Capítulo 46: Bienvenido, Dante

AZUL POV

El tiempo fue pasando en medio de ecografías, náuseas cada vez más frecuentes y antojos rarísimos de comidas que ni si quiera me gustaban pero a Dante parecían encantarle. Así transcurrieron los días, hasta verse convertidos en semanas que luego pasaron a ser meses. Nueve, exactamente.

Después vinieron dos, donde tuve que aprender como mi papel de madre, aunque jamás estuve sola. Franco estuvo conmigo durante toda esta aventura, desde que entré al quirófano a que me realicen la cesárea.

Ahora, Dante vuelve a abrir sus ojos cafés oscuros.

—¿Despertó?—pregunta su papá, entrando a nuestra habitación. Asiento cansada, la primera semana casi no pude dormir.

Sin embargo, nos han dicho que Dante es tranquilo comparado con otros niños.

—Sí, igual descuida que nunca llora cuando despierta—analicé, solamente lo hace si tiene hambre o le duele el estómago—. Espero que siga siendo tranquilito—reí observándolo estirar su pequeña manita, la cual tomé y acaricié entre las mías.

—Dudo que sea problemático—sonrió Franco. Dante bosteza, ¿querrá volver a dormirse? Porque eso hacen los bebés recién nacidos, ¿no? Vuelve a bostezar y entonces le encuentro cierto parecido a su padre.

—Quizás no se parezcan en la actitud pero sí físicamente—indiqué mientras lo acomodaba bajo las cobijas de aquella cuna que compramos hace meses.

—Miranos, somos igualitos—afirmó Franco agachándose. Y por alguna razón, Dante soltó una ligera risa que luego frenó para prestarle atención al móvil que yacía encima suyo—. Hacés bonitos niños, vos decime, ¿cuánto querés darle hermanos?—preguntó haciendo reír otra vez a Dante.

—Cuando dejes de darle risa—respondí buscando con mis ojos la cámara, esa que siempre usa Franco y lleva consigo a todos lados.

—¡Él quiere hermanitos!—exclamó señalándolo, a lo que asentí sosteniendo aquello que busqué. Tenía que grabarlos, se veían lindos juntos.

Tras presionar algunos botones dudosa por no saber cómo utilizarla y temiendo malograrla, empecé a grabar un video. Franco sabe hacerlo reír y ambos ni parecen percatarse de que estoy filmando esto.

—Decile a mamá que querés tener una hermana—le hablaba distraído tomando sus manos, Dante balbuceaba intentando hablar igual que él—. ¡Azul!—me llamó volteando a verme—. ¿Estás grabando?—interrogó confundido.

—Vos seguile hablando—pedí entusiasmada. Este panorama era hermoso y quería conservarlo allí dentro, luego podría enseñarle a Dante cómo fueron los primeros meses que pasó aquí—. Dante—nombré acercándome y enfocándolo. Quizás sea alérgico a esto, ya que estornudó—, mamá te ama, ¿sabés?—Franco sostuvo la cámara al tendérsela, así pude acercarme a mi hijo y besar su frente.

—¿Estaremos siendo buenos padres?—cuestionó terminado aquel video que jamás borraré.

—Pues no llora mucho, supongo que sí...—y comenzó todo. Detestaba verlo llorar, Dante derramaba lágrimas segundos más tarde.

¿Le dolerá algo? ¿Tendrá hambre? Tomó leche hace dos horas, por lo que esta última opción me parece poco probable.

—Azul... creo que debemos cambiarlo—manifestó Franco, quien lo cargó apenas comenzado su llanto.

Y pensar que pronto serán tres niños.

Gala dará a luz mañana pues ella y Daimon acordaron dicha fecha con el doctor, Ailín nacerá de una cesárea.

—¡Cambien a ese niño!—gritaron desde abajo.

