Capítulo 29: Para ti, que sufres de cáncer
Caminaba sin rumbo fijo por las calles de Lima. Hoy no tuve un buen día, obtuve poquísima propina trabajando y eso me traerá problemas después, también robaron parte del dinero algunos delincuentes. Aunque puse resistencia fue inútil, pese a esto los entiendo, quizás su situación es mucho más difícil y ven semejante acto como única opción. Tiene sentido, realmente quisiera poder hacer razonar a esas personas. Yo he pasado noches frías durmiendo en la calle, el suelo pudo ser mi cama durante ciertas madrugadas.
Y sonreí feliz cuando recordé que varios carecen de esta gran oportunidad: vivir. Podrá faltarme agua, comida, amigos, familia, incluso hasta techo. Pero estoy viva, debo alegrarme. Jamás he robado.
Cáncer, él quiere arrebatar demasiadas vidas. Así que aprovechando aquel enorme cartel, donaré algo mío.
—Buenos días, disculpe…—ella volteó a verme. Sí, debió sorprenderse, llegué sola y no tengo apariencia perfecta. Está sorprendida, luce impecable bata blanca—. Quiero donar, mide veinte centímetros seguro—sonrió acercándose. Casi nadie estaba aquí, espero hayan otros donantes pronto.
—¿Venís con tus padres?—preguntó extrañada, negué cabizbaja. Ojalá no impida lo que quiero hacer. Siento ganas inexplicables de hacerlo—. Pasá, sos nuestra primera donante—noté ese característico acento argentino.
Ingresé sonriendo, era una tienda de campaña verde y supuse que sería porque significa esperanza. Había sillas, tijeras, letreros, frases motivadoras, folletos, espejos y demás implementos.
—¿Ya tenemos alguien?—interrogó otra señorita, asentí confirmado sus pensamientos—. Gracias por sumarte, quien sea que tenga tu cabello luego te lo agradecerá bastante—aseguró, tal vez pensó que iba a mostrar arrepentimiento más tarde. Sin embargo, al tomar decisiones nunca he mirado para atrás.
—Y yo les agradezco a ustedes, me están dando esta hermosa oportunidad—sonreí entusiasmada, siendo sincera. Si ellas no hubieran venido, quizás seguiría trabajando en los autobuses—. ¿Empiezan ahora?
—Sí, ¿qué tan corto querés dejarlo?—inquirió midiendo el largo de mi cabello, dudé unos segundos. Está largo, creo que vendría perfecto hasta mis hombros.
—Acá—indiqué señalándolos—, ¿se puede?—consulté finalmente. Ambas asintieron conformes, entonces decidí soltarlo, ¿hace cuánto no lo he cortado? Ni recuerdo, debe ser mucho tiempo.
—Claro, traeré las tijeras—afirmó alegre, ¿desde qué hora estarán acá? Quisiera que siguieran otras personas, será bonita experiencia. Regalar sonrisas, a pesar de que jamás pueda verla, es maravilloso y encantador—. Listo, ¿empezamos entonces?
Obviamente, aprobé la siguiente acción.
Sentí sobre mi cabellera una rara sensación, que era nada comparada con este sentimiento, mientras cortaban derramé lágrimas. Tenía cero importancia desprenderme de esos mechones, y lloraba, ¿por qué? Nuevamente el vacío dentro mío se hizo presente. Sentía como si estuviera a punto de perder lo más valioso, y no hablo del cabello.
—Muchas gracias, ¿estás bien?—quiso saber la chica que me recibió primero, porque su compañera guardaba aquello que acababa de donar.
—Sí, perdone, ¿dónde llevarán todas las donaciones?—pregunté intrigada. En definitiva, cada vez que esté largo voy a donarlo.
—Que lindo verte interesada—sonrió con amabilidad—. Son para un hospital, llevaremos todo a Buenos Aires, Argentina. Mi hermano es oncólogo y quiero ayudar a sus pacientes, viajaré después dándole estas donaciones.
—¿Vienen a donar?—escuché emocionada aquellas palabras. Más chicas venían hacia acá, largas cabelleras que sacarían sonrisas—. Pasen, por favor, ¿quién será la primera valiente?
—Suerte, van a agradecerles muchísimo—afiancé mostrándome todavía conmovida. Dejé mi asiento, así alguna podría sentarse y tras despedirme abandoné la campaña.
Color verde esperanza, como mis ojos, porque también tengo mucha. Los enfermos podrán sanarse y mi vida puede mejorar, quién sabe, puedo dejar de cantar en autobuses algún día. Y ellos, saldrán adelante. Esto lo hice motivada por el dolor, a veces es bueno ya que te incita a hacer esta clase de gestos nobles. Va con amor y fe.
