Capítulo 54: Futuros en juego
Su mirada lo decía todo, ella nunca había estado en una tienda así. Sus pupilas reflejaban la vida llena de carencias que padeció todos estos años que no estuve acompañándola. Siento un gran remordimiento a pesar de haberla encontrado, debí buscarla, ¿cómo pude creer que se había ido para siempre? Sigo sintiéndome culpable por no rescatarla antes.
—¿Y Celes?—preguntó saliendo del vestidor, entonces pude verla luciendo aquel vestido rojo.
—Fue a ver la sección de allá—señalé ese otro extremo de dicha tienda que aún no explorábamos. Violeta caminó unos pasos hacia el espejo, intentó sonreír al verse pues seguramente continuaban esos pensamientos negativos—. Estás hermosa, Vilu—le sonreí colocándome junto a ella.
—¿Tú crees? ¿No enseña mucho?—interrogó haciendo referencia a sus hombros descubiertos con timidez.
—¿A ti te gusta?—inquirí, puesto que quería conocer ciertos gustos suyos. Apenas llevábamos poco más de un año, el cual pasó casi aislada, y aquello sólo aumentó mis deseos de conocerla.
—Me encanta—admitió sonriendo, ¿acaso creía que le quedaba mal? Estaba perfecta. Incluso cuando estuvo internada lucía así, aunque verla sonreír le da ese detalle o toque único.
—Entonces nos lo llevamos, luces preciosa con eso—cualquier persona que la viera ahora estaría segura y no le cabría duda alguna.
—Lo dices porque eres mi mamá—garantizó mirándome, suena lindo oírla llamarme así. Recuerdo cuánto me emocioné la primera vez, y no le dije que pensaba que jamás me llamaría de esa forma.
—No, lo digo porque hago lindos bebés—afirmé abrazándola frente al espejo. Sentirla cerca daba una sensación especial, Violeta entregaba calidez y paz sin saberlo tal vez.
—Pero no soy una bebé—rió apoyándose en mí.
—Para mí sí—aseguré besando su frente, gesto que debió hacerla sentir mejor consigo misma, ya que que asintió sonriente.
Era lo que quería, darle ese amor que durante años no le di. Espero haber llegado a tiempo y poder si quiera hacer cicatrizar sus heridas.
—Estás bellísima, vas a llevártelo, ¿verdad?—Violeta guardó silencio unos segundos, Celeste la abrazó por detrás haciendo todavía más linda aquella imagene que se reflejaba en el vidrio.
—¿Debería?—dudó volviendo a observarse.
—Sí, obvio—afianzó Celes, abrazándola con fuerza. Sé que ambas han dejado de ser unas niñas hace mucho, no obstante, sigo viéndolas así.
Celeste cambió bastante desde que llegó Vilu, creo que tener a alguien consigo la ayudó muchísimo. Tiene una persona en quien confiar, y aunque comprendo lo difícil que es superar su pasado, me tranquiliza que haya encontrado esa hermosa y amiga que estará cuando la necesite.
—Voy a pagarlo, ¿de acuerdo?—consulté, Violeta asintió. Continuaba mostrándose tímida cada vez que quería pedirme algo.
—Andá, te esperamos—sonrió Celeste, llevaba suelta aquella cabellera que perdió años atrás luchando. Ha vuelto a crecer, sin embargo, su autoestima sigue siendo baja.
Caminé hasta donde se encontraba la señorita atendiendo a los clientes, detrás de una caja registradora. No tendría que esperar tanto pues sólo tres personas hablaban con ella y después seguiría yo.
No pude evitar ver a mis hijas desde mi lugar, y pensar que creí que nunca estarían juntas. Luces hermosas ambas.
Dante lloraba, no estaba tan fastidiado como la vez que escuchó los juegos artificiales pero sí lo note perturbado. Decidimos romper un poco nuestra rutina y salir a dar pasear por aquí cerca, sin embargo, esto notablemente le cayó muy mal.
—Ya estamos en casa, ¿sí? No llorés—Azul besó su frente, lo llevaba entre sus brazos y cubría con aquella manta que decidimos llevarnos por si comenzaba a hacer frío—. ¿Por qué pensás que actúa así?—me preguntó preocupada.
Siendo padres primerizos tenemos cero experiencia y no sabemos cuándo estamos exagerando. Esperamos estarlo haciendo, aunque Azul tiene un mal presentimiento.
—El clima quizás—sugerí cualquier cosa, ella lo pensó poco y luego negó. Abrazaba fuerte a Dante, quien parecía estarse calmando—. Es pequeño aún, tal vez le afectó cambiar de rutina—agregué pensándolo mejor.
—Puede ser, tiene más sentido—suspiró ella sonriendo al verlo relajado. Nuestro hijo ni si quiera cumple un año de vida, seguro por eso nos cuesta entenderlo a veces.
