Final
El rostro del culpable ya está grabado en la retina y en la mente del inspector Gun.
Después de haber tomado la memoria negra, y recolectado fotografías, viajan de nuevo a la estación, van directo a la sala en la que se encuentran esperando los tres hombres.
—Tengo al hijo de puta —espeta triunfante, Gun.
Namjoon el cual ha escuchado lo que ha dicho, sale a toda prisa de la estación enlazando una llamada con su mejor amigo.
—Sal de la casa ahora. Recógeme dos cuadras adelante de la estación —le ordena a Jimin.
—¿Qué mierda sucede, Joon? —pregunta el castaño.
—Es el maldito inspector. Mierda, te entregué dos carpetas con los policías que estaban tras de ti —le recuerda el rubio, mientras acelera sus pasos.
—Vi la carpeta de Kim.
Jimin entra a su habitación, y camina hasta su escritorio con su bolso negro traslapado.
—Busca la maldita carpeta, Jimin. Estoy seguro que es él.
El castaño remueve algunos reportes y observa la carpeta hasta el final, la toma y sale de su habitación a toda prisa.
—Es hora de despedirnos por un tiempo —se dirige Jimin a Emma.
—Nos vemos pronto, Jiminie —se despide la chica, mientras Namjoon los escucha.
—Cuando este en el ojo del huracán, haz lo que te he pedido.
Emma, asiente.
—Nos vemos, Emm —el castaño sale de su casa y se sube al auto.
La chica antes de salir enciende la llave del gas, enciende todas las luces y sigue todas las indicaciones que Jimin le ha pedido y han practicado.
—Tengo el reporte.
El castaño, sube al auto y mira el perfil del policía, le toma una fotografía y se la envía a su amigo.
—Te envié la fotografía —le hace saber Jimin a su amigo.
Jimin arranca el auto, luego de ver salir a Emma de su casa a toda prisa.
—Es él. Mierda, debemos apresurarnos, fue un pupilo del padre de Taehyung. Viene por ti, si o sí —corrobora el rubio.
—Eso lo veremos —dice Jimin, conduciendo lo más rápido que puede.
El inspector le entrega la memoria con el cable a uno de los oficiales, luego camina hasta las tres carpetas que se encuentran sobre la mesa, las abre y cuando observa el rostro del chico castaño que también está presente en el vídeo que lo delata como el asesino de ricos, golpetea con sus dedos la fotografía llamando la atención de uno de los oficiales.
—Dime lo que conseguiste sobre él —le pide el inspector.
—Su nombre es Park Jimin, es un empresario reconocido por su inmobiliaria, y por su trabajo como decorador de interiores. Hijo único de Park Daniel y Go Eun.
El oficial hace una pausa, mientras mueve su dedo pulgar por la pantalla de su tableta.
—Sus padres fueron asesinados, perdiendo toda su riqueza. El chico fue enviado a un hogar adoptivo, sus responsables murieron y le dejaron la casa.
Gun, ladea un poco su rostro.
—Algunos allegados a la familia Park, abrieron una investigación contra estos hombres.
El oficial, le entrega una hoja con los nombres.
—El caso fue cerrado, y las personas fueron demandadas por difamación. Lo curioso es que todos en esa lista...
—Han sido asesinados —interrumpe el inspector, culminando la oración del oficial, el cual, solo asiente. —Es la lista, es la puta lista —agita el papel. —¿Investiga quién falta? —le ordena el inspector.
—Sí, señor —dice el oficial, tomando el papel con el listado.
—Quiero la dirección del chico.
Otro de los oficiales le muestra lo que quiere.
—Wang, ve a esta dirección, si otro detective puede acompañarte mucho que mejor.
Jackson, asiente, mientras toma nota de la dirección.
—Ese es Kim —señala la pantalla, Wang.
—Ve a la casa y fotografía cualquier cosa que nos ayude, ve directo al jardín, y revisa su habitación.
Jackson asiente y sale de la sala.
Reúne a dos oficiales más, y cuando baja los escalones observa a Jeon salir de una patrulla.
—Jung, acompáñame —le pide Wang.
Sin preguntar, Jeon, lo sigue, subiendo a otra patrulla junto a su colega.
—¿Qué sucede? —indaga Jungkook, cuando la patrulla está en marcha.