Para ti, que sufres de cáncer.
Llegamos menos rápido de lo que pensé, el tráfico pudo retrasar nuestra llegada aunque no por mucho. Durante aquel trayecto, Noah me enviaba mensajes preguntando las razones del retraso y Tomás… digamos que parecía imposible que se quedara quieto. Preguntaba cuánto falta cada cinco segundos, veía al exterior constantemente y se notaba las ansias que tenía. Intenté no hacer sospechar a su papá, sin embargo, dudo bastante de que esté sosegado y ni tenga pensado esta sorpresa. Le aseguré un "simple almuerzo" tranquilo, así será, sólo que para nada calmado teniendo allí al pequeño Tomás, quien viene comiendo una paleta que le compré allá.
—Dame la mano, vamos a cruzar—él asintió haciéndole caso a Emma, eso sí, no soltó ese dulce. Miraba alrededor, quizás reconociendo estas calles, vivió acá sus primeros años de vida.
—¿Cuánto falta?—repitió por incontable vez, reí disimulando cuán tierno se veía y le respondí.
—Poco, está en esta cuadra—indiqué aumentando su emoción, empezó a caminar más rápido soltando a mi amiga. Habíamos cruzado la avenida así que no había peligros aquí cerca—. Despacio, podés caerte—le advertí temerosa. Llegar herido sería tal vez arruinar dicho reencuentro.
—Se cayó hace tres días mientras jugaba en el parque y llegó a casa llorando—contó Emma, sin despegarle un ojo de encima. Sabiendo cuán travieso es, debemos tener cuidado y tomar nuestras precauciones—. Dijo que no lo volvería a hacer, ¿vos lo ves? Parece haberse olvidado.
—Ya viene siendo hora de que Tommy descargue toda esa energía con su papá—expuse sin perderlo de vista. Él seguía corriendo y desconocía cuándo parar.
—Así tengo un respiro—rió Emma emocionada también. Estábamos muy cerca, entonces decidí sacar la cámara porque quiero guardar para siempre este video, anoche Luz me enseñó a usarla. Más o menos, pude entenderle algo.
Tomás corrió demasiado rápido que se pasó de largo, el restaurante estaba a su costado y siguió corriendo con paleta en mano. Noah seguro lo vio, ya que salió sonriendo confundido y bastante emocionado. Nosotras nos quedamos paradas, esto ocurrió tan velozmente que no me dio minutos para preparar el video.
—¡Tomás!—gritó yendo hacia él. Tommy lo escuchó retrocediendo sobre sus pasos y, tuve lista la cámara cuando, por fin pudieron darse el merecido abrazo. Padre e hijo, ambos García Iturbe—. ¿Emma? ¿Por qué nadie me dijo nada? Estuviste planeando esto, ¿no es así, Venecia?—asentí cortando mi filmación.
—Y quiero conservar este momento para siempre—afirmé sonriente, ella también reía feliz debido al reciente reencuentro. Sus sonrisas no tienen precio, son hermosas.
—Estuvo inquieto todo el viaje, por cierto, recién llegamos hoy—informó verificando las maletas que vinimos arrastrando. Nuestro taxi no pudo seguir porque se quedó sin gasolina aumentando los nervios de Tomás, decidimos caminar las pocas cuadras debido a eso.
—Y no comió nada, ¿verdad?—Tommy asintió molesto.
—Excepto mi paleta, la comida del avión sabía horrible, ¿sí o no, mamá?—cuestionó indignado, hecho que me causó mucha gracia y risa. Parece Noah enojado, sin lugar a dudas con padre e hijo, Emma asintió pues pensaba exactamente igual.
—¿En serio?—carcajeó su papá.
—Sí, más feas que las galletas que preparás para mí—contestó sonando sincero. Tomás tiene mucha personalidad siendo sólo un pequeño niño.
—Auch—Noah se llevó una mano al pecho, dolido—. Vamos a comer algo mejor, ¿qué querés? Pagaré la cuenta yo y de ahí nos dirigimos hacia el hotel.
—Milanesa con papas fritas, que le echen mayonesa y de refresco gaseosa—pidió haciéndonos reír. Ya llegó el momento donde toca consentirlo si quiera un poco—. Como postre helado, sabor chocolate y que tenga cigarrillo.
—¿Algo más? No sé… ¿que venga sombrilla tal vez?—preguntó esperando todo menos su asentimiento.
—Sí, por favor, color azul—especificó él.
—Bueno, entremos que tengo hambre—expresó Emma haciendo entrar algunas valijas, después saldría por el resto. Eran bastantes.
