Capítulo 32: Adiós, hasta siempre

La doctora se retira, a lo que permanezco atónito sin acabar de procesar aquella información, ¿cómo pasó esto? Y sobre todo, ¿hasta cuándo pensaba ocultarme algo así? Nunca hubo secretos entre nosotros, o al menos eso pensé. Los recuerdos del día que desperté desnudo en mi habitación regresan intentando emitir algún mensaje, ambos fuimos drogados probablemente por aquel hombre extraño que nos ofreció bebidas y, como queríamos vincularnos más a ese ámbito maleante, aceptamos.

¿Qué quiere decir? ¿Acaso seré yo? Necesito hablar con ella, Gala tiene que confesarme muchas verdades. Ni sé qué salió a hacer durante dicha mañana.

—¿Es tuyo, Daimon? ¿Ibas a ser papá?—inquirió Joaquín, bastante sorprendido y observándome quizás teniendo lástima. Quiero creer que no estoy involucrado. Una niña, ¡hubiera sido mujer! Seguro igual a su mamá—. Podés hablarnos después, tranquilo, ¿querés comprar café...?

—Valentina, debemos hablar—negué serio, esto sobrepasó demasiado mis límites. Ella decidió ignorarme, o tal vez estaba distraída analizando a esa inocente señorita que vino hace unos segundos—. ¿Estás escuchándome? Necesito que hablemos, porque no entiendo ni mierda y vos sos quien sabe todo.

—No, Daimon, podés hacer memoria—denegó Valen, después se levantó y caminó hacia alguna secretaria del lugar, ¿qué está pensando hacer? ¡Sólo quiero que puedan explicarme! Intengo recordar, a pesar de cuán inútil luce ahora.

—Daimom, calmate—escuché hablar a Maia. Otra vez mi respiración agitada, todas las pistas y memorias que tengo apuntan a que sí. Tuvimos relaciones sexuales, obteniendo aquel embarazo—. ¿Qué sucedió allá en Venezuela?

—Cualquier cosa extraña puede servir, ella ha ido a ver si podés pasar pero creo que todavía no—añadió Joaquín, mirando atentos todos los movimientos de Valentina. Ella y Gala, digamos que son mejores amigas—. Mientras contanos, puede tardar.

—Un barman nos ofreció unos tragos, aceptamos para pasar más desapercibidos y vincularnos al ambiente—comencé nervioso. Varias cosas me están atacando: pude ser padre, este accidente, comportamientos raros que tuvo Gala, extraño despertar aquel día, entre otras—. Supusimos mal, creímos que podríamos atraparlo y llegamos sin nada. Resultamos drogados, desperté desnudo y ella salió temprano.

—Entonces sí...—Joaquín no supo continuar, él y Maia se miraron con obviedad—. La embarazaste—concluyó causando que suspire profundo, ¿debería entrar y hablarle a Gala? Si hubiera elegido mantenerme informado, esto no estaría pasando. Primeramente, le hubiera prohibido manejar, alguien embarazada nunca debería exponerse de tal.

—¿Ya puede ingresar?—preguntó Maia, Valentina asintió. Callada, alerta, seguro teniendo malos presentimientos.

—Pasá vos primero, luego voy...—Valen lo observó poniendo mala cara—. A traer algún dulce de la máquina, ella entra y sigo yo. Andá, tranquilo—corregió. Nuestra aliada tiene un caracter difícil, siento mucho por quien logre enamorarse de ella.

—Habitación número veintiuno—informó conteniéndose, debe querer entrar primero. No obstante, tengo ese privilegio igual que determinada necesidad por saber sobre nuestra hija.

Vuelvo a exhalar profundo, queriendo mantener calma y tranquilidad. Camino buscando su cuarto, hay muchas persona aquí transitando se aquí para allá al tiempo que solamente puedo pensarla. Pude tener una niña, sonriente y muy hermosa, sin embargo, esta vida quiso quitarme aquella oportunidad de ser padre. ¿Cuánto le habría dado? Y supe que Gala ocultaba algo, actuaba raro. Cuando quise abrazarla sentí extraña sensación, era mi bebé. Siempre lo será, aunque hayan querido arrancarla de mi lado. Nada podrá traerla conmigo.

