Capítulo Tres

Capítulo Tres: Libro.

"Mira profundamente en la naturaleza y entonces comprenderás todo mejor"


El agobio no ayuda ante tal escena frente a mis ojos. Por primera vez en mi vida me siento libre y no muriendo cada día pensando en toneladas de hierro que podrían caer sobre mí. Esto realmente me ha tomado desprevenido ya que de todos los escenarios y posibilidades que pudieron pasar por mi cabeza nunca esperé encontrarme con esto.

Veo los rostros de mis compañeros y para ser verdad creo que se encuentran peor que yo, ceños fruncidos y muecas logran deformar la cara de cada uno de nosotros.

- ¿Qué es éste lugar? – Lucas posiciona su mano sobre mi hombro sacándome de mi locura interior.

- Todos tenemos la misma duda amigo mío.

Bajo tierra se nos ha enseñado cosas básicas, números, alfabeto y curación, por lo cual darle nombre a esto es difícil. Si no fuera por mi abuelo no sabría leer ni tampoco como valerme por mi mismo. Desde pequeño me ha interesado todo el tema de la masacre en el año 2020, no se sabe mucho de lo sucedido al ser un tema tabú para los mayores, siempre trate de averiguar más de lo debido ganándome más de una palmada en el trasero.

- ¿Por qué termina lo verde así... de esa manera tan extraña? – Mosett se acerca a mi junto a su mitad.

No puedo responder nada de lo que preguntan por razones obvias, pero me gustaría averiguarlo lo antes posible.

El hermoso verde que nos rodea termina bruscamente dando paso a un lugar más árido y desolado, no hay pisca de verde ni de otra cosa que no sea arena, como si hubiera sido cortado a la mitad por una navaja. Creo haber leído algo de lugares como la imagen frente a mis ojos, pero nada viene a mi cabeza.

Esto es demasiado extraño y no me da buena vibra este lugar para nada ya que todo es muy extraño y sospechoso, todo esto vuelve a llenar mi cabeza de dudas inexplicables hasta el momento.

Me acerco cada vez más al seco lugar junto con los gemelos quienes se aproximaban a su destino discutiendo cuál de los dos merece cruzar del húmedo lugar al árido, cosa que no harán ya que es verdaderamente peligroso sin duda alguna.

- ¡Oh vamos, Musett! Tú fuiste el último que comió carne, déjame hacer esto a mi primero. – Mosett detiene a su hermano antes de llegar. Sus discusiones siempre duran bastante.

- Que me tocara a mi comer carne la última vez que estuvimos en esa horrible jaula no tiene nada que ver con esto ya que tu bebiste agua fresca. Estas arruinando mi vida, madre te tuvo que haber abortado y dejarme a mi sin una molestia – le reclama.

- Acabas de romper mi corazón, con la vida de uno no se juega y no tenías por qué meter a madre en eso. – Mosett lleva su mano a su cara dolido, realmente no sé si está jugando o realmente está a punto de llorar.

- En vez de estar dando lastima Mosett deberías cruzar sin preguntar a tu mal hermano, no dependes de él – Wayne se acerca a nosotros desafiante.

- ¿Por qué lo dices? – Lucas se interpone.

Escasas veces con Lucas estamos de acuerdo en algo, pero esta vez si él no interrumpía a esa víbora yo lo hubiera hecho. Nadie nunca ha hecho dudar a los gemelos de su hermandad y no creo que haya razón coherente para hacerlos dudar, son diferentes en todos los aspectos psicológicos y eso hace que se necesiten uno al otro. Mosett es impulsivo en cambio Musett es más razonable, discuten y están de acuerdo cada dos por tres.

- Yo solo digo la verdad, él siempre está de los segundos, nunca lo toman en cuenta, solo lo utilizan como última opción, Musett puede hacer lo que a él se le venga en gana. Yo digo ¡Nada de reglas! – el grito de muchos resuena.

- Si no hay reglas hay descontrol, con descontrol nada funciona – susurra la chica de momentos atrás.

- Otra vez tú.

- No te emociones tanto, la gente se enamora rápido de mí, pero tú sí que no pierdes tiempo – aguafiestas – mi nombre es Isabelle y creo que no nos llevaremos bien. – me regala una sonrisa a la vez que me tiende su mano, la cual acepto de mala gana.