Ámbar tendrá a su bebé dentro de un mes, aunque según los médicos pueden venirle las contracciones a partir de sus ocho meses. Y sí, será niño. Gopal quiere llamarlo Martín. Él planea enseñarle cantar desde pequeño esperando que tengan la misma pasión mientras que nosotros, Franco y yo, buscamos únicamente ver feliz a Dante.

Nació sano, llorando ante ver por primera vez este mundo. Finalmente siento hecho realidad uno de mis más grandes sueños, él hizo que pasara.

***
Daimon POV

¿Estaré siendo demasiado sobre protector no dejándola tranquila? Cada vez que Gala quiere hacer algo la detengo para hacerlo yo. No quiero que haga esfuerzo, el doctor dijo que lo evitáramos.

Aunque generalmente, sólo va hacia donde guardamos los chocolates que compranos en el segundo cajón del repostero, así que frecuenta la cocina.

—¿Tiene hambre todavía?—pregunté asomándome a verla coger otra barra. Gala asintió.

—Decile a tu hija, a mí no me veas—indicó, su vientre sobresalía mucho. Había aumentado de peso debido a nuestra bebé, y seguía viéndose perfecta—. Mañana ya no estará aquí dentro, ¿sabés? Podré verla tras nueve meses—suspiré nerviosa. Nunca me practicaron una cesárea, digamos que tengo miedo.

—Todo saldrá bien, tranquila—le sonreí abarazándolas. Prefiero hablar en plural, faltan apenas horas para tenerla conmigo.

—¿Vos crees que... ella nos quiera?—interrogó apegándose a mí, asentí confiado. Estoy seguro de que Ailín amará a Gala ni bien nazca.

—Obvio que te querrá, ¿cómo no hacerlo? Ahora, yo sí puedo serle problema—expresé y dudé sobre mis habilidades. Puedo ser bueno haciendo cálculos, dando órdenes, siendo líder de cualquier grupo; sin embargo, nunca he sido papá ni tenido alguien tan importante a mi cuidado.

—Quizás cambies—manifestó observándome. No voy a culparla por sus dudas, incluso yo dudo de mí, porque esta responsabilidad no es cualquiera—. Podés demostrarnos que sí mañana, Ailín estará feliz si te viera dentro del quirófano con nosotras...—aseguró dando otro bocado al chocolate.

—¿Pensás que no entraré?—cuestioné asombrado, eso lo tengo claro: entraré junto a las dos. Deseo verla desde que abra los ojos, estar allí consigo—. Obvio que sí, estaré ahí cuando nazca.

—Buenos, un punto menos del cual preocuparme entonces—exhaló más confiada. Quería hacerla sentir segura, que tenga la certeza de que estaré acompañándolas.

Valentina entró haciendo que Gala se sobre saltara. Luego volteó a vernos y sonrió, tal vez tenga algo de envidia pues hace buen tiempo perdió prácticamente todo. Incluída su familia.

—Lo siento, debería hacer menos ruido—Gala le restó importancia, ellas lograron hacerse buenas amigas y de cierta forma, debería estarle agradecido. Valen cuidó a Ailín igual que Gala durante el primer mes dentro del vientre materno.

—Si buscás chocolate, ya estoy terminándolo—indicó ella comiemdo otro poco. Veo que tendré que ir a comprar—. Mi bebé ama los dulces.

—Estás terminándote todos—rió mientras se preparaba un café. Gala parecía más relajada hablándole, incluso me comentó que pensaba pedirle que sea madrina de Ailín, cuando decidamos que es momento de bautizarla—. Deberías enseñarle a comer sano.

—Dudo poder decirle que no, ¿te nos imaginás siendo padres?—inquirió sonriente, causándome mayor nerviosismo. Solía mostrarme más calmado en situaciones tensas antes.

—A vos sí—respondió observándola, incluido su abdomen abultado—. Daimon, vos intentá no aburrirla—pidió guardando el frasco que contenía aquellos granos de café que echó a una taza color blanco segundos previos.