¿Habrá tenido nombre? Quisiera haber podido darle si quiera uno, ¿qué tanto la hubiera amado? Siento ese sentimiento del despecho, como algún rechazo repentino porque han arracando cierta parte mía. Ha muerto, fui incapaz de cuidarla como el tesoro que es.

Pequeña, quisiera devolverte a este mundo. Juraría ser tu papá, amarte, quererte, convertirme en alguien atento y dártelo todo. Puedo parecer cerrado, frío, totalmente desinteresado al tratarse de otro tema. Aquellos defectos estaría dispuesto a cambiar por vos.

—Gala, soy yo—avisé antes de entrar. Debido a esta voz, ella debió darse cuenta. Ya lo sé todo y quiero explicaciones—, ¿por qué me impediste ser su padre durante este único tiempo?—interrogué aún afuera. No respondió, ¿sentirá culpa? Yo poseo suficiente cargo de conciencia.

Decidí ingresar, tras cruzar hacia el otro lado, pude verla. Conectada a cables, rota, echada y con sus ojos cerrados. Creí observarla derrotada, jamás había sido testigo de una imagen suya así.

—Puedo explicártelo, Ailín tenía un mes—efectivamente, nuestra hija llevaba ese nombre—. Sos su papá, te quiso mucho y amaba comer chocolate...—oí quebrarse aquella voz firme—. Se acabó todos, también sobreviví por ella. Era inteligente, saqué la primera ecografía hace poco y comenzó a moverse rápido, cuando vos estabas cerca.

—¿Me permitís verla? Sé que no le veré el rostro pero con observar aquel punto rojo, voy a conformarme—pedí deseando obtener respuesta afirmativa. Gaña señaló sus cosas, rebusqué algunas cosas hasta encontrar ese sobre amarillo denteo del bolso que traía. Quise abrirlo veloz, poquísimo es esto, casi nada ha quedado de Ailín—. Está preciosa aquí.

Sólo un círculo, pueden decir todos, para mí esta imagen muestra a nuestra hija. Cuánto quiero amarla, como si fuera a vivir haciéndolo. Toco su vientre, está vació aunque percibo aquella esencia. Alguna vez la tuve, ¿tan difícil fue tenerla acá? Poder cargarla, tenerla aquí. Debo estar pidiendo demasiado.

Adiós, hasta siempre.

***
Escucho pasos detrás de mí, estamos solos en casa y seguro preguntará por su hermana. Poco hemos hablado, ella prefiere mantener cierta distancia, lo cual me duele bastante. Siento como si no tuviera chances de recuperarla, ¿estará odiándome? ¿Cuánto las he decepcionado? Porque mi hija mayor también sufrió por culpa mía. Fallé, pude ser pésimo padre cuando llegó a necesitarme, nunca fue la misma de antes, cambió muchísimo luego del secuestro. Ahora le cuesta expresarse, su timidez aumentó y nos tiene menos confianza. Aunque jure amarnos, sé que puede serlo; sin embargo, algo dentro suyo murió.

No quiero cometer ese mismo error, estuve a punto de perderlas. Y es completamente distimto tener a alguien en forma física y emocional. Están conmigo sólo ellas, estoy lejos de alcanzar sus sentimientos. Llamaron por mi nombre, hubiera querido un "papá" de su parte.

Perdón, ¿sabes qué hora es?—señalé el reloj de arriba. Ella asintió, creo que no lo vio. Debo comprarle otro celular, ese que tiene está demasiado viejo y se apaga a cada rato.

Vilu, pará, ¿querés algo?—ofrecí, Violeta luce muy delgada. Puedo preparle cualquier cosa, hay café... ¿le gustará? Espero que sí—. ¿Qué te gusta?

Estoy bien así—contestó cortante. Se sentó en el gran sillón blanco, mirando hacia la puerta. Espera a Celeste y no dice nada más, busco dos alfajores que compré esta mañana colocándolos sobre una servilleta. Tampoco voy a dejarla sin comer nada.

Quién sabe cuántos días pasaba hambrienta, la calle es dura y pocas veces dan buenas propinas. Lo sé por experiencia así que entiendo cómo debe sentirse.

