Capítulo 44: Cómplices del nuevo embarazo

Tocaba el piano con impotencia.

Otra vez no pudo venir a verla tras haberlo prometido la vez pasada, ¿cuántas veces recuerdo que su madre haya estado presente en un recital suyo? Creo que nunca, siempre por trabajo.

—Mari—llamé esperando que dejara de tocar, aunque quizás ahora prefiera desahogarse—. Mari...—volví a llamar. Parecía ignorarme cuando yo no tenía nada que ver—. ¡Mariana!—le grité haciendo que volteara bruscamente.

—¿Sí?—cuestionó intranquila. Es obvio que se siente mal aún estando dentro del teatro ya vacío. Todos se fueron terminado el show, Mariana decidió quedarse aquí.

—¿Estás enojada de nuevo?—pregunté, sabiendo que lo negaría.

—No...—suspiró sonriente, intenta aparentar que está bien—. Estaba practicando, aprendiendo unos acordes más—añadió, como siempre trataba de llevar nuestra conversación por otro lado.

—Quisiera aprender a tocar así—deseé en voz alta, ella sonrió.

—Y podés, ¿qué querrías tocar?—me interrogó, luego empecé a reír mientras que Mari lucía confundida. Después entendió—. ¡Enfermo! Quiero decir qué instrumento te gustaría aprender a tocar—aclaró haciéndo aumentar mis risas.

—Estuve pensado en batería o guitarra—respondí habiéndome calmado—. Pero ya sabés que lo tengo difícil, y no quiero recordármelo siempre—¿seré bipolar? Mi estado de ánimo ha cambiado muy rápido. No quiero recordar problemas míos, sin embargo, suelo hacerlo de forma inconsciente.

—¿Eso qué tiene que ver? Olvidalo, sí vas a poder—afirmó, quisiera verme así. Si bien es cierto, muchas personas me creen capaz de más cosas que yo mismo—. Tu audición no debería serte obstáculo, sino un impulso.

—Puedo quedarme sordo, ¿recordás? Cada año estoy peor, ¿por qué tuve que nacer teniendo esto?—cuestioné la misma pregunta que hice hace tiempo, cuando me explicaron a los cuatro años que tenía cierta sordera en ambos oídos y necesitaba audífonos.

—Thiago, escuchame bien, tenés que hacer lo que querés—afianzó Mariana, segura y confiada. Con razón ha ganado tantas competencias.

—No quiero amar cantar si luego no podré ni escucharme—confesé dolido. Varias veces he querido operarme pediendo que exista una cirugía para sanarme, pese a todas mis súplicas, permanezco igual—. Dolerá, duele saber que tienes límites.

—Esos te los pones vos solo—replicó cansada del terco que tiene frente a ella. Soy necio, lo confirmo—. Tengo mayores esperanzas en que vuelvas a oír que en mamá viniendo a mis conciertos—confesó habiéndolo ocultado, ella no quiere mostrarse vulnerable.

—¿Seguirás practicando?—inquirí finalmente. Pensaba quedarme escuchándola, toca bastante bien para haber empezado este instrumento hace poco.

—Voy a casa, ¿venís? Allí practico—asentí conforme. No paso mucho tiempo sin ir, su papá me tiene como invitado favorito—. Y, Thiago, dudo que estén mis hermanos.

—Son geniales, esperaba volverlos a ver...—lamenté, ¿hacía cuánto no estaban? Casi nunca acompañaban a Mariana?—. Ya será la próxima, aunque de repente están allá.

—Olvidate, ellos paran ocupados con la universidad—recordó mirando al suelo, mira hacia ahí si se siente mal o recuerda algo malo—. Vendrán para Navidad.

—¡Viven juntos, no exageres!—reí tras haberla escuchado—. Vámonos, ya van a cerrar el anfiteatro.

