Capítulo 26: Actitudes sospechosas

Ha pasado ya un mes, en total son tres los que llevo con este bebé adentro. Y sí, Franco tuvo razón, será niño. Mañana tendremos otra consulta con la doctora que atenderá mi parto, lo cual me pone algo nerviosa como casi siempre, ¡se trata de nuestro hijo! Suena extraño decirlo, pero es lindo. Además, al ser este el mes número tres, ahora puedo sentir cómo se mueve dentro... a pesar de que hasta estos momento no ha tenido aquella voluntad de moverse si quiera un poco. Su papá está intentando hacer que dé algún movimiento, no obstante, está difícil.

—Dice Internet que ayuda poner música—informó obsesionado. Rodé los ojos cansada y asentí, viene mencionando aquel tema desde que fuimos a la clínica—. Veré si Maia tiene algún parlante, ¿estará Manuel para tocar guitarra.

—¿No te podés esperar? Dejalo, tu hijo quiere estar tranquilo—le resté importancia. Retiro lo dicho. Tengo otro antojo, quiero comer ciruelas.

—Pues no, no puedo—negó cruzó de brazos ansioso e impaciente. ¿Esa imagen quiere darle? Yo pienso que mi hijo tendrá buen carácter y me atrevería a decir que quizás sea el típico nerd—. ¿¡Manuel, estás allá arriba!?—cuestionó gritando, pues estamos en el hotel. Y sin embargo, el bebé ni se perturba. Subió las escaleras cuando escuchó un "sí" que seguro hizo crecer sus esperanzas.

Padre primerizo, lo entiendo. Aunque nunca he tenido un embarazo, no hago tanto escándalo. Prefiero dejarlo tranquilo y darle amor.

—¡Pará, Maia!—grité aún sentada sobre ese sillón marrón viejo del living, porque ella justo salía de la cocina—. ¿Hay ciruelas? ¿Podés traerme algunas.

—¿No se supone que el padre debería complacer tus antojos?—denegué rápidamente. Quién sabe dónde estaría Franco y qué trama para perturbar a nuestro hijo.

—Digamos que nos abandonó—sonreí acariciando mi vientre. Está más abultado, tal vez poquísimo pero ya puede notarse—. Por favor, ¿podés traer unas? Él no quiere levantarse.

—Bien, regreso rápido—afirmó regresando por donde vino. Quizás comiendo pueda dignarse a moverse, ese bebé es impredecible exceptuando sus raros antojos. Sé que serán ácidos o agrios, jamás he querido comer chocolate.

Vi bajando a Franco, corriendo y tirando del pobre Manuel. ¿Qué quiere hacer? Traen una guitarra eléctrica, al parecer le ha tomado cariño luego de la trágica muerte que afrontó.

—Exactamente, ¿debo tocar música suave o movida?—me temía oír esas palabras. Entiendo cuán emocionado debe estar, pese a esto, elijo no forzar nada.

—Fuerte, todo lo alto que puedas—pidió causando mi descontento. Tengo un mal presentimiento, su idea no termina de convencerme.

—Acá está su pedido, señorita—Maia volvió trayendo consigo las ciruelas. Cabe agregar que quien tiene hambre no soy yo, jamás como fruta de noche—. ¿Desea algo más? ¿Café, galletas...?—frunció el ceño al ver a Manuel con su nueva guitarra eléctrica—. ¿En serio? ¿Serenata? Wow.

—Dejalo descansar, aceptalo, ¿acaso vas a obligarlo a moverse?—reproché molesta. ¿Y si le disguta el ruido? Puede llevarse un susto.

—Probaré con algo suave primera, de ahí vemos cómo reacciona, ¿estás conforme?—me preguntó. Lo observé pensativa durante unos segundos, ante atentas miradas causantes de que finalmente decidiera aceptar.

—Tocá despacio, así evitás asustar al pobrecito—sugirió Maia, quien igual que Franco tomó asiento junto a mí, él colocó su mano en mi abdomen. Manuel comenzó dando delicados sonidos mientras comía ciruelas.