—Tengo la dirección de la casa de Alias Black Swan.
El pelinegro observa asombrado a Wang.
—Taehyung, dejó una nota con el nombre de Gun, es un inspector de Corea del Sur. Le envié los casos de Black Swan, y gracias a él tenemos la dirección —Jackson, agita el papel con la dirección.
—¿Estás seguro de esto? —pregunta Jungkook.
—Por supuesto que sí, Jeon.
La patrulla se detiene y todos bajan.
—Creo que esto es un mal entendido —dice Jungkook al reconocer al instante la casa de su pareja.
—No lo es, Jung. Es la dirección —Jackson le entrega el papel al pelinegro. —Tú, quédate aquí —le ordena a un oficial. —Vamos —dice emocionado el pelirrojo, entrando por la puerta trasera que lleva directo al jardín.
—Jack, si esto es una broma, no da gracia —habla Jeon, haciendo puño el papel y dejándolo caer al césped.
—No es broma, Jeon. ¿Qué mierda te sucede? —lo cuestiona Jackson, deteniéndose frente a la puerta del jardín de Jimin.
—Es la casa de mi pareja —suelta Jungkook, sorprendiendo a Wang.
—Imposible —espeta el pelirrojo, abriendo la puerta del jardín.
—Mierda, Jackson, lo digo en serio —insiste Jeon, pero su colega decide ignorarlo, y entrar al jardín. —Sal de este lugar —le pide Jungkook, entrando recordando las palabras de Jimin de no tocar ninguna parte de las plantas y flores.
—Son hermosas —dice Jackson, mirando el jardín bien cuidado. —Revisa esa pequeña bodega —le pide a Jeon—. Mira lo que me enviaron.
Jungkook abre la puerta de la bodega con cuidado y observa muchos frascos con rótulos pegados con cinta, con lo que parece ser son los nombres de las plantas.
—¡Bingo! —escucha decir Jeon, para luego observar el flash del celular de su colega. —Mira lo que te envié —le repite Jackson.
La mente de Jungkook empieza a recordar esas veces en las que Jimin, actuó raro y le dijo palabras que no comprendía, pero que ahora empiezan a cobrar sentido.
Reproduce el vídeo, y puede ver a su bello chico de lindos ojos quitarle la vida al detective Kim. Su respiración se acelera, cierra sus ojos y niega, gira sobre sus talones y observa a Wang mirar el vídeo.
—Sí, es tu chico —dice Jackson, luego de haber visto la verdadera identidad de Alias Black Swan. —¿Lo sabias? —lo interroga el pelirrojo.
Jungkook, niega, mientras camina hacia la salida del jardín.
—Mis manos arden —se queja Jackson.
—Son venenosas, se supone que debes saberlo ya —dice Jeon, pasando al lado de Jackson, arrebatándole su celular.
—Espera, ¿a dónde vas? —pregunta Wang, siguiendo los pasos de Jungkook, hasta dentro de la casa.
—Jimin —habla el pelinegro, cuando su pareja ha atendido la llamada.
—Soy Nam, pero él puede escucharte —atiende el rubio.
—¿Qué mierda es todo esto? Black Swan, ¿en serio? —dice molesto Jungkook, caminando hacia la salida de la casa.
Abre la puerta y sale furioso.
—Voy a explicártelo todo, Jungkook —escucha la voz del castaño.
Se relaja un poco, pero no deja de sentirse molesto y utilizado.
—Dime dónde estás —le pide Jimin.
—Fuera de tu casa. Mierda, esas plantas, tu jardín. Maldición.
Jeon camina de un lado a otro frente a la patrulla.
—Jeon, vete. No entres a mi casa.
—¿Qué? ¿Por qué? —pregunta Jungkook, desesperado.
—Mierda, la llave del gas está abierta, si alguien entra a mi habitación las bombillas estallaran —explica, desesperado Jimin, temiendo lo peor.
—¡Jackson! —grita Jeon, trotando hacia la casa.
—Jungkook, aléjate de mi casa, no entres —le pide el castaño.
Una fuerte explosión se escucha, y las llamas empiezan a hacerse presentes.
—Jungkook. Mierda, no —escucha a lo lejos el pelinegro la voz preocupada de Jimin.
—Maldición, Jungkook. Responde —alza su voz el castaño.