Terminamos saliendo del lugar después de recoger sus cosas. Su papá estaría esperándonos, él sabe que voy seguido y debe tener preparado algo. ¿Traerá pastel? La última vez fue así, celebra mucho los logros de Mari. Incluso más que ella misma.

Bastante ha pasado desde que vi a Mariana sonriendo junto a su mamá. Hablaban cada tanto por videollamada, no obstante, ella luce decepcionada. Quisiera poder ayudarla, Mari la extraña. Puede querer ocultarlo pero yo me doy cuenta, quiere verla y abrazarla. Desea hablarle frente a frente, no mediante el maldito teléfono que ha comenzado a odiar.

***
Gala POV

Oficialmente puedo decir que amo a Iris, desde hace dos días cambió nuestra vida otra vez. Ella vino a verme por la noche, tocó mi vientre sin decirme qué estaba pasando, Daimon me dijo que vendría a verme y accedí desconociendo sus planes. Iris tuvo los poderes necesarios para darse cuenta antes de que yo hiciera cualquier estupidez: Ailín sigue ahí, lo comprobé tras hacerme una prueba de embarazo. Ahora tiene dos meses.

Valentina, ni bien se enteró de esto, insiste en ir al hospital donde fui atendida a salirse de dudas. La enfermera nos informó que Ailín no había sobrevivido, por eso piensa que pudo haber sido poseída por él, quien siempre va detrás de nosotros.

—¡Dejá las cosas ahí! ¡Sentate!—ordenó saliendo del escritorio que tiene en el hotel. Quería levantar unas cajas que Daimon dejó tiradas y queriendo hacerle un favor, ¿me viene con esto?

—Estás insoportable—critiqué molesta. Empieza a tratarme como si estuviera enferma.

—¡No le enseñes malas palabras a la niña!—señaló apuntándome. ¿Ailín escuchará? Es pequeña, aunque va muy adelantada según yo. Hoy queremos hacer otra ecografía.

—No es una mala palabra—negué cruzándome de brazos—. Y Ailín ni está escuchando—aseguré. Apenas tiene un par de meses, pese a que ya no he sentido que se mueva dentro mío.

—¿Cómo sabés? Seguro sabe más que vos a esa edad—retrucó recogiendo las cajas del piso. Lugo mantuvo sus ojos viendo mi abdomen casi plano.

—¿Cuál edad?—cuestioné, Daimon estaba exagerando. Siempre exagera—. Dos meses—le aclaré observándolo fijamente, a ver si entendía por fin.

—¡Igual! Pero oye, ¿por qué Ailín?—preguntó intrigado. Escogí sola su primer nombre así que no lo sabe, entonces él ni sabía que tenía a una bebé dentro—. No me digas que sólo te gustó y ya, tiene que haber algo más.

—Quiero que tenga significado, escogí un lindo nombre para que cobre mayor vida y valor día a día—seguía viéndome confundido, ¿acaso le cuesta entender? Estoy expresándome con claridad, ¿cómo puede gustarme alguien así?—. Antes no significaba nada, ahora sí, ¿entendés?

—Un poco... sos rara—declaró encogiéndose de hombros—. ¿A qué hora tenemos la cita?—interrogó, ¿lo había olvidado? Esto temía, que llegue a centrarse en el trabajo y deje de lado su familia.

Aún evito hablar sobre nuestra relación, quiero decir, estamos bien sin necesidad de hacerlo. Aunque esperamos una hija, y eso no hacen los amigos.

—Tenemos que ir...—él sonrió, estuve por recordárselo y Daimon rió de repente, confundiéndome.

—A las tres, ¿creíste que no me acordaba?—asentí, pues podía olvidarlo debido al trabajo y las investigaciones que últimamente está haciemdo—. Oh, vamos, tampoco soy tan colgado, seré buen papá—afirmó ocasionando que alzara una ceja, desafiándolo—. ¿O no, Ailín?

Silencio, ¿ella iba a responderle?

