Capítulo 43: Buenas noticias

—Hay cosas peores, ¿no? Suicidarte, por ejemplo—sabía que intentaba sonar optimista y mejorada cuando dentro suyo se destrozaba cada vez más—. Perdón si no estoy tan pendiente y no puedo ayudarte como debería, sólo tengo cabeza para Ailín luego del accidente—quiso sonreírme.

—Estás conmigo, aquí estaré incluso sin que me necesites—afirmé viendo su vientre. Quisiera decirle, siendo verdad, que Ailín sigue adentro y desea sentirla feliz—. Estuve pensando mucho últimamente.

—No juzgaré tus errores ni nada de eso, ¿sabés? Pero pienso que matarse...—frenó al desconocer cómo continuar. Gala, quieres decírmelo sin herirme, descuida, hablar sobre el tema ya me hiere.

—Es estúpido—concluí evitándole las palabras, ella negó—. Amaba cantar, paraba de aquí para allá con mi guitarra y aprendí a tocar piano.

—Suicidarse no es...—evitó insultar un suicidio llamándolo igual que yo—, no es tonto. Las personas tienen problemas, están mal y suicidarse también, ¿okey? Que quede claro mi opinión, estoy en contra de autolesionarse aunque hay gente que lo hace por culpa de otros, ellas se sienten inferiores—finalizó pensativa pues debe tener sus interrogantes. Ni he podido compremderme a mí, ¿y Gala pretende hacerlo? A quien pueda hacerlo, voy a respetarlo—. Valen, dejá los suicidios de lado y distraete, ¿sí? Vamos, hagamos cualquier cosa.

—¿Qué pensás?—se encogió de hombros. Genial, tampoco sabía que hacer.

—Pues podemos... ¿ver televisión?—sugirió, negué riendo puesto que su idea no iba conmigo—. Olvidalo, me quedaré pensando con vos.

Puedo imaginarme infinitas realidades alternativas a partir del, ¿qué sería de mí si no me hubiera suicidado? Y son justamente las emociomes que causan dentro mío que hacen que mis sentimientos aumenten. Muchísimos encontrados llevo guardados, ocultos en un rincón lejamdo de mi corazón. Gala piensa que estoy lejos de superarlo mientras yo creo estarlo viviendo aún.

—Voy a averiguar qué están ocultándome, quizás pueda traerme algo de paz—expuse cansada de interrogarme. Necesito respuestas, y al proponérmelo, tengo que cumplirlo.

—Eso podemos ir haciendo entonces aunque no sé por dónde comenzar, Daimon salió así que... tenemos su oficina libre—sonreímos cómplices. Gala tenía la llave, y no le importaba traicionar confianzas. Sólo queríamos encontrar pistos o algunos indicios certeros.

Ella parecía disfrutar de mi compañía como pocas personas lo hacen. Sí, he cambiado radicalmente. A vecea suelo mirarme al espejo y compruebo que Valentina, la chica sonriente de hace unos años, despareció por completo. Extraño, a pesar se todo, sus canciones y risas sacadas. Era radiante, brillaba cual sol naciente y recién salido del horizonte.

Me amo, pero tal vez fue muy tarde.

***
Con tan sólo ocho años recién cumplidos, pisé el escenario aquel último día de audiciones. Empecé a cantar cuando los reflectores me iluminaron y desde ese entonces, sentí que había hecho realidad un sueño. Porque hasta hace unos días yo solamente cantaba en mi habitación autobuses, plazas y restaurantes. Sin empuñar ningún instrumento ya que no poseo la destreza de aprender a tocar la hermosa guitarra o al fantástico piano.

Perú, país latinoamericano pobre, no nos da muchas oportunidades de triunfar y salir adelante. Pero yo tengo esta, así que debo aprovecharla. Ni idea cuál será, si es que hay, el premio. Lo único que busqué viniendo era cantar sobre este suelo, quería un escenario que no fuera un autobús.

Todos aplauden terminada mi presentación y empiezo a sentirme algo desconcertada ante tanta multitud, no obstante, sonrío dominando esta situación. Estoy haciendo realidad mis sueños, antes sonaban tan lejanos que ni era capaz de imaginarlos.

—Gracias—sonreí, no dejaría que todas esas personas me intimidaran.

—Creo que ya sabes cuál es mi respuesta, a tu corta edad cantas increíble—ella se llevó las manos al rostro. Lucía sorprendida, ¿por qué? ¿Por mí? Vaya, en serio desconocía lo que podía causar mientras cantaba—. ¿Cuántos años tienes?—preguntó maravillada.

—Ocho—respondí. Aquellas luces encima mío ocasiona que sienta el calor que pocas veces siento. Ahora ese fuego está adentro, en mi corazón.

—¿Y cómo te llamas, pequeña?—interrogó otro mienbro del jurado. Parecía estar muy sorprendido, igual o incluso más que la anterior.

—Violeta—contesté sonriente, manteniendo una prudente distancia entre el micrófono y mi boca para que puedan escucharme mejor.