—Dime dónde estas, Jimin —le pide Jeon.
—Namjoon, te enviará la dirección y si desconfías de mí, el nuevo inspector y el detective Wang pueden confirmar mi paradero —el castaño suelta un suspiro, el cual, desbasta al pelinegro. —Lo siento, Jungkook —es lo último que escucha decir Jeon por parte de su chico.
—Te enviaré la dirección —escucha la voz de Kim, mientras entra a la patrulla.
—Pide refuerzos —le ordena al oficial, para luego arrancar—. Siempre lo supiste. ¿Verdad, Kim?
—Te envié la dirección —habla Nam.
—Responde —exige Jeon.
—Así es —contesta.
—Haz que se detenga —le súplica Jungkook.
—Lo he intentado muchas veces, créemelo —le hace saber, Joon.
—¡Mierda! —grita Jungkook, dando golpes en el volante.
—Nos vemos pronto, Jeon —Namjoon cancela la llamada.
El pelinegro conduce hasta el lugar, sabe que el inspector Gun seguro y estará en ese lugar. Los mensajes constantes que le envía al número de Jackson se lo confirman.
Siente impotencia, cómo mierda se supone que defenderá a su pareja, cuando es un asesino, y no cualquier asesino. Es el maldito Black Swan, ahora entiende la molestia de Jimin al enterarse que él estaría a cargo de sus asesinatos, comprendía las veces que salía fuera, era todo para cometer un homicidio más.
—Voy a matarte —recuerda.
—Me lo dijiste —niega Jeon, mientras sus ojos se llenan de lágrimas.
La mente de Jungkook es una máquina a vapor, está al límite, los bellos momentos vienen a su mente, y traga grueso, no puede evitar sentirse utilizado, engañado y posiblemente no correspondido por el chico de hermosos ojos, del cual se encuentra completamente enamorado.
Y es que más allá de sentirse mal, quiere poder salvar a su pareja, quiere poder hacerlo entrar en razón antes de que el inspector haga público todo.
—¿Estas listo, Joon? —interroga el castaño a su mejor amigo, por medio de un intercomunicador.
—Claro.
—Hora de iniciar y terminar.
Camina por un delgado pasillo, y se detiene frente a la habitación número cinco.
Alza su mano cubierta por su guante negro de cuero, da unos cuantos toques, alza su vista y sonríe dulcemente observando hacia la mirilla.
—¿Puedo ayudarte en algo? —pregunta una chica joven, de aproximadamente quince años.
—Vete —le pide Jimin, ahora con su semblante serio.
—¿Disculpa?
Ka chica alza sus cejas, observando con confusión al castaño.
—Largo, vete —extiende su brazo izquierdo, toma de la muñeca a la chica y la saca del departamento. —Te he salvado de ser tocada por ese hijo de puta, ahora lárgate sin decir una sola palabra, si me acusas, voy a buscarte y te juro que voy a matarte —la amenaza el castaño, mientras entra al departamento y luego cierra la puerta.
—Se dirige hacia la salida —escucha el informe de Joon.
—¿Quién era, mi pequeña? —pregunta el millonario, saliendo de una habitación vistiendo una bata blanca y unas pantuflas del mismo color, sosteniendo una copa con su mano derecha.
—Yo —contesta mientras sonríe Jimin, alzando sus cejas.
—¿Quién eres?
El castaño niega.
—Odio esa pregunta, pero la contestare. Por supuesto que lo hare.
Se retira su bolso y lo coloca sobre una mesa, toma una silla y la arrastra al centro de ambos.
—Tú y yo vamos a jugar —habla coquetamente Jimin, mientras se retira su chaqueta, y los ojos de su víctima recorren sus piernas. —¿Te gusto, señor Soon? —lo interroga Park.
El millonario asiente, mientras disfruta de la linda vista del culo de Jimin, mientras esté busca su frasco y unas pequeñas cintas para sujetarlo.
—Si quiere tocarme debe acercarse —lo tienta el castaño, mientras lo observa de reojo.
Cuando siente unas manos posarse sobre su cintura, se gira y coloca sus manos sobre el pecho de Soon.
—Tome asiento mientras lo toco, y le digo quien soy.
El señor asiente, se aleja de Jimin, y esté aprovecha para tomar una pequeña cuchilla.