Estoy demasiado frustrado para presentaciones innecesarias, tengo que lidiar con una chica algo chiflada y un alcornoque que trata de separar a los gemelos para quien sabe qué.

- Ya es demasiado – Mosett habla – le están dando importancia a nada, miren a su alrededor y luego pueden seguir con sus idioteces de niños pequeños.

- ¿Importancia a nada? – el chico que está a la derecha de Wayne habla esta vez cargando sobre sus hombros dos mochilas lo cual intuyo está cargando la que debe ser de Wayne - ¿Escuchaste eso Musett?

- Ponle un bozal a tu perro, Wayne – espeto cansado y furioso a la vez.

Por parte, el mayor de los hermanos tiene toda la razón, no nos podemos quedar acá justo en este punto sin saber nada. Puede haber cualquier criatura cerca o ya asechándonos sin darnos ni siquiera cuenta.

- ¿Qué te pasa a ti, imbécil? – el chico se iba a lanzar contra mí, pero no me inmute. Una de las tantas reglas en una pelea es no parecer alterado y menos mostrar que lo ocurrido te está afectando, cosa que me está costando ya que nunca antes en mi vida había tenido discusiones como esta, hago lo que puedo.

- ¡Basta, Stone!

- Eso Stone, obedece. – Lucas le regala un puchero seguido de una risa.

- No sabemos nada del mundo exterior, para lo que los han olvidado estamos en suelo desconocido, donde absolutamente nadie sabe que nos espera, puede ser peligroso, adentrémonos en el bosque y busquemos recursos para poder sobrevivir, el agua y la comida no nos durara mucho.

- ¿Y ese lugar? – Isabelle se encuentra mirando el seco lugar infestado de arena - ¿Cuándo cruzaremos?

Estaba a punto de responderle a la rubia que lo haremos cuando estemos completamente seguros que cruzar no nos causara ningún tipo de daño teniendo en cuenta de que algo para nada común pasó en este lugar cuando el alcornoque me interrumpe.

- Hazlo cuando quieras solo hay una regla desde ahora en adelante y esa es ¡Nada de reglas! Así de fácil.

- Esto nunca funcionara si aceptamos esa regla.

- Está bien... pues dame una razón o una razón para no decretarlo, digo, tú no tienes el mando.

- Tú tampoco – contraataco.

Mi respuesta no se la esperaba y debo admitir que yo tampoco me la esperaba. Este lugar está sacando una parte buena de mí y esperemos que solo saque esto y no la locura y desesperación.

- Buen punto, dijimos que con el tiempo todos elegirían por lo cual se puede decir que estamos a prueba.

- No estoy muy seguro de esto Wayne, pero creo que ahora sería lo mejor. Vamos al bosque, ¡Todos!

Sin nada más que decir todos toman sus cosas y vamos dirección al bosque en busca de un lugar seguro o algo que se asemeje a seguridad. En nuestro trayecto puedo ver a un grupo registrar sus bolsos, trago duro rezando a quien sea que este escuchando que no haya armas, y para mi sorpresa sus rostros no sufren algún cambio brusco, solo sacan agua y nada más.

¿Qué se supone que está sucediendo?

Llamo la atención del chico flacucho y de lentes rotos frente a mi pidiéndole si puede revisar su bolso del cual saca lo común junto a una libreta gruesa que no he visto en ningún otro bolso. Sus ojos se abren como plato y lo ojea feliz.

- ¿Sabes lo que es? – me posiciono a su lado para poder ver mejor.

- Sí, es el libro de la maestra, si puedes ver sale el nombre de objetos, animales y plantas ¡Todo! Como esta, la esfera que daña nuestros ojos se llama sol, mira la imagen, es el mismo, acá dice: El sol es una estrella de tipo-G de la secuencia principal y clase de luminosidad V.

- ¿Me lo prestas un momento? – de la nada ha crecido una gran curiosidad en mi interior por ese magnífico libro entre las manos del chico – Por cierto ¿Cómo te llamas?

- ¡Oh! Mi nombre es Raúl – me tiende su mano la cual acepto al instante – no te presentes ya sé quién eres y claro que te presto el libro.

- Muchas gracias.

Ojeo el libro buscando y es verdad todo lo que Raúl me dijo, sale todo tipo de cosas junto a una foto y su significado, y lo mejor de todo es que está separado por secciones lo cual me facilita el buscar nuestro misterio. Paso las páginas con cuidado y a la vez rápido hasta encontrar lo buscado.