—¿Con quién has venido hoy?—inquirió otra integrante. Sus ojos brillaban y tenía la impresión de que los míos también. Por alguna razón quería llorar, además, necesitaba ser abrazada pronto.

—Sola—pronuncié con dificultad. Espero que venir sin padres no sea impedimento para entrar al concurso—. Estuve trabajando, allí suelo cantar bastante y aunque cueste creerlo, me divierto muchísimo—apreté ese micrófono, lo único a lo que podía aferrarme.

—Eres muy pequeña, esta competencia se pondrá dura pero, ¿sabes qué? Yo te soy un sí, quiero verte en la siguiente fase—casi salto ni bien escuché sus palabras. Necesito que alguien más diga lo mismo y estaré dentro.

Luego, ojalá me dejen rellenar a mí los formularios.

—Vilu, ¿lees esto que dice acá?—señaló un papel escrito a mano. Seguro había sido recién, mientras hablaba con su compañera.

—¿Bienvenida al concurso?—titubeé anonadada, ¿era real? Asintió, como leyendo mis pensamientos que ahora volaban alrededor.

—Preparate porque estás dentro—concluyó el último miembro.

Y así fue. Comencé a darlo todo, entregarlo todo, agradecerlo todo y disfrutarlo cual cuento de hadas que nunca leí. ¿Quién necesita escuchar uno cuando estás viviéndolo? Dicen que hay principes allí, acá no los habrá, ni princesas.

Estamos mi corazón y yo. Juntos, avanzando, escalando hasta llegar a la cima.

***
Iris POV

Daimon la extraña, aunque nunca supo que ella estaba allí, sé que quiera volver el tiempo atrás. Nos contó que perdió a su hija, y es lo menos que creo. Esta noche quiero verla, sólo debo acercarme para saber si Gala sigue o no embarazada.

Él, porque no quiero mencionarlo, está planeando algo. Puede haber tenido algo que ver en todo esto, por más raro que suene, quizás Ailín siga dentro. Y deben saberlo.

—Quisiera ver a Gala personalemente, ¿puedo ir hoy?—inquirí. Tampoco pensaba presentarme sin avisar, sería descortés.

—Claro pero, ¿para qué?—cuestionó confundido. Pensé en una excusa pues no quiero darle falsas ilusiones ni esperanzas, existe la posibilidad de que yo esté equivocada.

—Quiero hablar con ella, hace tiempo que no la veo por aquí—expuse guardándome mis verdaderos planes—. ¿Alguna otra novedad?—indagué, puesto que Daimon parecía muy pensativo podía pasar desapercibidos ciertos detalles.

—Valentina está sospechando, Milo le estuvo dando ideas y quiere averiguar la verdad—aquello hizo poner en alto los sentidos que poseo. Valentina no puede saberlo, es riesgoso.

—Sabés lo peligroso que resulta esto, ella no puede saber nada—negué rotundamente. Estaría demasiado expuesta y vulnerable.

Valentina puede vencer a Daniel, por eso la escogimos para esta misión; sin embargo, al ella no conocer nuestro secreto se mostrará más fuerte. Planeábamos decirle todo luego, que lo descubra ahora sería más bien una falencia nuestra.

—Todavía le duele, ¿cierto?—asentí, sus heridas están lejos de sanar. Y pese a que Valen lo niegue, necesita amor para curarse. Uno verdadero, genuino, auténtico y transparente.

—Mateo nos ayudó mucho aquella vez que atrapamos a...—Daimon me animó a continuar. No es alguien que amemos mencionar constantemente—. Valentina creyó que tenía poderes y sigue haciéndolo, si descubre que no empezará a decaerse la mentira.

—Supongo que vale hacerle esto, se pondrá feliz cuando sepa que tiene su tan anhelada segunda oportunidad de vida—garantizó Daimon ilusionado. Incluso a mí esa idea me traía satisfacción, sufrió y se equivocó mucho. Amará saber que puede cambiar el rumbo.

—Recordame grabar ese momento, si es que no lo descubre antes—recordé. Tenemos razones suficientes para no querer que eso pase. Valentina puede lucir consistente y ser frágil al mismo tiempo, detrás del caracter que aparenta—. Gala desconoce todo, ¿no?

—Sí... aunque quiero serle sincero—pensé interrumpirlo cuando agregó—: Sé que se lo dirá a Valen, así que les diremos luego de que acabemos con este asunto.

—¿Cómo está Dante? El hijo de Franco y Azul también será importante—interrogué, Daimon palideció. Oh Dios, no necesito más malas noticias.

—Azul tuvo una amenaza de aborto al tropezarse... ¡pero creo que están bien! Por lo contrario nos habrían dicho...—el simple hecho de imaginarlos a ambos rotos, destrozados tan cerca de alcanzar un ideal hace que quiera intervenir. Y puedo hacerlo.

—Si no dan buenas noticias mañana, intervengo, dos pueden jugar este juego—afiancé preparada. Él atacará en cualquier instante, de preferencia elegirá nuestros peores momentos.