—Manos atrás —le pide Jimin.
El millonario excitado hace lo que se le ordena, ignorando lo que está apunto de sucederle.
—Voy brincar sobre ti, ¿quieres que lo haga? —sigue con la actuación el castaño, mientras ata las manos del tipo.
Jimin se detiene frente a él, y se coloca de cuclillas, posa sus manos sobre los muslos de Soon, y lentamente los sube hasta abrir la bata.
—Chúpamela. Quiero mi polla en tu maldita boca —exige el señor, lo cual, provoca que Jimin ría bajo, y saque su navaja.
—El único lugar en el que estará tu polla, será en tu boca.
El castaño pasa lentamente la cuchilla sobre el muslo derecho del tipo.
—Mierda, mierda. Detente —se remueve Soon, sobre la silla, mientras observa como empieza a sangrar, su piel a arder y a doler. —Puedo darte dinero, mucho dinero —se remueve, al ver que Jimin se pone de pie.
—No es necesario que me lo des, ese dinero me pertenece. Es mío, siempre lo ha sido.
El castaño toma de su bolso la fotografía de sus padres junto a su victima y la coloca frente a su rostro.
—¿Los conoces? —pregunta Jimin. —Responde —demanda.
—Sí..
—Entonces los desapareciste, porque tenían más dinero que tú y todos los demás, ¿no es así?
El castaño empieza a caminar de un lado hacia otro frente a su víctima.
La puerta se abre de manera abrupta, Jimin deja de caminar y observa al inspector apuntarle con un arma nueve milímetros.
—Bienvenido inspector, le recomiendo bajar el arma —lo recibe y le recomienda el castaño.
—Aléjate de él, y extiende tus brazos —le exige Gun a Park.
—Eso no pasara inspector. Ahora baje su arma.
Jimin ríe al ver al inspector negarse.
Se escucha como alguien carga un arma, Gun gira su rostro y mira a Kim apuntarle.
—Baje el arma —le ordena el rubio.
Unos pasos precipitados se escuchan, y tanto Namjoon y Jimin saben quién es.
—Por favor, ayuda —lloriquea Soon, removiéndose en la silla.
—Cállate, el único que puede ayudarte soy yo.
Jungkook entra al departamento, Namjoon cierra la puerta sin perder de vista al inspector.
—Pero no lo hare.
—Por favor —súplica su víctima.
Jimin camina hasta la mesa, toma el frasco y alza su rostro, conectando su mirada con la de Jeon.
—Lo siento, Jungkook, pero debo terminar con mi pasado oscuro.
El pelinegro niega, e intenta acercarse a su lindo chico.
—No te acerques, si lo haces voy a matarte —lo sentencia, haciendo que Jungkook se quede estático observando como Jimin camina hasta la victima dejando caer la tapa del frasco al suelo—. Tú y el resto, no le perdonaron la vida a mis padres. No tienen idea de lo que sufrí y todo por unos malditos millonarios que querían más dinero.
El castaño introduce dos de sus dedos al frasco, tomando unas cuantas hojas de Hortensia.
—Fui violado, fui obligado a presenciar asesinatos, a limpiar sangre y viseras de las victimas de mis tutores. Todo por su maldita culpa —Jimin se coloca sobre los muslos de Soon.
El corazón de Jungkook palpita de forma rápida, el inspector empuña con más fuerza el arma, y Joon se acerca más a Gun colocándole el arma en su sien.
El castaño lleva las hojas de la flor a la boca del tipo, las pasa con fuerza sobre sus labios y rostro, las deja caer al suelo, y luego toma el resto de hojas, para dejar caer el recipiente.
—Jimin. Por favor, detente —se atreve a hablar Jeon.
—No te metas detective Jeon, o te juro que voy a matarte.
El castaño saca su lengua y relame sus labios.
Con su mano izquierda tira del cabello de Soon hacia atrás, su rodilla izquierda la coloca sobre el miembro de su victima haciendo que esté comience a quejarse del dolor.
Al sentir todo el peso de Jimin sobre su polla, provocando que abra su boca para quejarse.
Jimin introduce las hojas a la boca de Soon y luego coloca sus manos sobre la boca del tipo, impidiendo que bote las hojas de Hortensia, y las trague a la fuerza.
—Por favor detente. Mírame —le pide Jungkook, acercándose cuidadosamente a su chico.
