11

La cena había sido preparada por la señora Seol y Jimin, era la primera vez que alguien le enseñaba y guiaba al castaño a hacer algo bueno. Se sentía extraño, pero una parte de su corazón se sentía cálida.

Jimin le ayudó a la madre de Jungkook a colocar la mesa, escucha algunas historias de la infancia del detective que el castaño no había pedido escuchar, pero que por alguna extraña razón, Seol, se las narra hasta con acciones.

—Termine de colocar la mesa —dice el castaño, entrando de nuevo a la cocina.

—Ayúdame con el pure —le pide Seol.

El chico asiente y toma el recipiente.

—Voy a llamar a Jungkook —dice la señora.

Jimin solo se limita a asentir, camina hasta la sala y toma asiento en uno de los sillones.

—Viene en camino —la señora toma asiento frente a Jimin.

La incomodidad empieza a hacerse presente, el chico no está acostumbrado a estar tanto tiempo con alguien, las únicas personas con las que convive son Namjoon y Emma, y ahora el detective Jeon.

—Eres muy lindo —suelta la señora sorprendiendo a Jimin.

—Yo... Gracias —dice con voz nerviosa el castaño. —Tiene una linda casa —el castaño intenta mantener una amena conversación junto a la madre de Jeon.

—Gracias, el padre de Jungkook me la obsequió —continúa la señora con la plática.

—Es muy acogedora —agrega Jimin.

—Claro que lo es, ¿y sabes por qué?

El castaño niega.

—La casa no puede ser acogedora, si los que habitamos en ella no lo somos.

La puerta de la casa es abierta, los pasos de Tessa retumban y se detiene hasta llegar a la señora.

—Abuela, volvimos —dice tirándose a los brazos de Seol.

—Vamos, a lavar tus manos —la señora se pone de pie.

El castaño se queda solo en la sala, puede escuchar la voz del detective cada vez más cerca.

—Por supuesto —escucha decir a Jeon.

Jimin se pone de pie y se gira sobre sus talones para observar al pelinegro.

—Claro, confirmaremos eso el lunes —Jungkook le sonríe al castaño.

Jeon cancela la llamada y se acerca al chico.

—¿Me extrañaste? —le pregunta a Jimin, haciéndolo reír.

—Solo han pasado dos horas, Jeon —habla el castaño, mientras es atraído por los brazos de Jungkook.

—Y eso que, yo si te eche de menos —besa de improvisto la mejilla derecha de Jimin.

—A la mesa —escuchan la orden de la señora Jeon.

Jungkook besa los labios de Jimin, ambos sonríen y luego caminan hasta el comedor.

Toman asiento uno frente al otro, Jimin no puede evitar sentirse nervioso, no sabe si lo que hará esta bien ante los ojos de la señora y del detective.

—Jiminie —dice Tessa, llamando la atención del castaño.

—Aquí vamos —Jungkook, limpia su boca mientras observa a su sobrina.

—¿Tienes hermanos?

El chico niega.

—¿Hermanas?

Vuelve a negar.

—¿Por qué no?

La señora Jeon sonríe ante la pregunta de su nieta.

—Creo que mis padres no querían más hijos —contesta vagamente, Jimin.

—¿Y te sientes triste sin hermanos? —hace una nueva pregunta la niña.

—No, no me siento triste, porque tengo un mejor amigo —el castaño luego de la respuesta lleva un bocado de pure a su boca.

—¿Cómo se llama?

—Tessa —la reprende Seol.

—Namjoon, pero le llamo Joon.

Jungkook lleva su mirada hasta Jimin.

—Es tu mejor, mejor amigo —dice asombrada la niña.

—Si —le confirma Jimin.

—Disculpa, Jimin —dice la madre de Jungkook.

—No se preocupe —habla con calma el castaño.

—¿Cuantos novios has tenido?

La señora Seol, la cual bebe un poco de agua empieza a toser luego de escuchar la pregunta de su nieta.

—Uno —responde Jimin, para luego beber un poco de agua. —Y fue Joon —confiesa el castaño.

Jungkook deja de comer, incluso coloca su cubierto sobre la mesa y se cruza de brazos.

—¿Tu amigo? —pregunta asombrada, Tessa.

—Sí, bueno... —Jimin se acomoda mejor en la silla. —Empezamos siendo amigos, y luego fuimos novios. Luego terminamos y ahora seguimos siendo amigos —explica el castaño.

—Quiero un amigo como Joon —suelta emocionada la niña.

—Por supuesto que no —dice de inmediato, Jungkook.

Seol sonríe ante la respuesta de su hijo, y Jimin simplemente continúa comiendo.

Cuando todos han terminado la cena, escuchan la historia que la señora Jeon le lee a Tessa.

—Vas a quedarte ¿verdad? —se dirige a Jimin.

