Capítulo VIII: "Verdad"
El impulso de besarla fue demasiado para Kaito.
Cuándo se dio cuenta de la posición en la qué estaban, abrió los ojos y se quedó sin aire. Aoko separó sus labios y se estaba acercando. Su corazón se aceleró y sus manos temblaron de emoción combinada con nerviosismo.
Estuvo esperando esté momento toda su vida.
Pero no era el momento.
Mordiéndose el labio y tomando aire, la soltó. Separó su cuerpo mirándole con una sonrisa como si nada hubiera pasado, apoyándose en la mesada. Se cruzó los brazos.
Aoko frunció el ceño y parpadeó confundida cuándo no sintió sus labios y la separó. Su rostro compitió con un tómate al darse cuenta de la situación y rezó para qué la tierra le tragará en ese mismo instante.
- ¡V-vuelvo a cocinar! -fue lo único que logró decir. Sus manos temblaron y con toda su fuerza de voluntad, no lloró. Porqué se dio cuenta de su rechazo...
Dolió, y mucho.
La puerta principal se abrió y apareció su padre. Hicieron como si nada hubiera pasado haciendo su rutina a la perfección.
Aoko cocinando.
Kaito y Ginzo hablando de su día observando a la joven cocinar.
El inspector fumando.
Kaito con las cartas.
Aoko preparando la mesa.
Se sentaron a comer.
- Cariño, está muy salado la comida.
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- ¡Kaito Kid dio otro anuncio! -gritó con emoción Keiko agitando su celular. Ante esto, sus compañeros festejaron y empezaron a hablar del robo.
- ¿Cuál joya robará?
- ¿Cuándo hara el atraco?
- ¡¿Dónde?!
Aoko hizo una mueca al escuchar todo esto. En sus manos tenía el celular también leyendo el anuncio. Aún no podía creer qué las personas alienten a criminales. Era consciente qué Kaito Kid no era tan mala persona, pero igual. Rompe la ley, tiene que pagar.
Desvío su miraba al banco al lado de ella. Estaba vacío.
Hace dos días casi se habían besado. Bueno, ella quería besarlo. El la rechazo, y aunque estaban juntos la mayor parte del tiempo, Kaito la ignoraba.
Llorar sola parece qué era su nuevo pasatiempo.
- Kuroba metió la pata, ¿Verdad? -la voz de Hakuba la sacó de sus pensamientos pateticos y levanto la mirada, encontrandolo. Los ojos miel del joven la miraban con sabiduría... Y ¿Diversión?
- Ah, Hakuba-Kun.
- Buenos días, Aoko-San -agarró su mano y la besó. Las mejillas de la joven se sonrojaron y le dio una débil sonrisa.- Espero no estar molestando.
- No, no. Al contrario.
- Es bueno saberlo -camino hacia el banco del mago y se sentó.- Preguntaba si el metió la pata como siempre.
- Al contrario... -se sintió un poco incómoda al tener que hablar de esto.- El solo actúa como siempre... Como Kaito, un idiota...
- Veo -se cruzó de brazos y sonrió de manera misteriosa.- Seguramente está en la azotea, justo cuándo Kaito Kid manda la nota... Que raro -murmuró.
Aoko frunció el ceño con confusión. Kaito siempre que quería su espacio iba a la azotea a estar solo.
Al momento de cuestionar lo dicho, fué interrumpida.
- Kuroba tan misterioso como siempre -Akako se acercó a ellos.- Eso lo hace más atractivo -el pecho de Aoko se apretó y se sintió muy nerviosa. Por supuesto qué estaba celosa, ellos dos harían la pareja perfecta.- No te preocupes Nakamori-Kun, yo lo cuidaré bien -le guiño el ojo mientras apoyaba su codo en el hombro del detective británico.
- En realidad, solo lo hace más sospechoso -dijo Hakuba pensativo sin molestarle que la bruja se apoyé en el.
La Nakamori no entendía lo que ellos hablaban. Lo único qué tenía bien en claro, era qué tenia que renunciar a Kaito.
- Hablando del Rey de Roma -Akako miró como Kaito se acercaba a ellos, claramente disgustado. Hakuba levantó una ceja sabiéndo el porqué.
- Me encantaría que mi banco este libre de británicos -le hizo saber con indiferencia, pero había un disgusto en su voz.
- ¿Sólo quieres que tu banco este libre? ¿O hay otra cosa de tu propiedad que no quieres qué este cerca?
Oh, esa indirecta tan directa.
- No se a qué te refieres -se hizo el desentendido evitando mirar a Aoko. Se cruzó de brazos y podía sentir su ceja derecha temblar en un intentó de mantener su poker face.- Sal.