Pasaron varios minutos, todos estaban expectantes. Esperando algún movimiento, el cual nunca llegó. Sabía que sería así, conozco a mi bebé. Hará acto de presencia, cuando le dé su regalada gana. Maia bajó la cabeza desilusionada, ella también esperaba una señal y volvió a levantarla al ver paralizada a Gala frente a nosotros, sosteniendo una barra de chocolate.

—¿Qué pasó? ¿Estás bien?—inquirió Maia, ¿sonó amable? Puede que haya decidido dejar cualquier rencor o resentimiento y llevarse bien, si fue así, supongo que Ámbar habrá tenido algo que ver por ahí.

—Sí—sonrió abrazándose a sí misma con un solo brazo y salió del lugar dejándonos confundidos. Describiré eso simplemente: enigmático.

—¿Qué le pasa?—interrogó Manuel desconcertado. Aquello debió parecerle igual de extraño—. No sé ustedes pero he notado que actúa raro.

—Y se acaba todos los chocolates que deben ser para Azul—aclaró Maia intentando adivinar qué sucedía con exactitud. Oculta un secreto, sin embargo, ¿cuál? Existen tantos.

—Dante no come dulces, sólo cosas ácidas—comentó Franco tocándolo. Otra vez. Me tiene harta.

—¿Así van a llamarlo?—quiso saber Manuel habiendo dejado de tocar instantes antes al no obtener ningún resultado favorable.

—No, se llamará Agustín
stín—afiancé. Estoy segura. Franco podrá darle sólo su segundo nombre.

Paso por la puerta de Gala y no me detengo hasta que escucho sollozos. ¿Estará todo bien? ¿Qué le habrá ocurrido al bebé? Espero sea bueno, porque recién tiene un mes. Cuando ella y Daimon llegaron de Venezuela, hicimos aquella prueba para ver si en realidad estaba embarazada, el resultado es más que obvio. Aunque nadie sabe sobre esto, sólo yo, ni Daimon se ha dado cuenta; pese a ser padre del bebé. Le he dicho que debería decirle, sin embargo, Gala continúa negándose.

Tras fijarme que ninguna persona esté cerca toqué antes de entrar.

—¿Estás llorando?—pregunté viendo algunas lágrimas caer. Esa respuesta era obvia, sí pero, ¿ahora por qué? Creo que esto la tiene sensible, porque jamás fue alguien así. Decidí entrar cerrando su puerta con llave, para evitar entradas inesperadas—. ¿Te pasó algo...?

—Se movió—contestó interrumpiéndome. Suspiré aliviada, no era nada malo después de lo que pensé. Llevó ambas manos al vientre, todavía plano, que cuidaba muchísimo últimamente—. Fui a buscar chocolate abajo y encontré tocando guitarra a Manuel, entonces sentí cómo ella...

—¿Sabés que será niña?—interrogué confundida. Apenas existe desde hace treinta días, ¿cómo puede estar segura? Quizás sea presentimiento materno.

—Sólo quiero comer chocolate, y dicen que si los antojos son dulces será mujer—aclaró Gala, ingiriendo otro trozo de esa barra que sacó de la cocina. A este paso, resultará sospechoso que golosinas desaparezcan muy misteriosamente-. Recordá quién soy, como madre debo saberlo, ¿no?

—Podríamos ir al doctor también—mencioné, puesto que durante este periodo nunca hemos asistido a consulta. Sigue rechazando mis sugerencias, a pesar de eso, tarde o temprano tendrá que ir—. Necesitás atención médica.

—Ya sé...—me miró resignada, sabe cuánta razón tengo y le cuesta admitirlo ciertas veces.

—¿Querés tenerla?—indagué aún dudando a cerca del tema. Parece haberlo asimilado, no obstante, tener una hija es tema serio. Esa decisión puede cambiar el rumbo de tu vida con total radicalidad.

—Creo que sí, quizás, tengo dudas...—confesó Gala pensativa, mirando su vientre—. Debo hacerme cargo, fue error mío y tampoco sería justo para ella. Quiero darle la oportunidad de vivir, se merece por lo menos eso.

—¿Y la criarás vos?—cuestioné haciéndola pensar más. Tal vez me esté proyectando demasiado, tampoco quiero presionarla ya que faltan nueve meses que le darán tiempo necesario.