—Puedo ser divertido, ¿okey?—protesté, Gala rió y Valentina negó siguiendo con lo suyo—. Mañana como a esta hora, Ailín debe haber nacido—visualicé ansioso.

—Nos vas a acompañar a la clínica, ¿verdad?—un momento, ¿qué? Valentina asintió sin hacerse esperar.

—Por supuesto que sí, quiero ver quienes son los médicos que te atenderán—sé que está diciéndolo debido a hechos anteriores. Ella no desea que volvamos a pasar malos ratos.

Pero estará ahí, viéndome enloquecer y probablemente llorando. Qué horror, después empezará a burlarse, ¿algún día Valentina estará así? Quisiera verla con familia, de esa forma podría comprobar o descartar mis hipótesis.

Valen ha dejado de lado sus dudas sobre nosotros por centrarse en el embarazo de Gala, aquello resulta bastante favorable.

***
Sabís que se hacía tarde, sin embargo, al estar mis padres fuera de casa no tenía nada de qué preocuparme. Estoy sola con mi hermano mayor que está más concentrado en sus deberes de la universidad. Puedo quedarme charlando hasta tarde, porque no quiero colgar.

Extraño a Julieta, y hace tres horas que estamos separadas. Mis sentimientos son cada vez más fuertes.

—Te quiero—suelto al teléfono imginándome su sonrisa al escucharlo, tiene una muy hermosa como ella—, pero ya de verdad, ¿cuándo salís?—agregué haciendo referencia a un tema del que casi siempre platicamos.

—¿A dónde?—preguntó desconcertada. Oh vamos, ¿acaso no sabe de que le hablo? Si sigue negándose voy a sacarla yo misma.

—¿Cuándo salís del clóset?—aclaré preguntándole directamente. Juli lo tiene difícil, sus padres... bueno, en realidad ella no tiene que preocuparse, porque no está haciendo nada malo. Ellos deberían estar preocupados por tener mentes tan cerradas.

—Cuando muera, ¿te parece bien?—cuestionó sarcástica. A veces me saca de quicio, aunque intento entenderla.

—Respetaré tu decisión sea cual sea...—suspiré cansada. Yo no teno problema en decirles a todos mi verdadera orientacióm sexual, mis papás se lo tomarían todo muy natural y normal—. ¿Qué harías si llego con un cartel que diga te quiero un día?—interrogué, pues amo demostrar amor.

—¡Te mato! ¡Terminamos, Daniela olvídate! No mames...—ahí una mexicana enojada. Aquello último es su eterna frase.

—Hey, vos decime Dany... ¿o estás terminando conmigo?—inquirí bromeando, obtuve risas del otro lado. Conseguí hacerla reír.

—Si haces eso, terminaré contigo—afianzó siguiéndome el juego. Julieta teme que todos lo sepan y empiecen a juzgarla, ¿qué tiene de malo ser lesbiana? Ella se ve preciosa siempre—. Dame tiempo, no sé, Federico ya sabe...—soltó sorprendiéndome.

—¡Le dijiste!—exclamé emocionada, ella había estado omitiendo aquel detalle durante toda nuestra conversación—. Me enorgulleces, estás progresando—admití riendo aún.

Simplemente estando juntas, las horas pasan volando y de pronto estamos llegando o yendo tarde a alguna parte. Julieta tiene un corazón maravilloso, y no lo digo sólo porque sea color arcoiris.

—Pue sí, ¿no? Él no es homofóbico y le tengo más confianza—comentó Julieta, manifestando de cierta manera alegría. Tiene alguien que estará acopañándola cuando inicie su travesía fuera del armario.

—Es tu hermano gemelo...—recordé, ¿cómo Federico podría rechazarla? Nunca haría eso ni aunque le ofrecieran dinero a cambio.

—Mellizo, Dany, ¿acaso nos parecemos? Que yo sepa no es gay—rió contagiándome. Y sí, eso lo sabemos todos, Fede está detrás de Jazmín y esta, a su vez de Milán habiéndose decepcionado por Nicolás.

