Como el dragón, ella vivió años eternos, sin un fin a su vida.

La chica no era muy joven, había nacido antes de cristo, pero siempre aparentaba 24, la misma edad de su madre al nacer ella.

Un día, antes del amanecer, el gigante dragón la deja en un puente, entrada a una gran ciudad.

Alice:

__ Ten cuidado, recuerda que el hombre es traicionero y tú eres diferente, eres la mitad de ellos y la mitad dragón. Dice con su voz gruesa de aire caliente

__ Si, lose, tranquilo me dices esto todos los días que me dejas en lugar. digo para calmarlo un poco, en ocasiones es algo sentimental

__ Alice, cada vez estas más altanera, recuerda nuestro trato. me dice intentando amenazarme, y cree que lo lograra.

__ tranquilo, llevo unos milenio y 24 años recordando nuestro trato. digo tratando de alejarme lentamente, dando pasos hacia tras.

__ Recuerda mantener la calma, no te enojes.  dice alzando un poco su voz, ya estaba un poco lejos

__ Sí, sí; ya me puedo ir. digo parándome

__ ok, cuídate, te quiero. Dice el, lagrimas comenzaban a recorrer sus mejillas, era enserio sentimental cuando estaba conmigo, las lagrimas no caían en el suelo, el es tan caliente que en su recorrido se evaporan.

__ hay no te pongas sentimental, hacemos esto todos los días, se fuerte, que pareces un hada, delicado. estaba echándole en cara que no fuera delicado, me estaba buscando una quemada.

__ te estás pasando, te voy a quitar la mitad de tu botín. dice serio y amenazante, ya este tema esta pasado de cabales.

__ ni te atrevas, ¡ES MIO!. me moleste un poco, alze la voz, estaba loco si se acercaba a mi botín.

__ hay ya eres como yo, que orgulloso estoy de ti, bueno va a amanecer. dice el abriendo sus alas, y con ellas revoloteando, para quedar a unos que otros metro de distancia del suelo, siguió así, hasta que desapareció entre las nubes.

Podía ser como el dragón, pero mi espíritu aventurero es más grande.

Estaba amaneciendo, ya todos los puestos del mercado estaban abriendo, así que tomo mi capa y oculto mi rostro, no le gusta mucho que me vieran.

Vi niños jugar, aves, un pastor y sus ovejas, comerciantes regateando, una vieja bruja, una hermosa chica que era seguida de millones de chicos, y aun chico.

Al verlo lo deseaba tanto, como un tesoro, tanto como el dragón me deseaba cuando era apenas una niña.