—Esperemos que sí, hay que pensar positivo—suspiró. Comprendo, no le deses a nadie el dolor que pasa tras haberse ido Ailín aunque quisiera sacarle una sonrisa a él y a Gala diciéndoles que su hija sigue viva.

—Mantené las esperanzas—le recomendé. No sólo me referí a Dante sino también a Ailín, ¿ambos serán buenos amigos? Deberían conocerse, tiene qje hacerlo.

Ojalá sea real pronto aquel futuro óptimo que puedo ver.

***
Azul POV

Dormí abrazándome literalmente, no quise soltarlo y nunca lo hice. Necesito que vengan a decirme que estará bien, porque yo no me importo ahora. Quiero saber sobre Dante, él está primero en estos agrios momentos.

Franco toma mi mano, se mantiene callado al no saber qué hacer. Los dos esperamos despertar de la pesadilla rápido.

—Buen día—saluda una joven enfermera entrando a mi habitación. Pese a que intenta ser cordial, no cambia nuestra situación. Estamos empezando mal este día—. ¿Disminuyó el dolor?—ella y Franco esperaban que respondiera.

—Sí—asentí, ¿era buena señal? Sentía dentro a Dante y había dejado de doler—. Lo siento como antes.

—Vamos a sacar una ecografía, ¿de acuerdo?—asentimos, Franco intentó sonreírme indicándome que todo saldría bien. Eso esperábamos realmente, verlo igual de perfecto que la primera vez.

Trajo aquel gel que siempre esparcían sobre mi vientre y cuando pidió que me levantara la blusa, dejé de abrazar a Dante mientras rezaba por verlo a través de aquella pantalla.

Cerré los ojos sintiendo el frío líquido encima, ¿Dante lo sentirá? Alguien susurra mi nombre al oído, entonces volteo a ver ese monitor que causa mi más grande y hermosa sonrisa.

—Es él—afirmó sonriendo. En efecto, ahí veíamos su rostro y creo que se parece a Franco—. Ha crecido, ¿no?

—Lo vimos hace poco, ¿cómo puede crecer? Todavía falta para los nueve mses—le recordé, pues días antes del viaje realizamos la última ecografía, cuyos resultados fueron óptimos.

—Está perfecto—anunció la ecógrafa observándolo.

—¿No se lastimó?—interrogué dudosa, ella denegó alegre—. Debo aprender a tener mayor responsabilidad.

—Y yo también, no queremos ser un desastre andante—manifestó Franco, quien pese a no demostrarlo, tiene mis mismos temores e inseguridades: ser malos. Quisiera que hubiera algún manual acerca de cómo criar niños.

—Recién va uno, luego pueden venir más, aprenderán de seguro—dijo entregándome el aparato para desplazarlo sobre mi vientre. Lo primero que quise ver fueron sus facciones—. Al final los amará, o en plural si planean que tenga hermanos.

—Eso quiero, darle por lo menos un hermano—rió haciéndose idea. Sería lindo, ¿podremos? Tendremos a Dante, niño, nos falta la niña.

—¿Gustan que se impriman las fotos?—quiso saber, asentí radiante. Estaba feliz, quizás no pueda cantar hoy pero es lo de menos. Dante estará siempre primero.

—Por favor, que sean cinco—pidió Franco. Siendo él fotógrafo, no me sorprende—. Quiero conservarlas todas, entienda que nunca he tenido un hijo—argumentó emocionado. Y pensar cómo se sentirá mientras esté dando a luz.

—Esperen aquí, ya regreso—ordenó ella saliendo del lugar.

Franco y yo nos miramos, felices sonreímos. Estábamos juntos los tres de nuevo. Llegaríamos a formar nuestra tan deseada familia, aquella que soñamos despiertos y deseamos. Dante sería el primer integrante, ¿habrían otros? Quisiera tener una hija, así podría enseñarle a cantar; no obstante, con él lo haré de todas formas.

Ya deseo que salga al mundo, necesito tenerlo conmigo. Ese tesoro que guardo dentro está por salir, anhelo abrazarlo y besar su diminuto frente. Lloré cuando hace meses escuché sus latidos, son mejores que las canciones que canto y compongo.

***
¡Hola!

Weno, oficialmente estoy de vacaciones así que el próximo capítulo debe estar siendo publicado el viernes 😁

¿Quién será Mateo? (Primera vez que lo mencionamos acá xd) ¿A qué se refieren cuando dicen que Valentina tiene otra opotunidad? ¿Franco y Azul serán buenos padres? ¿Violeta ganará el concurso? ¿Ailín seguirá viva? De ser así, ¿ella y Dante se llevarán bien?

Espero que les haya gustado el capítulo ❤ ¿Quiénes más están de vacaciones? U.U

Ya quesan menos de 20 capítulos para el final... ¡Y se publica Aliados 4! Es hora de que vayan conociendo a la nueva generación :3

¡Nos leemos pronto! 👋🏻

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