—Tu papá se volvería loco si sus dos hijos resultaran homosexuales—era incapaz de ver a Julieta, no obstante, supe que estaba asintiendo indicando que tenía razón—. Mi mamá dice que son persona con los mismos derechos—rememoré sus sabias palabras.

La amo y adoro, ella hace que... ¿cómo explicarlo? Sabe qué decir cuando estoy mal, le cuento absolutamente todo y espero que se tome bien a Julieta como mi novia. Papá también estará de acuerdo, seguro les sorprenderá; sin embargo, intentarán acoplarse a esa idea rápido.

—Temo que intente cambiarme, ¿oíste acerca las terapias de conversión? A veces considero iniciar una—apreté mis ojos con fuerza, ¿qué quería decir? Julieta está perefecta y su lesbianismo hace que sea especial y única—. ¿Dany?

—¿Querés dejar de quererme?—plateé poniéndole difícil la respuesta.

—No... Daniela, quizás sólo quiero que seamos amigas—otro dolor más. Batallé mucho para que estemos juntas, ¿acaso piensa convertirse? Así se quedará, nació lesbiana.

—Tengo que colgar, se está acabando mi batería—mentí, pues estaba recién cargado aquel celular nuevo que papá me compró por mis buenas calificaciones—. Adiós, Juli—corté finalmente.

Necesito a mamá, aunque todavía desconozca este tema.

Finalicé nuestra llamada porque de lo contrario, terminaría sacando todas aquellas emociones hiriendo las de Julieta. Tal vez exteriorizar sentimientos sea malo, en algunos casos.

Iré a dormir, mañana podré hablar con mamá y papá. Ellos están ahí, estuvieron desde pequeña guiándome y agradezco tenerlos conmigo. Muchos no tienen esa suerte, yo sí. Les hago saber qué tan grande es mi amor mediante cada abrazo o aquel sencillo y significativo "te amo" ya que nunca temo expresarme.

***
ÁMBAR POV

Gopal nos mira mientras toca el piano, Martín se mueve dentro de mi vientre al ritmo de la música. A él le queda todavía un mes allí adentro, luego espero traerlo sano y salvo para que pueda ver la hermosa vida. Nosotros esperamos poder ser los padres que merece, unos que sepan guiarlo y lo apoyen siempre, aunque está de más decir que yo estaré para defenderlo.

También quiero enseñarle a protegerse, por si algún día se sienta expuesto y está solo. Quiero llevarlo a recorrer nuevos rincones del mundo, porque eso quiero hacer. Decidí iniciar a estudiar turismo meses después de que nazca. Así podré darle cuanto necesite.

***
¡AVISO IMPORTANTE!

¡Hola!

Lamentablemente mis vacaciones han llegado a su fin 😭 mañana inicio las clases y la próxima actualizacion será la otra semana, mientras veré si puedo editar algunas cosas e insertar las imágenes :3

Dante de bebé en multimedia 😍 ¿qué les parece? ¡Ya nace Ailín!

¿Qué opinan de la bisexualidad? ¿Qué dicen del lesbianismo? ¿Apoyan esas orientaciones sexuales? ❣🏳️‍🌈🌈

¿Creen que Julieta deba salir del clóset? ¿Estará bien que quiera ir a terapias de conversión? ¿Quién terminó cambiando el pañal de Dante? ¿Daimon romperá en llanto otra vez? ¿Ámbar será buena mamá y Gopal buen padre? ¿Quiénes serán los padres homofóbicos?

GRACIAS POR VOTAR ❤ estaré dedicando capítulos como acostumbro 🥰 espero que les haya gustado este :')

Suerte a tod@s quienes empiezan mañana las clases, se les ama y adora 💛 ¿Cuál es su curso favorito y menos preferido?

Mi asignatura favorita es literatura 💜📚 y la menos preferida pues educación física, soy un asco 😂😂 aunque prefiero reírme de mí misma.

¡Nos leemos pronto! 👋🏻

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