—Dejalas allí, yo las subo al auto—Noah señaló el suyo, negro de lunas polarizadas. Me entregó a Tomás, quien estaba en sus brazos, y entramos. Noah metería ahí su pesado equipaje.
Este reencuentro no pudo ser mejor, debería sorprenderlo así más seguidos. Tommy está muy feliz, ama estar aquí, puedo verlo en sus ojos y sonrisas. Suelta carcajadas repentinas que contagian a todos.
Pasó un mes entero del fiasco épico, fracasamos intentando atrapar al padre destructor. Lo único bueno es que lo hicimos juntos, y aunque no sea culpa específicamente suya, Gala se culpa a sí misma. Piensa que sí, por eso está alejándose un poco de mí y la extraño. Éramos buenos amigos, sin embargo, desde esa extraña mañana está diferente. Aceptamos una bebida que nos ofrecieron, así terminamos drogados y no recuerdo más. Sigo pensativo, drogan para robar pertenencias, nosotros tenemos todo completo, ¿entonces por qué? Él pudo haber poseído a ese chico barman, sólo aquella explicación puedo darle.
—¿Seguís pensando?—inquirió Fermín, sentándose a mi lado, seguro me vio con mal semblante—. Ya está, sucedió y aunque quieras, no podrás cambiar nada.
—¿Qué haremos ahora?—pregunté preocupado, aquel tema asusta mucho. La humanidad entera está en peligro—. Puede hacerles daño a mis amigos.
—Lo sé—suspiró profundamente, este asunto era tan ameno como hablar sobre guerras—. Sinceramente, no sabemos, estamos perdidos pero encontraremos solución cuanto antes.
—Espero que sí, Fermín—deseé intensamente, ¿qué puede hacer una gran energía suelta? Muchísimo, por ejemplo,desatar caos total—. Esto es grave, ¿entendés? Gala ni me dirige la palabra porque se siente culpable.
—¿Qué sentís hacia ella?—inquirió tomándome desprevenido. Buena pregunta, seguro daré mala respuesta.
—Siento que arruino todo, a veces soy atento… bueno, en realidad casi nunca—corregí honesto, quiero ser transparente y sin filtros. Ambos podemos hablar libremente—. Luego logro arruinar mis avances, ¡no sé cómo tratar chicas! ¿Qué les gusta?
—Detalles, pero ante cualquier cosa, sé vos mismo, auténtico—aconsejó luciendo su sabiduría. Pude ser el chico nerd mientras estudiaba, no obstante, si se trata de mujeres estoy perdido—. Hacele saber que la querés.
—¿Y si no quiero quererla? Merece alguien mejor—admití derrotado. Sólo le traeré decepciones, más de las que ya ha recibido—. Además, ni sé cómo ser detallista.
—Tal vez no esté en tu personalidad y lo entiendo—aceptó Fermín moviendo la cabeza de forma afirmativa—. Aun así, debes prestarle atención. Hecho esto, aclara tus sentimientos, ¿querés algo con ella? Si es un sí, decile lo que sentís. Ella tendrá que aceptarte como sos.
—¿Y si no?—cuestioné manteniendo mi negatividad.
—Pues su destino será otro—afirmó seguro de sí, entonces elegí creerle, ¿qué puedo perder? Debo decidir primero si quiera tener una relación con Gala.
—Ojalá yo sepa usar tus consejos—exhalé profundo, estos días serían complicados. Tendré que hacer las paces, después averiguar qué siento, decidir lo que quiero y hacerlo posible—. Pude combatir a Justo, esto será pan comido, ¿cierto?
—Quién sabe…—contestó encogiéndose de hombros.
Gala, provocá algo en mí que no sé, pero haré todo lo posible por saber qué es y ya no defraudarte más. Puedo llegar a ser un desatento, colgado, nada detallista, frío, despreocupado y todo eso; pero sí te quiero.
Le tiro la pelota, accidentalmente cae hacia afuera, Kobu va corriendo a buscarla, cruza llegando al otro lado y regresa con ella entre sus fauces. Devi ríe sentada junto a mí, estamos terminando de hacer nuestros deberes escolares aunque está él distrayéndonos. También mi hermano y Maia, ambos muy atentos a cierta máquina llamada computadora portátil. Últimamente pasan demasiado tiempo juntos, ¡me están quitando su corazón! Ayuda, esto es triste y deprimente. No tengo otros hermanos.
—¿Qué tanto crees que vean allí?—Devi se encogió de hombros y volvió a tirarle aquella pelota amarilla a nuestro fiel amigo—. Mientras no sean páginas pornográficas todo bien.