Tomá—le entregué aquellos dulces. Quería comer, tenía hambre y a duras penas los recibió. Ese comportamiento extraño me ha tocado verlo con anterioridad, aunque no quiero sacar mis propias conclusiones anticipadas—, ¿qué tal? ¿Te gustan?

Sí, gracias, Franco—comió otro poco. Quiero acercarme, ¿pero cómo hago? Vilu debe guardarme mucho rencor—. No piensas que soy reencorosa, ¿verdad?—cuestionó leyendo mis pensamientos.

Tenés motivos para pensar decidimos abandonarte a tu suerte y ni nos importaste—acepté dolido, Violeta intentó sonreír débilmente. Estaba por romperse a llorar de nuevo.

Eso no ayuda, vivir odiando es horrible—aclaró dando un bocado más. Se ha termimado casi uno entero, aquello comprueba mis hipótesis—. Ser abandonada no sería justificación así como la pobreza está ajena al robo. Puedo carecer de dinero pero jamás robar, prefiero morirme hambrienta entonces.

Y recordar cuántas cosas robé yo, Vilu está dándome lecciones valiosas. Sabe mucho, quisiera haber sido así, tener esa mentalidad de oro.

¿No me odiás?—negó, entonces vi sus ojos verdes brillosos—. ¿Podés darnos una oportunidad? Queremos ser tus padres.

Y yo no quiero salir lastimada otra vez, ¿sabes cuánto he llorado por ustedes? Disculpa, siguen esos recuerdos acá presentes. Si pudieron dejarme, podrán hacerlo más adelante—afirmó cabizbaja. Violeta lo ignora, sin embargo, causa mayor dolor en mí que ni pueda verme frente a frente.

Nunca haríamos eso—aseguré decidido. Sí, sabiendo que está viva no pienso dejarla sola. Mi hija menor necesita de mí y viceversa.

Fácil es decir, difícil se vuelve actuar—respondió sincera. Sabe demasiado, sobrevivió sin nosotros y tiene buen corazón, ¿puedo estar más orgulloso? Quisiera decir que la criamos así—. He sido una persona egoísta conmigo misma, cometí muchos errores, ahora estoy dándome lugar.

Incluso si decidís apartarnos, voy a amarte siempre, Vilu—confesé, ella iba terminando el segundo alfajor, haciéndome sentir culpable—. Tendrás acá alguien que te ama.

¿Puedes amar sin conocer?—cuestionó confundida—. No sabes qué es de mi agrado, soy una desconocida para ti porque crecí aislada. Sólo Celeste puede decirlo, ella y yo estuvimos dentro del vientre materno juntas.

Dame chance, quiero conocerte—rogué, dicha petición llevo haciéndola desde hace mucho. Por Violeta puedo ponerme hasta de rodillas.

Si quieres hacerlo y tienes buenas intenciones, podría pensarlo—suspiró, ahora no quedaba nada de comida. Ella se levantó y caminó hacia aquel cesto, dispuesta a tirarlo allí dentro, así lo hizo—. Rocky despertará pronto, adiós.

Salió de la sala evitando mirarme. Violeta, sé que hice muy mal pero por favor, confiá en mí. No quiero hacerte daño ni traicionarte, necesito que puedas darme tan deseada oportunidad. Algún día, quisiera escuchar que me llames papá.

En estos momentos entiendo lo importante que resulta un simple teléfono celular. Luz tiene uno, finge usarlo cuando se presentan situaciones incómodas como por ejemplo, que Matías traiga a una chica. Ahora me arrepiento de no hacerle caso a Franco, quien dijo que debería adquirirlo.

Tomás regresó, también y obviamente, vino con Emma. Venecia está hablándole mientras que los niños juegan, porque eso parece Noah. Ni le importa romper algo de aquí, jugaban fútbol afuera hasta que anocheció, entonces decidieron entrar trayéndose la pelota. Les doy cinco minutos más, a ver qué rompen. Pobre guitarra de Manuel que reposa sobre aquel piano.

— pasado años...—murmuro observándole. Sigue igual, así recordaba su figura, esbelta llamativa ante cualquiera. Se levanta del sillón poniéndome los nervios de punta, viene hacia aquí haciendo que suden mis manos.

