Capítulo 39: ¿Lesbiana?

Emma POV

Llevo a Tomás de la mano, salimos a comprar algunas cosas y estamos regresando al hotel cuando nos detenemos en una semáforo. No noto nada raro hasta que veo cómo levanta su rostro confundido mirándome. Señala hacia el otro lado, cruzando esta avenida y sé qué ha visto.

—¿Los hombres se besan?—preguntó desencajado. Sí, esos muchachos al parecer eran gays.

—Vos sabés qué es el amor, ¿verdad?—asintió tomando más fuerte mi mano. Cruzamos puesto que la luz cambió a verde, aquellos jóvenes habían desaparecido doblando en una esquina aledaña.

—Lo que siento yo por vos—contestó sacándome una sonrisa—. Un sentimiento muy bonito, incontrolable y que las personas sienten.

—¿Y qué es una pareja?—Tomás meditó unos instantes más antes de contestar.

—Dos personas que se quieren, cuidan sus espaldas y desmuestran cariño com gestos—respondió sonriente él.

—¿Por quiénes está conformada? ¿Pensás que solamente puede haber un chico y una chica?—Tomás negó de inmediato, reí al verlo confundido. Aunque no parecía haberle molestado ver aquel rápido beso, ni yo lo vi. Él estuvo más pendiente que yo.

—No porque he visto a dos hombres besarse acá—señaló sus labios. Inocente, abrió su corazón y sonrió—. Eso quiere decir que hay parejas de personas del mismó género, ¿no?—asentí.

—¿Qué pensás de esas personas?—interrogué finalmente.

—Que me gustaría conocer alguien así, pero yo no soy como ellos. El año pasado estuve enamorado de una niña del salón—confesó sonrojado. Suspiré, bien, no seré la madre celosa y posesiva ahora. Trato de explicarle las cosas—. ¿Vos qué decís sobre ellos?

—Primero que nada, así como hay dos chicos de novios pueden haber chicas. Hay niños que gustan de niños y niñas que quieren niñas—aclaré observándolo concentrado. Prestaba muchísima atención—. Esas personas merecen ser tratados igual, sin insultos ni golpes.

—¿Por qué alguien los golpearía?—inquirió. Tomás no entiende sobre maldad y egoísmo aún.

—Ni dea, pero vos respetá si ves alguien así—le sonreí revolviendo sus cabellos castaños—. Si hubieras nacido así o tuvieras un hermano o hermana que fuera como ellos, no dejaría de amarlo.

***
Manuel POV

Tiempo, falta poco y eso puede perjudicarnos. Debo pensar con claridad, aseguré que podría encontrar alguna solución pronto, porque Azul no cantará mañana, correría el indeseable riesgo de perder a una vida que ni si quiera empieza, un sueño habitante de su interior. Todavía permanece dentro, sin embargo está corriedo peligro.

Pienso en alguien tras mucho cavilar: Gopal. Él estaría feliz de poder cantar a nuestro costado y seguro les caería bien a los demás. Pero, ¿logrará conseguir algún vuelo hacia México faltando tan poquito? Supongo que quien no arriesga, no gana. Por eso voy a darle esta oportunidad, se la merece.

Ojalá conteste el teléfono.

—A ver si me hacés caso y dejás eso que tanto hacés con Ámbar...—susurré para mí mismo. Timbraba sin obtener respuesta hasta que alcancé a oír aquella conocida voz—. ¡Gopal, amigo! ¿Cómo estás?—decidí iniciar saludándolo amablemente.

—Okey, ¿qué querés? ¿Pasó algo? ¿Te enojaste porque nunca respondí tus mensajes? Estuve practicando, volviendo al mundo que amo, vos estás de gira y no tengo alguien con quien practicar—resopló frustrado. Aquello puede cambiar, quizás sea apresurado... está bien, lo es, olviden ese "quizás" que no ayuda mucho—. Necesito buenas dosis musicales, cantar, tocar y componer canciones alegran mi día.

—¿Y si te dijera que quiero que vengas?—cuestioné anticipándome, aunque ya pudo haber intuido mis intenciones—. Tuvimos ciertos inconvenientes, requerimos un reemplazo ahora.

—De acuerdo, no voy a alegrarme, ¿qué sucedió?—bien, le contaré todo. Merece saber cuáles fueron nuestros percances. Gopal suele preocuparse bastante por terceros y querrá saberlo—. Estás asustámdome.

—Azul tiene una amenaza de aborto, ella y Franco han ido al médico pero dudamos de que pueda cantar. Vení, te necesitamos para mañana por la tarde—le pedí habiéndole informado sobre esta situación primero, que asusta muchísimo e intala gran temor.

—¿Cómo podré conseguir un vuelo en menos de veimticuatro horas?—interrogó, no supe qué responderle. Tampoco tenía idea, solo necesitábamos su ayuda urgentemente—. Es casi imposible.

—El casi marca muchas diferencias, amigo mío—sonreí pese a que no pudiera verme. Tal vez le llegue mi buena vibra—. Preguntale a Noah, seguro tienes sus contactos o conoce a alguien.