—¿Ahora ya no te gusta, Jiminie? —interroga el alter ego al pelinegro.
—Por supuesto que sí —responde Jungkook, sin dudarlo.
—No mienta detective, solo quiere que baje la guardia para llevarme a prisión.
Jimin se aleja del cuerpo de Soon.
—Es tarde, demasiado tarde para detenerme.
El cuerpo del señor empieza a temblar y a convulsionar.
El inspector alza su arma, Joon observa como esta dispuesto a tirar del gatillo y matar a su amigo. Nam le apunta y cuando esta dispuesto a matarlo, Jeon se lo impide.
—No lo hagas, Kim, y usted deténgase, tengo todas las fotografías aquí —alza el celular de Jackson. —Todo esta aquí, se lo entregare, pero debe dejarlo en paz —le propone Jungkook a Gun.
—No necesito su ayuda, detective —espeta, molesto Jimin, alzando su mano con la cuchilla en su mano, para luego hacer una herida en la garganta de Soon. —El fin que me da un nuevo comienzo —susurra el castaño.
—No —escucha decir a Jeon, el cual mira como el inspector forcejea con Namjoon, por recuperar el celular.
—¡Maldición! —alza su voz el castaño, acortando la distancia entre el pelinegro y él.
Un disparo se escucha despistando a Jungkook, el cual, mira el cuerpo del inspector sobre el suelo, mientras Kim se pone de pie.
—Debiste alejarte.
Jimin estrella contra la pared el cuerpo de Jungkook.
—Espera soy yo, mírame —le pide Jeon mientras lucha para no ser herido por el castaño.
—Voy a matarte —dice furioso el alter ego de Jimin.
—Jimin, debes luchar —habla Joon—. Te amo, esto no hace que deje de amarte.
Al escuchar eso el castaño deja de forcejear, y empieza a negar una y otra vez.
—Continua —le pide Nam al detective.
—Mírame cariño, te amo —prosigue Jungkook.
—¿Aun me amas? —pregunta con lágrimas en sus ojos.
—Así es, Jimin —le asegura Jeon.
—Maldito mentiroso.
El castaño coloca su mano sobre el cuello del pelinegro, presionándolo de forma fuerte, mientras le acerca la cuchilla a los ojos.
—Te amo.
Jimin mira los ojos color negro de Jungkook llenos de lágrimas, lágrimas que han sido causadas por él.
La mirada con la que Jeon lo ve no es la misma, y eso le duele, lo decepciona, lo hace débil, pero lo vuelve a la realidad, la presión en el cuello de Jeon empieza a debilitarse.
—No lo hare, no puedo matarte —retira su mano del cuello del pelinegro.
Jeon tose unas cuantas veces, intenta tomar la mano de Jimin, pero este se aleja.
—Esto se acaba ahora.
Jungkook niega confundido y con temor, mientras que Jimin llora.
—Espero y un día puedas perdonarme —el castaño retrocede y luego se dirige hacia su mejor amigo.
—Entrégale el celular —le ordena Jimin al rubio.
—No —se pone.
—Hazlo, Joon.
El rubio camina hacia a Jungkook y le entrega el celular de Jackson.
—La estación de policías está en llamas.
Jeon intenta mirar a Jimin, pero esté camina hasta la puerta dándole la espalda.
—Soy culpable de todos los asesinatos —escucha Jeon, mientras Namjoon recoge las pertenencias de Jimin.
—Jimin, por favor —habla el pelinegro, intentando detener al castaño.
El detective Jeon queda solo en el apartamento, llama refuerzos y espera su llegada, su informe es que llego tarde, que intentó detener a Alias Black Swan, pero no lo consiguió.
—¿Encontró algún objeto que incrimine o nos revele al sospechoso? —lo interroga su jefe.
Lleva su mano derecha a su espalda, y discretamente introduce el celular al bolsillo trasero de su pantalón.
—No, señor, ningún objeto, y con respecto a su rostro, lo tenía cubierto —miente en su declaración, mientras a su mente vienen los recuerdos de la forma en la que era visto por esos bellos ojos color miel, que le pertenecen al chico que ama, pero que había decidido abandonarlo sin pelear por su relación.
—Bien, puedes irte a casa.