—Ni idea—respondió sonando sincera. Fui testigo del modo con el cual llegó a verse, sonrió sin saber qué decir y podría arriesgarme diciendo que sintió alguna pizca de amor—. Sólo quiero traerla al mundo, luego veré... quisiera poder verla, ¿nos pareceremos?

—Si tanta curiosidad tenés, vamos mañana...—mordió la barra de chocolate otra vez, instintivamente. Cuántos dulces querrá comerse esa niña, ¡van siendo diez diarios!—. ¿O acaso querés abortar?—rodeó su abdomen tras haberme escuchado, y hasta casi tira aquella golosina.

—Digamos que no me gustaría que pasara por algo malo, quiero darle vida y un nombre lindo, así tendrá siempre algo de mí—esbozó una sonrisa triste, dando el bocado final, se deshizo del chocolate botándolo al tacho.

—Entonces, ¿vamos o no?—finalmente afirmó, aunque algo insegura. Era joven y pues, será extraño ver a una chica de corta edad cruzar la puerta.

—Mañana a las cuatro, sacaré cita—informó temerosa. Sí, supongo que siempre existe primera consulta y da miedo, pero iré con ella—. Quiero que se llame Ailín.

Salí del lugar satisfecha por haberla hecho recapacitar. No quería que esperara hasta el día del parto para recién buscar doctor, o llegar al mes nueve u ocho. Después veremos cómo decírselo a Daimon, porque tiene derecho a saber y hacerse cargo.

—¿Qué día llegarán?—consulté sosteniendo el teléfono fijo. Alguien muy importante está por regresar, volverá luego de mucho tiempo y se llevará una sorpresa aunque no será sólo esa persona. Mejor dicho, aquellas, ya que son dos. Llegarán exclusivamente para darle una sorpresa a Inti y Noah—. Porque podría esperarlos allá, de paso los ayudo con su equipaje.

—¿Podés? Traeremos muchas maletas y quizás nos quedemos durante tres meses, debido a mi trabajo—aclaró ella al otro lado de la línea. ¿Qué hora será donde están? Debe haber grande diferencia horaria—. Venimos en cinco días.

—Claro, puedo ir a recogerlos, van a quedarse aquí, ¿verdad? Nada sería...—silencio, dejé de hablar cuando escuché pasos cerca. ¿He mencionado que nadie sabe sobre esto? Por ahora, es nuestro secreto y sólo hasta el viernes.

—¿Viene alguien?—preguntó bajando la voz pues no quería que fuera reconocida-. ¡Dejá de saltar arriba del sillón! Vas a caerte—le regañó, ese pequeño parece estar más travieso. ¿Habrá cambiado? Ya lo veo corriendo de aquí para allá junto a Noah, se emocionará tanto.

—Descuida, era Maia... y acaba de salir con Joaquín—informé viéndolos sonrientes caminando tomados de la mano. Espero que puedan llegar a algo, quizás permanezcan guardados sus sentimientos pero sé que tarde o temprano saldrán a flote. Y tampoco quiero otras guitarras rotas—. ¿Necesitan algo más?

—Solamente tu silencio, nadie puede enterarse de esto—aseguró emocionada, sí, su entusiasmo podía notarse desde millones de kilómetros. Hablando en forma literal, estamos separadas por millas—. Ni él sabe que viajaremos, empezará a sospechar y preguntarme cuando subamos al avión... tendré que prepararme, lo tendré así todo el viaje.

—¿Puedo grabar su reacción?—inquirí también ansiosa, será un inesperado y lindo reencuentro. Quisiera conservarlo mediante algún video.

—Si querés—rió, escuchándose a parte risas del niño. Gran sorpresa que recibirá pronto—. Inventá alguna excusa, por favor, de lo contrario Noah puede empezar con sus sospechas.

—¿Y él no intuye nada?—hice referencia a su hijo de tres años, quien parecía haber desaparecido del lugar.

—Ha ido al jardín, ojalá que no se ensucie como la vez pasada...—deseó ella, la imaginé levantando su cabeza en un intento de ver qué hacía él. ¿Noah habrá sido igual? Y eso que su hijo puede quedarse quieto, hay quienes son hiperactivos—. No sé cómo, hizo lodo y estuvo revolcándose.