—Veré qué puedo hacer, prometo hacer lo que esté a mi alcance—dudó unos segundos, dudaba de sí. Nunca antes había visto ese Gopal—. Avisame si hay novedades, ¿Franco y Azul todavía no llegan?

—Salieron hace dos horas, tenemos pocas noticias. Joaquín los llevó y dijo que era probable que Azul se quedara toda esta noche en observación—imaginé que asentía del otro lado. Estamos preocupados, Dante tiene casi ocho meses y no queremos tragedias.

Ser padres ha sido su sueño y posiblemente, una de las travesías más difíciles que han atravesado.

—Desde ahora afirmo que saldrá todo bien, yo sé cuando andan mal ciertas cosas y este momento no está allí—aseguró. Estoy depositando mi confianza, por nada desearía que aquel niño muriera sin sentirse vivo.

Tiene que nacer, sólo así conocerá y verá el rostro de sus padres, quienes comenzaron a amarlo y desearlo desde ese primer latido que dio dentro del vientre materno.

—¿Ya? ¿Dijo que podría venir?—preguntó Mara, quien intentó poner orden y hacernos mantener la calma luego del preocupante suceso—. De todas formas, creo que hay cosas más importantes.

—¿Alguna noticia, Joaquín?—interrogué alarmado, él negó. Ni Franco ni Azul habían llamado, ¿sería buena o mala señal?—. Si no llaman durante los próximos veinte minutos, voy a hacerlo yo.

—Sólo sé que entraron, dos enfermeras vinieron hacia nosotros, llevaron a Azul y dijeron que era probable que se quedara allí hoy—repitió Joaquín, anterioremente también fue mencionado. Él quiso quedarse, sin embargo, Franco le pidió regresar ya que probablemente tardarían.

—Yo estoy calmada, hace un tiempo hablamos con Ámbar, ella aseguró que todo saldría bien y confío, le creo—contó Maia, sentada comiendo unos tacos que salió a comprar a pedido mío. Necesitaba calmar mis nervios, aunque me llené rápido y decidí dárselos—. Están buenos, ¿estos son como algo típico de aquí?

—Supongo, hay varios puestos y tiendas que venden tacos—recordó Mara repasando esos lugares por donde estuvimos horas atrás—. ¿Podés darme...?

—¡Dejá! Andá a comprar vos si quierés—rechazó abrazándolos. Y la embarazada es Azul, Maia lleva comiéndose el segundo.

—Tendré que ir a comprar más mañana para desayunar—sonrió Joaquín, mirándola.

Quizás estén congeniando después de todos estos meses, Mara y yo siempre quisimos que si quiera decidieran darse una oportunidad. Juntos, ¿estarán juntos?

***
Tengo miedo.

Temo por vida.

Ese padre amoroso que me vio crecer, ¿sería capaz de pegarme un tiro para acabar conmigo? Él nos odia, a todos los míos. Durante año he venido escuchando sus insultos y visto su mirada, llena de asco y odio.

¿Por qué? ¿Qué le hicimos?

¿Será capaz de entender que Julieta no quiere un Romeo?

Hasta ahora, quien lo sabe es mi hermano. A nadie más he tenido el valor de contárselo, y realmente Federico se enteró por distintas maneras. Soy una cobarde que anhela una princesa.

—Fede, no puedo, ¿qué les voy a decir? Nunca podría aceptarme. Si del odio al amor hay un sólo paso, ¿qué me garantiza que no pueda pasar lo mismo en viceversa?—cuestioné, otra vez lloraba. Estoy cansada, incluso he intentado controlar mis sentimientos y llegado a creerlos incorrectos—. Se arrepentirá de haber creado esta atrocidad.

—No eres ningún monstruo y tampoco tienes la cupa de haber nacido así—afirmó recostándome sobre su hombro. Esto suele ser reconfortante, ayuda mucho—. Mucho menos estás enferma, ¿qué de malo tiene que no te gustemos nosotros? Las chicas son hermosas.

—¿Jamás has pensado que soy un ser repugnante?—interrogué, hace no mucho ha descubierto mi más profundo secreto cuando me descubrió llorando—. ¿Qué fue lo primero que se te vino a la mente al enterarte?

—Que te seguiría amando y cuidando, ya no te cuidaré de los chicos ni seré tan celoso en eso contigo pero si una chica viene y tiene el descaro de romperte el corazón...—reí, Federico seguía cuidándome. Antes era más sobre protector, me interrogaba cada vez que me veía con un muchacho—. Y, por favor, respetá códigos. Si tengo novia, no me la vayas a robar.

—Eso mismo digo, hetero—limpié mis lágrimas y vi mi camiseta bajando unos centímetros el cierre de la campera que llevaba. Era arcoiris, esa hermosa bandera que me representa—. ¿Sospechaste alguna vez que sería así?

—Bueno, jamás fuiste tan femenina aunque intentabas aparentarlo. Igualmente, no todas las lesbianas son femeninas, ¿qué se siente ser lesbiana?—inquirió curioso. Ahora tengo hambre, siento ganas de comer tacos mientras veo películas de ciencia ficción.