Ni debe reconocerme igual, soy pelirrojo ahora y no hay ningún parecido respecto a Matías, cuerpo que poseí durante meses. Emma entra buscando algo para tomar dentro del refrigerador, da la espalda buscando comida. Cuando por fin encuentra aquello que busca, sonríe satisfecha girándose a verme. Percatándose de mí, abre sus ojos en grande y después los achina, está analizándome. ¿Puedo resultarle familiar? Porque sí, nos conocemos bien.

—¿Sos nuevo amigo de Noah?—preguntó, siéndole imposible reconocer a esta persona. Por lo que veo, empezaremos desde cero, aquí va todo otra vez. Borrón y cuenta nueva, ¿quién podría decirlo? Quizás no necesito un celular para fingir estar ocupado.

—Sí, soy Inti—decidí presentarme primero. Ella querría decirme también cuál es su nombre, sin embargo, quise ahorrarle aquella labor—. Y vos debes ser Emma, ¿no? Me han hablado mucho sobre ustedes, por fin conozco a Tomás.

—Noah o Venecia lo hicieron de seguro, Tommy es mi hijo...—asentí dando a entender que conocía aquella historia. Puede serle duro de contar, quiero ahorrarle cualquier molestia—. Les he dicho a esos dos niños que no jueguen con el balón dentro.

—Van a romper una de esas cosas—señalé la guitarra eléctrica nueva y ese jarrón floreado azul. A ninguno le gusta, ojalá salga roto, porque perder otro instrumento sería doloroso—. Nadie quiere aquel jarrón, espero que puedan darle accidentalmente—rió bebiendo, tras servirse jugo de naranja.

—O esa vieja lámpara, no vendría mal cambiarla por otra—señaló y sí, tenía razón. Noah debería considerar remodelar este viejo hotel tirando algunos muebles, casi no sirven y las tenemos... ¿por qué seguimos conservándolas? Sólo nuestro amigo sabrá—. ¿Qué tal su viaje?—cambié de tema, pese a esto ambos continuamos observándolos fijamente.

—Horrorosa comida pero buen servicio—carcajeó ella recordando seguro ciertos instantes del largo vuelo que tomaron—. Tomás nunca tuvo miedo de los aviones, así que no tuvimos ningún problemas.

—Sorprendieron a Noah bastante—sonreí viéndolo jugar feliz, Tommy intentaba igualar los pases que su papá hacía y pateaba con fuerza queriendo empujar la pelota lejos—. Están contentos, Venecia lo extrañó igual.

Y yo, quisiera poder unirme. Aunque ni me conoce ahora, muchos dicen que es mejor empezar de cero si terminaron mal; pueden tener razón, pero duele muchísimo. El niño alegre no puede reconocerme, ¡maldito cabello rojo zanahoria! Listo, me desahogué.

***
¡AVISO IMPORTANTE!

¡Hola!

Weno, primero que nada quiero aclarar que este es el cuarto capítulo que publico de forma interdiaria 😁 por ese motivo, la próxima actualización viene este miércoles. Gracias por votar dándole ⭐ y también quiero comunicar que me han cambiado de celular, entonces dejé de tener la opción de guion largo pero ya estoy solucionando esa desventaja 😄

Si el capítulo 33 no llega a tiempo se deberá a que estoy teniendo problemas con el internet (espero sean solucionados mañana mismo) pero llegará, así tenga que irme a una cabina ✌🏻 Volviendo al capítulo...

¿Ailín ha muerto? ¿Qué sienten al respecto? 💔 ¿Por qué Valentina miraba mucho a la doctora? ¿Qué tanto sufrió Violeta estando separada de su familia? ¿Cómo habrá sido secuestrada Celeste? ¿Le irá bien a Inti comenzar desde cero? ¿Se comprará un celular?

¿A quiénes quisieran ver en el próximo capítulo?

Puede que escriba un Flashforward con nuevos personajes 🤗 Y a su vez les recuerdo las dinámicas (pueden decírmelo también por mensaje privado, si gustan):

1.- Exponiendo infieles: Revisar los celulares de Joaquín, Manuel, Franco, Azul, Mara y Maia.

2.- Reaccionando a memes 😂🤣 (como la vez pasada xd)

Gracias a quienes llegaron hasta aquí 🧡

¡Nos vemos (ojalá) el miércoles! 👋🏻🖤

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