—Yo... sí, claro —responde mientras observa a Jungkook. —¿Te molesta? —le pregunta el castaño al pelinegro.

—Claro que no —besa la sien del chico frente a su madre, haciendo que Jimin se sonroje.

—Ok, voy a dormir a Tess.

Ambos asienten.

—Buenas noches —se despide la señora.

—Debo hacer una llamada —dice Jimin, alejándose un poco de Jeon.

Jimin saca su celular, marca a Nam y esté atiende de inmediato.

—¿Qué?

—Como que, ¿Qué? —dice el castaño, indignado.

—Hola, Jiminie —cambia sus palabras, Namjoon.

—Mucho mejor —sonríe Jimin. —¿Estas trabajando? —pregunta el castaño a su amigo.

—No, hubo cambio de patrullaje —le informa el rubio.

—Esta bien —susurra el chico.

—Todo esta bien, Jiminie, solo debemos esperar.

Jimin hace un sonido de respuesta con su boca.

—¿Vienes en camino? —pregunta el rubio.

—No, no voy a llegar a casa —le hace saber, Jimin.

—Cuídate —le pide Nam.

—Sabes que siempre lo hago, Joon.

Jungkook está de pie detrás de Jimin, escuchando su conversación.

—¿Estas en mi casa? —cuestiona el castaño a su amigo.

—No —responde Nam.

—Joon, es mi casa —protesta Jimin.

—No logro escucharte —dice Namjoon, haciendo el sonido de interferencia con su boca.

—Es un idiota abusivo —Jimin se gira y se encuentra con Jeon.

—¿Vive contigo? —inquiere Jungkook.

—No exactamente, él tiene su casa, pero la mayoría del tiempo se la pasa en la mía —contesta Jimin.

—Ven conmigo —Jeon toma la mano del castaño y lo hace caminar hasta la puerta principal de su casa.

—¿A dónde vamos? —pregunta Jimin, cuando están fuera de la casa.

—Solo sígueme.

El castaño mira a los ojos a Jungkook, asiente y se aferra a la mano del pelinegro.

Caminan hacia atrás de la casa de la señora Jeon, pasan un sendero y luego el detective se detiene.

—¿Sucede algo?

Jeon, niega.

—Quiero mostrarte algo.

Jimin sonríe mientras asiente.

—Serás la primera persona que entre —confiesa Jeon, empezando a caminar de nuevo.

—Eso me gusta mucho —dice feliz el castaño.

—Llegamos —se detienen frente a una linda cabaña.

—Es hermosa.

Jimin la observa detenidamente.

—La empecé a construir los fines de semana que visitaba a mi madre, no sabia para que me serviría, pero ahora sé para que —caminan hasta la puerta de la cabaña.

—¿Este es el lugar especial? —pregunta con curiosidad el castaño.

—Sí.

Antes de abrir la puerta suelta la mano de Jimin, y se coloca frente a él.

—Quiero que sepas que me gustas, y mucho —dice Jeon. —Que nada es un juego o un pasatiempo. Eres demasiado tierno, lindo y sexi —Jungkook, toma las dos manos del castaño—. Y que te pienso todo el día, todos los días.

Jimin, traga grueso.

—Ahora sí, vamos adentro —suelta las manos del castaño y abre la puerta.

—Después de ti —Jeon, deja que el chico entre primero.

—Es preciosa, Jungkook —dice admirando la cabaña por dentro.

—Gracias —el pelinegro se detiene cuando Jimin lo hace, quedándose justo detrás de él.

El chico esta asombrado, su corazón late con desespero, pero no es de angustia, sus manos están heladas, pero no por el miedo, sus ojos se llenan de lágrimas, pero no por temor o pánico.

Cierra sus ojos y pequeñas lágrimas empiezan a bajar por su lindo rostro. Abre sus ojos de nuevo y ahora le queda comprobado que lo que tiene frente a él, no es una imaginación suya.

Un enorme globo transparente con letras negras, con el texto ¿Quieres ser mi novio? Se encuentra en la sala, alrededor de este, pequeños ramos de flores de distintos colores, en el suelo pequeñas velas alumbrando y haciendo cálido y romántico el ambiente.

Jimin sorbe su nariz y Jeon se acerca un poco más a él.

—No merezco esto —escucha decir Jeon al castaño.

—¿No te gusta? —pregunta, asustado Jungkook.

—Claro que si —el chico se gira, para quedar frente a frente con el detective.

—Ey, no llores —el pelinegro limpia el rostro de Jimin.

—Esto es lo más lindo que alguien ha hecho por mi —suelta Jimin, entre sollozos. —Y no puedo, yo... —el castaño guarda silencio.

—Te mereces esto y mucho más, Jimin. Me interesas, me gustas y quiero estar a tu lado —habla Jeon.