—¿Les saco una foto?—pregunté, esto nunca ha molestado a Dante y debería haberlo hecho puesto que desde que nació no he parado de hacerlo.
—Si querés—sonrió Azul teniéndolo consigo. Cogí la cámara que siempre utilizó y saqué dos fotografías, haciendo a Dante reír—. Para mí que ese niño será fotógrafo—añadí observando las imágenes capturadas.
—¿Le dejarías tu puesto en la empresa?—cuestionó Azul. Pedí permiso a partir del nacimiento de Dante, empecé a trabajar hace poco en una compañía de publicidad aunque estoy pensando seriamente otros proyectos.
—Tengo mejores planes—sonreí viendo optimista el futuro. Quiero creer que todo irá bien.
—Te escucho—anunció ella, quería oírlos todos y pese a que hubiera preferido contárselos después, accedí. Ojalá no termine decepcionándola.
—Quiero abrir un estudio fotográfico, algo pequeño, si sale perfecto podría hacerlo crecer—respondí apagando mi cámara. Debió sonarle buena la idea, porque me vio diferente, sus ojos desprenden ese brillo cuando está feliz o entusiasmada por mí.
—Así podríamos mantener todos los hijos que tengamos, ¿no?—la observé incrédulo, Azul evitaba hablar de esos temas por el problema que tiene para quedar embarazada, ¿y acaba de soltarlo así de repente?—. Franco, sí quiero tener más niños pero no voy a prometerles nada—exhaló arrepentida. Sé que se arrepiente de cada vez que se hizo vomitar, que dejó comida en el plato o soltó insultos en contra suya frente al espejo.
—Ya sé, igual no te preocupés, estaré aquí siempre—garanticé tomando su mano. Dante cogió un pequeño sonajero que encontró tirado en el mueble y lo agitó haciendo que sonara—. Además, tenemos dinero de sobra para darle una buena vida y a quienes sea que vengan o no—le aseguré intentando que olvidara esas situaciones que detestamos recordar.
—Los amo—culminó besando mi mejilla y la frente de Dante.
Tengamos pocos hijos o siendo Dante el primero y único, puedo prometerle estar hasta que acabe esta eternidad, la cual a su lado será infinita.
—Nosotros también, y estoy seguro de que nuestros hijos te adorarán—garanticé tomando su mano. Azul sonrió sin dejar de abrazar a Dante, él se había calmado.
—Creo que dentro de un año voy a volver a intentarlo, ¿qué decís?—indagó ella, quise corroborar si se refería a lo mismo que yo pensaba.
—¿Estás hablando de otro bebé?—Azul asintió. Ama cuidar a Dante y quiere hacer crecer estar familia, no tengo dudas de que podrá hacerlo.
—Una niña quizás, no lo sé, me basta y sobra con que nazca sano o sana—Dante soltó aquel sonajero que traía consigo en un intento de levantarlo más alto.
—Tomá—le entregué tras haberlo recogido, Dante volvió a moverlo fuertemente para hacer que sonara. Está fascinado con ese juguete, hice bien comprándoselo—. ¿Cómo llamarías a nuestra hija suponiendo que tengamos una?—interrogué, aunque hace un tiempo recordaba haberle preguntado algo como eso.
—No sé, me gustaría Celeste aunque también Ariana—se escuchó el sonido del sonajero, Dante reía y adoraba verlo feliz—. ¿Vos?—quiso saber.
—Sigo queriendo que si tenemos una niña se llame Violeta, o Luciana, son lindos ambos nombres—me encogí de hombros. Igual que Azul, tengo suficiente y pueda darme por satisfecho si es que nace en buen estado.
No importa el género, o si Dante será hijo único. Amaré siempre mi familia, aquella que construyo todos los días y que no cambiara por absolutamente nada. Venga lo que venga, estaré presente para cuidar de mis personas favoritas.
Tiempo había pasado desde que vinimos por última vez, ahora estábamos de regreso y algo intranquilos también. Dejamos a Ailín con Mary y Taylor, ellos dijeron que podrían cuidarla esta tarde así que Gala y yo decidimoa venir a hablar con Ada, Iris y Fermín. Espero que sepan qué hacer, ¿cuál es el siguiente paso? No pienso quedarme de brazos cruzados luego del incidente donde casi se llevan a mi hija.
—¿Qué procede? Sinceramente no creo que ella merezca crecer huyendo de un sitio a otro—expuse alarmado. Nuestro futuro me preocupa, es incierto y si antes aquello era sinónimo de entusiasmo para mí, tratándose de Ailín no hace más que asustarme.
—Sabés que tu hija no lo tendrá fácil, Daimon, es complicado encontrar una solución para esto—explicó Iris empeorando mis preocupaciones. No estoy tranquilo, tampoco creo estarlo pronto.
—Lo sabemos, pero queremos darle una vida normal—intentó sonreír Gala. La abracé queriendo calmarla, pues no dejaría que nada malo le ocurriera a ninguna. Son mi familia, quiero que vivan en paz.