—Dejando al margen mi antojo de tacos, a veces siento que marginan y juzgan demasiado... como papá, ¿qué le hicimos? No sabe cuánto está hiriéndome—siendo su melliza, sentí culpabilidad en él por volver a tocar el doloroso tema.

—Te defenderé con mi vida y si te echan de casa, me voy contigo—aseguró abrazándome. Reonforta sentir que tengo apoyo, al menos de una persona.

Mi mejor amiga no sabe nada, mis padres tampoco, sólo Fede.

Pero ignora el hecho de que me gusta la misma chica que él, ¿se enojará? No lo creo, aunque dudo decírselo algún día porque desconozco cómo hacerlo.

—Gracias por no discriminarme ni marginarme, agradezco mucho que no hayas empezado a tratarme diferente—sonreí débilmente, ¿podré ver um futuro donde tengamos los mismos derechos? Sueño con casarme, y quiero que ambas llevemos nuestras manos juntas y un vestido blanco—. ¿Recordás cuándo decían que eras gay y te defendía?

—Sí, siempre, sufrir bullying fue duro y no deseo que pases por eso—admitió, pese a que tenía aquello asegurado.

—Usaban esa palabra a modo de insulto, gay o lesbiana, muchas veces son tomados como insultos—jugué nerviosa moviendo mis cabellos. Quería tenerlo corto, papá no quería—. ¿Soy...?

—Gran hermana y amiga, ni das asco sino orgullo—interrumpió, entonces lo observé confundida—. Porque estoy orgulloso de que luches por tus derechos, defiendas a los demás y tengas el valor para admitirlo conmigo. Lloraré emocionado y feliz cuando todos se enteren, sal del clóset sin presiones pero quiero estar ahí presente—argumentó su interrupción sonriente.

—Espero que ese día llegue, capaz muero fingiendo ser heterosexual...—tapé mi camisets con mis brazos—. Aunque ya estoy aceptando estos hermosos colores—dije haciendo referencia a lo que ambos sabíamos.

—Siempre serás mi hermanita menor por tres minutos, así tengas novia antes que yo—carcajeé divertida otra vez. Si alguna chica gana su corazóm, debería sentirse afortunada, siendo hermana suya me pregunto, ¿qué hice para que seamos mellizos? Y al mencionar alguna chica, hablo de la suertuda Jazmín.

—Puedo empezar yendo a la marcha, ¿irías conmigo?—Federico sufre enoclofobia, miedo a tremendas multides así que...

—Obvio, hasta el fin del mundo—afirmó tragando saliva. Pobre, le pediré a Jazmín ir también. Veré qué excusa invento y cómo me las ingenio y logro emgañar a papá.

***
Milo POV

No es mi intención incomodarlo ni cuestionar o reprochar sus decisiones pero cada vez esmtoy dudando más sobre la verdad de Valentina. Escuché su charla con Luz, donde le decía que ella no debería recordar sus vidas pasadas.

Analizando bien aquellas conductas, ¿quién es realmente Valen? Me gustaría haberla conocido hace años, cuando vivía y seguro sonreía más. Ahora sólo sonríe sarcásticamente o para burlarse de alguien. ¿Habrá sido así siempre? No, apuesto a que fue Daniel quien la hizo cambiar y ella lo dejó.

Quiero preguntarle ciertas cosas a Daimon. Toco antes de entrar, sé que no espera una visita mía.

—Vengo en son de paz—anuncié ni bien vi su rostro asombrado. No vine a criticar, quiero charlar tranquilo—. Quiero hablar con vos.

—¿Conmigo?—cuestionó, asentí—. Nunca venís y justo hoy, ¿querés hablar? Debo hacer cosas más importantes—interrogó, ¿podría dejar que le explique todo?

—Sobre Valentina quiero saber, tengo mis dudas, Daimon—expuse entonces, su rostro cambió radicalmente.

¿Sabrá algo que yo no? Parece estar guardando secretos, los cuales ni Valen conoce teniendo derecho. Acaban de aumentar mis interrogantes al respecto.

***
¡Hola!

Biem, se siente geniao estar de vuelta a la rutina 😪 durante este tiempo decidí tomarme un tiempo para actualizar mis otras historias :') y weno, luchar contra los fallos de internet que sufro.

Este capítulo debería haber sido publicado el lunes pero decidí hacerlo hoy, ya que cumple años una persona especial ❤ ¡Feliz cumpleaños, Srita_Sonriente! Espero que la estés pasando de maravilla, muchas gracias por todo tu apoyo :3

Volviendo al capítulo... (Sí, regresaron las preguntas xd)

¿Quién será Julieta? ¿Quién será su padre "homofóbico" 🤔? ¿Qué les pareció la actitud de Emma? ¿Dante se salvará? ¿Qué secretos guarda Daimon?

¿Qué opinan ustedes de los 🏳️‍🌈 homosexuales 🏳️‍🌈? ¿Los apoyan?

¡La próxima semana saldré de viaje! Pero estaré de vacaciones así que veré si puedo actualizar más seguido 🤗

Muchas gracias por leer, las actualizaciones sin duda volverán.

¡Nos vemos pronto! 👋🏻

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