—Tú no quieres estar a mi lado, no lo quieres —interviene Jimin.

—Claro que si —dice el detective.

—Tú no me conoces en realidad —hipa el castaño.

—Tú tampoco, Jimin —replica Jungkook. —¿Acaso no gustas de mí? —pregunta Jeon, alejándose de Jimin.

—Me gustas, Jungkook, y mucho, pero esto —se señala así mismo.

—Jimin —el detective se vuelve a acercar al chico. —También tengo miedo, pero quiero intentarlo —lleva su mano derecha al rostro del castaño.

—Vas a dejarme.

Jeon niega al escuchar lo que Jimin dice.

—No lo hare —dice entre susurros Jungkook, acariciando la mejilla del castaño.

—Si lo harás —murmura Jimin.

—No lo hare, te prometo que no lo hare —Jungkook, alza el rostro del chico, para que lo observe.

—¿Y qué si lo haces? —cuestiona Jimin.

—No lo hare, Jimin, no seria capaz de dejarte, eres parte de mí.

El castaño niega, quiere decir que no, pero su corazón, su corazón le dice que sí. La forma en la que el detective Jeon lo hace sentir es justo lo que dejo de sentir cuando llego a la casa de sus padres adoptivos.

—Por alguna extraña razón me haces sentir lo que había dejado de sentir hace mucho tiempo —habla Jimin, con su voz suave y quebrada.

—¿El qué? —indaga Jeon.

—Amor, sentirme importante y querido por alguien —deja que unas pequeñas lágrimas caigan de sus ojos, mientras sonríe al observar a Jungkook frente a él. —Puedes, por favor abrazarme —le pide entre dientes el castaño.

Jungkook sonríe y lo hace sin dudarlo, deja pequeños besos en los hombros de Jimin, y pequeñas caricias en su espalda.

—Jungkook —habla Jimin, luego de carraspear su garganta. —Acepto, quiero que seas mi novio —dice nervioso, pero feliz.

El pelinegro besa el rostro de Jimin sin dejar ningún lugar sin un beso suyo.

—Voy a hacerte feliz cada día, y voy a darte todo mi amor.

Jimin, asiente.

Pasan unos momentos en la sala, Jimin toma fotografías con la cámara de su celular, Jungkook lo toma desprevenido y se sacan unas cuantas fotografías, además de las que el castaño ya le ha tomado desprevenido al detective.

—Vamos.

Jimin sigue los pasos de Jungkook.

Abre una puerta y observa la habitación, Jeon se encuentra adentro, Jimin guarda en su chaqueta su celular y entra a la habitación, mientas Jungkook espera por él.

—¿Entonces Kim y tú?

El chico empieza a reírse cuando pasa de largo frente al pelinegro.

—Es mi mejor amigo —le recuerda Jimin, mientras se retira la chaqueta.

—¿Solo amigos? —pregunta acercándose al castaño.

—Sí —responde sonriente, Jimin.

—Ven acá —gira al castaño y lo besa.

—Jungkook —articula entre besos apasionados el chico.

—Voy hacer tu último amor—dice Jeon, dejando de besar los labios de Jimin.

—Jeon —dice el castaño tímido.

Jungkook le retira la camisa a Jimin de forma sutil, acariciando la piel blanca del lindo chico, mientras con su mirada grita a los cuatro vientos el deseo enorme que tiene por hacerlo suyo.

El detective, se retira su chaqueta y antes de dejarla caer al suelo, saca sus esposas de uno de los bolsillos.

—Ya te secuestré para toda la vida —sonríe ladinamente Jeon, abriendo las esposas. —Ya te tengo —con su mano izquierda, Jungkook tira del cuerpo de Jimin hacia él—. ¿Qué más quieres, Jimin?

—Espóseme, detective Jeon —susurra el castaño, mordiendo y chupando el lóbulo de la oreja de Jungkook.

—Como digas —se aleja solo un poco y coloca una esposa en la muñeca del castaño—. A la cama.

El chico asiente, dejándose guiar por Jeon.
Jungkook acomoda al castaño en el centro de la cama, se sube sobre él, y le alza sus manos, pasa la esposa detrás de un barrote de la cama y esposa la mano izquierda del chico.

—Voy a darte una muestra de una de las formas en las que te demostrare mi amor, en la que te hare feliz y en la que tú también me harás feliz —deposita un beso en la sien de Jimin.

Luego besa su nariz, y por último sus labios, baja despacio al cuello del chico dejando pequeños besos acompañados de pequeñas mordidas, un jadeo de placer sale de la boca de Jimin en el preciso momento que los labios de Jungkook succionan uno de sus pezones.

—Aaah —jadea Jimin, empezando a mover su cuerpo.

