrando y caí en un duermevela un poco agitado.

Todo a mi alrededor era oscuridad no podía ni siquiera ver mis manos. Es silencio era sobrecogedor solo roto por los fuertes latidos de mi corazón desbocado. Intenté moverme pero tampoco podía, me encontraba como anclada en el lugar.

¿Dónde estaba?, ¿los chicos estarían bien?, Jacob y yo no arreglamos nuestra tonta discursión. ¿Ese sería el último recuerdo que tuviera el de mí? Una loca gritando y persiguiéndole por una grandísima bobada. Solo me había mirado en ropa interior, ¿y que?, yo también lo habría espiado en calzoncillos y me lo hubiese devorado con la mirada. Ahora pensaba en que debería haberme dejado de preocupaciones y darle a Jake todo de mi. El tenía tanto mi corazón como mi alma… ¿Por qué no también mi cuerpo? Me arrepentía por mi estúpida inocencia, en cualquier momento podría morir y lo tenía bastante claro ya que al estar en ese sitio algo malo me pasaría. Y si sabía que estaba viva ya que si mi corazón bombeaba y tenía ese sentimiento de peligro…

Una tétrica risa me sacó de mis cavilaciones, era la misma risa del instituto y esta vez tampoco podía verle, pero sabía que se encontraba cerca, muy cerca, demasiado cerca.

 Mi respiración se aceleraba la risa se escucha cada vez más fuerte y cercana.

Solté un grito cuando noté su aliento en mi nuca.

-¿Asustada? Me encanta…_ rió diabólicamente y voz grave y áspera_ escucho el sonido de los bombeos de tu corazón, mmmm suena delicioso se me hace la boca agua. Pero no se me permite tocarte, es una lastima porque podría disfrutar mucho de ti.

Gemí muerta de miedo.

-¿Qu-que quieres de m-mi? , ¿y quien eres?_ intenté no sollozar pero era imposible.

-Yo todo_ rió_ pero querida quien soy es lo de menos, hay muchos tipos detrás de ti. Eres una chica muy valiosa y eso es muy peligroso.

-¿Qué quieres decir?_ temblando_ yo…_ me paré al notar como una mano recorría mi espalda.

-Solo te diré que te vas a tener que cuidar muy bien a partir de ahora preciosa, porque puede que no pueda tenerte en este mismo momento pero lo lograré. _ me olió el cuello_ estoy deseando tenerte querida Alex. Tus sollozos son como música para mi. Por ahora espero que estés alerta para que ningún otro se te lleve. Te dejaré un recordatorio para que no te olvides de mí.

Sentí como posaba una mano sobre mi pecho, aguanté la respiración, me desmayaría en cualquier momento. Noté como metía su mano debajo de mi camiseta. Lloraba exasperada y aterrada por lo que pudiese hacerme.

-Shhh_ me mandaba a callar _esto será rápido.

Cuando llegó a por encima de mis pechos hico presión sobre mi lado derecho, mi relajé un poco al no ir hacia el corazón, pero fue un alivio mínimo porque sus dedos empezaron a quemarme.

El dolor que sentía era atroz. Chillaba y chillaba, e intentaba alejarme de aquella mano pero estaba paralizada en aquel lugar sin posibilidad de escape.

-Esto es un regalito de despedida_ dijo cuando por fin apartó su mano de mí.  

Escuchaba su risa cada vez más lejana pero igual de aterradora.

Yo seguía chillando por el dolor.

Alguien me agitaba y llamaba desesperadamente, gritando mi nombre una y otra vez. Mi pecho me escocía y dolía como los mil demonios.

Abrí como pude los ojos empañados de las lagrimas que había soltado.

-¡Alex, Alex!_ todos estaban a mi alrededor preocupados.

Seguía en el sofá, tumbada sobre Diego que estaba histérico aferrándose a mí como si fuera a desaparecer. Mi garganta estaba casi afónica de tanto gritar y me costaba hablar.

-M…me…d…due…duele_ sollocé.

-¿Dónde te duele pequeña?_ se acercó Carlisle y se colocó de rodillas a mi lado delante del sofá.

-Mi…pe….pe…pecho_ gemí llorando.

Jasper se encontraba en una silla temblando y con los ojos cerrados, concentrado en mis emociones. Alice se mantenía a su lado sujetando su mano. Bella y Emmet se quedaban al margen intentando no molestar, estaban asustados y sin saber que hacer al igual que la manada que las chica se encontraban abrazando a sus respectivas parejas angustiadas.