—Imagino que debe ser difícil para ustedes, lamento decirles que no hay manera, sólo deben estar allí siempre y enseñarle a cuidarse cuando crezca—sugirió Fermín, quisiera encontrar otra salida. No creo que este sea un laberinto sin ningún camino al exterior.
—Deberían hacer un inventario del escritorio de Daimon—propuso Ada, aquello me hizo pensar en todos los libros importantes que alguien podría usar contra nosotros—. Si alguno faltase, sabrían cuál es y pueden instalar cámaras también—añadió, realmente quería ayudarnos.
—¿Alguien aparte de ustedes tiene la llave de ese sitio?—negué al interrogamiento de Iris, entonces las miradas recayeron en Gala. Dudo que se las haya confiado a Valentina, le dije que eran importantes.
—No, sólo le encargué a Valen el día que ocurrió todo esto...—nuestros rostros cambiaron. Ella no podía saber aquel secreto que venimos ocultándole, aún no. Estando como está, es la única que puede vencer a Daniel.
—Evitá hacer eso, por favor—Gala los miró extrañada, desconoces nuestras intenciones todavía.
—¿Por qué?—inquirió, empezaba desconfiar.
—Luego te explico, ¿okey?—ella asintió. Espero idear alguna excusa lógica y convencible antes de que regresemos al hotel.
—Tengan cuidado, ¿de acuerdo? Y por nada del mundo le oculten algo a Ailín, conociéndolo todo ella podrá cuidarse como se debe—ambos asentimos, Fermín tenía razón. Muchos cometen ese error, piensan que ignorando las verdades sus hijos estarán a salvo cuando es al contrario.
Si quiero protegerla, debeo serle sincero. De esa forma ella confiará en nosotros y viceversa. Siento que estaría bien que sepa tanto como yo sé, así tampoco se dejaría engañar o manipular.
—Estaba pensando en comprar una casa lejos de aquí, tal vez otro país—expresé pensativo. Haría lo que sea por cuidarlas, tanto a Gala como a Ailín—. Si debo irme para tener mejor cuidada a mi hija, lo hago—afiancé decidido, ellos sabían que no mentía.
—Huir no es la solución, pero podría ser una salida momentánea—comentó Ada, puede que sea buen plan. Irnos unos años lejos y después regresar, cuando Ailín esté mayor y pueda cuidarse sola.
—Si vamos a hacer eso, debemos esperse un poco más para que no suene tan obvio, ¿cierto?—asentí, Gala era muy inteligente y hacía que me gustase más. No pasaba por alto ningún detalle.
—Recuerden que Ailín debe saberlo, desde pequeña deberían irle diciendo, así no será tan... extraño o poco creíble—recomendó Iris, a ella le preocupaba esta situación igual que a nosotros. Varios futuros están en juego.
¿Demasiado es pedir vivir como personas normales? Aunque quizás lo merezca por haberme metido siempre en estos temas, haberlos estudiado y analizado con detenimiento único que terminé siendo parte. Ailín merece tener una infancia feliz y haré lo que sea por aquello.
Elegí venir sola, no quise que Milo me acompañara y tampoco se lo dije a Gala, ninguno sabe qué estoy a punto de hacer. La vez que leí el libro encontré un extraño conjuro, el cual no quise recitar hasta estar tranquioa y en paz.
En estos momentos no tengo ni idea de lo que estoy por hacer o qué consecuencias tendrá. Sólo quiero obtener las respuestas que necesito y me están negando conocer.
Tengo derecho, ¿verdad? A conocer mi historia y quién soy realmente. Porque de ser de luz creo no tener nada, y mucho menos humana. Necesito expliaciones, no voy a dejarme tranquila hasta descubrir lo que sea esto.
***
¡Hola!
Aquí les traigo otro capítuloooo ❣
LLEGAMOS A LOS 9 KELVIN 👁 GRACIAS A TODOS 🥰
Espero que les haya gustado :3 ¿Qué les pareció? U.U En el próximo se revelarán muchas interrogantes 🤔
¿Qué creen que haga Valentina? ¿Cómo se separó Violeta se sus padres? ¿Celeste tuvo cáncer? ¿Qué ocurrirá con Ailín? ¿Daimon se irá de Argentina? ¿A Dante le fastidian los cambios de rutina?
¡Se viene Halloween! Aunque aquí en Perú 🇵🇪 celebramos también el Día de la canción criolla.
¿Se van a disfrazar o se han disfrazado antes por Halloween? ¿De qué?
Yo lo hago casi cada año :') fui frankenstein, mujer loba, bruja, vampiea, vestí de limeña antigua, marinera, gatúbela, flor y muchas otras cosas más 👀 ojalá la pasen muy bien ese día (yo tengo una presentación de baile, de hecho)
¡Muchas gracias por leer, se les adora! ¡Nos vemos pronto! 👋🏻
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