—Sí que Noah estará ocupado estos días... pero feliz, eso importa—sonreí haciéndome idea. Quizás hablaban por audios, video llamadas o mensajes; sin embargo, es distinto ver frente a frente, cara a cara, a una persona que tanto quieres. Lo experimenté y aprendí durante este año.

—¿Cómo te estuvo yendo a vos? Te fuiste mucho tiempo, ya quiero verte otra vez—ella todavía no sabe la verdad, merece escuchar y lo hará; pese a esto, elijo que las cosas vayan despacio.

—Bastante bien, podré contarte detalladamente al verte...—de nuevo, pisadas llegaron a mis sensibles y agudos oídos. Ahora sí, es Noah—. Adiós, tengo que cortar.

—Nos vemos, gracias—se despidió, seguro sonriendo desde el otro lado del mundo. Podríamos ponernos al día en unos cuántos días más, también la eché de menos.

Noah entró silbando alegre, si así está ahorita, ¿cómo estará cuando los vea? Apuesto a que llorará de emoción, quiero verlos a ambos. Y es que él ama ser papá.

—¿Con quién hablabas y por qué cortaste?—quiso saber dudoso. Mi actitud debió parecerle muy rara, no soy jamás de ocultar asuntos. Esta será la única excepción que haré, sólo con el objetivo de verlo feliz.

No lo dice, tal vez debido al orgullo, a pesar de esto sé que los extraña.

—Se cortó, estaba hablando con un restaurante, pedí comida—mentí esperando que creo la mentira. Él asintió, abrazándome por detrás. Extrañé mucho sentirlo cerca, pasaron trescientos sesenta y cinco días en los cuales sólo pude extrañarlo.

Sólo rezo por quedarme, permanentemente. Haré todo lo que sea necesario, estoy dispuesta a volver a ser humana.

Últimamente paso mucho tiempo con Matías, digamos que nuestro vínculo ha crecido bastante durante estos meses y he conseguido hacerlo entrar en razón, aunque eso conlleva a que dude como nunca. Él jamás quiso estudiar arquitectura, sólo lo hizo porque tenía buena paga y hacía feliz a su padre pero, ¿qué hay de él? ¿Acaso pasará sus mañanas despertando para ir a realizar un trabajo que le aburre? Esa vida, siendo honesta, suena horrible. Está pensando cómo anunciar que no seguirá, aquel momento le aterra debido a la desaprobación de los demás.

Sin embargo, no hay peor rechazo que el de vos mismo.

***
¡Hola!

Sí, este capítulo debí haberlo publicado ayer pero quise cambiar algunos aspectos, entre esos la aparición de personajes. Probablemente estaré editando y comunicando mediante este medio, recuerden que la última semana publicaré un día sí un día no para compensar ciertas faltas.

¡Y también que este capítulo fue escrito con el huayno del vecino! 😂😂😂🎶🎶🎶 Es la música típica del Perú 🇵🇪 amo mis vecinos 😍 a veces con su rap/rock/electrónica y luego sacan la salsa/huayno/folklore ¿Alguien ha tenido la oportunidad de venir a mis país? Ojalá lo conozcan algún día, tiene mucha cultura :')

Volviendo al capítulo...-regresa-

¿Ya saben de quién es hija Ailín, la niña que paraba con Dante en los Flashforwards? ¿Saben quiénes son los que se mudaron a Venezuela? ¿Daimon aceptará a su hija? ¿El bebé de 💙 Franzul 💙 se moverá algún día? ¿Quiénes están por venir? ¿Que carrera querrá estudiar Matías?

Se vienen wenas sorpresas 👀💪 no sé si me odien en unos cuántos capítulos... ante todo, ¡perdón! 🙏

Y estoy pensando en crear secciones aquí, para quienes quieren o les gusta comentar 😁 así nos conocemos un poco más, ¿qué opinan?

Gracias a todos por leer y votar 💜 ¡Los amo! :3 ¡Hasta el otro capítulo!

PDT 1: Dinámica en marzo ✌

PDT 2: Wattpad me cambió el guion ;v

PDT 3: ¿Qué opinan de la actualización y nuevo logo?

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