La tensión se sintió en el aire mientras ambos se miraban con desafío. El curso pareció notarlo y quedaron en silencio para observarlos.
Hakuba lo analizó y luego miro a sus compañeros. Había cierta preocupación y en algunos emoción esperando una pelea. Una parte de el sabía que un día se intentarían matar entre ellos en la escuela si seguían así. Presionarlo y cuestionarlo solo haría qué la paciencia del mago se esfume. También el meter a Aoko en esto podría ser una pieza clave para qué ese momento llegué. Ante esto la miró. Sus ojos azules se mostraban preocupados y con muchas preguntas. No le gustaba el como la joven era ignorante de todo lo qué pasaba, pero sabía que era lo mejor. Y lo comprobó al ver cómo Kaito tensaba los hombros y lo fulminaba con la mirada por observarla.
- "Eres un patético Kuroba" -pensó el detective mientras se levantaba separando a Kuzumi y le daba una última mirada al mago.
Kaito se sentó en su banco y se cruzo de brazos. Akako se apoyó en el, provocando el disgusto de éste y Aoko apartó la mirada, totalmente dolida.
- "La apartas y quieres que viva en una jaula de oro solo para ti. Quieres alejarla y lastimarla, para luego no dejar que esté con ningún chico..." -Kaito miró a Aoko con dolor y deseo en sus ojos. Al sentirse observado miró sobre su hombro al británico.- "Las cosas no funciona así, y lo sabés".
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Osaka, 11:00 pm.
El helicóptero dio nuevamente el recorrido al edificio iluminandolo, buscando algún rastro de Kaito Kid.
Aoko observó como su padre daba órdenes desesperado para atraparlo o conseguir alguna pista. Entraba y salía de la habitación y recorría todo el edificio.
Lo complicado del asunto, es que hubo un asesinato en medio del atraco.
Junto a Heiji Hattori, Conan Edogawa y Kogoro Mouri.
Se habían hablado para cuándo se encuentren en Osaka, planeado para hacer una trampa a Kaito Kid. El problema: no esperaban un caso.
Bha, al menos Aoko.
Estaba rodeada de policías qué nunca en su vida vio interrogando, forences tocando el cuerpo y sacando fotos. Heiji y Conan hablando en susurros.
Lo que llamó la atención fue la actitud de Kogoro Mouri, el detective durmiente. Hacía de todo menos comportarse como un detective. Era como si el moreno y el niño hacían todo el trabajo por él. Frunció el ceño al ver como se sonreían con complicidad y Conan inspeccionó si lo miraban. Ella rápidamente miró hacía los policías con preocupación para qué no sospechará. Por el rabillo del ojo vio como corría y se perdía por el pasillo.
Levantó una ceja y se quedó mirando so debería seguirlo. Al instante Heiji se acercó a Mouri y lo atrajo a donde estaba antes, delante de la puerta. Se sorprendió cuándo algo brilló detrás de la puerta entreabierta e impacto en el hombre. Esté se empezó a tambalear haciendo movimientos raros y se arrastró sobre la puerta.
- "¿Q-que...?"
No tenía palabras para lo que acaba de ver. ¿Acaso nadie se dio cuenta? ¡¿Qué estaba pasando?!
- Ya se quién es el asesino.
Kogoro habló.
Cómo si esa fuera una señal, los demás se acercaron e hicieron un semi círculo rodeando a Kogoro y a Heiji.
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Conan sonrió satisfecho de haber resuelto otro caso. Aparto su moño rojo de su boca y lo apagó. Se lo acomodó en su lugar y se dispuso a volver nuevamente a la habitación. Miró para su derecha al sentir qué lo estaban mirando y quedó en shock.
Aoko lo estaba mirando incrédula.
- Mierda.
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Acá de vuelta!
Por suerte en Argentina septiembre empezó re tranqui. Así que nada, todo god.
Esperó que les haya gustado el capítulo, me esmere mucho con la relación de Aoko y Kaito. Dolerá, pero es necesario.
A veces genuinamente siento qué Kaito no merece a Aoko. Se que estoy metiendo las manos en el fuego porque muchos piensan al revés. Amo a esta pareja, son re lindos. Pero, irónicamente, Kaito canónicamente es quién ya tiene sus sentimientos bien sabido sobre Aoko, que la ama. Y ella ni idea.
Kaito tiene que aprender qué decir y que no para mo lastimar a las personas. Ver su cita en el Tropical Land me dio más ganas de llorar por su actitud ante la emoción de Aoko. Que se yo, los adoro a los dos y esperó que cuándo Gosho siga (hay que rezarle) mejoré la actitud de Kaito.
¿Qué les pareció el capítulo?
Bye!
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