Jeon continúa besando el cuerpo del castaño, se detiene hasta que llega al pantalón del chico, le retira el cinturón, desabotona el broche y le baja el cierre, baja el pantalón y la ropa interior de Jimin, le quita los zapatos y sus calcetines, para dejarlo completamente desnudo y esposado sobre su cama.

—Jeon —llama la atención de Jungkook. —Desnúdate para mí —le pide Jimin, alzando un poco su rostro.

El detective, se quita su ropa, a excepción de su ropa interior. Se coloca sobre Jimin besa sus labios por unos minutos y luego lleva su boca hasta los muslos del castaño, los presiona con sus manos, luego los besa y chupa, haciendo que el chico se sienta desvanecer ante cada acción que Jungkook realiza con su boca y manos.

—Quiero sentirte —habla con dificultad Jimin, al sentir la lengua de Jeon en su muslo interno.

Jungkook deja las piernas del castaño en paz, abre las piernas de Jimin se coloca sobre él, su miembro está erecto y empieza a dolerle, lo pasa unas cuantas veces en la entrada del chico, cierra sus ojos y suelta pequeños gruñidos.

—Sin ropa —le ordena el castaño.

Jungkook se retira su ropa interior y está vez pasa su miembro desnudo sobre la entrada de Jimin.

—Jeon —gime el castaño, al sentir como uno de los dedos del detective se abre paso en su entrada.

—Mierda —jadea Jeon, al sentir como las paredes de Jimin presionan su dedo. —No creo aguantar más —confiesa.

—Hazlo —le pide Jimin.

—¿Seguro?

El chico asiente, abriéndose más de piernas para Jeon.

Jungkook saca su dedo y alinea su miembro en la entrada del castaño, no sin antes tomar una de las piernas del chico y sostenerla con una de sus manos.

El miembro del pelinegro se abre paso en la entrada del castaño, Jimin apuña sus manos debido a la mezcla de placer y dolor que está sintiendo.

—Solo un poco más —dice Jeon, entrando un poco más en Jimin. —Aaah —gime Jeon, cuando las paredes de Jimin presionan su miembro.

—Si haces eso, no terminaremos de tener sexo —le hace saber, Jungkook.
—Eres precioso —dice Jeon, dejando un beso en los labios de Jimin.

—Y tú, un detective muy guapo.

El pelinegro saca un poco su miembro y lo vuelve a introducir.

—¡Sí! —exclama Jimin, complacido.

Jeon empieza con un vaivén lento, que poco a poco empieza a intensificarse, las muñecas de Jimin duelen debido a las esposas, pero no le interesa cuando está siendo penetrado de manera rápida y deliciosa por el detective Jeon.

—¡Aaah! Jimin —dice desesperado Jeon, alzando ambas piernas de Jimin, recargándolas en sus hombros. —Desde ahora solo me desearas a mí —le habla el pelinegro al castaño, mientras lo penetra profundamente.

—Detective —gime Jimin, intentando hacer que Jungkook no se detenga y continúe embistiéndolo.

—Sabes lo que haces.

El pelinegro no para de embestir al castaño, mientras como puede le da atención al miembro del chico.

—Voy a ... —guarda silencio Jimin al sentir como su clímax lo embriaga. —Detective Jeon —jadea Jimin, con su voz excitada y cansada.

Las embestidas paran hasta que Jungkook se corre dentro de Jimin, permanecen juntos por unos segundos, luego Jeon se pone de pie, juega con el castaño a que ha perdido la llave, pero al escuchar decir al lindo castaño que si le retira las esposas tendrán mucho sexo, el juego llega a su fin.

—Debes cumplir lo que dices —habla Jeon, masajeando las muñecas de Jimin.

—Lo hare —dice Jimin, con sus ojos medio cerrados.

—No te detengas, continúa —le pide el castaño, cuando siente que Jungkook ha dejado de hacerle masaje a sus brazos.

—¿Y tú que harás por mí? —pregunta Jungkook, como un niño.

—Te hare muchas cosas, pero por ahora sigue con el masaje y descasemos —dice con sus ojos cerrados el chico.

Jeon se acomoda en la cama a manera de poder masajear uno de los brazos de su novio. Jimin por su parte tiene sus ojos cerrados no porque tenga sueño, sino porque está pensando en la decisión que ha tomado.

Tal vez Jeon le prometió no dejarlo, pero si un día llega a saber lo que realmente es, no pensara que es lindo y tierno, y que quiere estar a su lado. Sabe que esa promesa un día puede que no valga nada, pero no está dispuesto a perder la oportunidad de sentirse querido y valorado por alguien.

De lo que está seguro es de que los sentimientos del detective Jeon son reales y sinceros al igual que los suyos, y eso es lo que le basta para no retractarse de haber dicho que sí.

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