Carlisle fue levantando mi camiseta sin importar que todos estaban a mí alrededor. No era momento para vergüenzas y remilgos. Todos exclamaron asustados viendo la quemadura que recién se encontraba en mi pecho. El dibujo de una serpiente en una daga se encontraba grabado en mi pecho, rojo. Resaltando que era muy reciente, la carne estaba enrojecida, en carne viva. Muy mal aspecto.

-¿P-pero como?, ¿Cuándo pasó esto? _dijo  Esme impactada detrás del sofá tapándose la boca con la mano.

-¿Alex?, por favor que demonios está pasando_ Jake paseaba de un lado a otro de la estancia sin apartar su mirada de mi.

-Por el momento debemos curarla. Rosalie trae mi maletín rápido._ exigió Carlisle.

Todos estaban petrificados no se podían imaginar como de un momento a otro en el que se encontraban hablando y yo durmiendo sobre Diego, me pusiera a gritar y llorar. Y tener semejante quemadura en el pecho.

Yo seguía gimiendo de dolor.

-¿Edward puedes volver a leerle la mente?_ pidió Quil.

-Esto me resultará mas difícil ya que está más alerta y puede q no me deje entrar. Haré lo que pueda.

Se puso al lado de su padre y me habló de forma tierna y tranquilizadora.

-Alex ya se que te duele y estas muy asustada pero necesito entrar en tu mente para saber que es lo que te ha pasado y poder ayudarte. Nos encargaremos de quien te haya hecho esto._ lloriquee mas fuerte y Diego me abrazó más fuerte intentando no tocar mi pecho herido por la quemadura.

Después de unos angustiosos minutos en los que Edward entraba en mi mente y Carlisle me restregaba suavemente una crema para calmar el dolor y si fuera posible que no quedase cicatriz.

Edward cada vez se ponía más pálido. Ya se que eso era imposible pero todos podían notar como perdía el poco color que tenía.

Bella fue corriendo hasta el y lo sujetó antes de que cayera al suelo.

-Fue el mismo de la otra vez…

-¿Cómo es eso posible? Si ni siquiera estaba aquí para hacerlo._ exclamó Jared.

-Ni yo mismo lo sé, peo como ya dije es poderoso. El consiguió hacerle eso en el sueño.

-¿Sueño?_ preguntaron.

Edwards se dispuso a explicar todo lo que había sufrido a manos de ese ser sin dejar de relatar un solo detalle. Los chicos se encontraban furiosos y confundidos. No sabían que hacer todo esto les sobre pasaba.

El dolor fue calmándose poco a poco pero no desaparecía. Tardarían en curarse. Los demás fueron pensando en que hacer, no podían dejar que esto volviese a ocurrir.

El ser dijo que otros también me querían eso quiere decir que también vendrían a por mi. Debíamos encontrar el porqué.

-No puede ser porque es parte licántropo. Si no también nos hubiera atacado…_ pensó Jasper ya más calmado.

-Eso quiere decir que la quieren por la parte maga._ dijo Embry razonando.

-Es lo más plausible._ opinó Sam

-Ahora tendremos como máxima prioridad el encontrar todo lo relacionado con su padre. Eso nos ayudará, además de descifrar el símbolo de su quemadura. Nos debería de informar sobre ese tipo._ dijo Jake pensando en partirle la cara por hacerme todo esto.

-Estoy de acuerdo, lo de valiosa tiene que tener relación con su otra familia_ dijo Paul dándole la razón.

-Pues manos a ello._ dijo Emmet crujiéndose los nudillos.

Todos dirigieron sus miradas decididas en mi que me encontraba acurrucada con Diego y sollozando bajito.

Esto se volvería un autentico infierno.

 ESPERO QUE OS HAYA GUSTADO EL CAPÍTULO Y SIENTO LA TARDANZA, ES UN POCO CORTITO PERO NO TENÍA MUCHA INSPIRACIÓN Y DECIDÍ PUBLICARLO ANTES DE QUEDARME EN BLANCO. OS QUIERO. BESOS.

EN MULTIMEDIA TENDRÉIS UNA IMAGEN DE LO QUE SERÍA LA QUEMADURA DE ALEX.