—¡Valentín!—exclamó enojada tirándome un codazo, reí divertido, ahora debo tirársela yo a Kobu—. Dejá esos pensamientos…—dudó unos segundos—. Impuros, te pueden escuchar.
—¡Que oiga todo mundo!—grité enviándoles esa indirecta. Ninguno se dio cuenta, siguieron mirando fijamente y alcanzó a parecerme bastante extraño, ¿qué tanto ven?
Seguimos jugando y haciendo las tareas, porque teníamos muchas acumuladas. Consecuencias de salir con Kobu dejándolas para después, mañana tenemos revisión general y deben estar listas. Creo que incluso hay proyecto, no recuerdo. Habremos estado así durante cinco minutos más, aburridos sin hacer nada interesante. Números, matemáticas, ¿quién odia álgebra? Hasta Devi prefiere biología, justo nos están hablando sobre animales invertebrados y vertebrados, tema del cual daremos examen pronto.
Estoy concentrado, calculando mi respuesta final, a punto de terminar esta odiosa tarea. Y Maia y Joaquín sueltan aquel grito que me hace botar mis lápices asustados.
—¡Vamos México!—clamaron entusiasmados.
No entiendo, ¿qué fue eso?
***
¡Hola!
Bien, vamos bien 😁 dije que habría viajes y sorpresas xd también actualizaciones interdiarias 💛 ¡Recién me di cuenta de que superamos los 200 💬! Muchas gracias a todos porque sin ustedes hubiera sido imposible 😍 amo leerlos también 💘
Esta nota está siendo escrita mientras se escucha Someone like you de Adele 😍 hermosa canción, ¿la han escuchado? 💙 ¿Qué les pareció el capítulo?
¿Quién es la chica del Flashforward y a quién llegará a parar el cabello que donó? ¿Noah cumplirá todas las peticiones de su hijo? ¿Qué dirá Inti cuando vea a Emma? ¿Daimon podrá revelar sus sentimientos? ¿Gala lo aceptará? ¿Irán a México 🇲🇽 Maia y Joaquín?
Quisiera dedicar estas líneas a las personas que han sufrido cáncer, si alguien que lo pasó está leyendo o una persona perdió a alguien importante por eso o conoce un enferm@ de esta enfermedad, quiero expresarte mis emociones acá:
Son guerreros fuertes, tienen más fortaleza de la que creyeron alguna vez y en este capítulo quiero manifestarlo, decir verdades porque lo son. Sin cabello, cejas ni pestañas, muchos podrán hablar a sus espaldas y simplemente criticar. Es fácil, pero luchar es estar en plena guerra peleando por tu vida. Sonríe, vive el hoy como si no hubiera mañana y abraza a todas las personas, jamás te rindas ángel terrenal. Eres luz, energía, amor y siempre habrá fe, verde, esperanza. Así careciendo de cabello te ves maravillosamente hermos@ ya que eso sólo refleja tu valentía ejemplar. Puedes curarte, sanarte, cumplir tus sueños y desde ya, saber que gente te ama de esa forma. Para mí sería un honor, donar 20 centímetros de mi cabello, y lo haré. Sé como eres, tan consistente como sensible, llorar y temer no es de débiles, sino de humanos. Si quieres llorar, llora pero sonríe y derrama menos lágrimas. Regala esas sonrisas sinceras.
Muchos van a donar distintas cosas, entonces aquel enferm@ de cáncer sonríe regalándonos también una enorme sonrisa. Ayudar, regalar, obsequiar, ¿qué mejor? Gracias por existir y pisar esta tierra, ser admirable 💚
Tú. Sí, tú, que algún día pisaste mi habitación y me diste el abrazo más cálido, aún te sueño. Es imposible que leas esto, pero venía a decirte cuánto he llegado a amarte, extrañarte y admirarte hasta después de muerta. Tenía 10 años cuando me dejaste, en ti están inspiradas historias, poemas, canciones y demás que te dedico. El cáncer de ovario nunca te fue impedimento para visitarme, querida, ¡TE AMO! 💕
:') espero que si algún día tienen la oportunidad de hacer algo por alguien (no sólo niños con cáncer) puedan hacerlo. Agradezco a quienes llegaron hasta aquí leyendo esta especie de Biblia xd necesitaba salir. No cuento mucho de mí pero era hora :') Ella vivirá dentro mío eternamente.
¡Nos vemos pronto en el próximo capítulo! 👋
PDT: Si tuvieron alguna experiencia cercana al tema, siéntanse libres de expresarse 💗 Siempre estoy leyéndolos.
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