Desierto: Un desierto es un bioma que tiene pocas precipitaciones. Posee poca vida en ellos, los desiertos presentan diferentes tipos de suelos: desierto arenoso y desierto pedregoso o rocoso.

- No diré esto por tenerte acá a mi lado, pero creo más en ti que en Wayne. – le devuelvo el libro escuchando atentamente.

- ¿Por qué lo dices?

- El fuerte se aprovecha del débil, él te querrá mostrar débil para ganarse a los demás. Están asustados, no saben qué hacer, si no se ven con alguien que los guíe esto será un caos y lo sabes.

- No te mentiré, lo sé. Pero los que me preocupan en este momento son los gemelos – veo tras mío viendo a los hermanos.

Estos siempre se la pasan charlando y peleando por una tontería, sus rostros están siempre con una sonrisa o una mueca de disgusto, verlos tranquilos es un milagro. En cambio, ahora sus rostros son todo lo contrario, están serios mirando al frente, cada uno perdido en sus pensamientos. Sus cuerpos están rígidos.

- Discúlpame un momento, hablaré con Musett.

- Hazlo entrar en razón, encontraron su punto débil y créeme que Wayne no parará hasta tenerlo a su lado.

- ¿Por qué lo quiere?

- ¡Qué sé yo! Mataras las pocas neuronas que me quedan – muy pocas personas logran sacarme una risa y este chico es uno de ellos.

Me dirijo a paso lento a uno de los gemelos, cuando estoy a su lado espero que se detenga cosa que hace que su gemelo avance sin más.

- ¿Qué sucede? – pregunta directo al grano, en otra circunstancia diría que me gusta ese tipo de personas, pero viniendo del más alocado de mis amigos, me preocupa.

- Dímelo tú – pone sus ojos en blanco – espero y no te hayas creído lo que dijeron antes.

- Para tú información si les creo y tienen toda la razón, siempre he sido el yo al que le ordenan todo, el que come las migajas de su hermano.

- Sabes que no es cierto – me pongo frente a él cortando su caminata – ellos están jugando con tú mente, Wayne es igual a una cobra, deja veneno a su paso. Ellos saben que tú eres inteligente, eres su la pieza que falta en el rompecabezas.

- Sabes que no. Siempre ha sido mi hermano, yo no sirvo de mucho.

- Lo haces, sin ti muchas cosas no se pueden hacer. Puedes hacer cosas importantes, marcar la diferencia.

- Mi hermano y tú son los importantes no yo. Yo solo soy otro idiota haciendo algo de lo que se va a arrepentir. Como siempre.

Musett se aleja a paso firme donde Wayne, pasando de Lucas y de Mosett. Me acerco a ellos arrastrando a Raúl quien se queja. Puedo escucharlos charlar, pero no pongo atención en lo mínimo a su conversación, solo veo a mi alrededor. Los árboles son gigantes; sus hojas verdes y firmes se mueven de un lado a otro, su tronco firme llama la atención a más de a uno. Los colores de este lugar son únicos y para mí nunca antes visto, podría quedarme acá por toda la vida sin ningún problema.

Veo todos los arboles viendo sus perfectas imperfecciones, sus distintas formas y colores ya sea en hojas en los árboles como las que estoy pisando. Giro mi cabeza a mi lado derecho al sentir un ruido proveniente de las ramas. No hay nada, pero juro haber escuchado algo. Miro con más atención una rama gigante. La cual se movió y el viento estoy seguro de que no fue. Logro ver algo negro sacudiéndose, al estar lejos no puedo ver perfecto, pero eso no parece un simio, ni siquiera sé si en esta tierra habitan esa clase de animales, eso se parece más a uno de... nosotros.

- ¡Hey! – salto en mi lugar ante la sorpresiva llegada de Lucas – ¿Pasa algo? Te alejaste del grupo – vuelvo mi atención a la rama que ahora se encuentra inmóvil sin ninguna sombra negra.

- Yo... si, solo... me quede pegado ante hermosa vista.

- Tienes razón es hermosa. Ahora vamos – Lucas reanuda su viaje mientras yo lo sigo no sin antes volver mi vista al lugar.

Nuevamente no hay nada.

- Toda esta mierda te está haciendo alucinar.



Capítulo sin editar

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