—Podrá ser inteligente pero sería ilógico que hable—comenté abrazándome a mí misma. Hacía tiempo deseaba sentirla dentro, ¡y siempre estuvo ahí! Qué estúpida soy.

—Dijo que sí, ¿ves? Puedo con la paternidad, tranquila—reí por sus intentos de querer calmarme. Sé que hacerse cargo requiere mucha dedicacióm y no se trata solamente de recordar una cita médica.

—Escuchame, por favor, quiero alguien que esté para ella—le pedí, quería sentir que podía. Daimon puede cambiar, ¿cierto? Estuvo al borde del llanto cuando nos dijeron que Ailín seguía viva.

—Puedo estarlo, estaré ahí si me necesitan y si no, también porque querré molestarlas—sonrió incluyéndome. Hubo un momento donde admitió que le gustaba, ¿seguirá sintiendo lo mismo?—. Las quiero.

—¿Todavía?—inquirí sonriendo.

—Siempre te quise, como amiga y después vinieron los raros sentimientos que continúan atacándome—tomó mi mano, luego me besó la frente. Esos simples gestos hacen que dude acerca del futuro.

—Hay que ir planeando algunas cosas, ¿de acuerdo?—sugerí esperando su aprobación. Será padre, tiene que estar conforme—. Quiero hacerle un...

—Ay, no, babyshower no, ¡olvidate, Gala!—parecía y lo hacía sonar horrible. Es una fiesta, nada más, quiero recibirla bien.

—¿Por qué no? Mi bebé quiere comer pastel de chocolate—argumenté ilusionada, en serio quiero celebrar ese momento. Podemos hacerlo uno o tres meses anteriores.

—Pues ahora mismo voy y les compro todos los pasteles que quieran pero esas fiestas son muy cursis... Prefiero irle comprando ropa—negó de inmediato. Después lograré convencerlo, mientras aprovecharé su ofertón.

—Andá, te esperamos—sonreí acomodándome en el sillón.

—¿A dónde?—indagó desentendido.

—A comprarnos todos los pasteles que queramos, mínimo queremos comer cinco de chocolate—ordené satisfecha. Creo que eso bastará, hace tiempo no comemos algo dulce nosotras dos—. ¿¡Qué esperás!? ¡Corre, movete! Tu hija quiere comida.

—Nuestra, ¿okey? Ya regreso—resopló tomando sus llaves.

Amé aquel "nuestra" último.

***
Ámbar POV

Recurro a Luz porque no sé a quién más decirle, Devi es muy pequeña, Gopal salió de viaje tan rápido que ni le comenté que me sentía mal y Venecia tiene que cuidar a Tomás junto con Noah.

Tengo miedo, en serio ni idea qué está pasando conmigo y Luz fue quien sugirió probar esto. Aunque lo dudo, además sería completamente inesperado.

—¿Ya salió?—le pregunté inquieta, sin embargo, mi preocupación no era tanta debido a las pocas probabilidades. Luz asintió cambiado de pronto su semblante.

—¡Ámbar!—gritó, sostenía el test de embarazo en sus manos y mis nervios aumentaron—. ¡Hay dos rayas! ¡Estás embarazada!—exclamó emocionada.

"No jodas, Luz" pensé casi al instante. Espero que... ¿por qué un bebe sería malo? Todo lo contrario, es una bendición. Debería alegrarme más, ¿verdad? Porque quizás planeaba hacerlo luego, pero siempre quise tener una familia con Gopal. Y eso se fortaleció cuando nos dijeron que íbamos a quedarnos.

—¿Seré mamá?—quise verlo, Luz me dio el test para corroborarlo. Había dos rayas—. ¿Y ahora cómo voy a decírselo al papá? Quiero ver la cara que pone, ojalá esté feliz—deseé no esperando algo malo por parte de Gopal, está saliendo premiado.