Jeon asiente, y camina hasta la puerta del departamento, cuando esta fuera, observa hacia dentro y recuerda lo sucedido una hora atrás.
Suspira y sale del lugar, un oficial lo escolta hasta su casa, saca sus llaves, las introduce a la cerradura, las gira y abre la puerta.
Cuando abre completamente la puerta, ve un sobre en el suelo, se agacha, lo recoge y camina hasta su habitación, se encierra y toma asiento a la orilla de su cama.
Saca el celular de Jackson de la bolsa trasera, mira las fotografías y niega.
Toma el sobre y lo abre al no tener remitente. Mira una USB, la apuña en su mano izquierda y desdobla la hoja, cierra sus ojos por unos breves segundos luego de leer el nombre, los abre y empieza a leer el contenido escrito sobre ese papel.
De: Park Jimin
Querido Jungkook, mi dulce detective, si estas leyendo esto seguramente tienes muchas preguntas, las cuales, quizá no te responda ahora o quizá nunca.
Lo que leas de mi pasado, algunas cosas no son ciertas, pero por favor entérate de todo de mi parte, pero antes de que leas y mires mi verdadera historia de inicio a fin, quiero expresarte y decirte por esta carta, lo que nunca te dije.
Llegaste a mi vida como ese rayo de sol que tanto anhelaba en mi vida, justo cuando pensaba que no tenia esperanzas de ser feliz, pero entonces tú apareciste en mi vida, decido a quedarte a mi lado.
Me mostraste que podía ser amado, y aun sin saberlo uniste los pedazos rotos de mi cuerpo, alma y corazón. Eres lo que siempre soñé desde pequeño, pero que me obligué a creer que no lo merecía, y que nadie aparecería para salvarme.
Llegaste a mí para brindarme todo lo que cualquier persona desea en esta maldita vida. No puedo negar que eres y serás lo mejor con lo que me he encontrado en esta vida, tú llegada a mi vida solo hizo mi mundo perfecto.
Así que todas las noches discutía con mi alter ego por ti. Peleaba porque se que te necesito a mi lado, y porque me mostraste que vale la pena vivir mi vida si es con alguien como tú a mi lado. Eres la razón por la cual, me arriesgué aun sabiendo que un día te perdería, y que la tormenta me derribaría.
Pero Jeon, valías y vales la pena, me enamore de ti como nunca jamás pensé hacerlo. No solamente te tengo grabado en mi mente, sino también en cada espacio de mi cuerpo que amaste, estás en mi corazón y en mi alma. Aferrándote, aferrándome a la maravillosa persona que amo, y que amare para siempre con cada parte de mi existencia.
Gracias por ser un ángel para mí, y por hacerme querer ser mejor persona.
Eres el hombre más guapo y extraordinario de este mundo ante mis ojos, no tengo idea del porque te fijaste y te enamoraste de una bomba de tiempo como yo. El simple hecho de recordar la manera en la que tus brazos me acogen y me hacen sentir seguro, mi corazón palpita de emoción y mi cuerpo se siente cálido.
Gracias por aparecer en mi vida para amarme, gracias por darme una vida perfecta como la que había olvidado que soñaba. Me despido de ti y te pido que llores conmigo, pero prométeme que seguirás viviendo tu vida, que serás feliz, porque yo lo seré. Un día quizás y nos volvamos a ver, justo donde el sol nace.
Te esperaría toda una vida si fuese necesario, te amo, y te estaré agradecido toda mi vida por demostrarme que merezco ser amado, y que fui amado por una persona maravillosa como tú.
Te amo.
Para: Jungkook (el amor de mi vida)
En el momento que el pelinegro deja de leer, alza su rostro provocando que grandes lágrimas caigan sobre el suelo de su habitación. Deja la carta sobre la cama y saca su celular, con su vista nublada debido al llanto, marca el número de su lindo chico de ojos hermosos, pero la operadora le indica que el número ha dejado de funcionar.
Jeon alza su mano y estrella el aparato contra una de las paredes de su habitación.
Se lanza a la cama aun empuñando en su mano izquierda la USB que Jimin le ha dejado, cierra sus ojos mientras lágrimas recorren su rostro y parte de su cuello. Se queda inmóvil mientras se concentra en la imagen mental del rostro del chico de ojos color miel, al cual, ama y amará con locura ahora y siempre.
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