—Recordá que viene hoy, ya pasaron los tres días del festival y dieron todos sus conciertos programados—casi lo olvido. Esta emoción me tomó desprevenida, ¿qué debo hacer? ¿Buscar nombre? ¿Ir al médico? ¿Esperar a Gopal? Vaya, nunca imaginé algo así tan pronto.

—Sí... la cuestión es cómo decirle a Gopal, debe estar regresando dentro de poco—informé recordando nuestra última conversación, Gopal dijo que llegarían de noche y el vuelo salía a las cuatro.

—Se lo tomará bien, descuida, mejor preparate para cuando ande gritando que será papá—cierto, Gopal adora hacer pública su felicidad. Quiero decírselo de una forma especial, poco usual.

—¿Crees que deba ir a sacarme una ecografía primero?—Luz pensó unos instantes, después sonrió y negó. Tenía algo en mente, pude notarlo rápido.

Iniciaron a salir mis inseguridades, también tego que decirle a Maia y pese a saber cuán bien recibirá aquella noticia, siento miedo. Jamás tuve pensado que hoy recibiría este diagnóstico, ¿será niña o niño? Ser padres puede parecer fácil, cuidar de alguien pequeño; no obstante, requiere gran responsabilidad que espero tomar bien.

Ni si quiera he empezado una carrera, tenía planeado estudiar y después emprender otro viaje. Mi rumbo a partir de este momento, cambiará. Pese a estos acontecimientos, sigo teniendo pensado asistir a la universidad.

—Vamos a sacar tu ecografía, luego viene Gopal y le damos la noticia enseñándole las fotos, ¿qué decís?—preguntó ilusionada. Luz sería buena madre, algún día encontrará alguien con quien formar una hermosa familia.

—¡Perfecto! Iré a preguntarle Daimon...—pensé unos segundos. Él y Gala irán hoy, tienen consulta luego de enterarse del milagro sucedido: Ailín seguía adentro—. Pará, ellos van a ir en un rato, podemos decirles que nos lleven—sugerí nerviosa.

—Hecho, pero ninguna palabra a Gopal—me guiñó un ojo, cómplice.

—Sabés que igual le haré spoiler a Maia, pienso mandarle la foto mientras esté volando para acá—reí, no puedo ocultarle nada a mi mejor amiga. Sé que si le pido su silencio, aceptará y se mantendrá callada.

Nos esperan nuevas experiencias. Ojalá que salga bien todo y no suframos ninguna desgracia, sólo pido que nazca sano. El sexo, sus rasgos y demás van aparte.

Mientras pueda traerlo al mundo estable, estará bien. Deseo saber cómo reaccionarán todos y cuántas sonrisas, ese niño o niña, logrará sacarnos a los pocos segundos de vida. Quizás lo mejor sea aquello que nunca se planeó ni pensó. Luz tenía mucha razón, insistió en hacer ese test cambiando mi día. Creo que voy a recordarlo eternamente.

Estoy embarazada, tendrá a lo más tres días.

***
¡Hola!

Weno, aquí les traigo el capítulo ❤ Espero les haya gustado, viene un día tarde por cuestiones de salud :') ayer tuve que volver al médico luego de que me diagnosticaran la presencia de más tumores. Estoy siguiendo un tratamiento para evitar otra intervención quirúrgica como la vez pasada.

Sigue sin saberse la causa, pero no me queda más que rezar y tener fe en que todo saldrá bien 🥰❣

¿Cómo se encuentran ustedes?

¿Qué opinan de los chicos del Flashforward? ¿De quiénes serán hijos? ¿Ámbar será buena mamá? ¿Qué dirá Gopal? ¿Daimon se concentrará más en Ailín? ¿Gala y él serán algo más? ¿Qué opinará Maia del embarazo de Ámbar?

Muchas gracias a todos por leer 🖤 estuve viendo las estadísticas de países otra vez. Y miren esto 😭😱

¿Sale su país allí? ¿Desde qué ciudad leen la historia?

Gracias de todo ❤ se les ama :3

¡Nos leemos el martes! 👋🏻

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top